Ardiente Deseo (18+)

Capítulo #25 - Quédate esta noche

Tocaron al timbre y Demi fue abrir. Eran las once de la noche y no se sorprendió al ver a Wilmer tras la puerta. Suspiró y lo invitó a pasar. Se sentó en el sofá y se le quedó viendo. Ella estaba en sus últimos días de embarazo y él había ido cada noche por si se presentaba alguna dificultad. Wilmer se acercó a ella y tocó su vientre como cada día, después acercó su oreja queriendo escuchar a aquella niña inquieta. Demi no pudo evitar reírse, la niña cuando él estaba cerca se aceleraba muchísimo más, era como una conexión padre e hija.

Wilmer: Cariño ¿Cómo estás? ¿Todo bien?

Demi: Wilmer, estoy como los últimos diez días que has venido a verme. Nada ha cambiado. Te he dicho mil veces que no vinieras.

Wilmer: Quiero estar cuando suceda...

Demi: Pues te digo que esta niña es bien incierta. No me gusta que vengas a estas horas hasta aquí y todo para nada.

Wilmer: Para verte... (se miraron fijamente durante un instante, hasta que ella giró la cabeza) Me encanta poder vivir toda esta experiencia contigo. El poder tocar tu vientre y sentirla es... inexplicable. (sonrió)

Demi: (le sonrió de vuelta) Lo se...

Wilmer: Te quiero preguntar algo, sé que quizás no viene al caso ahora, pero... ¿De verdad Nick es el padre?

Demi: No, no viene al caso (puso su mano sobre su vientre y lo miró) ¿Te importaría traerme un poco de agua? Hoy está un poco más activa de lo normal.

Él asintió y se dirigió hacia la cocina. Demi sabía que estaba haciendo mal, le estaba ocultando la verdad aún viendo la ilusión que aquello le hacía. Cuando volvió, tomó el vaso de agua y se lo bebió tranquilamente... el teléfono de Wilmer comenzó a sonar, era Christopher y lo contestó. Ella escuchó como charlaba con su primo, diciéndole que todo seguía igual... hasta que ella le quitó el teléfono.

Demi: Hola...

Christopher: Hola Demi, ya me dijo Wilmer que aún nada de nada.

Demi: Quedan dos semanas para que dé a luz. Son bien intensos. En mala hora tu tía mencionó que el parto se podía adelantar.

Christopher: Es por prevenir. Además, estás en muy buenas manos. ¿Sabes? Creo que a mi primo le gustas.

Demi: No digas tonterías... (dijo disimulando) solamente quiere que todo vaya bien.

Christopher: Ajá... claro, yo también quiero que todo salga bien y no te acoso todas las noches.

Comenzó a reírse tras el teléfono y Demi suspiró, Wilmer se mantenía alejado de todo aquello. Estaba centrado en acariciarle el vientre.

Christopher: Bueno los dejo. Cuídate, cualquier cosa nos llamas.

Dejó el celular en la mesa y Wilmer se incorporó. Esta vez no esperó a que ella apartara la cara, se aproximó y comenzó a besarla con desgarro. Hacía muchísimo tiempo que no se daban un beso de aquella manera. Sus lenguas chocaron entre sí y él al sentir la dureza de los pezones de ella, soltó un gruñido. Le encantaba ver que aún seguía reaccionando a sus caricias.

Demi: Wilmer... no puedo... entiéndeme...

Wilmer: Lo sé, tranquila. (él seguía besándola, deslizándose por su cuello) No llegaremos a nada más. Pero déjame tocarte.

Demi: Quédate esta noche si quieres, pero detente.

Al fin se detuvo. Demi mantenía una de sus manos en su vientre. La niña estaba muy acelerada, no dejaba de moverse, había estado así durante todo el día pero ahora con más intensidad. Aquello para ella era agotador. Wilmer la ayudó a subir hasta su habitación y la acomodó en la cama como hacía cada día. Pero esta vez no abandonó la habitación para irse a su casa sino que cerró la puerta y se acostó al lado de ella.

Wilmer: Te extrañado tanto... (dijo mientras le acariciaba la mejilla) 


Demi: Yo a ti también...(suspiró) tú familia sospecha.


Wilmer: Para mi madre no es un secreto que me gustes.

Demi: Oh vaya, pues tu primo también lo sabe. Solo falta tu padre.

Wilmer: No...también lo sabe. (Demi lo miró asustada y él comenzó a reírse) ¿Pensabas que después de estar viniendo casi dos semanas a tu casa todas las noches para ver si estabas bien no me iban a preguntar?

Demi: ¿Por qué no me lo has dicho antes?

Wilmer: ¿Para qué? Tu actitud no va a cambiar con ninguno de ellos y mucho menos conmigo. Tú sigues sin querer aceptarme.

Demi: Ya puedo entender ciertas miradas.

Wilmer: Entiende la mía...

Sus ojos oscuros miraron los de ella. Retiró un mechón y comenzó a besarla de nuevo, primero lentamente, pero poco a poco la velocidad fue en aumento. Las manos de Wilmer no se prohibieron en recorrer diferentes partes del cuerpo de Demi. Cada vez que pasaba su palma podía sentir como dentro de ella la niña se movía. Sus pechos estaban más hinchados que de costumbre y quiso detenerse para explorarlos.

Después continúo bajando, hasta encontrarse con su zona más íntima. Demi se estiró, era un momento de confusión, no sabía exactamente qué pasaba hasta que Wilmer se encontró con toda la humedad.

Demi: Wilmer... Creo que he roto fuente. (dijo algo alarmada)  

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Aww ya va nacer la bebé!!! Vamos a ver si Demi se anima y le cuenta la verdad! 

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Xoxo, D