capítulo 11: ¡puedo volar!

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La noche de Halloween, Imogen se reunió con Regulus en la Torre de Astronomía a media noche, como siempre, pero esta vez para realizar la poción de animagos.

Cuando la chica llegó, vio que su amigo había venido preparado. Había colocado una mesa con todos los ingredientes y un frasquito de cristal.

-Vale- dijo Regulus cuando Imogen llegó a su lado- ha pasado oficialmente el tiempo, es hora de sacar la hoja.

Imogen se sacó la hoja con mucho cuidado, utilizando las pinzas que Regulus le dió.

-Colócala en el frasco- Imogen hizo lo que le dijo- ahora, mientras el frasco está colocado bajo la luz de la luna, añadimos el cabello- le arrancó un pelo.

-¡Ouch!- se quejó ella.

-Silencio, por favor- continuó el chico- la cucharita de rocío y la crisálida de polilla.

-¿Ya está?

-Sí- dijo tapando la mezcla- ahora debe reposar en un lugar oscuro hasta la próxima tormenta eléctrica.

-¿Bajo mi cama?- propuso Imogen.

-Sí, eso será suficiente- le entregó el frasco- es muy importante que recites el conjuro al anochecer y amanecer hasta el día de la tormenta.

-Y apuntándome al corazón- asintió- Amato animo animato animagus.

-Perfecto.

-Ojalá la tormenta no tarde mucho.

-Eso no lo podemos controlar, Imogen- le colocó una mano en el hombro- pero vamos muy bien.

Eso animó un poco a la chica.

-Me tengo que ir- dijo recordando que hoy era luna llena- ¿nos vemos mañana?

-Sí, claro-hizo una pausa- el partido contra Gryffindor se acerca y podrías enseñarme algunas cosas.

-No traicionaré a mi equipo- lo miró levantando las cejas- pero si quieres podemos entrenar juntos.

-Me conformo con eso- asintió- hasta mañana.

-Nos vemos.

Imogen se dirigió hacia la enfermería y esperó un poco a sus amigos.

-Hey- saludó cuando los vio acercarse por el pasillo- ¿cómo ha ido la noche?

-Anda, mira quién se digna a hablarnos ahora- dijo sarcásticamente Sirius.

-No es momento, Canuto- dijo Remus a duras penas.

Todos entraron a la enfermería, no tuvieron que llamar a Madame Pomfrey debido a que Remus no tenía a penas heridas, pero estaba agotado.

-Lo siento- dijo la chica bajando la mirada- ha sido un mes...complicado.

-Podrías haberlo hablado con nosotros- dijo James.

-Hay cosas que es mejor enfrentarlas sola.

- No importa lo que sea, siempre estaremos para ti- respondió su hermano.

-¿Promesa de Merodeador?

-Promesa de Merodeador- respondieron todos menos Remus, que se había dormido en cuanto tocó la cama.

-Anda, mocosa- dijo Sirius- ven y dame un abrazo.

Ambos se abrazaron y después se unieron Peter y James. Sin embargo, la culpabilidad de no contarles lo que tramaba la estaba matando.

...

El mes de noviembre pasó sin ninguna tormenta, lo que preocupaba y frustraba a Imogen.

it isn't in my blood [black]Where stories live. Discover now