capítulo 9: el diario de Tom

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Imogen se sintió como cuando era una alumna en el castillo al estar enfrente del despacho de McGonagall. No podía negar que estaba nerviosa incluso siendo ya una adulta.

Fawkes, Lockhart, Ginny, Regulus, Ron y Harry estaban a sus espaldas, todos llenos de barro y ella con un agujero ensangrentado en su pantalón, aunque ya no había rastro de ninguna herida.

Suspiró y llamó.

Hubo un momento de silencio. Molly, Arthur, Dumbledore y Minerva los miraron sin decir palabra.

-¡Ginny!- gritó Molly llorando delante de la chimenea tras unos segundos. Se puso en pie de un salto, seguida por su marido, y se abalanzaron sobre su hija. 

El profesor Dumbledore estaba ante la repisa de la chimenea, sonriendo, junto a la profesora McGonagall, que respiraba con dificultad y se llevaba una mano al pecho. Fawkes pasó zumbando cerca de Harry para posarse en el hombro de Dumbledore. 

Antes de poder reaccionar, Imogen estaba siendo abrazada fuertemente por la señora Weasley, al igual que Ron y Harry.

-¡La habéis salvado! ¡La habéis salvado! ¿Cómo lo hicisteis? 

-Creo que a todos nos encantaría enterarnos -dijo con un hilo de voz la profesora McGonagall y miró la pierna de la que una vez fue su alumna- ¡por la gloria de Godric, Imogen! ¿estás bien?

-Sí, sí...- asintió restándole importancia.

Harry dudó un instante, pero luego se acercó ala mesa y depositó encima el Sombrero Seleccionador, la espada con rubíes incrustados y lo que quedaba del diario de Ryddle. 

Miró a su tía y empezó a contarlo todo. Habló durante casi un cuarto de hora, mientras los demás lo escuchaban absortos y en silencio. Contó lo de la voz que no salía de ningún sitio; el papel que se encontraron debajo de la cama de Hermione que resultó que Imogen había encontrado antes; el basilisco que iba por las tuberías; que él, Ron y Regulus siguieron a las arañas por el bosque; que Aragog les había dicho dónde había matado a su víctima el basilisco; que había adivinado que Myrtle La Llorona había sido la víctima, que la entrada de la Cámara de los Secretos podía encontrarse en los aseos; que una vez allí se encontraron con su tía...

-Muy bien -señaló la profesora McGonagall, cuando Harry hizo una pausa- así que averiguasteis dónde estaba la entrada, quebrantando un centenar de normas, añadiría yo. Pero ¿cómo demonios conseguisteis salir convida, Potter?- se giró y miró a Imogen- ¿cómo una persona adulta puede actuar tan impulsivamente? ¡Ya no es una niña, señorita Potter! ¡No puede seguir haciendo estas locuras!

 Pero ¿cómo demonios conseguisteis salir convida, Potter?- se giró y miró a Imogen- ¿cómo una persona adulta puede actuar tan impulsivamente? ¡Ya no es una niña, señorita Potter! ¡No puede seguir haciendo estas locuras!

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-¿Qué se suponía que debía hacer?- frunció el ceño ligeramente molesta- sabía que los niños planeaban algo. Siendo honestos, ¡siempre están tramando algo! Pero, ¿perseguir arañas? ¿arañas GIGANTES?- cerró los ojos al darse cuenta de que había hablado más alto de lo debido- encontré el papel en la mano de Hermione y no lo pensé dos veces. Intentaba protegerlos.

it isn't in my blood [black]Where stories live. Discover now