El mes de diciembre había pasado tranquilo para Imogen. Bromas con los Merodeadores, clases con Snape, charlas interminables con Lily y Marlene...y quedadas nocturnas con Regulus. Como él ya había cumplido su parte del trato, se dedicaban a colarse en las cocinas, conversar con Tinkey (mientras comían, claro) y practicar quidditch, entre otras cosas. Eso sí, siempre procurando que nadie les viera.
-¿Estás listo para el partido contra Gryffindor?- preguntó la chica mientras se recostaba al lado de Regulus- dos partidos seguidos contra el mejor equipo de Hogwarts debe ser agotador.
-Más quisieras- le pasó un brazo por los hombros- por cierto, me han dicho que retransmitirás el partido.
-Jordan está indispuesto- notó la mirada del chico- cogió spatterrgroit y está afónico.
-No vayas a distraerme durante el partido.
-Ese será mi trabajo- se rió- no me mires así, Reg, eres el enemigo.
-Está bien- rodó los ojos y la besó- ¿he cambiado tu opinión?
-Qué va- negó con la cabeza- podrías intentarlo otra vez.
...
-¡Por las barbas del mismísimo Merlín!- gritó Imogen con el megáfono-¡Increíble tiro de James Fleamont Potter! 10 puntos bien merecidos para Gryffindor, cómo se notan los genes Potter.
-¡Señorita Potter!
-Perdón, profesora- la chica se disculpó sin sentirlo- bueno, Slytherin tiene la quaffle ahora, ¡porque parece ser que algunos prefieren enrollarse con sus novias antes que ir a los entrenamientos! Lo digo por ti, Frank Longbottom. Y...¡sí! Avery es prácticamente mandado al próximo siglo con la bludger magníficamente dirigida por el bateador Shacklebolt. ¿Ves, Longbottom? Eso es lo que la dedicación y práctica hace por el equipo.
-Menos rencores personales y más comentar el partido, señorita Potter- la volvió a regañar McGonagall.
-Perdón, profesora- hizo una pausa- ¿es esa...? ¡Sí!¡ La buscadora McKinnon se lanza al juego! ¡Es magnífica!¡Es perfecta! Y además soltera, chicos.
-¡Potter!
-¡Regulus Black va a hacerle competencia!- continúa la chica- ambos han visto la snitch y, ¡ouch! aparentemente el buscador Black puede ver la snitch desde la otra punta del campo, pero no puede ver el terreno que está justo en frente de su maldita cara y se come medio campo de juego.
Sirius no se había reído tanto en su vida. Entre los comentarios de su amiga, y la caída de su hermano, pensaba que iba a explotar de la risa.
-Suficiente- le arrancó el megáfono de las manos- te quedas sin esto.
-¡Pero profesora!
-Ni peros ni nada- le dio el aparato a Remus- continúe usted señor Lupin.
...
Marlene atrapó la snitch dándole la victoria a Gryffindor. No obstante, mientras todos celebraban en la sala común, Imogen se dirigió a la enfermería para ver a Regulus.
-¡Oh! ¡El gran y poderoso Regulus Arcturus Black!
Regulus gimió con fastidio cuando vio a la chica, sabía que lo iba a molestar.
-¡El más joven de la Noble y Más Antigua Casa de los Black!¡Una de los Sagrado Veintiocho!
-Te pueden oír hasta en Rumanía- murmuró el chico.
-Lleva el nombre de la estrella más brillante de su constelación- lo ignoró- ¡seleccionado en la estimada casa de Slytherin! ¡Su poder no tiene límites!
Regulus intentó apartarla pero a penas tenía fuerzas.
-Valientemente, se lanza en busca de la snitch sobre el campo- Imogen relató- ¡el público se vuelve loco y le anima! Agarra su escoba y acelera, compitiendo contra la gran Marlene McKinnon. El viento le sacude el cabello. Sus fans lo animan. Gritan. Eufóricos. Casi la tiene. ¡Vamos, Slytherin!
Imogen sonríe ampliamente mientras se inclina hacia la altura de él.
-Y entonces, 5 minutos después, se come el suelo- estalló en carcajadas.
-Cállate, Imogen- gimió el chico y después sonrió débilmente.
-Sirius está preocupado, y yo también- lo miró- ¿cómo te encuentras?
-¿Cómo crees que me encuentro? No sé como me he caído, pero me he roto varios huesos- hizo una pausa- ¿por qué no ha venido él?
-Ya sabes cómo es de orgulloso- le dio un beso casto en los labios- ¿crees que es muy arriesgado si me quedo?
-No, no hay nadie más aquí y el equipo ya ha venido a ver cómo estaba- negó- están cabreados.
-Normal, os hemos dado un baño.
Regulus notó la emoción de la chica y supo que ella preferiría estar celebrándolo con su casa.
-Sé que quieres ir a celebrar- dijo Regulus- anda, ve. Seguramente Madame Pomfrey me de el alta mañana por la mañana.
-¿Seguro?
-No soy tan egoísta.
Imogen sonrió y lo volvió a besar.
-Nos vemos mañana.
...
Esa misma noche, mientras Regulus intentaba dormir en la incómoda cama de la enfermería, Madame Pomfrey recibió la visita de Albus Dumbledore.
-Buenas noches, Albus- saludó la mujer- ¿a qué debo la visita?
-Vengo a traerle personalmente las noticias, Poppy- hizo una pausa- ¿es seguro hablar aquí?
-Sí, claro- murmuró preocupada- el señor Black lleva dormido unas horas.
-Bien- continuó el profesor- he venido a decirle que después de muchos años intentándolo, Damocles Belby ha conseguido crear la poción matalobos.
-¡Santa Morgana!- exclamó ella- supongo entonces que el chico empezará a tomarla la próxima noche.
-Supone usted bien, espero que se la de al acompañarlo al Sauce Boxeador- asintió ella- es un alivio saber que después de tantos años el chico Lupin encontrará un poco de alivio.
-Por lo menos mantendrá sus facultades mentales. ¡Pobre chico!
-Con el tiempo todo será mas fácil. Buenas noches, Poppy.
-Buenas noches, profesor.
Lo que no sabían ambos era que Regulus estaba bastante despierto. Lo había escuchado todo. Los rumores que Severus había intentado divulgar durante años eran ciertos. Y entonces, entendió por qué Imogen quería ser animaga. Un hombre lobo sólo es peligroso para un humano.
...
Después de haberse recuperado, decidió que debía hablar con Imogen sobre lo que había descubierto.
-Imogen- se acercó a la mesa de Gryffindor- ¿podemos hablar?
Ella lo miró extrañada, como todos los demás que estaban en la mesa. ¿Por qué alguien como Regulus Black querría hablar con Imogen Potter? La cara de los Merodeadores era un poema, y, por supuesto, no se iban a quedar sin saber qué tenían que hablar.
Esperaron a que ambos hubieran desaparecido por la puerta y, mapa en mano, los siguieron hasta la torre de Astronomía.
-Escuché una conversación entre Dumbledore y Pomfrey en la enfermería- soltó- unas horas después de que te fueras.
¿Para qué visitaría Imogen a Regulus? James estaba dispuesto a decir algo cuando Sirius le tapó la boca
-Cállate o nos descubrirán-susurró.
-Por lo visto han creado una poción matalobos- todos los presentes se tensaron- para calmar los síntomas de la licantropía.
-¿Sí?- preguntó Imogen nerviosa- qué suerte.
-No te hagas la loca- rodó los ojos Regulus- sé por qué querías convertirte en animaga.
-No tenía ningún motivo, yo sol-
-Remus Lupin es un hombre lobo- la interrumpió.
-¿Cómo has podido contarle?- Sirius salió del escondite.
Imogen abrió la boca al ver a sus amigos, pero las palabras no salían.
-Imogen, tienes dos segundos para explicar qué es esto- habló James.
-¿Por qué me espiabais?
-¡Qué mas da!- James estaba enfadado y decepcionado- ¿de repente aparece Regulus Black nervioso pidiendo hablar contigo? ¡No somos estúpidos, Imogen! Sabíamos que nos ocultabas algo desde hace un mes.
Remus no hablaba, simplemente la observaba con lágrimas en los ojos, destrozado. Y Peter tenía una mano posada en el hombro de su amigo, brindando apoyo.
-Te convertiste en animaga- habló Remus al fin, muy lentamente- cuando específicamente te pedí que no lo hicieras.
-¿Qué esperabas que hiciera?- las lágrimas se acumulaban en los ojos de la chica- ¿tienes idea de lo que se siente cuando tu mejor amigo aparece cada mes con más rasguños en la cara? ¿tienes idea de lo que es ver como está tan débil que no puede ni andar y tener que resignarte a traerle un estúpido chocolate? ¡ponte en mi lugar!
-Lo que has hecho es egoísta.
-¿Egoísta?- se giró hacia Sirius- no seáis hipócritas. Vosotros hicisteis lo mismo.
-¡Y por eso sabemos el peligro que conlleva, idiota!- exclamó su hermano.
-Soy mayorcita para tomar mis decisiones.
-¡PUES TU ESTÚPIDA DECISIÓN LO HA LLEVADO A DESCUBRIR MI SECRETO!- explotó Remus señalando a Regulus- me has traicionado.
Fue entonces, cuando vio la furia y la decepción en los ojos de su amigo, que se dio cuenta de lo que había hecho. En ningún momento quiso que Regulus lo descubriera. En ningún momento se le pasó esa posibilidad por la cabeza.
-Yo...- rompió a llorar- yo no le dije nada. Él me ayudó y me preguntó, pero nunca dije nada, Remus. Lo juro. Debes creerme.
-Confiaba en ti- la miró con odio- cuando todos creían que ocultabas algo, confié en ti. ¿Y tú que hiciste? Me mentiste en la cara.
-No- negó con la cabeza- sólo la hacía porque quería ayudarte.
-Probablemente ahora que Regulus sabe mi secreto tenga que abandonar Hogwarts- la miró- y eso es tú culpa.
Los chicos sabían que Imogen había hecho mal en no decirles lo de la animagia, pero ella no tenía la culpa de que Regulus hubiera escuchado esa condenada conversación. No tenía la culpa de que hubiera sido descubierto. A James le partía el corazón verlos así.
-Remus, amigo- se acercó James- creo que te estás pasando.
-¿Pasando?- lo miró- no la defiendas porque sea tu hermana.
-No, Remus- negó- hizo mal en no decírnoslo, pero no tiene la culpa de esto.
-Sí que la tiene, por haber confiado en alguien como él.
-¡Hey!- interrumpió Regulus- ¿quién ha dicho que yo iba a decir algo? me trae sin cuidado lo que hagas con tu vida, Lupin, pero ten cuidado en cómo la tratas. No es su culpa. Nunca me dijo nada, lo descubrí yo solo.
-Ahh, ya veo- Remus estaba cegado con su ira- encima te lo tiras, ¿no? ¡Mira, James! Tu inocente hermanita ya ha encontrado novio.
-Te estás pasando, Lunático- intervino Sirius- Continuemos la conversación más tarde, cuando estés más calmado. Estás diciendo cosas de las que te puedes arrepentir después.
-No me voy a arrepentir de esto- la miró- no quiero que te acerques más a mi, ¿entendido? si no me expulsan después de que tu noviecito se vaya de la lengua, no quiero saber nada más de ti.
-Pero...- le dolía la garganta de llorar.
-No, Imogen- negó- ya no confío más en ti.
Después de eso, Remus abandonó la torre, seguido de Peter, que no había dicho nada en toda la discusión.
-James, Sirius, yo-
-Estoy decepcionado- interrumpió James- pero eso no significa que piense que tengas culpa de nada. Entiendo tu posición.
-Se le pasará- dijo Sirius.
-Estaba muy enfadado- se tapó la cara con las manos mientras Regulus la abrazaba.
-Umm-los separó James y señaló a ambos- ¿qué es esto exactamente?
-No me jodas, Reggie- levantó las cejas Sirius- te has pillado por una Potter.
-Déjame, Sirius- gimió Regulus.
-Reggie, mírate, ¡defendiéndola y todo!- se puso serio- como le hagas algo...
-Créeme, ella me matará antes que tu- eso hizo que la chica riera.
Los tres se sintieron aliviados al verla reír. Parecía destrozada cuando Remus se fue.
-Dale tiempo, ¿vale?- la abrazó James- y tú-señaló a Regulus- te tengo vigilado.
-Apreciaría que no le contarais esto a nadie- dijo Imogen mientras se sobaba la nariz.
-Ya han empezado a sacar conclusiones después de que aparecieras por la mesa de Gryffindor, hermano.
Ambos se miraron.
-Vámonos, Imogen, necesitas descansar.
-Sí- se giró y le dio un beso a Regulus- adiós.
-¡Asqueroso!- gritaron James y Sirius.
Los tres Gryffindors partieron tumbo a su torre.
-¿Creéis que podrá perdonarme?- preguntó Imogen- sé que Regulus no dirá nada.
-Es Remus, Immy- la animó Sirius, sabiendo que su hermano no diría nada- está dolido, sólo necesita tiempo.
Y, así, una vez más los hermanos Potter y Sirius Black caminaban juntos hacia sus dormitorios, los tres rezando para que las palabras de Sirius fueran ciertas y más pronto que tarde todo volviera a la normalidad.