quarantine w/ Cal parte cinco
"Esta casa me asfixia."
Un jadeo saldría de tus labios al escuchar la voz rasposa de tu novio, tus ojos abriéndose de golpe para encontrarte con él recostado en la cama junto a ti, su rostro casi pegado al tuyo mientras te observaría atentamente.
"Por el amor de Dios, Calum." Gruñirías, empujándolo lejos de ti y enterrando tu cara contra tu almohada para tratar de bloquear la luz que se colaría por las ventanas, molesta de que Calum te hubiese despertado tan repentinamente. "¿No sabes que no está bien despertar a alguien que está durmiendo?" Volverías a gruñir contra la almohada, tratando de apartar de encima de ti al chico que te estaría envolviendo entre sus brazos para apegarte a su pecho. La calidez que este irradiaría te confortaría inmediatamente así que decidirías acomodarte con tu mejilla contra su pecho.
"Te estabas moviendo."
"¡Eso no significa que estuviese despierta, imbécil!" Murmurarías gruñona, sintiendo el cuerpo de Calum vibrar al reírse por tu comentario. Te sonreiría de lado mientras tú te apartarías un poco para observarlo aún medio dormida, y es que aunque estuvieses malhumorada, con tu cabello hecho un desastre y teniendo problemas para mantener tus ojos abiertos, a él le seguirías pareciendo adorable. Tus mejillas estarían algo sonrojadas, tus labios formando un puchero y no podrías evitar rodar tus ojos ante toda la energía que tenía el chico a estas horas.
"Bueno ahora lo estás así que hagamos algo, llevamos aquí dentro demasiado tiempo." Las esquinas de sus labios se elevarían inmediatamente al verte rodar los ojos dramáticamente, volviendo a enterrar tu rostro contra la almohada y gruñendo.
"Es demasiado temprano." Te quejarías, soltando un gruñido aún más fuerte al sentir como las cálidas sábanas que te estarían cubriendo serían arrancadas de encima de ti. "¡Calum!" Gritarías, haciéndote una bolita para tratar de esconderte del repentino frío.
Pero él solo reiría, viéndote tratar de encontrar algo con lo que taparte y gruñir al no conseguir nada.
"Vamos, perezosa." Notarías el colchón moverse al sentir como Calum se levantaría, caminando hacia el final de la cama y agarrándote por los tobillos, estirando de ti con fuerza y arrastrándote hasta el final de la cama con él.
"¡Cal!" Exclamarías, lanzándole dagas con la mirada mientras este mantendría firmemente tus tobillos entre sus manos, negándose a soltarte mientras tú tratarías de deshacerte de su agarre.
"Ya estás despierta, bebé. No trates de resistirte, tienes que levantarte." Insistiría. Tú suspirarías dramáticamente, rindiéndote ante su agarre y sabiendo que no aceptaría un no por respuesta aunque lo único que quisieras fuese dormir un par de horas más. Normalmente Calum no sería una persona mañanera pero justo ese día parecería haber decidido que sí.
"¿Por qué quieres despertarte tan pronto? Odias las mañanas tanto como yo, vete a dormir de una jodida vez." Murmurarías, gruñendo al fallar en darle una patada para liberarte de su agarre.
"Para de ser tan dramática." Te diría, soltando tus tobillos y gateando hasta estar encima de ti, sonriéndote y haciendo que tu corazón se derritiese al ver sus arruguitas en las esquinas de sus ojos.
Tú continuarías con un puchero, envolviendo su cuerpo con tus brazos y piernas mientras él se inclinaría para besarte.
"Pero aquí se está caliente." Te quejarías, cerrando tus ojos y disfrutando la sensación de Calum dejando pequeños besos por todo tu rostro, su barba de unos cuantos días haciéndote cosquillas.
"Bueno, la ducha estará aún más caliente y después propongo sacar a Duke para dar un paseo y que nos dé el aire." Murmuraría contra la piel de tu cuello, provocando que un escalofrío recorriese tu cuerpo y tu agarre se intensificase. "¿Cómo suena eso?"
Soltarías un pequeño suspiro ante la sensación de sus labios contra tu piel, murmurando un 'vale' y sintiendo una sonrisa formarse en sus labios, dejando besos por tu piel hasta llegar a tus labios.
Las manos de Calum se moverían hasta tus muslos, asegurándose de que tus piernas se mantuvieran alrededor de su cintura antes de levantaros fácilmente de la cama y ganándose un jadeo de sorpresa por tu parte.
"Ni se te ocurra dejarme caer, Hood." Advertirías, agarrándolo como un kola haría mientras él os dirigiría hacia el baño que comunicaría con vuestro cuarto.
"¿Crees que te dejará caer cuando estás así de gruñona?" Preguntaría, dejándote sobre la pica del baño y observándote con una gran sonrisa, inclinando su cabeza para volver a besar tus labios. "Prácticamente estaría preguntando por una sentencia de muerte." Se burlaría, apartándose de ti para encender el grifo y riendo al escucharte murmurar como sería un maldito suertudo de que lo quisieras tanto como para no matarlo. "De acuerdo gruñona, lo que tú digas." Contestaría, sabiendo que eso solo te irritaría aún más. Pero él amaría cuando serías así de gruñona y amaría empujarte hasta el límite.
"Que te jodan." Responderías, bajando de la pica y deshaciéndote de tu ropa antes de adentrarte en la ducha, siendo seguida por Calum con una sonrisa.
...
"Calum fuera hace un frío de pelotas." Te quejarías, volviendo a entrar en la casa después de haber salido al jardín en busca de Duke.
El clima en California habría estado un poco bipolar últimamente, haciendo un día demasiado calor y al siguiente un tremendo frío. Este sería uno de los días fríos, el cielo estaría nublado y el solo se asomaría entre algunas nubes.
Calum sacudiría la cabeza ante tu tono, arrastrándote hacia vuestro cuarto para buscar algo de ropa más caliente que utilizar.
"Ponte esto." Diría, agarrando su sudadera verde con las palabras empathy escritas en esta y poniéndola sobre tu cuerpo antes de poder dejarte hacerlo tú misma. Te sonreiría al ver tu cabeza asomarse por el cuello de la prenda y besaría tus labios antes de agarrar una cazadora para él y un gorro de lana negro para cubrir su desordenado cabello.
Tú amarrarías tu cabello en un moño alto, dejando sueltos algunos mechones de pelo y mirándote en el espejo una última vez antes de caminar hacia tu novio.
"Vamos." Besaría tus labios rápidamente antes de agarrar tu mano y caminar hacia el salón, donde Duke se encontraría descansando sobre el sofá.
"Duke." Calum llamaría, agarrando la correa del perro y provocando que este levantara sus orejas con emoción al oír la voz de Cal y el sonido de su correa, corriendo con sus pequeñas patitas hasta donde el chico estaría arrodillado. "¿Estás listo para salir a dar un paseo?" Preguntaría, sonriendo al escuchar al perro ladrar con felicidad, su cola moviéndose rápidamente mientras Calum ataría la correa a su collarín.
"¡Vamos Dukey!" Animarías mientras los tres saldríais de la casa, cerrando la puerta antes de comenzar vuestra caminata matutina. La brisa mañanera sería suficiente como para acabar de despertarte del todo a la vez que caminaríais por las aceras de vuestro vecindario. Entrelazarías tu brazo con el de Calum, abrazándote a él mientras caminaríais y Duke iría frente a vosotros.
"Se está tan bien fuera." Comentaría Calum, sintiendo una suave brisa chocar contra vuestros cuerpos y provocando que te abrazases aún más a él si es que eso es posible.
"Sí pero hace frío." Murmurarías, apoyando tu cabeza contra su brazo.
"Eres como un bebé." Se burlaría, bajando su mirada para poder mirarte.
"Pero soy tu bebé." Le recordarías con una sonrisa de autosuficiencia, provocando que Calum sacudiese la cabeza ante tu comentario.
"Lo eres." Estaría de acuerdo, soltando un dramático suspiro y deshaciéndose de tu agarre para así envolver con su brazo tu cintura.
Mientras continuaríais caminando por el vecindario, os tomaríais vuestro tiempo para admirar vuestros alrededores, apreciando la paz y tranquilidad que habría a aquellas horas de la mañana. Duke trotaría felizmente delante de vosotros, liderando el camino y contento de poder estar paseando con vosotros.
"¡Cal mira!" Exclamarías con felicidad al ver una cursa de obstáculos dibujada con tiza en una acera. Habrías visto algunos vídeos de gente dibujándolos para hacer algo divertido durante la cuarentena.
Calum sonreiría al verte correr hacia el comienzo de la cursa para ver que obstáculos te encontrarías. Duke trataría de seguirte al verte correr, pero su correa solo le permitiría alcanzar una distancia así que comenzaría a quejarse.
"Lo sé Duke, mamá siempre nos deja detrás." Calum le diría, parando justo detrás de la línea de comienzo donde tú estarías. Mirarías a Cal con emoción, quien asentiría con su cabeza para animarte a comenzar con la típica rayuela.
Él y Duke caminarían detrás de ti, admirando como completarías el recorrido como si fueses una niña pequeña, saltando y riendo.
"Cal, ¿por qué no lo estás haciendo?" Te quejarías al dar la vuelta y ver como ambos solo estarían caminando por encima del recorrido con normalidad.
"Duke dijo que él no quería ¿a qué sí Duke? Prefiere verte hacerlo a ti." Te contestaría con una pequeña sonrisa, haciendo que rodases tus ojos y respondieses con un 'lo que sea, perdedores' antes de continuar con la actividad. "Hey, somos tus perdedores, no te olvides de eso." Te recordaría con una sonrisa mientras finalmente terminarías con el recorrido, sonriendo orgullosa por tu pequeño logro.
"Buen trabajo, bebé. Nunca había visto a alguien saltar sobre una rayuela tan bien." Se mofaría, inclinándose para besar tus labios como premio.
"¡Fui coronada reina de la rayuela en tercero de primaria!" Reclamarías con orgullo, envolviendo el torso de Cal entre tus brazos antes de comenzar a caminar de nuevo. "Se está tan tranquilo." Suspirarías con felicidad, algo contenta de que Calum te hubiese forzado a levantarte de la cama y hubiese sugerido ir a dar un paseo.
"Te alegras de que te haya forzado a venir ¿a qué si?" Comentaría el chico con una sonrisa, ambos deteniéndoos, ya que Duke habría parado a olisquear un arbusto. Darías media vuelta para observar a Cal, quien envolvería tu cintura con una sonrisa socarrona, sabiendo que tendría razón.
"Nuestra cama me sigue sonando bastante bien pero supongo que Duke y tú tampoco estáis tan mal." Te burlarías, colocando tus brazos sobre su cuello y empujando un poco para besarlo con tus pies en punta.
"Sabes de sobra que Duke y yo somos muchísimo mejor que nuestra cama, no intentes mentir."
"Bueno-"
"-Cállate." Te interrumpiría antes de que pudieses protestar, besando tus labios antes de mirar hacia el suelo de cemento, donde Duke se encontraría acostado esperando como un niño pequeño a que sus padres acabasen de ser unos tontos.
"Creo que a Duke no le gusta cuando nos besamos, mira que irritado se ve, eso lo ha sacado de ti." Murmurarías, provocando que el chico a tu lado jadease dramáticamente.
"Definitivamente no, eso lo ha sacado de ti, por eso es tan jodidamente terco todo el tiempo." Reclamaría, estirando levemente de la correa para que el pequeño perro se levantase y seguir caminando. "Vamos chico." Animaría, volviendo a estirar de la correa, pero Duke solo levantaría su cabeza para mirarlo antes de volver a bajarla, reusándose a moverse. "Duke, vamos." Diría, esta vez algo más fuerte y demandante, pero el perro solo se quedaría viendo a su dueño sin moverse ni un centímetro. Cal se giraría para mirarte, viendo como no podrías evitar soltar una carcajada. "¿Ves? Esto es tu culpa, has hecho que nuestro hijo sea igual de vago que tú, nunca quiere levantarse." Se quejaría, sacudiendo su cabeza y apartándote lejos de él mientras tú tratarías de abrazarlo.
"Parece que te va a tocar cargar a Duke de vuelta a casa teniendo en cuenta que tú fuiste el que insistió en salir." Declararías con una sonrisa burlona, sacando tu teléfono de tu bolsillo y abriendo la cámara para comenzar a grabarlos, sabiendo que Cal comenzaría a quejarse por tener que llevar al perro. Además, necesitarías pruebas para demostrar que él siempre sería el más dramático de los dos.
"Oh lo siento por querer ir a dar un bonito paseo con mis dos personas favoritas." Espetaría, haciendo un puchero hacia el móvil entre tus manos.
"Duke no es una persona, amor." Le corregirías.
"Que te jodan." Gruñiría, mostrándote su dedo corazón para a continuación darse la vuelta y agacharse para agarrar a Duke entre sus brazos, el pequeño animal comenzando a lamer la cara de Cal con felicidad y provocando que este se quejase.
"Mira que adorables son mis chicos. Duke, dale a papi más besitos." Le animarías mientras este seguiría lamiendo la cara de Calum, quien trataría de esquivar su lengua apartándolo lo máximo posible de su cuerpo con cuidado de no dejarlo caer.
"No Duke, no le des besos a papá, me has traicionado actuando justo como tu madre. Que perro más vago." Diría con indignación. Duke no tendría ni idea de lo que su amo le estaría diciendo por lo que continuaría mostrándole todo su amor lamiendo sus mejillas. "Vale, ya está bien." Espetaría, cargando al animal por encima de su cabeza y recostándolo sobre sus hombros. "Mucho mejor."
Reirías mientras Cal ajustaría al perro sobre sus hombros, agarrando sus patas entre sus manos para asegurarse de que no se pudiese caer.
"Dios mío." Jadearías al verlos dirigirse hacia ti, tu teléfono aún entre tus manos con la intención de capturar el momento mientras Calum te sonreiría abiertamente. "Mis chicos."
La sonrisa de Cal se agrandaría al oírte, pasando por tu lado y dejando que grabases el pequeño rostro de Duke antes de parar el vídeo y trotar un poco para alcanzarlos.
La cola de Duke comenzaría a moverse con rapidez al verte correr hacia ellos, soltando un ladrido al sentir como acariciarías su cabeza.
"Sois adorables, el mejor duo padre e hijo." Comentarías, enredando tu brazo con el de Cal. "Y este ha sido el mejor paseo de mi vida, gracias por sugerirlo aunque me haya comportado como una mocosa. Esta ha sido la mejor mañana desde que comenzó la cuarentena." Admitirías, sonriéndole a tu novio, quien solo te sonreiría de vuelta, asintiendo levemente.
"Gracias por finalmente aceptar y venir. Los paseos siempre son mejores cuando tú estás."