You don't know a thing about this life
And we are up for everything it takes
To prove we're not the same as them
And we will wear our masks
Again out after dark
'Cause we are up for everything it takes
AMBULANCE, My Chemical Romance
Supone que la escena que está presenciado es privada. Demasiado privada. Algo en la atmósfera hace que lo note.
No es un beso.
(Pero casi, como si lo fuera).
Y lo odia.
Con todo su ser.
Es algo visceral, como todo él, lo que siente. Pero se obliga a quedarse callado, lejos y a no interrumpir. (¿Para qué?). Deku está rojo. Como el color de cabello de Kirishima. O los ojos de Katsuki. Como un jitomate. Todoroki está sonriendo. Es apenas visible, pero sus labios están curveados hacia arriba, como si la vergüenza de Deku lo divirtiera.
Es demasiado íntimo. Y él está allí.
Vale, probablemente no lo han visto. Están demasiado inmersos en lo suyo.
(En Todoroki limpiándole una mancha de comida de la mejilla: lo que había pasado justo antes de que Deku se pusiera rojo).
Él sólo iba caminando, con su comida, en dirección a ellos. Porque no conoce a nadie más en esa agencia enorme y todo el mundo lo irrita, pero ellos lo irritan un poco menos. Puede soportar su existencia.
No alcanza a oír lo que dice Deku.
Lo ve mirar hacia abajo.
Ve que le tiemblan las manos, nervioso.
Sobre todo, ve la manera en la que lo mira Todoroki.
Cualquiera podría derretirse con la mirada de ese maldito en ese momento. Es la mirada más amable que Katsuki le ha visto nunca —y Shouto Todoroki tiene varias—, la más atenta. Para sus ojos no parece existir otra cosa que Izuku Midoriya en ese momento.
Ni siquiera notó a Katsuki parado a dos mesas de distancia, medio congelado, mirando aquella escena.
Voltea a ver alrededor. Nadie más lo nota. Quizá porque para notar lo que ocurre entre los dos tendrían que conocerlos. Katsuki se obliga a caminar hacia ellos. Quiere interrumpirlos. O ser parte. No le importa. Cualquiera de las dos cosas está bien. Nota los roces, los dedos medio entrelazados de repente, cuando están los tres juntos y Todoroki cree que Katsuki no está mirando. Pero los observa. Nota la manera en la que Deku mira a Todoroki, en la que se sonroja, como está sonrojado en ese momento.
Deja caer la bandeja con la comida haciendo ruido, lo que hace que Deku pegue un respingo y Todoroki voltee a verlo.
—Hey.
No dice nada más. Está inusualmente callado, pero siente que algo lo está quemando por dentro y no puede explicárselo. Se siente a punto de explotar, como una olla a presión eternamente.
Mira a Deku. Todavía le tiemblan un poco las manos.
—¿Y a ti qué te pasa?
—¡N-nada!
Mentiroso.
Los vio. Todoroki se inclinó hasta él cuando se embarró —y Katsuki todavía estaba muchos pasos atrás— y le limpió la mancha con un dedo. Su yema se quedó sobre la piel de Deku mucho más tiempo del necesario.
(¿Cuánto tiempo es el necesario cuando haces eso?)
(¡¿Por qué no demonios le había pasado una servilleta?!)
Luego voltea a ver a Todoroki.
—Si sabes que deberías comer algo que no sea soba frío todos los días, ¿no? —pregunta.
Todoroki sólo levanta la mirada mientras sorbe. Ni se molesta en contestar. Katsuki lo odia un poco cuando hace ese gesto. Le resulta más retador incluso que cuando de verdad lo está retando a pelear.
Empieza a comer.
No deja de darle vueltas a ese momento en su cabeza. El color rojo de las mejillas de Deku, la sonrisa de Shouto. Algo lo sigue quemando por dentro. No sabe si quiere que Shouto le sonría de aquella manera o Deku reaccione así por algo que él diga o haga.
O las dos.
Y de repente, se da cuenta.
«Ah», se dice, «celos».