Desayunaba uno frente al otro, se sonreían de vez en cuando, pero ninguno se atrevía a romper el silencio, ese silencio que Tae días atrás le agradó, ahora le incomoda, le hace sentir que algo va mal y eso no le gusta. Suspiró antes de hablar.
—Kook, deja de mirarme así.— metió otra cucharada de cuadritos de fruta.
—¿Así, como?— preguntó el alfa.
—Como si te preocupara algo. Puedo sentirlo, no tengo duda de ello. ¿Hay algo que quieras decirme, Kookie?— dijo Tae.
—Mmm, si, hay algo que quiero hablar contigo, pero temo mucho tu reacción o que talvez te niegues a ello...— respondió sin mirarle.
—Cielo. Solo dilo, no me gusta verte con esa cara de debate mental....— se levantó de su lugar y se acercó a Jungkook.
—Bien. La verdad es que..., se que todo lo que ha ocurrido nos afecto a ambos, siento que a veces el peso de todo aquello nos está aplastando. Y creo que es mejor hacer algo ahora, antes de que todo sea insoportable...—contestó con un suspiro.
—¿Que quieres decir?— preguntó el omega.
—Quiero empezar terapia, ir con una psicóloga..., los dos juntos.— terminó, para luego observar a Tae, que se alejaba con lentitud y volvía a sentarse de nuevo en su lugar frente a Jungkook.
—No creo que sea buena idea.— contestó. Su voz se escuchó sería, pero un tanto triste.
—Pero...— trató, el alfa.
—No, no iré a contarle a alguien más sobre como me siento. No quiero hablar de lo que paso... Ya es suficiente con ver a todos esos omegas con sus hijos y saber que yo perdí el mío, no quiero hablar de eso.— hizo puños sus manos —No iré a decirle a nadie lo vacío que me siento. Eso no servirá de nada.— dio por hecho que no iría. Aún así el alfa no estaba listo para rendirse.
—No es cierto, sabes que no es así, a mi también me duele, pero quiero avanzar, junto a ti Taehyung, te hará bien, nos hará bien a ambos ir a terapia..., podemos...— y entonces fue interrumpido.
—¡Dije que no!— exclamó en un tono fuerte y molesto por la insistencia. — ¡No quiero ir!— golpeó la mesa con ambas manos.
—¡Bien!, no vayas entonces. No te estoy obligando.— Jungkook se levantó de su lugar dispuesto a irse —Perdón por insistir en querer avanzar, talvez..., solo olvídalo, no quiero pelear contigo.— se rindió, sus palabras eran dolidas. Estaba dispuesto a avanzar, a superar, pero Tae no quería avanzar.
—¡Dilo!, vamos, dilo.— le retó el omega.
—¡Dilo tú, pero no lo diré yo!— le respondió un poco furioso también.
—¿Por qué no lo dices?, anda, di que te arrepientes... ¿Es eso?— le dijo de nuevo.
—Dije que no quiero pelear contigo, saldré antes de decir algo de lo cual luego si pueda arrepentirme.— salió de la cocina, pero antes de poder si quiera llegar hasta la sala, un Tae furioso pasó de largo a su lado, para luego posarse frente a él.
—¿Sabes que?, talvez el destino se equivocó con nosotros..., si tanto quieres avanzar entonces hazlo sin mi, déjame que me hunda y consigue otro omega que sea mejor que yo...— a pesar de que sus ojos estaban cristalizados por las lágrimas que querían salir, dijo aquello sin pensar.
—¡¿Te estás escuchando, Taehyung?!, maldición.— lo tomó por los hombros con suavidad.
—Siempre te hago daño. Quieres avanzar, quieres mejorar, superar esta pérdida dolorosa. Mientras yo sigo aferrado a esto aunque quiero superarlo, sigo aferrado, no puedo soltarlo.— dejó salir sus lágrimas.
—No me haces daño, eso no es cierto.—lo abrazó con suavidad, le permitió esconderse en él.
—Perdí..., perdí a nuestro bebé, l-luego, le resté importancia a tus sentimientos, te hice llorar. Y ahora, ahora tu quieres a-avanzar y yo... ¡Lo siento!... E-estoy asustado...— se aferró al alfa.
—T-tranquilo, lo superaremos juntos, no hay por qué tener miedo..., nada de lo sucedido es tu culpa, cielo mío. Avancemos juntos, no importa la tormenta...— le acarició el cabello. —vamos paso a paso...—
—V-vamos a la terapia...— aceptó, mirándole con los ojitos encharcados.
—Prometo que nos hará bien.— lo beso, sintiendo el sabor salado de las lágrimas de su omega. —Nam hyung se sentirá orgulloso de ti, cariño.— le sonrió leve.
—¿Lo crees?— preguntó con sus ojitos aun brillosos por las lágrimas.
—Claro que si. Él es el hombre más feliz y orgulloso de verte salir adelante. También yo claro.— contestó.
—Perdón por gritar...— se disculpó avergonzado.
Jungkook no respondió, solo le sonrió con algo de cansancio por toda la situación y lo guió hasta el sofá, Tae se sentó de inmediato sobre sus piernas y escondió su rostro en el cuello de su alfa.
—No quiero que tengas otro omega...— dijo en casi un susurro.
—¿Mmm?—
—Te dije que..., me dejaras y fueras con otro omega.— Se movió un poco dejando su aroma dulce sobre Jungkook —No quiero que me dejes, no quiero que estés con alguien que no sea yo..., perdón.— lo abrazó, dejando besitos en el cuello del alfa.
—Yo no quiero a nadie más que a ti.— le contestó Jungkook, encantado con los besito que Tae siguió repartiendo por su cuello. —Solo estabas muy molesto...— soltó un suspiro al terminar de hablar.
—Mi lobo se siente muy herido y cansado... ¿El tuyo también, alfa?— su voz seguía siendo bajita.
—Ah, si. Se siente un poco así, pero está tranquilo, estamos tranquilos de tenerte a nuestro lado.— le acarició la espalda con lentitud.
—Perdón...— pidió de nuevo, besando un poco más hasta lo que la camiseta del alfa le permitía de su clavícula.
—¿Te estás disculpado conmigo, o me estás seduciendo?—preguntó Jungkook, cuando Tae subió de nuevo besando hasta sus mejillas y luego sus labios.
—Las dos...—contestó el omega. —Siento que no nos hemos besado hace siglos.— le comentó con un puchero.
—Dioses, que cambio.— se río un momento, drenado todo el malestar y relajándose al sentir que todo estaba mejor, al sentir que el problema anterior había sido solucionado.
—Perdón por hacerte rabiar...— pidió de nuevo, besando esta vez de forma más extensa al alfa que no dudo en corresponderle.
—Hay otras formas de hacerme rabiar, pero esas me gustan más...— metió sus manos bajo la camiseta que Tae llevaba puesta, acariciando el abdomen y subiendo hasta el pecho con lentitud.
La piel del omega se erizó por completo. Que tonto fue al pedirle a Jungkook que fuera con alguien más, cuando sabía exactamente que no quería perderlo.
Se dejó acariciar por su alfa que le besaba apasionado y demandante. Exigiendo a su cuerpo cada gota de oxígeno. Era extraño lo bien que encajaban el uno sobre el otro a la hora de entregarse. Sin poder aguantarse mucho a la tentación, bajó una de sus manos, estirandola hasta llegar al pantalón de Jungkook. Acariciando por encima de la tela el miembro que empezaba a despertarse y endurecerse.
—Atrevido...— le dijo el alfa, con la voz agitada y una sonrisa maliciosa.
—¿Te gusta?— preguntó Tae de la misma manera, mientras su alfa besaba su cuello y dejaba algunas lamidas donde estaba la marca.
—Me gusta tanto, como a ti te gusta que te bese hasta el cansancio. Justo como ahora. Se que estás deseando más.— dijo cerca a su oido para luego besar su lóbulo y arrastrarlo entre sus dientes con lentitud y suavidad.
Entre risitas cargadas de deseo y malicia terminaron por quitarse la ropa, quedando ambos cuerpos desnudos sobre el sofá.
Tocandose, compartiendo mimos y calor, ese calor que comenzaba a hacer que sus pieles se sintieran tan sensibles al tacto. Jungkook se encargo de besar hasta el último pedacito de piel de su omega. Beso entre sus muslos y un poco más abajo, acariciando y apretando un poco entre sus manos, los glúteos de un Taehyung que se estremecía bajo los toques de su alfa.
—A-ahg...K-kook...— gimió, cuando sintió que el alfa le acomodaba las piernas para besar justo su entrada húmeda y jugar allí con su lengua, y maldición, Tae estaba amando como su alfa le comía el culo y le apretaba los glúteos descaradamente.
—En cuatro mi vida...— mandó el alfa. Observando como Tae con las piernas temblorosas por el placer se daba vuelta, obediente. Mostrando su tracero en alto y meneandose un poco.
De inmediato Kook se acercó y lo tomó por el cabello, en un puño, tirando un poco de él, sin llegar a hacerle daño.
Se acercó a besar su cuello y su mejilla, dejando algunas la idas y marcas de sus dientes, se encargaría de pintar en el lienzo de aquel omega, todo un paisaje erótico de marcas posesivas y placenteras. Mientras la melodía de esos gemidos extasiados seguían saliendo de la garganta de Taehyung.
Se frotó contra él, su erección siendo humedecida por el lubricante natural que escurría por la entrada del omega.
Con lentitud metió dos dedos en el interior, sin soltar su cabello, teniendo un ritmo constante de besos en su cuello, mientras con sus dedos se encargaba de estimular su interior y tratar de dilatarlo lo suficiente.
—A-alfa... Te n-necesito...— habló sin aliento, sintiendo como su cabello era liberado y su entrada vacía. Quiso quejar se por ello, pero no tuvo tiempo, el alfa ya le estaba dando vuelta.
Rápidamente el alfa se acomodó y en menos de un segundo estaba entrando en Taehyung, quien gimió al sentirse lleno. Dolió un poco, más sin embargo el omega no se quejó, aunque su rostro se contrajo en una mueca de dolor. Jungkook al notar aquello le acarició las piernas y le beso el pecho y el cuello.
—¿Entre muy rápido?— preguntó el alfa.
—N-no, creo..., creo que, solo me s-sorprendiste...— sonrió y movió su cadera dando la señal para que Jungkook se moviese en su interior.
Sin perder tiempo, el alfa empezó con embestidas lentas, pero profundas. Ambos gimiendo ante la sensación. Extrañaban sentirse así, hacia mucho que no se dedicaban a entregarse al placer y a al erotismo del momento en que sus cuerpos se llenaban de deseo y placer.
Tae apretaba con sus dedos los hombros de su alfa, y dejaba que sus uñas rasguñaran la piel. Ambos entregándose, relajando la mente y dejándose llevar, el único pensamiento que ocupaba sus cabezas, ellos juntos nada más.
Al sentir que el orgasmo empezaba a formarse, se removió un poco, empezó a embestir con más rapidez, doblando las rodillas de Tae para moverse mejor. El nudo empezaba a formarse y entonces tomó con una de sus manos el miembro del omega y le masturbó sin dejar de moverse y golpear en su interior. Sus cuerpos sudados y calientes sobre el sofá. Moviéndose y gimiendo, mezclando sus aromas, haciéndolos uno solo.
Juntos, llegaron para tocar el cielo, y poco después Tae gimió fuerte en un gritito al sentir la mordida del alfa en su cuello, renovando y haciendo más fuerte el lazo entre ellos. Sus respiraciones agitadas y una sonrisa cómplice en sus bocas, que se unieron poco después para besarse con adoración.
Sin duda, ambos necesitaban de esto. Tae sentía su abdomen pegajoso y su interior lleno. Sonrió por qué la sensación siempre sería su favorita, por que era Jungkook.
—Te a-amo...— le dijo el alfa. Dejando la idas en su cuello, sobre la marca, para luego alejarse mínima mente y mirarle a la cara.
—P-perdón...— respondió en voz baja, Tae.
—¿Por qué?—
—Por ser egoísta.—
—¿Uh?—
—A pesar de todo, no quiero que me dejes nunca, te quiero aquí, solo para mi, sin importar cuantas veces qué.—dijo al fin. Abrazándose al cuello del alfa y besándolo cortamente. El otro correspondió con una sonrisa. —Te amo Jungkook.— Le beso de nuevo.
—¿Que te parece si vamos arriba y tenemos una segunda ronda?— pregunto el alfa acariciando los glúteos del omega, esperando para salir de el y ir a su habitación.
———Kook——🌻;🌻——Tae———
Hola bonitos girasoles, aquí otro capítulo. Ah, no soy muy buena describiendo sexo, así que perdón si no es muy entretenido... Mmm, bueno, a partir de aquí la historia mejorará..., supongo. Espero les guste. Gracias por el apoyo, no olviden dejar sus estrellitas✨ y sus comentarios💬.
Pdta.
—Si tuviesen que hacer una lista de sus sentimientos en esta cuarentena, ¿En que orden del 1 al 5 los pondrían?—
—Ah, es complicado, aunque es bueno esta época para reflexionar sobre nosotros mismo y el planeta, los sentimientos azaltan el pensamiento humano y lo agobian de vez en cuando...—
Gracias por leer. 🌟
Kae~🌻