﹀
quarantine w/ Cal parte cuatro
"¿Puedo pintar tus uñas?" Preguntarías de la nada al ver a Calum entrar en vuestro cuarto, donde tú ya te encontraría pintando tus propias uñas.
La cuarentena os habría dejado con mucho tiempo libre y estarías encontrando bastante difícil mantenerte ocupada casi cada segundo del día, especialmente cuando Calum estaría trabajando en canciones o en reuniones online con los chicos. Raramente pintarías tus propias uñas pero como los salones estarían cerrados decidirías cuidarlas tú lo mejor que pudieses.
La mirada de Calum aterrizaría sobre ti, sentada en el suelo con una toalla debajo de tu cuerpo para asegurarte de no manchar el suelo. El chico sonreiría suavemente y asentiría antes de tomar asiento junto a ti en el piso, con cuidado de no tirar nada en el proceso y besándote rápidamente.
"¿Por qué estás en el suelo?" Murmuraría con confusión, una ceja elevada y una pequeña sonrisa formándose en sus labios.
"No quería manchar la cama." Te encogerías de hombros, volviendo a presionar un beso sobre su boca mientras él sonreiría.
"Como si no tuviésemos una estupenda mesa en la cocina en la que te podrías haber sentado. Por Dios, podrías haberte sentado hasta en la mesita del salón." Diría riendo, pero tú solo volverías a encogerte de hombros.
"El suelo es más conveniente, está más cerca del baño ya sabes, inconvenientes de tener una vejiga pequeña." Contestarías despreocupada, sonriendo al ver a Calum soltando una carcajada a la vez que inclinando su cabeza hacia atrás.
"Solo a ti se te podría ocurrir este tipo de excusa." Contestaría, sacudiendo la cabeza y viéndote sacar algunos esmaltes de uñas de la pequeña bolsa donde los guardarías todos.
"Te encanta." Murmurarías, alzando la mirada para verlo.
"Cierto." Admitiría mientras tú agarrarías una de sus manos para colocarla sobre tu regazo, tomando un cortaúñas y comenzando a repasar sus uñas que habrían crecido desde el comienzo de la cuarentena. Calum te miraría atentamente, observando como cortarías y limarías sus uñas cuidadosamente, incluso te desharías de sus cutículas para asegurarte de tener una buena base donde trabajar.
"¿Lo usual?" Preguntarías una vez terminada. Él asentiría, sabiendo que te referirías al color negro, ya que ese habría sido el único color que habría dejado que pintases sus uñas.
"Eres tan básico." Murmurarías sarcásticamente, provocando que Cal te mirase con incredulidad y un puchero en sus labios.
"¡Tú eres la que dice que se ve mejor en mí!" Calum exclamaría mientras tú simplemente reirías, agarrando su mano entre la tuya. "¡Siempre he sabido que me mentías!" Te acusaría, apartando su mano de tu agarre y colocándola sobre su pecho para demostrar el dolor que le habían causado tus palabras.
Una carcajada saldría de tu boca, agarrando su mano de nuevo y acercándolo a ti para besar sus labios. "Eres tan dramático."
"Y tú eres una mentirosa." Respondería indignado, ahora una sonrisa asomándose por sus labios. Soltarías su mano por un momento, desenroscando el tapón del esmalte y deshaciéndote del exceso de pintura del aplicador.
"Yo nunca te mentiría, Cal... Bueno quizás sobre tu cocina pero nada más." Te burlarías, comenzando a aplicar el esmalte sobre sus uñas y mordiendo tu labio para evitar reírte.
Calum jadearía dramáticamente al oír tus palabras, su rostro llenándose de falso dolor mientras tú solo le sonreirías con maldad, tus ojos brillando y llenos de cariño por el chico que habría frente a ti.
"¡¿A caso ha sido toda nuestra relación una mentira?!" Los labios de Calum formarían un puchero, mirándote con el ceño fruncido mientras tú te carcajearías de él. "Solo Dios sabe que más has-"
Le callarías con un beso, los ojos del chico cerrándose al instante y derritiéndose ante tu tacto.
"Estoy bromeando, Cal. Sabes que amo todo lo que haces, desde tu forma de cocinar hasta el esmalte negro que llevas." Murmurarías contra sus labios, tu nariz rozando la suya.
"¿Lo prometes?" Preguntaría, extendiendo su dedo meñique para que lo envolvieses con el tuyo en forma de promesa.
"Lo prometo." Responderías, entrelazando vuestros dedos y besando la yema de tu pulgar antes de pegarla contra la suya como cualquiera pareja empalagosa haría.
Ambos reiríais antes de que tu atención volviese de nuevo a pintar las uñas de tu novio, quien te observaría atentamente, adorando la forma en que sacarías la punta de tu lengua con concentración, tratando de no pintar el resto de sus dedos.
"¿Cómo vas con la canción en la que estabas trabajado?" Preguntarías con curiosidad al acabar con la primera capa de esmalte. Una gran sonrisa se formaría en el rostro del ahora rubio al oír la mención de su música mientras tú soplarías aire sobre sus uñas húmedas.
"¡Muy bien!" Informaría orgulloso. "Es algo diferente pero creo que es bueno."
Tú sonreirías con calidez al observar como sus ojos se iluminarían al hablar de lo que él más amaría. Calum sería increíblemente talentoso y habría escrito algunas de las canciones más hermosas que habrías escuchado en tu vida, así que no podrías estar más orgullosa de él.
"Tendrás que tocarla para mí." Le dirías, inclinándote hacia delante para dejar un beso en su boca antes de continuar con la segunda capa de esmalte. No podrías evitar desviar la vista hacia sus tatuajes que adornarían su piel, distrayéndote por un momento y pintando sin querer su dedo.
"Bebé." Calum se quejaría, sacándote de tu trance y provocando que te sonrojases al notar lo que acabarías de provocar, limpiando con tu uña el esmalte sobre su piel antes de que se secase.
"Perdón." Murmurarías. Calum sacudiría la cabeza, impresionado por la facilidad que tendrías de distraerte solo por la tinta marcada en su piel. Él sabría que te encantarían sus tatuajes y estaría mintiendo si dijese que no te habría pillado más de una vez observándolos, completamente embobada.
Cal se inclinaría hacia ti, agarrando tu barbilla entre sus dedos y haciéndote mirarlo. Pararías de hacer lo que estarías haciendo mientras él pegaría sus labios contra los tuyos, sonriendo suavemente al notar tus mejillas sonrojarse ante su gesto.
"Sé que no he preguntado mucho" La voz de Calum cortaría el cómodo silencio en el que os habríais sumergido, tú soplando de nuevo sus uñas para que la segunda capa acabase de secarse. "pero ¿cómo has estado mentalmente, mi amor? ¿Aún sigues lidiando con toda la ansiedad? No has estado guardándote nada de mí ¿verdad?" Preguntaría con suavidad, honestamente preocupado por tu salud en estos tiempos tan complicados.
Tu corazón rebosaría de amor ante sus palabras, una sonrisa de apreciación formándose en tus labios. Calum siempre trataría de asegurarse de que tu salud mental estuviese bien, especialmente después de descubrir que tu ansiedad habría comenzado a empeorar al comienzo de la pandemia. Él simplemente no querría que guardases tus emociones, solo querría ayudarte y asegurarse de que estuvieses bien.
"He estado bien, Cal. Ha habido algunas veces en las que he tenido algo de ansiedad pero nada que un abrazo y un beso tuyo no pueda arreglar. Te lo diría inmediatamente si estuviese mal, sé que no te gustaría verme soportando todo esto sola." Le asegurarías al chico, viendo como asentiría algo aliviado al oír la confianza en tus palabras. "Gracias por preguntar, lo aprecio mucho."
"Por supuesto, cielo. Solo quiero que estés feliz y sana." Te besaría, apartando las manos de tu regazo para asegurarse de que el esmalte no se arruinase y sonriendo al ver como tus ojos seguirían cerrados una vez os separaseis. "Te amo muchísimo." Susurraría, presionando un beso contra tu frente.
"Y yo a ti." Responderías, volviendo a agarrar su mano y presionando suavemente uno de tus dedos contra sus uñas para asegurarte de que estuviesen completamente secas. "¡Hora del brillo!" Anunciarías, agarrando tu bolsa llena de esmaltes y sacando uno transparente con pequeños puntitos de purpurina antes de desenroscar el tapón. Calum frunciría el ceño al ver el pote que nunca antes habría visto, ya que nunca habrías pintado sus uñas con eso.
"¿Uno de brillantes?" Preguntaría, viendo como agarrarías su mano para comenzar a aplicarlo.
"He recordado que una fan lo sugirió en twitter ¿recuerdas? Preguntaste que dónde demonios podrías conseguir un esmalte así en un momento como este." Le recordarías a Calum con una pequeña sonrisa, a lo que él acabaría asintiendo unos segundos después de pensar.
"Siempre me sorprenderá la capacidad que tienes para recordar pequeños detalles como estos."
"Alguien debe hacerlo." Te burlarías, provocando que Calum rodase sus ojos pero siempre con una sonrisa en sus labios.
"Y por eso te tengo a ti para que lo hagas por mí." Respondería, sonriendo levemente mientras ahora sería tu turno de rodar los ojos, acabando de pintar su última uña sin producto y dando una palmada al finalizar.
"¡Listo!" Anunciarías con entusiasmo, viendo como Calum sujetaría sus manos en el aire viendo sus manos y sonriendo ante el gran trabajo que habrías hecho.
"Se ven genial, bebé. Gracias." Te agradecería mientras tú guardarías todas las cosas de nuevo en la bolsa antes de cerrarla y dejarla a un lado.
"¡De nada!" Responderías, besando sus labios rápidamente para a continuación levantarte, agarrar tus cosas y comenzar a caminar hacia el baño. "Ahora si me disculpas, mi pequeña vejiga y yo necesitamos utilizar el baño, me he estado aguantando todo el rato."
Calum estallaría en risas viéndote desaparecer detrás de la puerta del baño, sacudiendo su cabeza y murmurando algo sobre como realmente serías una entre un millón.
。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆
chicas seguirme en twitter : calumsvlntyne si queréis podemos ser mutual y hacernos amigas 🥺👉👈