Wilmer tenía algo importante que decirle a Demi, pero en medio de tanto revuelo y con la familia tan cerca, no había tenido oportunidad.
Terminando la tarde les habían pedido a los Valderrama que se llevaran a Paulina con ellos para pasar la noche. Ellos dos aprovecharían el momento para hablar con tranquilidad. Demi estaba viviendo en una incertidumbre, Wilmer desde aquel momento se mantuvo distante, algo frío e incluso nervioso. Él había decidido llevar a su familia a su antigua casa en carro en lo que Demi se arreglaba un poco para la cena. Marissa se había quedado con ella, hasta que su cuñado regresara...
Marissa: ¿Qué es lo que ocurre con ustedes?
Demi: Ni yo lo sé, (ajustándose el vestido) no se ni para qué me arreglo.
Marissa: Estás rara...¿No estarás embarazada de nuevo?
Demi: Oh vamos, (comenzó a reírse) puedes estar tranquila. No tenemos pensado tener otro hijo. No estoy embarazada.
Marissa: Mmm...ya veo... (se quedó algo pensativa)
Demi: ¡Oh! (la miró sorprendida) No me digas que.... ¿Tú estás embarazada?
Marissa sonrió y Demi la abrazó.
Demi: ¡Felicidades! ¿Christopher lo sabe? (ella negó) No sé qué esperas para decírselo, le encantará la noticia.
Marissa: Tú tardaste nueve meses para hacerlo...
Demi: Mi caso era diferente, no tengas miedo. Esta noticia lo pondrá muy feliz, créeme.
Marissa se quedó en silencio. Acto seguido sintieron la puerta de la entrada abrirse, bajaron y Wilmer las recibió con una sonrisa. Cuando se quedaron solos él la evitaba en todo momento, hasta que ella se sentó en el sofá y se cruzó de brazos, esperando una sola reacción de él. Wilmer dejó de poner los cubiertos en la mesa y se sentó a su lado.
Demi: ¿Te has cansado de mí?
Wilmer: Nunca (sonriéndole) Te amo como nunca.
Demi: Pues entonces, ¿me vas a decir ya lo que te pasa o me vas a seguir dejando así?
Wilmer: ¿No quieres cenar primero?
Ella suspiró y se levantó algo molesta. Se dirigió hacia las escaleras, pero Wilmer la tomó de la mano y la giró sobre sí misma. Sus ojos se humedecieron, sentía que lo perdía y no entendía su actitud nuevamente. Él sonrió...
Wilmer: Siempre tan necia.
Demi: Y tú tan estúpido.
Wilmer: Cariño, ya no soporto más y no sé si otra negativa tuya sea lo mejor para mí.
Demi: ¿Negativa?
Wilmer: Hace unas semanas te pedí que te casaras conmigo (ella ya comenzaba a comprender todo) y me dijiste que no. Hoy te lo vuelvo a pedir, quiero que te cases conmigo y que estemos juntos para siempre.
Demi: Te dije que no por una única razón, pero no voy a volver a decirte que no. Te amo y quiero arriesgarme por tí y por la felicidad de Paulina.
Wilmer: Eso quiere decir... ¿que debemos organizar una boda en breve?
Demi: Eso quiere decir que me quiero casar contigo, señor Valderrama.
Los dos se fundieron en un beso cargado de pasión. Sus lenguas se buscaban al igual que sus manos, la cena ya no importaba. Wilmer la pegó a la pared con desgarro y comenzó a dibujar un sendero de besos por el cuello de ella. Demi gimió, al fin estaba siendo feliz. Sus pezones duros se notaban tras la tela del vestido, él los palpó y enloqueció por completo.
Sus dedos avanzaron por sus muslos hasta tocar su ropa interior. Su humedad traspasaba aquellas suaves telas. Él sonrió y elevó su vestido, despojándose por completo de él. Demi se encargó de desabrocharle el pequeño cinturón que colgaba de su pantalón vaquero. Su erección ya era muy notable. Cuando se lo quitó lo pasó tras su nuca y lo aferró a ella, sonriéndole con picardía.
Wilmer: No puedes ser una chica mala...
Demi: Sí que puedo.
Palpó y acarició su miembro en erección. Después se encargó de bajarle el pantalón y deshacerse del bóxer. Él se encargó de quitarse la camisa, una vez que estuvo desnudo Demi hizo el intento de arrodillarse, pero antes de hacerlo salió corriendo hacía el cuarto. Wilmer salió tras ella, escuchando como se iba riendo. Él la alcanzó antes de que llegara y la cogió en brazos. Ella no puso resistencia ninguna y esperó a que la dejara sobre la cama.
Wilmer: Me encanta verte feliz. Daria mi vida por tí o por Paulina. ¿Quién me iba a decir hace un año que iba a estar así contigo?
Demi: Nadie. ¿Pero te has dado cuenta de todo el tiempo que hemos perdido? (riéndose divertida) Podías haberme encerrado en el baño mucho antes o tu haber sido así desde un principio.
Wilmer: Más de una vez pensé en quitarte la ropa a tirones y recorrer tu cuerpo con mi lengua.
Demi: Ajam (se mordió su labio inferior y continuó) y ¿qué esperas?
Wilmer no se detuvo más tiempo y comenzó a lamer su cuello. Él estaba seguro de que Demi era la mujer de su vida. El cuerpo de ella reaccionaba sin parar a las caricias de Wilmer, y aquello a él le volvía loco. Cuando ella pudo incorporarse un poco se puso sobre él y tras dedicarle una sonrisa cómplice comenzó a besarlo.
Wilmer no quería esperar más, necesitaba entrar en su interior y estaba seguro de que ella también lo estaba deseando. Por lo que con un simple movimiento introdujo su miembro en el interior de ella. Demi echó la cabeza hacía atrás y gimió como nunca lo había hecho. Los dos se amaban y por fin iban a lograr lo que tanto habían deseado, casarse y estar juntos. Cada vez que Wilmer hacía presión, ella sentía que iba a desvanecer hasta que los dos alcanzaron el clímax bañados en sudor.
Wilmer: Hay que poner fecha...
Demi: Wilmer, (se acostó a su lado) no es por hacerte esperar más tiempo, pero... me gustaría que Paulina fuera la encargada de llevar los anillos.
Wilmer: Eso quiere decir que la niña debe saber caminar (ella asintió y él sonrió) Está bien, pero... ¿Qué te parecería si en lo que nuestra hija crece, encargamos a su hermano?
Demi: ¿Cuál hermano?
Wilmer: Creo que no le vendría mal un hermano...
Demi: Ya va a tener un primo, ¿Es necesario?
Wilmer: ¿Primo?
Demi: Ah sí, Marissa está embarazada (se acomodó en la cama y Wilmer se incorporó inmediatamente para seguir viéndola)
Wilmer: OMG...Voy a ser tío. Aún así creo que tres niños corriendo por ahí, son mejor que dos. (riéndose)
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Eso todo por hoy, mañana trataré de subir uno más. Gracias por leerme!
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Xoxo, D