(Vuelve a narrar Sook.)
Abro los ojos, la cabeza me duele a horrores y siento el cuerpo pesado. La luz que me sorprende nada más abrir los ojos me ciega durante unos segundos.
Intento sentarme en la cama pero no puedo, los brazos no me responden del todo y, cuando miro, veo demasiados cables que se posan sobre mi piel, agujas que se hunden en mis brazos y manos.
La respiración se me corta cuando empiezo a recordar los últimos días. La imagen de los policías arrebatándome a mi hijo, el frío que sentía en esa habitación llena de moho y humedad, la sensación de un cuerpo caliente dándome todo el calor que no podía conseguir por mi misma.
Las palabras de JeonGguk, sus promesas sobre un final feliz.
Mis ojos se llenan de lágrimas, aunque de mi boca no sale ni un sólo sollozo o quejido. Quiero darle las gracias por haber estado ahí.
Escucho un pequeño ruido, una puerta se está abriendo dentro de la habitación. Veo a un chico vestido completamente de blanco, aunque no llega a dar ni un sólo paso en la habitación, tampoco llego a reconocerle.
Sale corriendo mientras le oigo gritar, "ha despertado", me siento algo desorientada cuando la puerta vuelve a abrirse y huelo el olor a bosque de JeonGguk.
—Sook.— su voz es a penas un susurro; sin embargo el sollozo que escapa de sus labios antes de correr hacia mí es mucho más fácil de oir.—Sook, por fin, ¿cómo te encuentras?— a pesar de que sus ojos están llenos de lágrimas y, muy probablemente, ha debido pasarlo fatal por mi culpa, lo primero que hace es preguntar por mí.
—Bien.— susurro, a penas me sale la voz.—¿Byong?— alcanzo a preguntar por mi cachorro, aunque no me sale la frase completa, sólo su nombre.
—Está fuera, con los chicos.— intento asentir con la cabeza, pero me es imposible.— Nos tenías muy preocupados, joder Sook yo...— no termina la frase, otro hombre entra en la habitación impidiéndoselo.
—Señor Jeon, necesitamos que salga de la habitación.— sus ojos me dicen que se niega a salir de la habitación, intento sonreirle, lo peor ya a pasado.
—Está bien, cuando pueda volver a entrar, vendré con Byong, te quiero.— siento sus labios posarse con cuidado en mi frente y, por extraño que parezca, un pequeño suspiro de tranquilidad se me escapa.
JeonGguk sale de la habitación y, poco después tengo al doctor sentado a un lado de mi cama.
—Señora Jung, ¿cómo se encuentra?— intento responder, pero no me salen las palabras.—Entiendo, tengo que hacerla unas preguntas, un parpadeo es sí y dos no, ¿le parece bien?— parpadeo una vez.— ¿Le duele la cabeza?— parpadeo una sóla vez.— Intente mover el cuello, los brazos y las piernas, uno a uno.— hago lo que me pide, aunque sólo soy capaz de mover mis dedos.— No te preocupes, es normal, has estado en estado de coma casi dos meses, vas a necesitar rehabilitación durante un tiempo.— mis ojos se abren como platos, ¿llevo dos meses en coma?— Te voy a hacer una última pregunta, — parpadeo una vez más.— ¿Recuerdas algo de lo que sucedió?— mis ojos se llenan de lágrimas sólo por los recuerdos y parpadeo una última vez.— Me alegro, eso acortará su estancia aquí.
El doctor se levanta y comienza a hablar con las enfermeras, aunque no termino de entender lo que están diciendo. Una de ellas se acerca a un aparato que parece estar midiendo mi pulso, aunque la mueca que pone no me da muy buena espina.
—¿Qu-é p-as-a?— digo a duras penas, la mujer me mira a duras penas con una mala mueca.
—No te esfuerces por hablar, estás grave aún.— frunzo mi ceño por inercia. La chica se aleja de mí y, aunque susurra las palabras que le dice al doctor, logro oírla.— Tiene el pulso demasiado bajo, igual que el oxígeno en sangre, no hay forma de que mejore, lo hemos intentado todo, Doctor.
Sus palabras hacen que me paralizan, ¿tan inestable estoy?, ¿tanto problema me está generando el ser Gamma?, me niego a aceptarlo, pero seguramente tiene razón, al fin y al cabo no sé lo que ha pasado durante esos dos meses en los que he estado en coma.
—Dejemos pasar a su familia, nosotros buscaremos una solución, — el Doctor habla con determinación, pero puedo ver temblar su nuez, ni si quiera él está seguro de sus palabras.
La enfermera asiente y, después, me encuentro sóla en la habitación, con la mirada fija en el techo. Con un sólo pensamiento en mi cabeza.
Voy a verte antes de tiempo, ¿eh, mejor amigo?
Mi vista se nubla en lágrimas, no puedo creerme que vaya a morir a pesar de haber luchado durante todos estos años, de haber criado y cuidado de mi cachorro.
La puerta vuelve a abrirse y, para ser sincera, no sé cuánto tiempo llevo mirando al techo con la misma frase en la cabeza.
—¡Mamá!— la voz de mi hijo me trae de vuelta a la realidad, y justo unos segundos después siento sus manos agarrar mi brazo, le miro, tiene el pelo muy largo, le cubre los ojos y seguro que a penas puede ver bien, quiero tocar su carita, que está llena de lágrimas.— Estás bien, mamá, volverás a casa con papá y conmigo, ¿verdad?, dentro de poco.— su voz se tambalea y temo que los doctores hayan dicho algo delante de mi hijo.
—Si.—respondo, la garganta me duele un poco menos ahora.— Pronto estaremos en casa.— decido omitir que se ha referido a Jeon como papá.—¿Cómo estás?, cuéntame, ¿qué me he perdido?— quiero que me cuente sobre él, sobre todo lo que no he podido vivir con él estos dos meses.
Su voz me mantiene ajena a mis propios pensamientos, a mi propia negatividad, Byong incluso consigue hacerme reír de verdad con las aventuras que ha estado viviendo con sus amigos, con sus tíos y con JeonGguk, me alegro de que esté tan feliz, no sólo por mi despertar, sino por el apoyo que le han dado todos, Nam, Jin, HoSeok, YoonGi, Jimin, Hyun Sik, incluso el abogado que quiso hacerse cargo de mi caso, TaeHyung.
—Cachorro, tengo que hablar con Sook un segundo.— la voz de Jeon hace que mi hijo se silencie, asiente sonriente y, antes de salir de la habitación me da un beso en la mejilla.
Estando ya los dos solos Jeon cierra la puerta y su cara se llena de lágrimas, intenta sollozar en silencio. Suspiro, sabiendo la razón de que esté así.
—Te lo han dicho, ¿verdad?— pregunto, con un poco más de facilidad, aunque sigo hablando entre susurros. Asiente.— Ven.— hace caso a mi petición y, con paso lento se acerca hasta la cama en la que estoy tirada sin poder moverme a penas.— Está bien, Gguk, no pasa nada.— intento reprimir las lágrimas.
—Puedes... puedes recuperarte.— asegura, aunque sigue llorando.
—Si el Doctor te lo ha contado ya debes saberlo, no pueden salvarme ahora.— la realidad me golpea con fuerza tras decirlo en voz alta. Joder, voy a morir.
—Hablé con la madre adoptiva de Byong, — un mal estar intenso me golpea en forma de mareo.— hay una forma de que vuelvas a ser Omega, pero tienes que luchar un poco más.— el mareo se me pasa un poco después.— Pero tienes que querer vivir, y... y...— se atraganta con sus propias palabras.
—Nunca te has andado con rodeos Jeon, no lo hagas ahora.— intento bromear, aunque las lágrimas ya están corriendo por mi cara.
—Tienes que aceptar ser mi pareja.— sus lágrimas no cesan ni al haber dicho eso.— Yo, no quiero vivir sin tí, ¿vale?, si tu mueres yo... iré detrás de tí, — nuestras miradas se conectan al mismo tiempo que él sujeta mi mano entre las suyas.— Quiero estar contigo, quiero criar a Byong junto a tí. No es justo para él, tampoco para mí, que te niegues a poder volver a ser feliz.
Me quedo en silencio, con las lágrimas corriendo por mis mejillas, ¿en qué momento me enamoré de este Alfa tan dulce?
Tal vez simplemente me enamoré de él cuando mi lobo despertó la primera vez que le vi, o tal vez me enamoré de él cuando me cuidó en los peores momentos de mi vida.
—Déjame salvarnos, Sook, por favor, déjame hacerlo.— mis dedos se mueven, rodeo una de sus manos y aprieto con poca fuerza.
—Te quiero.—el susurro escapa de mis labios, no sé cómo logro mover la cabeza lo suficiente como para dejar mi cuello a la vista y con fácil acceso.
Siento un fuerte dolor ahí que va desapareciendo poco a poco, igual que mi vista se va nublando cada vez más.
—No pienso soltarte Sook, — su voz suena tan dulce.— no tardes en abrir los ojos, por favor.— sus brazos me rodean y siento su respiración aún en mi cuello.— Te amo.— me siento protegida como nunca antes me había sentido.
Tengo que luchar y, ahora, no estoy sola.
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Hola pesronitas!
Por fin subo capítulo cuando debo XD.
El final está muy muy muy muy muy muy muy muy cerca, asique aprovechad para terminar de amar/ odiar a los personajes de este fic.
Nos leemos la semana que viene! (o antes, no prometo nada 7u7 )
Darkest_Light_Soul.