capítulo 23: los niños se convierten en soldados

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La boda de James y Lily había sido como un pequeño oasis entre el miedo que sembraba el ejército de Voldemort. Decidieron que la boda sería en diciembre (muy al pesar de Imogen, que quería que fuera en otoño) y fueron todos sus amigos, incluidos los de la Orden.

Fue un día fantástico en el que lloraron, gritaron, bailaron, comieron y bebieron como si no hubiera un mañana.

La mañana siguiente, estaban todos ayudando a James a empacar sus cosas para mudarse a la casa que había comprado con su mujer.

Bueno, todos ayudaban mientras Imogen estaba intentando hacerle una trenza en el pelo a Sirius, que también había conseguido un apartamento gracias a la herencia de un tío suyo. Justo cuando terminó, alguien llamó a la puerta.

-Voy yo- se levantó Peter.

Cuando vio quién había llamado a la puerta se le cayó el cuadro que llevaba en la mano, haciendo que los demás fueran corriendo ante el estruendo.

Regulus Black y su elfo, Kreacher.

Todos estaban en shock. Euphemia y Fleamont estaban demasiado confusos.

-No hay tiempo para explicaciones- dijo el chico- van a atacar a los Macdonald.

-¿Qué...-Remus se vio interrumpido por Sirius, que le lanzó a su hermano lo primero que tuvo a mano.

-¿CÓMO TE ATREVES A VENIR AQUÍ- la rabia estaba en sus ojos- Y SOLTAR ESO? ¿CÓMO SABEMOS QUE ES VERDAD?

-Sirius- Marlene lo tranquilizó.

-Escuché una conversación entre Mulciber y Avery- dijo mirando a Imogen- sé que es tu amiga, te prometí que...

-Me prometiste muchas cosas, sí- dijo Imogen cortante- supongo que has traído a Kreacher porque todavía no puedes aparecerte- él asintió-Ahora véte, nosotros vamos a casa de Mary.

-Tú no...- empezó a decir James.

-¡Y un cuerno!- interrumpió- es mi amiga. Vamos, no tenemos tiempo que perder.

-Hija...-empezó a decir su padre- no te puedo detener, pero ten cuidado.

Ella asintió y volvió a mirar a Regulus.

-Gracias- dijo- ahora vuelve a tu casa antes de que se den cuenta de que no estas.

-Imogen- la miró y sonrió débilmente- lo siento.

-Lo sé- sonrió tristemente.

Regulus y Kreacher abandonaron la casa al mismo tiempo que ellos aparecieron en la casa de su amiga. Peter sentía el corazón se le saldría del pecho en cualquier momento.

-La puerta está abierta- susurró James.

Antes de que se dieran cuenta, Colagusano ya había entrado corriendo en la casa en busca de su novia.

-¡Mary!- gritó.

La casa estaba en un inusual silencio. Imogen se temió lo peor.

Cuando todos llegaron arriba, la escena que vieron les rompió el corazón. Peter estaba abrazando el cuerpo de Mary, cuyos ojos abiertos carecían de vida. Su llanto se escuchó por todo el vecindario.

-¿Y los padres?- le susurró Sirius a James.

El chico de las gafas negó, dándoles a entender que habían sufrido el mismo destino que su hija.

Imogen se arrodilló junto a Peter y lo abrazó mientras lloraba por su amiga. Los demás estaban consternados. No se podían creer que Mary, la dulce Mary, estuviera muerta. 

it isn't in my blood [black]Where stories live. Discover now