Capítulo 12: No hay Genio sin Espinas

101 13 194
                                    

Era la primera vez que se hallaba en una situación similar, así que había puesto el grito en el cielo al ver a la policía en su mansión por un asunto no referente a su trabajo como fiscal, y mucho más cuando habían mencionado el nombre del heredero Kang. Lo primero que pensó fue que su hijo se había metido en algún problema, a pesar de lo remota que fuera dicha posibilidad. Su unigénito era un niño genio de bien, por lo que su tren cambió de línea y especuló que, más bien, pudo haber sido víctima de un crimen y se lo había ocultado. Tratando de disimular su consternación, lo llamó con su usual voz firme para iniciar el interrogatorio respectivo.

     —¿Por qué no me contaste lo que te pasó? —le preguntó directamente.

     —Porque, literalmente, nada me pasó, mamá.

     —El señor Lee Donghun nos contó la mayoría del ataque, pero, naturalmente, necesito su versión completa también —explicó Soonae.

     —¿Lee Donghun? —preguntó la fiscal, mirando a su hijo—. Jamás he escuchado ese nombre, ¿es un nuevo amigo tuyo?

     Yuchan se sonrojó inevitablemente y se apresuró a narrar su versión de los hechos del modo más objetivo y sensato que pudo para que su madre no notara sus nervios. Trató de restarle importancia al incidente, a pesar del miedo que aún sentía al recordar el momento preciso en que vio aproximarse la navaja. Si se iba por el lado fatalista, en verdad pudo haber muerto. Una sensación desconocida empezó a formarse en sus entrañas.

     —Bien, señor Kang, solo tengo una última duda —expuso la detective, cerrando su libreta roja—. El señor Lee me contó que lo atacaron a usted primero y a él después, ¿cierto? Pero usted dice que el señor Lee lo protegió del ataque, recibiendo, por ende, la puñalada.

     —¿Por qué ese joven ocultaría ese detalle? —intervino la fiscal—. Podría incluso hasta reclamar una recompensa de nuestra familia.

     —Exacto, y es por eso que pienso que el señor Lee es una de esas personas a las que no les gusta ser llamadas héroes. Esas personas escasean, así que su hijo fue muy afortunado de que él lo protegiera a costa de su propia vida.

     Yuchan se petrificó en el acto. La voz se le quedó atascada en la garganta apenas las palabras de Soonae tomaron sentido, experimentando una especie de revelación divina que lo golpeó con puño de acero. La pregunta explotó en su mente y se había quedado tan pasmado que tanto su madre como la detective tuvieron que llamarlo varias veces a fin de hacerlo reaccionar.

     ¿Por qué una persona que te odia con toda el alma arriesgaría su vida por ti?

     Donghun lo había apartado del camino del arma para ponerse delante de él con toda la intención de recibir la puñalada. No había dudado ni un segundo en protegerlo, aunque eso significara salir herido o, en el escenario más nefasto, morir. Y ahora resultaba que había omitido ese detalle para no meterlo en problemas. Incluso, en la clínica, en vez de sacarle en cara su acto de nobleza y valentía, únicamente lo había regañado por haber sido tan imprudente.

     ¿Por qué la persona que más lo odiaba en el mundo lo había protegido?

     ¡¿Por qué?!

     Despidieron a la detective y ni siquiera el posterior interrogatorio de su madre pudo arrancarlo de ese estado de ensoñación en el que había caído sin remedio. No podía creer que solo hasta ahora se diera cuenta de lo terriblemente equivocado que había estado con respecto a Lee Donghun. Tenía que hacer algo urgente para enmendar sus acciones.

     Esa noche se fue a la cama con la cabeza hecha un lío y con el corazón saltando desesperado dentro de su pecho.

✩✩✩✩✩

La Némesis del ArcoírisWhere stories live. Discover now