Maratón 2/3.
Miró por doceava vez el reloj de pared, para después mirar a la puerta de entrada, agitando su pie y emitiendo un sonido rítmico.
Descubrir sus sentimientos por SeokJin logró que su nerviosismo aumentará, porque ¿Cómo vería al omega ahora que sabía lo que sentía por él? Estaba seguro de que haría una tontería como era costumbre y quedaría en ridículo frente al rubio. O peor aún, este lo odiaría más de lo que ya hacía.
Al momento en que sus sentimientos fueron claros se dispuso a pensar en como empezar un tema de conversación con SeokJin. Al principio pensó en pedirle ayuda a JiSung, siendo éste el mejor amigo del rubio lo conocía mejor, pero no lo había tratado tanto como para asegurarse que podía confiarle sus sentimientos hacia Jin.
Una parte de él quería ver a SeokJin, pero la otra le decía que huyera antes de cometer una tontería. Su dedo gordo fue víctima de sus dientes, quienes lo mordieron con fuerza a causa de sus nervios.
—¿Por qué tan inquieto? Desde que llegaste estás así. —Chan se sentó a un lado del moreno, cruzando las piernas y estirando los brazos a sus costados.
—No es nada. —respondió sin mirarle, ya que sus ojos no se despegaban de la puerta de entrada.
Chan entrecerró los ojos, observando silenciosamente al alfa a su lado. Lo conocía muy bien como para que le mintiera en la cara.
—¿Es por SeokJin? —NamJoon asintió, perdido en sus pensamientos hasta que su cerebro captó las palabras de su amigo.
—¿¡Cómo dijiste!? —solo eso le faltaba, todo el mundo sabía de eso y él era de los últimos en darse cuenta.
—No soy tonto, me doy cuenta de las cosas, por ejemplo, de que siempre lo estás buscando, preguntando por él, hablando de él, y tú mirada cada vez que aparece parece destellar estrellitas y corazones. —movió sus manos a su alrededor, con la intención de dar el efecto de destellos.
NamJoon se hundió en su lugar con la pena desbordando su ser. Comenzaba a cuestionarse si era tan obvio con eso y si SeokJin se llegó a dar cuenta de eso.
—¿Soy muy obvio? —el temor en su voz era evidente, causado por el miedo a recibir una respuesta afirmativa.
—Demasiado obvio. —NamJoon quería llorar en esos momentos. —Lo más curioso es que todos se dan cuenta menos SeokJin, él realmente creé que le quieres hacer la vida imposible. —ninguna de esas palabras hacia sentir mejor a NamJoon, solo lograban hacerle estar triste y angustiado.
—¿Me odia tanto?
—No, no te odia. Solo creé que eres insoportable, creído y no recuerdo que más. —se arrepintió de haber dicho esas palabras al ver la expresión desanimada en el rostro de su amigo. —Lo siento.
Asintiendo como respuesta a Chan, lanzó un suspiro cargado de pesadez y desgana.
—Todo es tan confuso, Chan. Mi lobo no logra controlarse con su presencia, creo que me estoy volviendo loco. —sus cabellos castaños fueron revueltos por sus manos morenas.
—Nam... ¿Haz escuchado sobre los predestinados? —fijó su vista en aquellos ojos cafés que se mostraban perdidos y agotados, posiblemente de tanto divagar en el tema.
—Sí, mi madre me leía esos cuenta cuando era pequeño ¿Por qué? —Chan bajó la cabeza, inseguro de hablar o no. —¿Chan?
—¿Qué tanto sabes de ellos?
—No entiendo cómo esto se involucra en mi gran problema.
—Solo dime, que sabes de los predestinados.
NamJoon abrió su boca, pero la volvió a cerrar pues no tenía palabras. Comenzó a recordar las veces en que su madre le contaba historias antes de dormir, muchas de ellas eran sobre el tema de las almas destinadas a estar juntas. Esos recuerdos eran nítidos pero lo poco que recordaba le traía una gran satisfacción.
—Ah, son parejas que están destinadas a estar juntas, alfa y omega... sus lobos se complementan y sienten la necesidad de estar uno con el otro. Eso es todo lo que recuerdo.
Chan asintió u juntó sus manos. —¿Crees que existan parejas así? —NamJoon lo miró a los ojos, su expresión tornándose pensativa.
Cabían posibilidades de que fuera real, al mismo tiempo de que no lo fuera. Tampoco tenía forma de asegurar que fuera real, nunca escuchó de alguien que hablara de tener una pareja destinada, así que entraba en un dilema con eso.
—¿Tal vez? No lo sé, Chan. ¿A qué viene todo esto? —chasqueó la lengua y resopló. No entendía porque tocaba ese tema de la nada, justo ahora que estaba en un conflicto mental con el tema de SeokJin.
Chan se acomodó de una manera más erguida en el sillón, tomando aire y dejándolo salir después por su boca. Frotó sus manos pensando en las palabras para empezar a hablar con NamJoon. A su mente llegaban dos escenarios: en el primero NamJoon lo tomaba de loco y lo ignoraba, en el segundo lo escuchaba y le creía.
Era arriesgarse a eso o nada.
—Nam... SeokJin es tú pareja predestinada. —mentalmente se regañó por haber sido tan directo.
NamJoon veía a Chan con los ojos tan abiertos que en cualquier momento podrían salirse de sus cuencas. No parpadeaba, no reaccionaba y eso estaba preocupando a Chan.
—¿Nam?
—Agradece que no estaba bebiendo algo porque de haber sido así, estarías bañado en ese líquido ahora mismo. —dijo con voz monótona. Su cerebro aún intentando procesar la reciente información. —¿En... En qué te basas? —miró sus tenis un poco gastados por el uso, sus agujetas algo sucias y sueltas colgando a los lados.
—Hay muchos testimonios que aseguran que cuando conocieron a su pareja predestinada a alguno de ellos se les adelantó en celo. Y a ustedes dos se les adelantó ¡Al mismo tiempo! —hizo ademanes con sus manos. —Otra cosa es que sus lobos piden la compañía del otro, se vuelven más inquietos y no se tranquilizan hasta que están a su lado.
NamJoon escuchaba atentamente las palabras de su amigo, sintiendo un gran terror con lo que escuchaba. Por un momento llegó a pensar que lo de los celos había sido solo una coincidencia, pero con lo que Chan describía, se daba cuenta que era exactamente lo que les estaba sucediendo, su lobo se descontroló con la llegada de SeokJin y no deja de molestarlo para que esté con el omega. Lo menciona todo el tiempo, y cuando por fin SeokJin estaba cerca, su lobo se calmaba.
—En caso de que sea así... No... No significa que SeokJin sienta algo por mí. —tragó saliva, extrañamente quería llorar.
—Si lo intentas puede sentirlo. —animó Chan con una sonrisa, palmeando el hombro de NamJoon con cariño. En ese momento sonó el timbre del lugar, exaltando a NamJoon, por un momento se olvidó de que SeokJin llegaría en cualquier momento.
Mientras su lobo agitaba la cola en su interior, él temblaba como gelatina por los nervios de ver a SeokJin.
—Ve a abrir tu, Nam. Tengo que buscar algo. —Chan se levantó y se fue corriendo escaleras arriba, dejando a NamJoon con los ojos bien abiertos mientras soltaba maldiciones.
Giró su cabeza para mirar la puerta, su corazón casi saliéndose de su pecho con el solo pensamiento que del otro lado, aquel lindo Omega esperaba.
Trotó hacia la puerta, casi cayendo en el intento. Peinó sus cabellos de manera rápida y tomó la perilla de la puerta, girándola a la vez que suspiraba. La imagen de un precioso rubio hablando por teléfono fue lo primero que captó.
—Sí, está bien. —movió la cabeza en manera de saludo cuando vio a NamJoon.
NamJoon apreció la imagen de SeokJin, la mayoría del tiempo usaba hoddies y en esa ocasión no era la excepción. La sonrisa del omega era enorme y eso le encantaba a NamJoon. Aspiró discretamente el aroma del mayor, frunciendo el ceño cuando percibió otro aroma, uno de alfa.
—Ya te dije que está bien, Kookie. Sí, pero ve con cuidado. —pasó de largo a NamJoon, entrando al lugar. —¿Por qué te pones tan cursi? —soltó una risita y acomodó su mochila de mejor manera. —Yo también te quiero mucho, nos vemos al rato. —colgó la llamada, aún con esa sonrisa en su rostro y guardó su celular. Levantó la mirada para ver a NamJoon, extrañándose al ver el entrecejo fruncido del moreno. —¿Y Chan? —preguntó después de un largo silencio.
—Arriba. —contestó cortante. SeokJin bufó y se dio la vuelta para subir a la habitación donde tomaba sus clases. —Soy idiota. —palmeó su frente por haber utilizado ese tono de voz con el omega.
Subió las escaleras con un manojo de pensamientos volando en su cabeza. ¿Acaso SeokJin tenía pareja y él no lo sabía? ¿Esa sonrisa que tanto le encantó ver en su rostro fue causada por su alfa? Quería hacer una rabieta y cuestionarle a SeokJin el origen de ese aroma y con quién hablaba por teléfono. Sonaba tan tóxico y odiaba eso, porque no le gustaba sonar como un novio tóxico, ni siquiera podía considerar que tenía una amistad con SeokJin para cuestionarle que hace y que no. Estaba... ¿Celoso? Tal vez. Las ganas de aventar su cabeza contra la pared eran enormes, se sentía tan idiota por estar celoso. Ojalá pudiera abrazar a SeokJin y quitarle todo ese aroma a alfa que impregnaba cada parte de su persona y llenarlo con el suyo.
Llegó a la habitación donde Chan y SeokJin se encontraban. El alfa rubio salió de la habitación y le dedicó una mirada extrañada a NamJoon.
—¿Qué se traen ustedes dos? SeokJin llegó con cara de querer golpear a alguien y tú estás casi igual.
NamJoon recargó su espalda en la pared y cruzó los brazos, mordiendo parte de su labio inferior.
—Huele a alfa. —gruñó. Chan abrió los ojos porque no había notado aquello. —Y llegó muy sonriente hablando por teléfono con alguien. "Yi timbiin ti qiiiri michi" —fingió una voz más aguda, bufando al recordar la escena anterior.
—Awww, estás celoso~ —canturreó burlonamente, picando con su dedo índice el abdomen del moreno.
Recibió un manotazo por parte de NamJoon, quien bufó y resopló tan molesto.
Estuvo esperando horas por la llegada de SeokJin para intentar tener una charla pacífica con él y pasaba esto. La suerte no estaba de su lado ese día ni en los anteriores. De solo pensar que SeokJin tenía un alfa le provocaba una fuerte opresión en el pecho y un malestar en el estómago. Se imaginó que seguramente ese Alfa era afortunado por tener a su lado a alguien como SeokJin. Él podía disfrutar de su compañía, acariciar sus mejillas, tomar de su mano, escuchar la bella risa del rubio y besar esos esponjosos y rosados labios. NamJoon quería eso, hacer cada una de esas cosas y poder ser el motivo de las sonrisas del omega.
Imaginarse estando en ese lugar era maravilloso, lástima que solo pudiera imaginarlo. Daría todo por ser él, por ganarse un lugar en el cálido corazón de SeokJin.
—Amigo, pudo haber sido su hermano o yo que sé. Hay hermanos sobreeprotectores. —Chan intentó animar al moreno, le causaba tristeza ver le expresión dolida de su amigo.
—No tiene hermanos. —negó con la cabeza y levantó la mirada, Chan lo observaba con cara de "¿Cómo sabes eso?" Así que decidió explicarle. —Una vez lo escuché hablando con JiSung sobre eso.
Chan se quedó sin palabras, ya no sabía que más decir para quitar esa expresión del rostro de NamJoon.
—¿Está todo bien? —SeokJin asomó su cabeza por la puerta. Momentos antes su lobo le dijo que algo pasaba con NamJoon y las feromonas tristes llegaron a su nariz, por eso decidió salir a ver. No malinterpreten, no estaba preocupado por el alfa.
Al ver el rostro decaído de NamJoon sintió un extraño sentimiento surgir en su pecho. Por alguna motivo tenía la necesidad de ir y abrazarlo, pero claro, ignoró todo eso.
—Todo bien, en un momento voy. —dijo Chan con una sonrisa de lado.
SeokJin asintió no muy convencido, mirando por última vez a NamJoon para entrar a la habitación de nuevo.
—Ve a descansar a casa ¿Sí? Trata de no pensar tanto en el tema, seguramente no es lo que tú crees.
NamJoon asintió, aunque no podía dejar de pensar en todo lo sucedido. Si no fuera lo que él creía ¿Entonces? Solo una pareja podría marcarte con tu aroma, y también podía ser con los hermanos sobreeprotectores, pero si SeokJin no tenía hermanos...
Pateó una tapita de plástico que se encontró en la banqueta de la calle, sorprendido de ya estar afuera de la casa y caminando por la acera.
Metió sus manos a los bolsillos de sus pantalones y caminó sumido en sus pensamientos, esperando encontrar una respuesta lógica al aroma de alfa en SeokJin. Lo único lógico que venía a su cabeza era algo que no le gustaba, SeokJin debía tener una pareja. Pensó que quizás fue un amigo pero ¿Qué amigo hace eso? Aparte no conocía a los amigos de SeokJin, solo a JiSung y no estaba seguro de que el omega tuviera más amigos, aunque si se ponía a pensar, no lo conocía en lo absoluto para asumir aquello.
Deseó internamente haberlo conocido de otra manera, no tirándolo aquel día y actuando como idiota por el impulso de verse genial frente a él. Ojalá hubiera actuado como siempre, como realmente es, tal vez SeokJin y él hubieran congeniado y no estarías en esa situación donde el rubio no deseaba verlo ni en pintura.
Ojalá SeokJin no lo detestara tanto.
[🌵]
NamJoon celoso es lo más jdhdjs
Espero les haya gustado uwu ✨