capítulo 2: El trol y el nuevo buscador

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Imogen se pasaba las mañanas en la enfermería y la mayoría de las tardes iba a buscar a Regulus para ir juntos con Hagrid. Su hijo adoraba al guardabosques y todas las anécdotas que contaba acerca de animales fantásticos. Incluso lo ayudaban con algunas tareas.

Para Halloween, Imogen tuvo que estar presente en el banquete, por lo que Regulus volvió a quedarse con los Weasleys.

-¿Qué es lo que te tiene tan preocupado?- le preguntó a Hagrid.

Hacía días que había encontrado el cuerpo inerte de un unicornio.

-Nada, nada- negó restándole importancia y bebiendo un sorbo de vino- ¿cómo está Regulus?

-Está en La Madriguera- respondió- ya sabes, normalmente como en casa con él, pero cuando hay banquetes debo estar aquí.

-Entiendo- asintió- el año que viene será todo mucho más fácil.

-Eso espero- suspiró.

Hagrid iba a decir algo más cuando el profesor Quirrel, de Defensa Contra las Artes Oscuras, entró alarmando de un trol en el castillo. 

La chica Potter se levantó corriendo ante el alboroto intentando divisar a Harry. Los prefectos intentaban organizara los alumnos para llevarlos a las salas comunes. 

Su corazón empezó a latir con fuerza al no localizar a su sobrino ni a Ron.

-Mierda- murmuró y se fue corriendo hacia las mazmorras, donde el profesor había dicho que estaba la bestia.

Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho y se detuvo en seco al escuchar alboroto en los baños.

Oh, no.

Cuando entró, el gigante estaba tendido en el suelo, inconsciente. Harry, Ron y Hermione la miraban con tensión.

-¿¡SE PUEDE SABER EN QUE ESTABAIS PENSANDO!?- gritó mientras inspeccionaba la cara de Harry para ver si tenía algún rasguño.

Después de comprobar que estaba bien lo abrazó con alivio. El resto de profesores llegó y después de una explicación y unos ajustes de puntos, todo pareció volver a la normalidad.

-No volváis a hacer algo así, ¿me oís?- miró a los tres- Hermione, ¿verdad?

La chica asintió tímida.

-McGonagall me habló de ti- se agachó y le susurró- la verdad es que yo no me puedo creer que alguien tan inteligente como tú se haya arriesgado así.

Hermione agachó la cabeza.

-No pasa nada- la tranquilizó- no tienes por qué contármelo. Sea lo que sea, perteneces a la mejor casa de todo Hogwarts por alguna razón, no dejes que te pisoteen- le guiñó el ojo.

-A la cama todos- se despidió.

Cuando los tres se habían ido, el director se le acercó.

-Pues parece ser que ha heredado vuestra atracción por los problemas- dijo con un brillo de diversión en los ojos.

Imogen resopló de sólo pensar en tener que aguantar todo lo que sus padres aguantaron con James y ella.

...

-¡TÍA IMMY!- gritó Harry entrando en la enfermería- ¡QUIEREN QUE SEA EL BUSCADOR DEL EQUIPO?

Imogen, que estaba ordenando algunos papeles en el despacho de Madame Pomfrey, se congeló.

-¿Q-Qué? ¿cómo?- hizo una pausa- ¿no debes estar en segundo año?

-La profesora McGonaggal dice que se puede hacer una excepción- respondió contento- Oliver Wood, el capitán, me ayudará a ponerme al día.

La mujer no sabía como reaccionar.

-¿No estás feliz?- la sonrisa del niño decayó- pensé que como hablas tanto sobre el deporte te haría ilusión.

-NO- sacudió la cabeza- por supuesto que me hace ilusión, cariño.

Se levantó y fue a abrazarlo.

-Tu padre estaría flipando ahora mismo- susurró.

-¿Él también jugaba?- preguntó curioso.

-Oh- sonrió- era el mejor de todos. Jugaba como cazador.

-¿Sí? ¿Y quién era el buscador?

Sintió un pellizquito en el pecho.

-Mi mejor amiga, Marly- sonrió nostálgica- no la conoces, murió también en la guerra.

Harry la miró apenado y la abrazó.

-Espero que le ganemos a Slytherin, la verdad. Son todos unos maleducados y engreídos.

Imogen rió.

-Para ahí, vaquero- se separó- hay algunos que se salvan, créeme.

-¿Cómo quién?

-Pues mira, precisamente conocí al buscador de Slytherin cuando yo estaba aquí. Eramos grandes amigos.

-¿Sólo amigos?- levantó las cejas al ver la sonrisa de su tía.

-Haces muchas preguntas, enano- le removió el pelo.

-¡Entonces tengo razón! ¿Cómo se llamaba? ¿Lo conozco? ¿Cómo era?- empezó a preguntar con emoción.

Su tía suspiró rendida.

-Se llamaba Regulus. No, no lo conoces. Era muy guapo- respondió con diversión por orden.

-¿Regulus? ¿cómo el primo?

-Sip, su padre y yo decidimos llamarlo así en honor a él. También fue víctima de guerra.

Harry volvió a sentir pena. Le dolía pensar en todo el dolor que aquella mujer, la persona a la que más quería en el mundo y que más le quería a él, había tenido que soportar.

Nunca hacían preguntas tampoco acerca del padre de Regulus. Imogen dijo una vez que también murió la noche del "accidente" y desde entonces no preguntaron más.

-Reggie y yo estaremos en tu primer partido para ver como machacas a esas serpientes, cariño- sonrió.

...

Volver a aquellas gradas le hacía sentir como si realmente nada hubiera cambiado. Si cerraba los ojos, podía imaginarse allí, 12 años atrás, animando a su hermano.

-No entiendo este juego- dijo Regulus frustrado, dándole los prismáticos a Hagrid.

-No te preocupes, cariño, ya lo entenderás- le acarició el pelo su madre.

Hubo un momento en el que Harry empezó a hacer cosas raras con su escoba, pero después supo controlarlo y acabó consiguiendo atrapar la snitch.

-¡ESE ES MI NIÑO!- exclamó- ¡ES MI SOBRINO! ¡BRAVO, HARRY!

-Mamá, por favor- le pidió su hijo- nos está mirando todo el mundo.

-¿Te da vergüenza? 

-Un poco.

-Ah...-lo miró con pena fingida y sonrió- ¡BIEN HECHO, HARRY! 

Regulus rodó los ojos.

El comentarista también estaba eufórico. Era gracioso saber que el hijo de Jordan había seguido los pasos de su padre.

-Debo decir que me recuerda mucho a usted comentando los partidos- escuchó a McGonagall.

Imogen soltó una risita.

-¡Usted me relevó! No pude ni acabar el partido.

La profesora sonrió.

...

nota: sé que es muy cortito. Realmente los dos primeros libros van a ser un poco de relleno, lo interesante viene con el prisionero de Azkaban y el reencuentro de todos.

it isn't in my blood [black]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang