Breena había llegado tarde al desayuno y cuando le comenté lo que pasó en Azkaban no parecía muy sorprendida.
—¿Que te pasó ahí?— apunté su mentón, que tenía una cortada bastante fea.
—Oh, nada, sólo me caí. — se encogió de hombros.
—Si tu lo dices...— murmuré.
—Te oí...
—Te quiero...
Reímos y terminamos el desayuno. Luego fuimos a nuestra primer clase: adivinación. Breena odiaba esa clase.
—¡Esperen!— los gemelos corrían tras nosotras. Sonreí al ver a Fred, con esa sonrisa tan radiante y su cabello algo despeinado.
Me cogió de la cintura y me elevó por los aires haciéndome girar.
—Déjense de cursiladas.— bufó George. Fred me bajo y nos miramos, entendiendo la idea del otro. Nos pusimos a ambos lados de George...— No se atrevan...— le lamimos las mejillas. Fred la derecha y yo la izquierda.—¡Asco! ¡Son unos asquerosos! Diuuuu
—Chillas como nenita.— reí.
—Claro que no.— agudizó su voz e hizo gestos afeminados con las manos.
Todos reímos.
—Oigan, ya debemos irnos, llegaremos tarde...— Bree me cogió del brazo y jaló de él pero Fred no estaba dispuesto a dejarme ir. Me cogió de la cintura h me apegó a su cuerpo. Mi amiga lo miro como diciendo "¿Encerio?". Rodó los ojos y me soltó. — 30 segundos, Weasley.— le apuntó con el dedo como si estuviera regañándole. Él asintió y me giró lentamente. Sonreí y rodee su cuello con mis brazos. Comenzó a acercarse lentamente pero no estaba dispuesta a esperar demasiado así que me puse en puntitas de pie para poder llegar a él mas rápidamente. No llevábamos ni 5 segundos besándonos (según yo) cuando alguien gritó;
—¡Umbridge!— la voz de mi amiga hizo que nos separáramos bruscamente de incluso nos alejamos unos pocos pasos. Ella y George comenzaron a reír a carcajadas mientras Fred y yo mirábamos aterrados los pasillos vacíos. Los miré algo enfadada y me acerqué a Fred a terminar lo que empezamos...
~•~
—¡¿Me pasas las papas?!— Lee Jordan ni siquiera terminaba de masticar algo y ya quería meterse otra cosa en la boca.
—¡Al menos traga primero! — reí. Él me enseñó la comida masticada que tenía en su boca, debo decir que parecía vómito. —¡Asco, Jordan!— le lancé una papa provocando la risa de mis amigos, incluso la de Lee.
—Oye...— Breena me dio leves codazos. Me giré hacia ella.— Ya aparecieron...— susurró y con un movimiento de cabeza, me indicó la mesa de Slytherin, donde las serpientes mas conocidas tomaban su lugar para la cena.
—No está, Bree, no está. — me puse nerviosa. Ella arrugó la nariz, confundida.
—¿Quién?
—Mi hermano. Theo no ha venido, Bree.— miré de nuevo hacia la mesa, inspeccionando cada rincón de ella por si no se había sentado en otro lugar, aunque lo dudaba era mi última esperanza.
—Tranquila, quizá sólo no tenía hambre.— se encogió de hombros. Asentí pero no estaba convencida y decidí ir y averiguarlo yo misma.
—Ya vuelvo...
Me levanté sin decir otra palabra y fui directo al grupete que acababa de ocupar sus respectivos lugares en la mesa de las serpientes.
—Bonnie, yo...— la giré agarrándola del hombro, nada brusco en realidad.
—¡Sueltame! ¿Quien te crees que eres para hablarme, y mucho menos tocarme, sangre sucia?— me miró como si me tuviera asco.
—¿Disculpa?— mi incredulidad rebasaba los límites y estaba sorprendida del control que estaba teniendo porque no me había abalanzado sobre ella a encestarle unos cuantos golpes.
—Te disculpo, ahora vete.— sonrió victoriosa y se giró hacia los demás, que miraban divertidos la escena.
—Oye, oye, oye. En primer lugar, no soy ninguna sangre sucia. En segundo, ¿quien te crees tú que eres para mandarme a mi, McDougall?— esta vez si la volteé hacia mi bruscamente.
—Te dije que no me tocaras, impura.— se levantó enfadada, quitando mi mano de un manotazo.
—Impura tu *******
—¿Qué acabas de decir?— sus ojos estaban mas abiertos que los de Filch cuando observa los pasillos en las noches.
—Lo que escuchaste, McDougall.— me crucé de brazos. Luego de unos segundos de silencio volví a hablar.— Mira, no se qué te ocurre, pero tampoco me importa, jamás me has caído bien, sólo quiero saber dónde está mi hermano.— dije fríamente y algo en su rostro cambió. Fue como si le doliera pero no hizo expresión alguna.
—¿Quien? ¿Theodore Nott? Baah, es cosa del pasado...— se giró hacia la mesa para sentarse y por tercera vez esa noche, la agarré del hombro y la giré hacia mi.
—¿A qué te refieres?
—No es asunto tuyo.— quitó mi mano como si fuese mugre en su ropa y se sentó.
—¡Es asunto mío porque es mi hermano, maldita sea!
—¿Qué está pasando aquí?— el profesor Snape apareció detrás mio, con sus ojos penetrantes mirándome atentamente.
—________ quería golpearme, profesor.— dijo Bonnie.
—¡¿Qué?! Pero yo no...
—Así que buscando problemas, señorita Nott...
—Pero yo no...
—Sin pero's, tendré que castigarla.
—Pe...
—He dicho que sin pero's.— se giró y se dirigió nuevamente a la mesa de profesores. Miré con odio a Bonnie que tenía una sonrisa victoriosa plasmada en el rostro. Le enseñé el dedo medio, ¿qué podría costarme si ya estaba castigada?.
—Esta me las pagas.— le susurré y como toda orgullosa que soy, volví donde mis verdaderos amigos, con la cabeza en alto.
—¿Qué pasó? — Fred cruzó su brazo por encima de mis hombros cuando me senté a su lado.— Vi al profesor Snape hablando con ustedes... — se llevó un pedazo de pollo asado a la boca. Suspiré y recosté mi cabeza en su hombro.
—Pues, me he ganado un castigo, y no he conseguido averiguar dónde está mi hermano. — dije penosamente. Me sentía algo estúpida, sólo lo había empeorado todo.
Fred besó mi frente y pegó su cabeza a la mía.
—No te preocupes, al menos nos veremos en el castigo también, y sabes que estaré apoyandote allí, o donde sea que estés. — me sonrió. Le devolví la sonrisa y besé su mejilla.
—Oye, Georgio...— le llamé. Sabía que le molestaba que dijeran mal su nombre.— ¿Me ayudarán con una pequeña broma?— sonreí pensando en que me vengaría de Bonnie.
—Si quieres hacer una "pequeña" broma, alejate de ellos.— rió Lee.
—Si quieres hacer algo, mejor hazlo en grande.— dijeron los gemelos al unísono. Reí.
~•~
Me encontraba una vez más con Fred, bajo el árbol que se encontraba cerca del Lago Negro. Había pasado una hora y media desde que terminamls de cenar y todos "fuimos a nuestros dormitorios".
Yo estaba acostada en el césped, y Fred también, la única diferencia en que él usaba mi estómago como almohada, mientras yo jugaba con su cabello.
Sus ojos comenzaron a cerrarse.
—¿Quieres ir a la cama ya, Fred?
—¿Asi nada mas me lo dices?— preguntó divertido, aunque su voz sonaba adormilada. Reí.
—Tonto...enserio, te estás quedando dormida, y no tengo músculos, no podré cargarte hasta tu cama.— reí.
—¿Sabes? Me encantaría dormirme justo aquí, contigo...— se giró, quedando boca abajo y mordió mi estómago, nada que doliera, es más, me hizo cosquillas.
—¡Fred!— reí. Él sonrió mirándome y se acercó a mis labios...
~•~
Había pasado una hora desde que Fred se fue a su habitación y yo a la mía. No podía dormir y no sabía porqué, puesto que me moría de sueño.
La puerta de la habitación comenzaba a abrirse, dejando ver una silueta alta y delgada...Fred. Estaba en pijamas y tenía el pelo revuelto. De no ser porque se "rascó" el ojo, hubiese jurado que era sonámbulo.
Decidí fingir que dormía y esperar a ver qué sucedía.
Unos segundos pasaron antes de que mi colchón se hundiera un poco, haciéndome saber que había subido a la cama. Sentí un peso sobre mi cintura y noté que se abrazaba a mi fuertemente. Cruzó una pierna por sobre las mías y escondió su cara en mi cuello. Su respiración cálida me hací cosquillas y no pude evitar abrir los ojos y verlo.
—¿Te desperté?— preguntó en voz baja. Negué con la cabeza.
—Ya estaba extrañándote...— dije y me acerqué aún más a él. Pegué mi frente a la suya y rodee su cuello con mi brazo. Sonreí y él igual. Amague con besarlo pero finalmente sólo le di un pequeño beso en la mejilla.
—Eso no se vale.— rió. Comencé a besar todo su rostro hasta que deposité un beso en sus labios.— Estás matándome.— sonrió sobre mis labios. Lo besé aún más.
~•~
—Bonnie no apareció, de seguro tuvo miedo por tu venganza.— rió Breena.
Todos estábamos sentados en la mesa de Gryffindor, desayunando.
—Pero alguien mas apareció en su lugar, ¿ah?— nos miró a Fred y a mi, insinuante. Reí, algo nerviosa.
Recordé lo que Fred me dijo cuando le pregunté porqué había ido conmigo, ya que él nunca lo hacía. «A Lee no le sientan bien las papas»– fue todo lo que dijo, mas sin embargo no necesitaba mas explicaciones.
—¿Ya vieron? Escándalo en el pasillo frente a la puerta de las cocinas.— informó Dean Thomas, quien entraba corriendo al comedor.
—¿Y tú cómo sabes lo que ocurre frente a la cocina?— alcé una ceja.
—¿Acaso eso importa? Vayamos a ver...
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Haaaaasta ahí llega este cap porque se me traba el cel y no quiero perder de nuevo este cap. x3 si quieren seguirme en Twitter, me lo hice hace poco ~(•-•~) ~(•-•)~ (~•-•)~ @its_a_bae jejejeje si hay errores lo lamento pero es que me da pachorra revisar todo x3 grachiiaaas y commmenten :**