✁・・・Anuncio: Empecé un fanfic corto basado en este shot, se llama "Love's Melody" y lo pueden encontrar en mi perfil. 💕
—¡Ohhh! Nene-chan, ¿este quién es? —preguntó (TN) a la vez que iba pasando las fotos que Yashiro le había traído.
—¡Ah~! ¡Él es Minamoto-senpai! ¿Verdad que es muy guapo? —contestó alegre la albina.
—¿Minamoto...? —_____ levantó la foto en dirección a donde estaba sentado Kou observando con aburrimiento como ella y Yashiro se volvían locas por los chicos guapos de la escuela—. Hum, ¿es un filtro o algo?
—¡Ese es mi hermano mayor! —exclamó Kou cruzándose de brazos.
—¡¿Ehhh?! ¡¿Tienes un hermano mayor así de atractivo y no me dijiste?! —la chica comenzó a flotar de cabeza poniendo sus dos manos en sus propias mejillas mientras se sonrojaba—. Es tan guapo, no me importaría que me exorcizara.
—¡¿E-Es en serio?! —frunció el ceño nervioso, ella solo rió.
—Claro que no, y aunque lo intentara no podría hacerlo.
(TN) era uno de los Misterios de la escuela, más específicamente, el fantasma del salón de música del antiguo edificio. Según la leyenda que corren por los pasillos del instituto, ella le dará años de buena suerte en el amor a quien sea que pueda hacer que aparezca, esto por medio del llamado beso del amor maldito. La invocación de esta aparición consistía en que la persona interesada en hacer el ritual, debía demostrar que era digno del amor de la persona a la que se anhelaba por medio de muestras de amor que irían dedicadas a la persona en cuestión. Cartas, regalos, canciones, pensamientos, manualidades, y todo lo que fuera necesario para ganarse la confianza de dicha aparición. Si ella consideraba que alguien era digno, se mostraría ante él y le daría el famoso beso del amor maldito, si la fantasma pensaba que no eres de confianza, simplemente no aparecería jamás ante esa persona.
La forma en la que Yashiro y Minamoto conocieron a (TN) fue de la misma forma en la que conocieron a los Mokke, su rumor había sido modificado a uno totalmente diferente al que se conocía años atrás. Se corría la voz de que si algún desafortunado escuchaba la demoníaca melodía del piano que solía tocar aquella alma en pena, éste sería transportado a otra dimensión o una realidad alterna donde solo le perseguiría la desgracia y muy seguramente la muerte, sin poder escapar jamás ni regresar a su mundo original. Ni siquiera se debía estar cerca del salón de música para oírla, se decía que mientras estuvieran en la escuela, ella elegiría a una persona al azar para que escuchara la melodía maldita. Después de desaparecer a varios estudiantes, Hanako y sus amigos fueron a su rescate, siguiendo así el mismo destino que los Mokke y Yako.
—De nuevo, ¿me puedes decir por qué me sigues? —preguntó el chico del arete omamori.
—¡Ya te lo dije! Quiero ver a tu hermano, aunque sea una vez en persona, es taaan lindo~ —(TN) flotaba de cabeza junto a Kou a la vez que acariciaba las teclas de su peculiar piano en forma de semi-círculo.
—No creo que sea buena idea, ¿y por qué tienes que flotar de cabeza?
—¡Es divertido! Tú lo harías también si pudieras, Kou-kun.
—¡Claro que no! Se me iría la sangre a la cabeza y eso se siente horrible.
—Bueno, ¡tal vez por eso no me afecta~!
—Como sea, no dejaré que veas a mi hermano.
—¡Owww! ¿Por qué no? ¿Estás celoso?
—¡¿Ce-Celoso?! —Minamoto enrojeció como tomate en un instante y negó energéticamente con la cabeza. Ella rió ante su reacción.
—Era una broma, tontito —pinchó una mejilla del rubio y siguieron su camino al salón de música después del largo día de clases.
Él siempre le hacía compañía todas las tardes por un rato, se llevaban muy bien, charlaban, bromeaban, hablaban sobre su día, Kou sentía una clase de conexión con (TN) desde que se conocieron por primera vez, aunque haya sido en batalla. A pesar de que sabía que su deber era exorcizarla, con ella más que con ninguna otra ánima antes sintió que le sería imposible hacer tal cosa, no porque ella fuera muy fuerte, sino porque sentía una barrera dentro de él que se lo impedía. Varios meses habían pasado desde su primer encuentro, y aún así no sabía siquiera la causa de su muerte, pero se repetía a sí mismo que ella lo diría cuando estuviera lista.
La parte favorita del día de Minamoto, era cuando se podía sentar a escuchar la pieza que tocaría ese día en el viejo piano del salón de música, pese a que el instrumento que (TN) acariciaba tan gentilmente todas las tardes se encontraba en mal estado, ella siempre lograba hacer que melodías increíbles salieran de él. El rubio deducía que de su pasión por la música de piano, es que se le había concedido en muerte ese teclado en forma de semi-círculo como arma, era mucho más dinámico y fácil de manejar en esa presentación. Si bien en el rumor modificado se decía que podía transportarse o cambiar de dimensión al tocar melodías con específicos propósitos, nunca lo usaba para atacar humanos, solo cuando la seguridad de ella y quienes les importa se veía amenazada.
A los ojos de Minamoto, (TN) se veía angelical al tocar el piano con tanta gracia, su transparente figura a contra luz del atardecer y su suave expresión facial hacían que el rubio sintiera paz en su interior, pero ese día en especial pudo notar que el rostro de la chica mostraba un sentimiento que no había visto antes en ella.
—Kou-kun —habló una vez que dejó de tocar el piano—. ¿Alguna vez has sido traicionado por alguien a quien amabas? —el tono de voz de (TN) alertó a Minamoto haciéndolo erguirse en su asiento, se veía afligida—. Puedo confiar en ti, ¿cierto? No siento que me vayas a hacer daño, a pesar de tu naturaleza.
—(TN)... —ella volteó a verlo, tenía una sonrisa melancólica y sus ojos brillaban como cristales, el joven exorcista abrió más los ojos ante la sorpresa, esta actitud no era normal en la (TN) que conocía.
—Creo que puedo confiarte esto, pero no le digas a nadie más, ¿sí?
Minamoto asintió lentamente y escuchó con suma atención lo que el Misterio tenía que decirle. Abrió su corazón a él y se atrevió a contarle el tan doloroso pasado que la llevó a la muerte. Sucedió unos años después de que la escuela Kamome se fundó. En vida, (TN) disfrutaba profundamente de tocar el piano, soñaba con alguna vez ser parte de grandes espectáculos, presentarse en teatros, incluso componer melodías de su propia autoría, soñaba en grande, y cualquiera que estuviera a su lado podía notarlo, sobre todo aquellos a quienes tanto amaba, su familia, amigos y su novio. Era una persona amorosa, llena de cosas para dar con una amplia sonrisa. Confiaba plenamente en las personas de su circulo cercano, en varias ocasiones algunos le decían que a veces confiaba demasiado fácil y rápido en los demás, ella solo negaba tales cosas, no entendía porqué le decían aquello, simplemente sentía que la confianza era muy importante para poder formar lazos fuertes y ser capaz de ayudar a los demás.
Un día, como acostumbraba, su novio se quedó hasta tarde con ella para hacerle compañía mientras practicaba una última vez como actividad parte del club de música. El chico era bien parecido, a los ojos de (TN) era todo un príncipe, alguien quien siempre la ayudaría y protegería de todo mal, todos decían que hacían una pareja excepcional, y que, además, ese chico le ayudaría a ella para que dejara de babear indiscriminadamente sobre los chicos apuestos de la escuela.
Una tarde que parecía normal como cualquier otra, fue cuando la tragedia se suscitó, su amado novio la había apuñalado por la espalda, pero no literalmente. Traicionó su confianza de la manera más atroz, la cual fue envenenar una taza de té que le ofreció él mismo. La llevó a su muerte, en el momento de su agonía no entendía qué pasaba. Al caer al suelo sujetó a su novio del cuello de la camiseta en desesperación para que le ayudara, éste le mostró una sonrisa fría y desalmada, para después darte un último gélido beso en los labios para después dejar que finalmente muriera.
(TN) tenía la cabeza baja, sus manos en forma de puño apoyadas sobre su regazo. Minamoto no entendía cómo era que alguien podría matar a la persona que amaba. Aún cuando su confianza se vio traicionada de tan imperdonable manera, decidió volver a creer en alguien, decidió creer en él.
—Yo no quiero que nadie más pase por eso, por eso estoy aquí. Quiero proteger a la gente, si son realmente dignos haré lo que pueda para que sean felices con quien sea que corresponda su amor.
—Eres increíble —habló él aunque realmente no le había dado permiso a sus pensamientos de salir.
—¿E-Eh...? —(TN) levantó su mirada para encontrarse con los ojos zafiro de Minamoto, los rayos dorados que atravesaban la ventana reposaban en el rostro el rubio, daba una sensación de sinceridad.
—A pesar de lo que pasaste, sigues confiando. No te rindes en buscar a las buenas personas. (TN) —colocó una de sus manos sobre su propio pecho en la zona en donde se localiza el corazón—, puedes confiar en mí, jamás haré nada de traicione tu confianza —declaró decidido.
Ella alzó una amplia sonrisa en agradecimiento, y sin esperar un momento más, se acercó lentamente al rostro el muchacho, esperó su reacción ya fuera positiva o negativa, irónicamente el color carmesí de sus mejillas le dieron la señal de avance. Unió sus labios en un beso melancólico, se sentía como si fuera algo que ambos estuvieran esperando por años. Minamoto le correspondió el beso, en el momento que sintió que (TN) se separó, sujetó su hombro con una de sus manos para atraerla a él besarla una vez más. En ese instante, por una fracción de segundo pasó por su mente que el famoso "beso de amor maldito" no tenía nada de maldito, al contrario, pareciera como si pudiera tocar la divinidad del cielo al rosar sus labios con los de ella.
Kou había tenido problemas explicando el porqué no exorcizaba a las apariciones que se atravesaban en su camino porque consideraba que algunas eran buenas, ahora tendría que ideárselas para explicar el porqué no podría exorcizar a una aparición en especial porque se había enamorado de ella.
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Publicación: may. 28, 2020