Híbridos #3

By AlexCumana

2.5K 656 1.4K

Tercer libro de la trilogía "Pacto de Sangre" "El enemigo puede estar más cerca de lo que creés" Cuatro chico... More

|Prólogo|
|Personajes|
|1|
|2|
|3|
|5|
|6|
|7|
|8|
|9|
|10|
|11|
|12|
|13|
|14|
|15|
|16|
17
|18|
|19|
|20|
|21|
|22|
|23|
|24|
|25|

|4|

141 42 63
By AlexCumana

La llegada a España

***

Atena

El frío eriza mi piel desnuda, su aliento cálido descansa en mi cuello y su respiración va al compás de sus latidos acelerados. Posa sus manos en mis caderas, subiendo lentamente acariciando cada centímetro hasta llegar a mis pechos. Toma uno y acaricia mi pezón erecto haciéndome jadear por el contacto. Sus húmedos labios dejan besos en mi cuello y le da un pequeño mordisco a mi oreja.

—Este es el pecado que tanto anhelas, Atena. —susurra en mi oído.

<Y odio desearlo tanto>

Su dura erección hace contacto con mi trasero, y la humedad en mi entrepierna hace acto de presencia. Trago duro al sentir como su mano baja hasta mi sexo, y hace círculos por mi clítoris, haciéndome ver las llamas del placer que amenaza por envolverme. Giro sobre mí eje y su silueta se va a aclarando en la oscuridad.

<No puedo desearlo, aunque sea correcto, no quiero hacerlo>

—Acéptalo. Me deseas, me quieres. —toma mi mejilla—. Es el destino y no podrás cambiarlo.

Acerca sus labios lentamente, la ansiedad y la emoción por tenerlos sobre los míos son incontrolables, <Quiero que me bese, quiero sentirlo>. Los latidos de mi corazón se aceleran más cuando me toma de la cintura y me acerca con posesividad.

—Eres mi alma. Deja de rechazarme y acepta quemarte en las llamas conmigo...

Los deseo, lo deseo como la primera vez que lo vi y supe la verdad. Sus labios están apunto de rozar los míos.

¡Atena!

Abro los ojos y me incorporo alarmada, con la respiración acelerada, y con un ataque de nervios. La imagen de mi hermano frente a mi burlón me hace ver el perímetro. Estaba en la limusina y Azael es el único que está aquí.

¿Donde está...?

<Maldición, fue un sueño>. Me relajo y suelto un suspiro cargado de frustración y la boba sonrisa de Azael no ayuda.

—Ya pensaba que te habías muerto, picarona. —dice alejándose hacia la puerta—. Llegamos hace diez minutos pero estabas tan ocupada soñando como te follaban que ni cuenta te diste.

—Deja de decir estupideces.

—Claro, por qué soy yo el que tiene los pezones erectos. —dice saliendo de la limusina.

—Yo no... —corto las palabras al ver mis pezones erectos, haciéndose notar por la camiseta blanca que llevo puesta.

<Maldita sea. Otra vez, no.>. Busco y encuentro la chaqueta de cuero, me la pongo con rapidez y salgo de la limusina. El sol impacta en mi rostro, y la brisa cálida de España me da la bienvenida.

—Con que teniendo sueños húmedos, eh, pecadora. —canturrea mi hermano burlón, cruzado de brazos.

Solo lleva una camiseta gris, unos vaqueros desgastados y el cabello desordenado como siempre. Le doy un golpe en el brazo.

—¿Y mamá? —pregunto desorientada soltando un bostezo.

—Allá. —apunta con la barbilla.

Mi vista se clava en mamá caminando alegre, con el cabello suelto y rodando su maleta, junto a Liv quién lleva el cabello recogido, y va vestida con unos short cortos, con una camiseta blanca de talla grande, rodando su maleta. A su lado va Gael, vestido con unos jeans de mezclilla, una camiseta negra y el cabello blanco despeinado, arrastrando su maleta. Y atrás de ellos van hablando Yuli, vestida también con short y una camiseta azul de talla grande junto a Dean quien viste unos vaqueros, una camiseta beigh y el cabello ruloso despeinado, ambos arrastrando sus maletas. Todos caminan por el sendero que nos lleva a la mansión.

Azael me entrega mi maleta y caminamos a paso lento detrás de ellos.

Las escenas del sueño surgen en mi mente torturándome. ¿Por qué? Yo así lo decidí y mi cuerpo, y mente deben aceptarlo. El haberlo encontrado hace un año me ha traído solo problemas, debo concentrarme en cumplir la misión que se nos dejó desde el día en que nacimos en vez de tener tontos problemas de amor.

¿Hasta cuando piensas estar así, ah? —pregunta mi loba Leticia en mi mente.

A veces el que haya tenido mi transformación y tenerla en mi cabeza, es como tener un grano en el culo insoportable. Sin embargo, después de ese fatídico día, ha estado conmigo y no sabría qué hacer sin esa inútil vocesita en mi mente. Ignoro su comentario mientras mi vista enfoca a mi madre y mis primos sonriendo felices.

<Ojalá tuviera mil razones para estarlo>

—¿Por qué? —pregunta Azael a mi lado.

—¿Por qué, qué? —pregunto sabiendo lo qué es.

—No te hagas la loca, picarona. —dice, con una sonrisa.

—El loco eres tú insinuando cosas que no son. —contraataco, siguiendo los pasos de mis primos.

Azael niega con la cabeza y se acerca más a mi.

—¿Por qué no sólo llamas a...? —inquiere pero no termina la frase por el golpe que le doy en el brazo—. ¡Deja la puta agresividad!

En ese instante mi madre mira por encima de su hombro regalándonos una mirada severa.

—Si quieres lo gritas a los cuatro vientos, imbécil. —siseo, molesta—. Ya sabes que no podemos decir su nombre o vendrá.

—¿Y qué hay de malo en que lo haga? —rebate con otra pregunta—. Después de todo es tu alma.

Me detengo abruptamente esperando a que el resto de mi familia siga su camino más adelante, y no puedan escucharnos.

—Yo no tengo un alma. —digo con hastío—. Y deja tus malditas tonterías.

—¿Cuando le piensas decir a Liv? —cambia el tema—. Pensé que era tu mejor amiga.

—Es mi mejor amiga, pero no es el momento. —me excuso.

Aún no creo que sea el momento de contarle tantas cosas que han pasado estos últimos cinco años de mi vida que me hicieron madurar, y según mi padre, convertirme en una mini versión de mi mamá.

La gran mansión se hace presente ante nosotros y las grandes rejillas que la protegen. Todos ya han traspasado las rejillas y junto a mi hermano copiamos su acción. Las paredes blancas, con detalles dorados, los grandes ventanales y el hermoso jardín que adorna el exterior la hace ver espectacular.

—Nada de este tema cerca de ellos, ¿quedó claro? —le advierto a Azael, cuando estamos a punto de llegar.

—Como digas, picarona. —bufa.

Ruedo los ojos ante sus ridículos apodos, pero que en el fondo alegran mis días. Mi relación con Azael es extraña, según las palabras de mi madre, hay días en los que nos odiamos a morir y otros en los que nos amamos a más no poder. Sin embargo, es mi mellizo y no sabría qué hacer sin él, aunque no se lo diga, lo quiero demasiado.

—¿Ustedes vivían aquí? —pregunta asombrado Gael.

—Los últimos dos años si. —le contesta Yuli con una sonrisa—. Los otros tres restantes anduvimos por varios lugares.

Yuli es como nuestra hermana adoptiva, ya que la encontramos lastimada en Alemania, después de ser perseguida por un clan de vampiros. Desde entonces, ella y Azael son mejores amigos, y ha formado parte de la familia. En mi caso, me agrada, aunque no tengamos la misma cercanía, la quiero como una hermana más.

Las puertas de la gran mansión son abiertas y la figura esbelta, fornida y tonifica de mi tío Falcon hace acto de presencia; llevando un traje formal, y el cabello rubio bien peinado, sus ojos azules zafiro resplandecen con la luz del sol, luciendo hermoso. Nos recibe con una amplia sonrisa.

—¡Hermanito! —exclama mi mamá, lanzándose a sus brazos, en un abrazo fraternal.

—Hermanita, que gusto me da verte. —dice, separándose de ella y fijando su vista en nosotros—. ¡Mini bestias! —se acerca y nos abraza a mi y a Azael.

P

reparándome mentalmente para el abrazo.

Llevábamos un año sin ver a nuestro tío Falcon, quién vive en Alemania, duramos unos meses en su humilde morada con nuestra abuela Meredith y luego nos tuvimos que ir como siempre. Falcon es muy amigable aún con esa fachada de hombre malo.

—Es un placer verte de nuevo, tío. —digo, con una sonrisa de boca cerrada.

—Ya extrañaba a zafirito. —dice burlón, mi hermano. Y zafirito es el apodo de mi tío.

—Ya los extrañaba, pequeños. —nos dice con calidez y su mirada va a Yuli—. Mi pequeña. —dice, al verla abrazándola con fuerza.

—Y yo ya pensaba que no me querían. —suelta con sarcasmo, haciendo puchero.

—Jamás dejaría de quererte, pequeña. —dice, separándose de ella.

Mi tío siempre ha tenido una preferencia hacia Yuli, que niega rotundamente, cuando se nota.

—Falcon, te presento a los hijos de Lucy. —anuncia mi mamá señalando a los mellizos—. Él galán es Gael y la princesa es Livy, pero mejor dile Liv o te arranca el pito.

—¡Sky! —reprende Liv sonrojándose—. Es un placer señor Falcon y en parte es cierto, llámeme Liv. —dice, extendiendo su mano, la cual, mi tío recibe dando un beso en sus nudillos.

—El placer es mío y solo Falcon. —dice, cordial para luego darle la mano a Gael; éste la recibe.

—Y él es Dean. —lo presenta mi madre y él toma la mano de mi tío en un gesto de saludo.

—Deben estar cansados por el viaje y es mejor entrar. —nos dice mi tío dándonos espacio para ingresar a la mansión.

Esta gran mansión ni siquiera es de mis padres o mi tío es de...

—¡Atena! —la voz de Lucía me saca de mis pensamientos.

Mi vista enfoca a Lucía, con una sonrisa amplia de felicidad al verme, su cabello castaño ondeando por el aire mientras atraviesa el living corriendo efusiva.

Preparada para caer en tres, dos...

Cierro mis ojos y me preparo para sentir el impacto, cuando Lucía me abraza y ambas caemos al suelo. El dolor se instala en mi rápidamente, haciendo que suelte un quejido de dolor y abra nuevamente los ojos, escuchando la risa de los presentes a mi alrededor.

Los ojos verdes de mi prima me ven con felicidad.

—¡Que bueno que regresaste! —dice, levantándose—. ¡Tengo tanto que contarte! —toma de mi muñeca alzándome del suelo.

Espera y recupero la movilidad, cotorra.

—También es un gusto verte, sobrina. —dice mi madre con ironía, haciendo que Lucía se percate de las personas que la rodean.

—¡Oh, lo siento mucho! —dice sonrojándose—. ¡Bienvenidos! —exclama acercándose para abrazar a mi tía, y cuando ve a Azael se sonroja más—. Bienvenido, Azael... —susurra dándole un beso en la mejilla, y al ver a los mellizos se paraliza un momento viéndolos asombrada—. ¿Quienes son? —le pregunta a mi mamá.

—Ellos son tus primos Gael y Livy. —los presenta mi mamá.

—¡Tengo más primitos! —exclama abrazándolos eufórica—. Soy Lucía.

¿Ya mencioné lo alegre y asfixiante que puede ser Lucía?

—Es un placer. —responden los mellizos al unísono.

Eso dió miedo. Ni Azael, ni yo podemos hacer eso. La mirada de Lucía recae en Dean y se sonroja, la muy tonta, no es capaz de ver chicos hermosos y ardientes sin sonrojarse.

—Dean, un placer. —se presenta como todo un galán, tomando la mano de Lucía.

—Igualmente. —susurra tímida.

—Claro y a Yuli la dejan de lado. —suelta con sarcasmo.

—Jamás. —dice Lucía abrazándola.

—¡Que bien, llegaron! —exclama mi tía Brenda apareciendo por el umbral de la puerta que conduce a la sala principal.

Y ahí está su combo, que bien.

Los dueños de la mansión son mis tíos Brenda y Lukas. La pareja aparece en el living con una sonrisa cálida y amigable. Brenda luce un atuendo formal, de dos piezas y el cabello castaño, recogido en una cola de caballo, en sus ojos avelllanas se ve la felicidad al vernos, al igual que los ojos verdes de mi tío Lukas con iris rojos al ser vampiro; vistiendo un traje azul marino y el cabello castaño peinado. Ambos son Duques de España, por el apellido Blossom.

—Ellos deben ser Gael, Liv y Dean, ¿no? —dice mi tía, al verlos.

—Los mismos en vivo y en directo. —contesta Dean con aires divertidos.

—Yo soy Brenda y el es mi esposo Lukas —se presentan y todos se saludan con un apretón de manos—, y ya veo que mi hija se presentó.

—Obvio, mamá. —dice Lucía—. No soy la asocial de Atena.

—Asocial tu culo. —ataco con burla.

—Atena. —la advertencia en el tono de voz de mi madre me hace callar.

—Lucía, se tan amable de mostrarles sus habitaciones a las chicas. —dice mi tía Brenda amablemente—. ¡Biron!

Por la entrada de la sala de estar, aparece mi primo Biron; vistiendo unos jeans oscuros, una camiseta sencilla gris y unas botas negras; su cabello castaño alborotado, caminando despreocupado hacia nosotros y sus ojos verdes caen en mí y su sonrisa aparece.

Ya vamos a empezar.

Digamos que mi relación con Biron es de: aléjate o te mato. Ya que se ganó mi odio eterno, después de jugarme diferentes bromas a lo largo del tiempo que pasamos en vacaciones la última vez que vinimos.

—Mi querida Atena, tanto tiempo sin verte... —dice, con serenidad cerca de mi.

—Aléjate o te corto las bolas. —amenazo, haciendo que una risa se escape de sus labios.

—Biron. —lo llama mi tía—. Te llamaba para que lleves a tus primos a sus respectivas habitaciones.

Biron le da una ojeada a Azael, Dean y Gael algo confusa pero de igual forma, una sonrisa aparece en él.

—Siganme. —es lo único que dice.

Gael y Dean comparten miradas como de: ¿Vamos o escapamos? Para luego seguir junto a mi hermano al lunático de Biron hacia sus habitaciones.

—Vamos, chicas. —dice Lucía, tomando mi mano arrastrándome con ella.

Yuli y Liv nos siguen desde atrás y me mantengo en silencio. Subimos las grandes escaleras en forma de caracol, cruzamos el gran pasillo alfombrado, con fotos colgadas en las paredes y llegamos a una puerta de roble. Lucía la abre y nos deja ver la hermosa habitación, decorada en colores blanco y negro con dos camas, y muy amplia.

—Aquí se quedarán Liv y tú. —informa—. Y Yuli se quedará conmigo.

—Vamos ya que quiero dormir. —dice Yuli tomando el brazo de Lucía alejándola para ir a su habitación.

Suelto un suspiro y entro arrastrando la maleta, me dejo caer en la cómoda cama y cierro mis ojos. Escucho la puerta cerrarse y como Liv también se deja caer en la cama.

—¿Te darás una ducha o dormirás? —le pregunto a Liv.

No hay respuesta de su parte, así que abro los ojos y una sonrisa aparece al verla durmiendo, soltando algunos ronquidos.

—Ya me olvidaba que dormir es tu pasión. —comento para mi misma—, pero apoyo la idea.

******

Estamos con mi madre en el despacho de mi tío Lukas. Gael, Dean y Liv sentados en el amplio sofá de cuero negro, Azael fumando un cigarro al otro lado de la habitación de forma neutra y en mi caso sentada en una silla tomando un sorbo de mi copa de whisky.

—Mañana todos entrarán a la boca del lobo. —explica mi madre—. En ese internado están muchos adolescentes de diferentes especies, al igual que adultos y en su gran mayoría temen a los híbridos y otros los odian. No sabría decirles quienes si y quienes no, así que deberán de ser inteligentes para averiguar al responsable del hechizo.

—¿Nos quedaremos allá? —pregunta Liv.

—Sí. —acepta no muy feliz mi madre—. Todos irán, Yuli, Dean, Lucía, Biron y el resto de sus primos también estudian ahí. Por ser uno de los institutos más prestigiosos que hay.

—¿Tenemos más primos? —pregunta perplejo Gael—. Pero que combo, eh.

Y espera a conocerlos.

Mi madre suelta una carcajada ante su ocurrencia.

—Si los tienen, por montón, eh. —contesta de la misma forma mamá—. Aunque, les aconsejo que no confíen en nadie, eso incluyéndolos a ellos.

—El enemigo siempre puede ser el que menos esperes. —dice, Yuli.

—Exacto, hija. —concuerda—. Confío en que no fallarán. Claro que no van a descubrirlo de la noche a la mañana pero siempre estén alertas.

—Entendido. —dicen los mellizos al unísono.

—¡Ya dejen de hacer eso que me asustan, fenómenos! —exclama Azael.

—Ya después te acostumbrarás. —dice, Dean encigiéndose de hombros.

Mi madre niega con la cabeza, y busca entre los cajones el cofre. Me acerco cuando ella lo toma y lo abre dejando a la vista tres collares plateados con un rubí en el centro. Azael y yo también tenemos esos collares pero dorados, nos ayudan a ocultar nuestra esencia haciéndonos pasar por hombres lobo de rango Alpha.

—Que hermosos. —dice, asombrada Liv.

—Estos collares mágicos son para ustedes. —dice, mi mamá entregándoselos a cada uno, quienes no tardan en colocarselos—. Esas bellezas ocultarán sus escencias demoníacas, haciéndolos pasar por lobos, pero cristales.

—Eso no es bueno, a  los lobos cristales le hacen mucho bullyng. —dice, Leticia en mi mente.

—¿Cristales? Ni que fuéramos frágiles. —exclama Dean sin comprender.

—¿Y por qué lobos? —pregunta Gael.

—Los demonios no van a estudiar a un internado para sobrenaturales, y elegí lobos porque son lo más semejante. —explica mamá—. Lamentablemente, deberán ser cristales porque no pueden transformarse en lobos.

—Ya tendré que moler a golpes a más de uno. —dice, Azael.

—¿Por qué lo dices? —pregunta Liv.

—Los lobos cristales son los más despreciados, al ser catalogados como frágiles y lo más humano. —explica Yuli.

—Pero claramente no son frágiles, tendrán que hacerse pasar por unos. —aclara mi mamá.

—Esto será más difícil de lo que pensé. —digo, en voz alta.

—Y no te equivocas. —concuerda mi madre—. Tendrán que hacerse pasar por lobos, si alguien llega a descubrir que los cuatro mellizos son híbridos, no dudarán en matarlos.

—Bueno chicos fue un placer conocerlos. —comenta con sarcasmo Dean.

—Pero que ánimos de vida los tuyos, eh. —dice, con ironía Liv.

—¡Es la verdad! —se defiende.

—Aquí nadie va a morir, por que si eso pasa a mi me matan sus padres como mínimo. —interrumpe mamá—. Ya saben que deben hacer, vayan a descansar que mañana empieza su nuevo juego.

Todos se levantan y salen de la habitación uno, a uno. Cuando estoy por atravesar la puerta, el llamado de mi madre me detiene.

—Nosotras tenemos que hablar.

Giro sobre mi eje para encararla; suelto un suspiro, algo me decía que era lo que iba a decirme, así que cierro la puerta y camino hasta ella. Las manos me tiemblan, el corazón me late desenfrenado y mis ojos se cristalizan. Sin poder aguantarlo más la abrazo con fuerza, soltando sollozos y las lágrimas bajando por mis mejillas, mojando su camisa. Me acurruco en sus brazos aspirando el dulce aroma a rosas y vainilla de mi mamá.

—Sé que no lloras por la misión, por si intentas excusarte con eso. —dice, calmada, serena y tranquila—. ¿Tienes miedo?

—Sí. —respondo con rapidez.

—No deberías, yo también lo tuve con tu padre y... —no termina la frase, al separarme con brusquedad de ella.

—No quiero escuchar nada. —me apresuro a decir, secándome las lágrimas traicioneras—. De seguro fue Azael, ¿no? Es que no puede quedarse callado.

—Soy tu madre, y no necesito que alguien venga a decirme lo que yo sé, ¿de acuerdo? —aclara mirándome fijamente con sus ojos verdes.

—No quiero hablar de eso. Yo tomé una decisión.

—Una decisión que te está pasando factura, hija. —exclama con obviedad—. Terminarás enloqueciendo como pasó con tu padre, te estás cayendo en pedazos como tu tía Lucy hace años. ¿Dónde quedó mi niña feliz?

—Se murió desde el momento en el que le partieron el corazón. —digo sus mismas palabras.

—Atena... —dice, con dificultad.

Ella sabe lo que se siente, ella no puede reclamarme, ella sabe el dolor que te causa eso. La admiro por que a pesar de toda la mierda que le hicieron es fuerte, valiente y no se deja de nadie. Y por eso seré como mi mamá.

—¿Qué vas a decirme?

—Tienes razón, tu tomaste tu decisión. —dice serena—. Pero cuando todo pase, te vas a arrepentir.

Y con eso mi madre me deja sola en el despacho. El dolor que me carcome por dentro es horrible, y siento que quema por dentro pero no pensaba llorar, las lágrimas no van en nuestra familia. Somos fuertes, audacez, valientes, seductores, inteligentes y originales.

Ta estoy harta de que un maldito vínculo quiera destruirme, primero uno y ahora el otro y no dejaría que me destruyeran por completo. Tengo una misión, debo hacer justicia y acabar a sangre fría con los responsables. Una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro. Los beneficios de crecer con una mamá que es bruja negra, un padre demonio y un hermano con la mezcla de los dos; es que nos hace retorcidos, calculadores, sádicos y... Con un corazón oscuro.

______________________________________

Desahoguense aquí ➡️

Continue Reading

You'll Also Like

13.9K 1.5K 27
cada mil años dios debe mandar a uno de sus ángeles más puros para tener en pie el trato que hizo con el rey del infierno uno de sus antiguos ángeles...
52.2K 1.8K 41
Les vengo a informar que si demoró en publicar más capítulos es por falta de ideas o porque estoy ocupada y si no les gusta el ship por favor no haga...
49.5K 12.9K 160
⚠️Solo a partir del capítulo 401, primera y segunda parte en mi perfil.⚠️ En un giro del destino, Jun Hao, un despiadado matón callejero conocido por...
202K 34.7K 160
Cuando se despertó, Wen Chi había transmigrado a un libro. En el libro, el protagonista obtuvo accidentalmente un sistema y, con la ayuda del sistema...