El sonido de las hojas de cuaderno moviéndose hacían eco en la habitación junto a los sonidos del lápiz rozando con la textura de las hojas. Sus manos tomaron la goma mordida y algo sucia para borrar algunos datos que quería corregir. Al parecer marcó muy fuerte las letras y números con el lápiz pues no lograba quitarlas, aumentando la fuerza para borrar lo deseado. El sonido rasgado de la hoja sonó, demostrando lo rota que ahora de encontraba.
Chasqueó la lengua y azotó su cabeza contra la superficie fría de la mesa, soltando un quejido por el dolor que le causó dicha acción.
Cerró la libreta de pasta café y jugó con el espiral del cuaderno, observándolo como si de repente fuera a hablar y ayudarle a resolver todos sus problemas.
—Es pasajero, es pasajero, NamJoon. Pronto todo estará como antes. —asintió para si mismo, convenciendo su mente con aquellas palabras.
Lamentablemente su lobo decía lo contrario.
Estos últimos días habían sido difíciles, en especial para su lobo. Después de la plática que tuvo con YoonGi, se hizo a la idea de que su lobo solo estaba descontrolado por el celo de SeokJin y que pronto todo regresaría a la normalidad. Que iluso fue en creer que se resolvería tan fácil.
Al día siguiente de dicha plática, regresó a dar tutorías de inglés junto con Chan, dispuesto a ignorar a SeokJin y olvidarse de su existencia. Lamentablemente fue todo lo contrario. No pudo quitarle la mirada de encima, incomodando al omega y por ende ganándose sus tradicionales maldiciones.
Los días siguientes no fueron diferentes, pues él continuaba pensando día y noche en aquel rubio, mientras que este último se dedicó a ignorar por completo al moreno. Casi parecía que le estaba aplicando la ley de hielo, aunque dudaba el simplemente creer, estaba seguro de que era así. Por alguna razón desconocida, aquello le dolía de una manera inexplicable y extraña. Le confundía, y no podía estar tranquilo sin dejar de pensar en todo eso.
Temía expresarlo en voz alta, era un sentimiento tan nuevo para él que ni dormir en las noches lograba.
Ver a SeokJin entrando a la casa de Chan sin siquiera mirarle, sin dirigirle la palabra, tan sonriente y compartiendo esas lindas sonrisas con Chan, le ponían en un estado que no comprendía. Era una especie de molestia e incomodidad, sumado con tristeza. Lo que hacía esto más raro era a su lobo aullando y rasgando su interior con desesperación. Aquel pulgoso jamás había actuado así, y la confusión aumentaba con todo eso.
Estaba cansado y enojado con él mismo, normalmente resolvía con facilidad sus problemas e inquietudes, no tenía problemas con ello, pero no ha podido encontrar una respuesta al problema reciente.
Pudo notar que a SeokJin le gustaba mucho la comida. Al menos eso supo porque —por accidente— escuchó una conversación de JiSung y SeokJin donde hablaban de su amor por la comida. Por eso mismo decidió prepararle algo de comer, realmente no era algo fantástico ni laborioso pues valoraba su vida y no se arriesgó a morir en el intento. Preparó unos sándwiches, lo más simple del mundo, pero esperaba que con eso pudiera acercarse un poco más al omega y tal vez, tener una conversación normal y sin agresión.
Desde que llegó a la casa de Chan no paró de ver la hora, esperando la hora en que la clase de SeokJin estuviera por empezar y así lograr entregarle los pequeños emparedados.
El sonido de la vibración de su celular lo sacó de sus ahogantes pensamientos. Miró la lucesita azul parpadear arriba de la pantalla de su celular y momentos después tomó el aparato, desbloqueandolo ágilmente pero desganado.
english team 😎🔥
ChanChan
¡Me duele la espaldaaa! :(
Changbin
Ni modo, hay que trabajar para comer
ChanChan
Pero ya acabé de dar mis clases de hoy.
Quiero comer. Se me antoja una pizza pero me duele todooo.
Changbin
Para eso existen las entregas a domicilio.
ChanChan
Que feo eres :(
Te estoy diciendo que me siento mal.
NAM:
¿Ya acabaste Chan? ¿Qué acaso
SeokJin no tiene clase
contigo a las 4pm?
ChanChan
Canceló ayer en la noche.
Dijo algo así de trabajar, no quise preguntarle mucho porque se oía cansado 🤷🏻♂️
NAM:
Oh, bueno...
Me iré a casa, nos vemos mañana.
Dejó caer nuevamente su cabeza sobre la mesa, esta vez con más delicadeza. Lloriqueó por no tener la oportunidad de ver al pelirosa, percibiendo su frustración más y más grande que hace minutos atrás.
Las ganas de golpear a su lobo estaban ahí, todo por hacerle sentirse así. El problema era que no tenía idea de cómo hacerlo así que solo se abstenía a maldecirlo interiormente.
Para él y su lado más consiente, decir que estaba extrañando la presencia de SeokJin era tan estúpido. Pero la realidad es que así se sentía. Estúpidamente lo extrañaba.
Estiró su brazo hacia la bolsita donde guardo los sándwiches y sacó uno de ellos, dando una gran mordida. Una mueca de tristeza estaba formada en su carita, el sándwich sabía muy bien, lástima que SeokJin no pudiera probarlo.
Se sentía tan patético por estar así, sin comprender aquel extraño sentimiento dentro de él. Seguramente SeokJin se encontraba tranquilo sin estar frustrado o siquiera acordándose de NamJoon, mientras esté último solo se regañaba y maldecía cada segundo.
—¡Trae el maldito plato SeokJin! —el pelirosa corrió con el objeto en manos, pidiendo a gritos y empujones que abrieran paso para dejar el plato a unos de los cocineros. —¡No tenemos todo el día! —SeokJin gruñó para sus adentros pues aquel sujeto estaba viendo todo el cúmulo de personas que le impedían el paso y no hacía nada.
—¡Quítense de mi camino! —empujó a uno de los cocineros hacia un lado, logrando pasarlo y estar a unos cuantos metros de distancia.
Sonrió victorioso al estar cerca con el plato en manos. Su sonrisa se borró cuando sintió un pie meterse entre sus pies y su cuerpo cayendo hacia delante. Sus ojos captaron en cámara lenta como el plato salía volando y caía al piso, rompiéndose en mil pedazos.
—¡Inútil, ve lo que hiciste! —bramó el cocinero.
—Y-yo no... —SeokJin intentó levantarse pero un fuerte ardor recorrió la palma de su mano, abriendo los ojos y posandolos en esa zona. Encontró una gran abertura y la sangre saliendo y escurriendo por su mano.
—Ve a curarte eso y regresa a limpiar este desastre. —el hombre pasó a un lado de SeokJin, en busca de un plato nuevo.
El rubio hizo una mueca de dolor y se levantó del suelo, escuchando las burlas de sus compañeros a quienes fulminó con la mirada. El sonido de las risas lo acompañaron todo el camino, haciendo eco en sus oídos.
Su lobo estaba avergonzado y herido, enojado también pero la vergüenza era mayor.
—¿SeokJin, qué pa-...? ¡Dios mío! ¿Cómo te hiciste eso? —JiSung no lo dejó responder pues ya lo estaba jalando al área de empleados en busca del botiquín.
Obligó al mayor a sentarse en una de las bancas, moviéndose de un lado al otro ante la mirada del omega rubio.
Cuando consiguió encontrar el botiquín se acercó apresurado a su amigo, sacando de la cajita todas las cosas que necesitaría para curarlo.
—Dolerá un poco. —humedeció el algodón con un poco de alcohol, para después acercarlo a la palma de la mano contraria.
SeokJin formó una mueca cuando su piel expuesta empezó a arder, cerrando sus ojos cuando sintió una pequeñas lágrimas picar en sus lagrimales. De lo que no estaba seguro era si quería llorar por el dolor o por toda la situación.
—¿Me dirás qué sucedió? —cuestionó sin detener sus acciones. Cuando escuchó el suspiro tembloroso del rubio, levantó su mirada para conectarla con la de su amigo.
—Estoy cansado. —pronunció con el esfuerzo de no titubear. —Todos son unos i-idiotas.
—¿Ellos... Te hicieron esto? —JiSung presionó sus labios con fuerza, temiendo la respuesta de su amigo.
—Me pusieron el pie y el plato s-salió volando. Yo caí y...
Su rostro se deformó, avisando que estaba apunto de echarse a llorar.
—Ya, ya, tranquilo. —atrajo el cuerpo del mayor al suyo, acariciando las hebras rubias de SeokJin. —No tienes por qué seguir aquí, hyung. No tienes que hacerlo.
SeokJin negó aún recargado sobre el hombro del pelinaranja, sorbiendo con la nariz y separándose de su amigo.
—No puedo, necesito el trabajo. —limpió bruscamente una de sus lágrimas. Desvió la mirada pues no quería que JiSung lo viera así, aunque prácticamente ya lo había hecho.
—Hay muchos trabajos, este no es el único. —insistió.
—A este punto no puedo darme ese lujo de renunciar. —suspiró y estiró su mano hacia JiSung. —Estaré bien, Sunggie. Por favor, termina de curarme, tengo que regresar.
—Pero hyung...
—Por favor.
La voz llena de súplica partía el corazón de JiSung. Ver los ojos tristes y cansados de su mayor le dolía, quería ayudarlo pero no sabía cómo.
—Está bien. —asintió cabizbajo, continuando con la curación en la mano de SeokJin.
Pensativo, el omega mayor solo miraba a su amigo realizar todos lo movimientos y acciones necesarias, deseando que todo fuera diferente.
Para cuando JiSung acabó de realizar la curación, SeokJin ya estaba más calmado. Agradeció a su amigo por la ayuda y se retiró a su puesto de trabajo, encontrando aún ahí el plato roto. Ya no le sorprendían ese tipo de acciones, sabía muy bien que aquellos tipos harían todo lo posible para arruinar su día. Aunque realmente no podía entender cómo es que seguían trabajando con todos los vidrios en el piso. Negó con la cabeza y fue por una escoba y recogedor para limpiar ese desastre.
Su mano lastimada y rodeada con una venda tomó los objetos que ocuparía y regresó a la cocina. Barrió los trozos del plato,esforzándose por ignorar los comentarios de sus compañeros, todos dirigidos a él con burla y desprecio.
Nunca entendería que hizo para merecer ese desprecio. Él desde el primer día que llegó ahí fue amable con todos, como siempre se porta con las personas. Todos esos alfas se sentían superiores a él, por el simple hecho de ser eso, alfas.
Para si fortuna las horas de trabajo terminaron velozmente. Salió del lugar con una pequeña sonrisa en su rostro, porque salir de ahí siempre era la mejor sensación del mundo.
JiSung lo acompañó hasta el punto de siempre, despidiéndose para cada quien tomar su propio camino.
Llegó a su casa completamente cansado. Se dio un baño relajante y se vistió con ropa cómoda, tentado a la idea de recostarse en su cama para dormir, pero no podía, tenía miles de tareas por terminar, además de que mañana tendría una prueba muy importante y debía estudiar.
Buscó algo que comer en su despensa, sonriendo al encontrar los ingredientes para un sándwich. Era curioso, pues desde la mañana se le antojó un sándwich.
Comió con velocidad y sacó todos sus cuadernos y libros para comenzar con sus tareas.
—Por favor, cerebro, capta y guarda todo lo que estás a punto de leer. —mordió su labio y abrió uno de los libros, iniciando así su larga lectura.
Economía era una de las materias que más aborrecía, no por el hecho de que fuera complicado para él —en parte sí, pero no era el motivo principal—, el maestro es un grano en el trasero. Siempre buscaba la manera de hacerle la vida imposible a sus alumnos y estaba seguro que mañana sería uno de esos días, especialmente por esa prueba que le esperaba.
—La evolución del turismo ha... ido marcada por los acontecimientos históricos vividos en... —soltó un bostezo y talló sus ojos. —el país. Con la llegada de la industrialización y el levantamiento económico del país...
Las letras empezaban a verse borrosas y sus ojos pesaban demasiado. Se levantó con trabajo y se dirigió al fregadero de la cocina, abriendo la llave para llenar un vaso con agua. Aún dormido levantó aquel vaso y lo dejó caer sobre su cabeza, soltó un jadeó cuando sintió el agua fría caer y sacudió su cabeza.
Miró el reloj y abrió los ojos con sorpresa. Casi las 4am y dentro de una hora tenía que prepararse para ir a la universidad. Chilló en silencio porque no terminó de repasar todo y no podía desvelarse más, al menor debía dormir un poco para no morir en el intento de contestar el examen.
Apagó la luz de la cocina y luego de la sala, caminando con pasos arrastrados a su recámara donde apenas puso un pie y ya estaba sobre la cama con los ojos cerrados.
Soltó un suspiro cansado pero a la vez relajado por la sensación de descansar su cuerpo en el suave colchón. Por su cabeza pasaron todas las cosas que tenía que hacer mañana, incluidas sus clases de inglés. NamJoon se coló en sus pensamientos, por alguna extraña razón. Y con ese último pensamiento, cayó dormido como un bebé.
[🌵]
Holaaa ¿Qué tal andan?
Por fin soy libre de la escuela wkfjsj, así que tendré más tiempo para escribir uwu.
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.
Nos leemos pronto, gracias por leer 💞