La Némesis del Arcoíris

By JenChoice

2.1K 283 1.8K

Cuando tu obsesión por ser el número uno es directamente proporcional a la animadversión apasionada que le ti... More

Capítulo 1: El Niño Genio
Capítulo 2: El Genio Incomprendido
Capítulo 3: Dos Genios de Mal Genio
Capítulo 4: No Molestar, Genios Rivalizando
Capítulo 6: Jaque Mate al Genio
Capítulo 7: Genio Atrapado
Capítulo 8: Más Vale Genio en Mano que Genio Volando
Capítulo 9: Pacto de Genios
Capítulo 10: Genio que no Ve, Genio que no Siente
Capítulo 11: Genio que Ladra no Muerde
Capítulo 12: No hay Genio sin Espinas
Capítulo 13: El Corazón Roto de un Genio Herido
Capítulo 14: La Dulce Voz de un Pequeño Genio
Capítulo 15: El Genio Enamorado
Capítulo 16: La Canción de Amor del Genio
Capítulo 17: Nunca Digas a este Genio no he de Querer

Capítulo 5: Genio en el Paraíso

89 19 23
By JenChoice

El día comenzó con gran alboroto en los pasillos abarrotados de nerviosos estudiantes que corrían de un lado a otro a fin de llegar a tiempo a sus clases o exámenes. Contrario a lo que creían algunos de ellos, los catedráticos no serían para nada tolerantes con la impuntualidad y la desidia como alguna vez lo fueron los profesores en la escuela. La universidad no era compatible con la holgazanería, y si querías sobrevivir, debías aprender a reconsiderar tus prioridades. Aquí los exámenes no esperarían a que estuvieras listo para resolverlos.

     Dos estudiantes ya se encontraban camino a su salón para rendir su primer examen. Uno de ellos arrastraba los pies, tratando de no chocarse con nada ni con nadie. A diferencia de él, al otro se le veía fresco como siempre sin el más mínimo rastro de cansancio. Realmente no tenía ni idea de cómo hacía su amigo para estudiar toda la noche sin agotarse. Eran las ventajas de ser un genio, asumió.

     —Byeongkwan —dijo de pronto—, no estarás pensando en hacerte amigo del amigo de mi enemigo, ¿cierto?

     —Channie, es muy temprano para que me hables tan enredado.

     Como si lo hubiera invocado con esa pregunta, apareció en su ángulo de visión la persona que menos quería ver esa mañana que pintaba a ser linda hacía tan solo un minuto. Ahora, por obvias razones, su buen humor se acababa de suicidar.

     El tipo ese estaba ahí con su amigo del otro día, charlando de quién sabe qué, mientras buscaban en los casilleros el material correspondiente a su clase. A medida que Yuchan se acercaba, pudo escuchar parte de la conversación. Era transcendental averiguar la mayor cantidad de datos sobre su enemigo si quería planear un ataque limpio y preciso.

     —Hoy tenemos clase de ética; qué innecesario curso, diablos.

     —¿No hay una clase de carisma? La necesitas con urgencia.

     Donghun se giró en cámara lenta al reconocer la empalagosa voz perteneciente a su peor pesadilla hecha realidad. Por su lado, Byeongkwan divisó a Sehyoon y le regaló una sonrisa tímida con las manos juntas, como disculpándose por el hecho de que Yuchan estuviese molestando a su amigo tan temprano en la mañana. Sehyoon le devolvió la sonrisa, negando con la cabeza en silencio. El golpe de la puerta del casillero cerrándose con fuerza los hizo saltar a ambos. Donghun tendría que ser más cuidadoso si no quería deber dinero al estado por propiedad privada dañada.

     —No, pero sí hay una clase para aprender a cambiarse los pañales uno mismo.

     Sehyoon y Byeongkwan volvieron a mirarse y acordaron telepáticamente que debían conseguir cuanto antes una pizarra para llevar nota del score de cada ataque de sus amigos. Los días en la universidad nunca fueron tan divertidos.

     —No me quedo a discutir contigo porque en un rato tengo mi primer examen.

     —¿En serio? Te deseo suerte con las sumas y restas, mocoso.

     —Vamos, Byeongkwan, ya fue suficiente contaminación audiovisual por hoy.

     —Eso es un Kirby, ¿verdad? —preguntó Sehyoon, señalando el llavero en la mochila del chico de cabello grisáceo.

     —Sí, soy fanático de ellos —contestó, emocionado—. Tengo una colección enorme en mi habitación: peluches, libretas, cojines, lápices, ropa... Hasta tengo un diploma de miembro honorífico exclusivo de los miembros del club de fans.

     —Vaya, eso sí que suena interesante. Yo no soy tan fan como tú, pero tengo algunos en casa. Tengo un peluche morado, porque es mi color favorito.

     —¿En serio? El mío es el naranja, y también la mayoría de mis peluches son de ese color. Por cierto, el Kirby morado no es fácil de conseguir. Recuerdo que yo tuve que...

     —¡Sehyoon! ¿Se puede saber qué estás haciendo?

     Donghun y Yuchan estaban estupefactos, presenciando con espanto la manera en que los dos socializaban como grandes amigos, ignorándolos totalmente por segunda vez. No, esto ya se estaba volviendo un mal hábito.

     —Tú, rey Kirby, ven conmigo ahora —ordenó Yuchan, jalándolo del brazo.

     —Nos vemos después, Sehyoon —dijo, agitando la mano en su dirección.

     —Deja de mirarme así, Donghun. Yo no puedo odiar a nadie a la fuerza y lo sabes. Y ya date prisa, la clase empezará pronto —advirtió, yendo rumbo a su salón.

     —Necesito nuevos amigos —susurró entre dientes, siguiendo a su desleal amigo.

✩✩✩✩✩

Los rayos del sol le dieron la cálida bienvenida de siempre. Se balanceó de atrás hacia adelante en un vaivén lento, contemplando la maravillosa vista de gran parte de la ciudad que se podía vislumbrar desde ese punto. Después de los cinco minutos reglamentarios para relajar sus ojos con ese panorama, se instaló en el césped artificial, recostándose en el enrejado de madera. Era la rutina que había llevado a cabo, religiosamente, desde el primer año de estudios.

     Había descubierto ese pequeño lugar casi por casualidad, un día en que discutió con sus amigos, cuando estos le habían advertido que, ahora que eran universitarios, no permitirían que se metiera en peleas, como solía pasar en la escuela en la que habían estudiado juntos desde niños. Furioso, los había dejado atrás para después caminar a la deriva hasta llegar al pie de las escaleras de un edificio a medio construir que no había dudado en explorar. Grande fue su sorpresa al revelarse ante él un pequeñísimo paraíso terrenal abandonado en la amplia azotea, que se había convertido en su santuario personal. Más tarde supo que era, al parecer, uno de esos lugares a los que nadie se atrevía a entrar por los mitos existentes alrededor de su historia. Así que como él no le temía a nada, no le dio importancia a los rumores y este se convirtió en el sitio perfecto para él, ya que era seguro que nadie nunca lo molestaría ahí. Por ende, desde aquel día, escapaba a ese solitario territorio cada vez que se sentía abrumado por la realidad, cada vez que quería que el mundo se detuviera para dejar de pensar en lo cruel que era la vida con él. Ni siquiera sus dos mejores amigos sabían de la existencia de su paraíso y quería ser tan egoísta como para disfrutarlo él solito.

     —Ah, al fin un momento de paz.

     Cerró los ojos, dejando que el viento fresco acariciara su rostro. La sensación era muy agradable y casi lamentaba saber que ese momento que se regalaba a sí mismo no duraría demasiado. Su mente vivía llena de tantos recuerdos dolorosos que únicamente en ese lugar podía concederse un respiro.

     Un crujido en las escaleras lo apartó de su estado de ensoñación y, por instinto, barrió cada rincón con la mirada a fin de verificar si sus oídos le habían jugado una mala pasada. No, era imposible que alguien más supiera de su paraíso. En los más de cuatro años que llevaba en la universidad, jamás hubo una señal que indicara que alguien más hubiera pisado ese sitio abandonado. Aguzó el oído, mas ya no cabía duda alguna: un invasor estaba irrumpiendo en su propiedad.

     Quedose quieto sin perder de vista la entrada para espantar a quienquiera que estuviese llegando a arrebatarle la joya que había guardado celosamente todos esos años. Finalmente, el invasor hizo su aparición triunfal con el distintivo eco de sus zapatillas Nike color plata.

     Oh, no.

     No, no era posible, no otra vez. Ya bastante trágico era que una persona cualquiera hubiese descubierto su paraíso, pero era mil veces más siniestro que fuera justo esa persona. Lo peor del caso es que esa ya era la cuarta vez que sucedía. ¿Es que el karma no iba a tener piedad de él algún día?

     —¡¿Tú de nuevo?! —exclamaron al mismo tiempo.

     —No puede ser, ¿no te basta con interceptarme en los pasillos y meterte en mi biblioteca, sino que también tienes que invadir mi propiedad?

     —¿Tu biblioteca? ¿Tu propiedad? Por favor, no podrías pagar ni un solo ladrillo de este edificio.

     —¿Cómo llegaste aquí, mocoso? —reprochó, ignorando el último comentario—. Se supone que nadie conoce este lugar más que yo. ¿Me seguiste?

     —¿Estás demente? Claro que hay gente que conoce este edificio, otra cosa es que nadie se atreva a entrar. Yo no tengo miedo, así que lo inspeccioné por Maps  hace unos días y vine a declararlo mi nuevo lugar de paz —aseveró con orgullo.

     —Me sorprende que un infante como tú esté andando solo por estos lares, ¿dónde está tu séquito de guardaespaldas? —preguntó con una sonrisa de lo más irónica.

     —No seas absurdo, estamos bastante cerca de la universidad —contestó, indignado—. En fin, me gusta este lugar y seguiré viniendo cuando yo quiera. 

     —Mira, mocoso, para tu información, yo conocí este lugar hace cuatro años; por lo tanto, tengo derecho de antigüedad.

     —Es la razón más absurda que he escuchado en mi corta vida.

     —Soy mayor que tú.

     —Esa razón es incluso peor.

     —Vete de aquí ahora.

     —No me pienso ir.

     —Yo tampoco.

     —Bien.

     Yuchan avanzó hasta situarse en un espacio a unos cuantos metros frente a él. Dejó caer su mochila y se sentó cruzado de piernas, recostando su cuerpo contra la pared. Le habría gustado tomar el lugar donde se encontraba el otro, pero sabía que no podría moverlo para nada. Por el momento, se conformaba con poder quedarse ahí. Perplejo, Donghun siguió cada uno de sus movimientos con la mirada.

     —¿Qué crees que estás haciendo?

     —Si no te vas, yo tampoco lo haré. Podemos estar los dos aquí, solo tenemos que... tú sabes, ignorarnos.

     Donghun vaciló un momento, pero luego consideró que la opción quizá no era tan mala. Ya bastante tiempo había perdido y tenía que regresar en un rato para su siguiente clase.

     —Si no me molestas, tampoco tengo ningún problema.

     —Perfecto.

     —Excelente.

     Donghun se acomodó en su lugar y tomó un libro de su mochila; más que para leer fue para bloquear la horrible visión que tenía en ese momento. Transcurrieron aproximadamente unos cinco minutos en silencio absoluto antes de volver a escuchar la voz más irritante que había tenido el disgusto de oír.

     —Y... ¿qué estás leyendo?

     Bajó el libro unos cuantos centímetros para observarlo de reojo y reparó en que el otro sostenía un libro de lenguaje, por lo que pudo notar de la portada.

     —Pensé que habíamos dicho que nos ignoraríamos.

     —Sí, ¿qué hay con eso?

     —¡Me estás interrumpiendo y yo odio que me interrumpan mientras leo!

     —Está bien, me callaré ahora.

     Pasaron unos cuantos minutos en medio de un nuevo silencio. Entonces Donghun, ya totalmente desconcentrado y hastiado por la situación, volvió a bajar su libro esta vez del todo, posándolo sobre su regazo.

     —Es un libro de lectura musical.

     —¿Eh? ¿Acaso también cantas?

     —Sí, desde que soy niño. Espera, ¿cómo que también?

     —Yo canto desde niño, es una de mis grandes pasiones. Es más, voy a participar en el concurso de canto de la universidad que será dentro de unos meses.

     Donghun fue poniéndose en pie lentamente con una expresión sombría y los ojos llenos de horror. Movió la cabeza de un lado a otro, sintiendo el baldazo de agua helada cayendo sobre él, borrando la calidez que el sol acababa de brindarle.

     —No es posible...

     —¿No es posible qué? No me digas que tú...

     —¡Por supuesto que sí! O sea, no solo me quieres hacer la vida imposible, ahora planeas también ser mi rival en el concurso de canto. ¿No crees que ya te estás pasando?

     —¿Pero qué dices? Tengo derecho de participar en lo que yo quiera; en especial, porque sé que voy a ganar, ya que siempre he sido el mejor en todo.

     —Debo informarte que soy yo el mejor alumno de esta universidad.

     —Me cuesta creerlo.

     —Pregúntaselo a quien quieras.

     —Bueno, por si no te han informado, soy considerado un genio por el consejo de educación de la ciudad. Tan solo espera a que terminen los exámenes y demostraré que soy más inteligente que todos en esta universidad.

     Donghun se detuvo un instante. Rememoró la conversación con Junhee de hace unas semanas y, en efecto, él había mencionado algo sobre el brillante desempeño académico del chico en su prestigiosa escuela. Un miedo repentino lo recorrió de pies a cabeza. Todos esos años no había tenido que preocuparse por la competencia, por lo que nunca había considerado la posibilidad de que un estudiante de primer año lo superase en promedio. No era tan descabellado, ya que los cursos tenían más o menos el mismo puntaje, sin importar en qué año estuvieras. La amenaza ahora era más latente que nunca, pero no podía permitir que su vida se arruinara tan solo a un miserable año de terminar su carrera.

     —Escúchame bien, mocoso insípido. Este es mi último año y necesito tener el mejor promedio, y no voy a permitir que te entrometas en eso. Y en cuanto al concurso de canto, tienes razón. No puedo impedirte participar, pero tienes que saber que mi voz es muy buena y voy a ganar sea como sea —aseguró, marcando bien las últimas palabras.

     —Eso es porque no me has escuchado cantar. Incluso, toco varios instrumentos desde niño, algo que no creo que tú hayas hecho nunca.

     —Sabía que eras uno de esos niños ricos engreídos que se creen superiores solo por nadar en billetes.

     —No se trata de dinero —negó tajantemente—. Lo que sucede es que tengo una inteligencia superior a los demás seres que son inferiores y...

     —Vaya, parece que el niño sacó las garras —exclamó con ironía—. Qué error no haber grabado lo que acabas de decir. ¿Qué dirían tus fieles fans si supieran que los consideras inferiores? Te aseguro que tu popularidad caería unos diez pisos en picada.

     Yuchan paró en seco. Quiso abrir la boca para intentar decir algo, justificarse, pero nada brotó de sus labios. Nunca había conocido a una persona que no cediera a sus dotes de persuasión y que, de paso, le diera la contra en todo. Se sentía casi desnudo de argumentos de contraataque. Ninguna de las técnicas que había aprendido y pulido tanto servía con ese tipo, ya que este parecía deducir sus intenciones a la perfección, y eso lo mortificaba en demasía. Luego de reflexionar con impotencia por unos segundos que parecieron siglos, únicamente pudo recurrir a un hecho científico sobre su persona.

     —No lo digo yo, sino mi IQ.

     Fue muy tarde cuando se percató de lo infantil que había sonado su argumento, y esto lo comprobó apenas Donghun se echó a reír con sorna ante su mirada desconcertada. Un minuto después, el genio mayor volvió a su rostro amargado de siempre.

     —La gente realmente está ciega y se está dejando llevar por tu carita de guagua inocente que no mata una mosca.

     Se sacudió las ropas con parsimonia y caminó lentamente hacia él, chocando contra su hombro a propósito para después susurrarle al oído en el tono más gélido que pudo manejar.

     —Lástima que te hayas topado con alguien que no está dispuesto a formar parte de tu manada.

     Sin dar tiempo a un contraataque, Donghun descendió raudamente del paraíso, dándose cuenta de que, muy a su pesar, ya no era solamente suyo. Y lo más doloroso era que este ya se había convertido en el mismísimo infierno.

✩✩✩✩✩

¡Hola a todas/os de nuevo! WoW (entendí esa referencia), qué rápido hemos llegado ya al quinto capítulo. Oh, el nivel de odio de este par se va incrementando, ¿qué creen que sucederá ahora?

Mil gracias por sus estrellitas y comentarios, ¡son lo máximo!

Nos leemos pronto.

✩Set to be a Heroine! JenChoice✩

Continue Reading

You'll Also Like

1M 106K 143
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
74.4K 7.6K 22
━━━━━━━━━━ ‹𝟹 ━━━ ⠀⠀⠀⠀𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳 𝘦𝘴 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀﹫𝘈𝘬𝘢𝘳𝘪 𝘐𝘸𝘢𝘪𝘻𝘶𝘮𝘪| 2023
205K 17.6K 36
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
160K 16.9K 38
⠀⠀⠀⠀ ⠀★ jeongguk es un ⠀⠀⠀⠀⠀⠀famoso actor porno ⠀⠀⠀⠀⠀⠀y taehyung un lindo ⠀⠀⠀⠀⠀⠀chico que disfruta de ⠀⠀⠀⠀⠀⠀public...