La mirada al pasado puede darte demasiadas respuestas, es no sólo ver cómo solíamos ser, también es mirar porque somos ahora.
Pov _____
Me encontraba en mi habitación, tenía cosas por hacer el día de hoy pero eran cosas que yo no consideraba importantes, salir y sonreír, clases de modales e historia del reino y antepasados de forma particular, el último momento que tenía para alejarme de esto era cuando iba a la escuela que por petición mía me lograron conceder, era extraño estar en mi hogar y me tratasen de manera especial, pero cuando estaba en la escuela era una chica más, una más del montón, eso de igual manera a petición mía, decidiría por mi cuenta que continuaría en mi vida, estaba por entrar a la universidad y ya sabía que era lo que seguiría para mi el único problema en efecto era mi padre, sabía que el me trataba de esta manera ya que el sabía que la siguiente en el mandato era yo, el anhelaba aquello, y que en la universidad tenía que estudiar algo que me ayudase en ese camino, algunas veces la soberbia nos ciega demasiado.
Derek: Princesa _____, ¿me permite pasar? - digo un adelante y mi fiel amigo entra con una cara no tan amigable. - su padre se encuentra abajo esperando por usted.
- ¿He hecho algo malo?, puedo notar en tu expresión que no te encuentras contento. - me levanto de mi lugar y camino hacia el.
Derek: Usted no tiene nada que ver respecto a mi humor, debería de hablar con su padre y con gusto después podremos hablar. - asiento y salgo de la habitación con el detrás de mi.
Era raro esta situación, se podría notar un poco tenso el ambiente porque mientras más me acercaba hacia el lugar donde me encontraría con mi padre más sofocante se sentía, estaba segura de que, lo que vendría a continuación no serían cosas buenas.
- Buenos días, ¿me has llamado? - digo entrando a la habitación y posándome enfrente de aquel hombre no tan canoso que decía ser mi padre.
George: Te tengo dos noticias hija, y no se cómo lo tomarás pero algo si te digo, la decisión ya la he tomado por ti. - estaba notablemente confundida por sus palabras. - he decidido y contraerás matrimonio con el príncipe Carlos, la segunda noticia es que por estos hechos no podrás seguir con tus estudios en la escuela, ya no te serán necesarios, serás educada en casa para saber todo lo necesario sobre cómo gobernar.
- Con todo respeto pero, ¿estás bromeando? - el pone una mirada seria. - no acepto lo que me estás diciendo, no dejaré que tomes esas decisiones por mi.
George: Lamento informarte que en ningún momento te he pedido tu permiso, es una obligación que tienes y debes acatarla. - me estaba molestado demasiado la situación, una cosa era elegir qué haría todo el día, como me vestiría e incluso mis amistades, ¿pero el casarme?, ¿el dejar mis estudios?, no se lo permitiré, podría ser mi padre y el Rey literalmente del lugar pero nunca dejaría que decidiera eso por mi.
- Y yo te estoy diciendo que no lo haré. - sabia que para él mi comportamiento de ahora era un acto de rebeldía e insolencia, pero es injusto lo que me pide.
George: Deberás hacerlo, sino me veré a la obligación de tomar medidas en contra tuyas, créeme no porque seas hija mía te tendré piedad.
- ¿Y dices ser un Rey noble?, ni con tu propia hija tienes consideración, he dicho que no lo haré y si esto implica ser princesa te lo digo padre, no lo seré entonces. - el se quedó unos minutos en silencio, se me hacían eternos.
George: Entonces vete, vete y no vuelvas. - sus palabras me sorprendieron. No podía asimilar lo que me había dicho, era una respuesta que no esperaba en lo absoluto de el, pero no me dejaría caer.
- Esta bien, si así lo quieres. - trataba de reprimir aquellas lágrimas que luchaban por salir, debía de mantenerme fuerte.
Derek: Señor, creo que no está pensando bien las cosas. - por fin comentaba algo en esta discusión. - es su propia hija.
George: Esto no es un tema que te incumba Derek, así que por favor déjanos solos, o mejor escolta a la señorita _____ a la puerta son sus cosas, ella no es más la princesa de este lugar, no es mi hija. - es lo último que le escucho decir para después irse.
Cuando el deja la habitación siento todo el peso del mundo caer contra mi, causando que yo caiga de rodillas llorando, no me hería que me quitaría el título de princesa, por mi fuera y nunca lo hubiera tenido, lo que dolía era que a él no le importaba en absoluto lo que yo pensaba o sentía, como dije, la soberbia puede hacerte ciego, causar que hagas cosas que no deberías, te consume tanto que olvidas los verdaderos valores y cosas que importan.
Derek: No creí que sucedería esto, estaba al tanto de lo que te diría pero el desterrarte no lo sabía. - se pone a lado mío. - mi princesa, por favor deje de llorar, solucionaremos esto.
Me sorprendía el hecho de que la lealtad de Derek realmente se encontraba conmigo y no con mi padre.
- Derek lo has oído, no soy más la princesa, no soy mas su hija. - limpiaba mis lágrimas o al menos eso trataba.
Derek: Déjame decirte que el no tiene el poder de quitarte semejante título, así que aún lo sigues siendo, le comentaré esto al consejo y verás que te apoyarán. - ¿ir en contra de mi padre?, no quería hacer esto una vez más, estaba cansada de la situación.
- Deberías dejarlo así, y haré caso a lo que el me pide, me iré y espero que algún día se arrepienta tanto de su decisión. - me levanto con ayuda de el. - podrías por favor ayudarme con mis cosas, y avísale a mi madre lo que ha sucedido, conociendo a mi padre. - si es que yo aún podría llamarle así. - le dirá puras mentiras para disfrazar su injusticia.
Derek: Lo haré _____, cuenta conmigo. - caminamos de regreso a mi habitación, para este punto dejé de llorar tenía que enfrentar la situación. - te esperaré abajo con tus cosas. - menciona cuando llegamos a mi habitación y después sale.
No podría creer lo que estaba sucediendo.
Guarde mis cosas en maletas, no cabían demasiadas cosas pero al menos llevaba algo, pedí ayuda de unos trabajadores del castillo y me ayudaron a bajarlas. Cuando estuve abajo y podía mirar todo desde afuera, lo miré a él observar desde lejos como me marchaba, no veía ningún rastro de arrepentimiento en el, ninguna expresión.
Derek: ¿Sabes a donde iras? - yo le negué.
- Solo déjame en el aeropuerto, eligiere un vuelo y me iré. - el se encontraba consternado al ver mi situación pero hizo caso a mi petición.
En el camino yo solo podia pensar en mi madre y sobre todo en mi pequeña hermana, me dolía dejarlas, me dolía irme sin ni siquiera verles por última vez.
- Canadá. - le dije cuando ya nos encontrábamos en aquel lugar, la decisión estaba tomada, no había vuelta atrás y lo sabía.
Derek: Aquí están tus papeles y pasaporte, tu padre me los ha dado. - siento mi corazón doler. - por mi parte, te daré esto. - era un montón de dinero en efectivo.
- No puedo aceptarlo, Derek, es demasiado.
Derek: Es lo suficiente como para que sobrevivas unas semanas, para que encuentres un lugar donde hospedarte hasta que algo se te ocurra, se que no es suficiente pero es lo que puedo darte. - toma mi mano y deja el dinero sobre ella. - mi princesa, usted es muy inteligente, es sabia, amable y justa, sabrá cómo lograr salir adelante y cuando llegue el momento nos veremos y espero sean mejores tiempos para ambos. - le abrazo con gran sentimiento.
- Te quiero mucho, Derek. - el me abraza fuerte de igual manera y cuando nos separamos puedo ver unas cuantas lágrimas en su rostro.
Derek: Recuerde siempre caminar con la mirada en alto. - limpiaba aquellas gotas que salían de sus ojos, lágrimas. - que gracioso dicen que los hombres no lloran pero ahora en este momento siento que quiero soltar todo un rio. - el sonrío triste.
- Te diré algo Derek, los hombres que muestran sus sentimientos son los mejores. - tomé mi boleto y pasaporte con fuerza, por otra parte, mis papeles los guarde en un bolso que llevaría conmigo. - hasta pronto.
Derek: Hasta pronto, mi princesa. - le sonrío y me giro para después caminar.
Es curioso como las cosas pueden cambiar en tan solo cuestión de minutos.