✁・・・Song: ❛Monsta X - Newton❜
✁・・・Pedido por: ValuCncowner18
—¡Vamos, (TN)! Ladra para mí~. Como una adorable cachorra.
—¡¿Q-Qué es lo que quieres?! —forcejeo dándole leves jalones al collar que Tsukasa le había puesto, el azabache sostenía con firmeza la cuerda que se unía al collar, también se tomó la libertad de amarrar sus brazos detrás de su espada, la escena representaba muy bien a un perro y su abusivo dueño.
—¿Tienes problemas de la audición? Te acabo de decir qué es lo que quiero, ¿o mi querido amigo debería hacerte hablar?
Un espantoso ser amorfo esperaba con impaciencia las órdenes del espectro, era de colores oscuros, tenía una gran joroba y segregaba baba por todo su cuerpo, sus dimensiones eran anchas y altas, sus cinco ojos viscos miraban en ninguna dirección en especial, pero por su comportamiento se podía saber que estaba al pendiente de las palabras de Tsukasa. A la chica le daba un escalofrío el siquiera verlo por el rabillo del ojo, pero no pensaba hablar ni siquiera estaba al tanto de qué sucedía, por lo que mantuvo sus labios sellados.
—¿De verdad quieres jugar así? ¡Meh! Creí que al entrar tú en escena harías las cosas más fáciles, pero ya veo que no. Supongo que tendré que regresar al plan original.
Despreocupado chasqueó los dedos a la vez que tiró con gran fuerza de la cuerda con la que mantenía a (TN), la mandó en dirección al monstruo baboso el cual ya había reaccionado ante el sonido provocado por Tsukasa, a la vez que el azabache soltaba dicha correa. Los ensordecedores gritos de la joven estudiante no se hicieron esperar.
—¡(TN)!
Gritó la voz de quien la muchacha más esperaba ver, el comúnmente conocido y llamado: Hanako.
—¡Amane! ¡Amaneee! —exclamó su hermano gemelo, sus ojos brillaron al verlo aparecer.
Al ver el aprieto en el que se encontraba su enamorada, Hanako no desperdició ni un segundo más y, esquivando a Tsukasa quien se dirigía a él anhelando abrazarlo, corrió hacia donde estaba (TN), estiró su brazo lo más que pudo y alcanzó a sujetar la cuerda que flotaba en el aire para después jalarla hacia él mismo; no tomó en cuenta el daño que los tirones le hacían al cuello de la chica, pero no había tiempo para detenerse a pensar en ello, debía salvarla a como diera lugar. Sujetó la correa con firmeza enredándola por su brazo y atrapó a (TN) con el mismo; a continuación, con un veloz movimiento y cuchillo en mano, rebanó al espectro para hacerlo desaparecer. Mientras tanto la chica tosía intentando recuperar el aire del cual había sido privada cuando el collar la ahorcaba.
—¡Woooah! ¡Genial, genial! —desde atrás Tsukasa veía emocionado las hazañas de su hermano y se acercó de nuevo a él.
—Tsu-Tsukasa... —musitó nervioso; a la chica le parecía increíble la actitud de Hanako, nunca lo había visto así, pareciera que si hay algo en el mundo que asusta al azabache era su propio hermano.
—Se te da muy bien usar ese cuchillo tuyo, ¿verdad, Amane~? —lo abrazó junto con (TN), dejándola a ella en medio de los dos como el jamón en un sándwich—. ¡Espero poder jugar juntos de nuevo! —se separó, una sonrisa amplia y falsa se mostraba en su rostro—. Y junto con (TN)-chan también, por supuesto, después de todo ella es muy importante para ambos, ¿no es así~?
Con esto último se esfumó en una cortina de humo, dejando a Hanako y su amiga anonadados.
—Quien diría que un campamento escolar saldría de esta manera —habló la chica al encontrar al fantasma que tanto había estado buscando por las instalaciones del instituto.
Hanako se encontraba sentado en el barandal de la azotea de la escuela, miraba las brillantes estrellas del cielo nocturno con tenue preocupación pintada en el reflejo de sus ojos color miel, se miraba realmente sereno y pensativo, lo contrario a como usualmente lo encontraba la muchacha cuando iba al baño de mujeres. Hacía ya unos meses que se habían conocido, la forma en como el Misterio Escolar Número Siete conoció a la estudiante fue totalmente diferente a como comúnmente conocía a los humanos vivos; en primer lugar, ella no lo invocó, o más bien, accidentalmente Hanako no le dio la oportunidad de hacerlo ya que se la topó casualmente en el baño de niñas una tarde cuando todos los alumnos estaban en sus respectivos clubes. Ese mismo día (TN) pensaba en invocar al tan famoso espectro, se quedó patidifusa por haberlo visto de forma tan repentina, pero dicho asombro fue reemplazado por una sonrisa de alivio casi inmediatamente. La razón por la que se había decidido a buscarlo no fue para pedirle un deseo, de hecho, quería ayudarlo. Le confesó que tenía el don de ver, escuchar y hablar con los fantasmas desde que tenía uso de razón, por lo que había hablado y auxiliado a muchos espíritus a lo largo de su vida.
—¿Cómo sigue tu cuello? —preguntó Hanako apartando su cabello para tener una mejor visión de donde había portado el collar, acariciando un poco las marcas que habían quedado en su enrojecida piel.
—Aún duele un poco, pero estoy mejor —sonrió apenada.
El azabache colocó su mano ligeramente curvada en la parte trasera de su cuello y, con delicadeza, la atrajo hacia su rostro.
—¿Sabes, (TN)? Hace unas horas, por un momento creí que te perdería. De haber llegado segundos más tarde... no hubiera podido hacer esto que planeé con tanta diligencia durante días.
Durante el tiempo en el que se conocieron, Hanako no pudo evitar sentirse interesado en ella, era como si la fuerza de gravedad los atrajera el uno hacia el otro. En un inicio se hallaba inquieto por ello, necesitaba saber la razón sobre el encanto que le hacía no poder resistirse a la chica. Poco a poco fue desenredando su sentir, pero no fue hasta que ella misma se confesó que la realización le vino en un abrir y cerrar de ojos, fue un momento inolvidable que lo hizo sentir fresco por unos instantes.
—¿Recuerdas cuando te me confesaste? Hiciste que sintiera algo que no había experimentado antes, fue la primera vez que algo así me pasaba —comentó el Misterio Número Siete después de unos momentos de silencio, sin alejarse ni un milímetro de ella—. Desde ese entonces mis pensamientos están llenos de ti. Tal vez es debido a tus ojos brillantes que son las verdaderas estrellas entre todo, o por tu luminosa personalidad y convicción, no lo sé.
—Hanako...
—Hay muchas estrellas en el cielo esta noche —continuó—, pero eres la única que está viviendo en la Tierra. Quiero oírte decir lo que me dijiste aquella vez una y otra vez, así que, por favor, guarda mi corazón que ha caído como un meteorito.
—Amane, te amo, estoy enamorada de ti, y estaré a tu lado para decírtelo las veces que quieras escucharlo. Si me es posible... voy a quedarme para siempre.
ღ ¡Gracias por sus votos y comentarios! ღ
Publicación: jul. 21, 2020