19º

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Cuando me despierto a la mañana siguiente veo la respuesta de Hyun Sik, tengo a penas una hora y media para prepararme para la entrevista, me levanto y me visto rápidamente, tengo que hacerle el desayuno a Byong. Tendrá que venir conmigo, no quiero cargar más a HoSeok, siempre me ayuda a cuidar de mi hijo cuando yo tengo algo que hacer.

Bajo a la cocina y, mientras pongo la cafetera en la vitrocerámica, le hago unas tostadas y un cola-cao a mi cachorro.

Pongo la mesa y subo las escaleras para despertar a mi hijo, abro la puerta de su habitación y la imagen que tengo frente a mí me llena de ternura, está hecho un revoltijo entre las sábanas, con una postura algo extraña aunque parece ser cómoda para él.

Me acerco y le muevo con cuidado, abre sus ojitos de poco a poco y, cuando me ve, sonríe de una forma adorable que me llena por completo.

—Cachorro, vístete, tenemos que hacer una cosa muy importante hoy.— bosteza y se sienta en la cama, restregándose los puños en los ojos.

—Ya voy mamá.— sonrío y le despeino antes de salir de la habitación, dejándole intimidad para que se vista.

Voy bajando las escaleras cuando escucho mi teléfono sonar, lo miro, es un mensaje de YoonGi.

Sook, ¿podrías encargarte de la recogida de los desechos?

Claro, sin problema.

La respuesta me llega en seguida.

Muchas gracias Sook, por cierto, ¿sabes algo de JeonGguk?

No, ¿porqué?, ¿ha pasado algo?

Salió del hospital poco después de tí, le hemos llamado pero no contesta, y tampoco responde los mensajes.

Entiendo, si me entero de algo te aviso.

Vale, nos vemos Sook, cuídate.

Byong entra en la cocina poco después de haber guardado el teléfono, le sonrío y me siento a desayunar junto a él, pero comienzo a preocuparme, es extraño que Jeon no de señales de vida, aunque tampoco le conozco demasiado. JeonGguk no parece el tipo de persona que desaparece así sin más.



(---)


Me siento en el sofá del estudio, Byong está medio adormilado, tirado sobre mi regazo, reviso la hora por quinta vez la hora en mi teléfono, hace media hora que los del servicio de recogida deberían haber llegado, a este paso llegaré tarde a la entrevista.

Suspiro y miro el techo, ayer me desmoroné por completo, ni si quiera pude ocultar bien cómo me sentía, los ojos se me vuelven a llenar de lágrimas al recordar todo lo ocurrido, no puedo creer que los médicos puedan ser así, joder, soy una persona como cualquier otra.

La puerta se abre y escucho el tintineo que hace al abrirse, miro, rezando por que sean los del servicio de recogida, pero no es así, es Jeon.

Me mira con la sorpresa en su rostro.

—Sook, ¿qué haces aquí?— me encojo de hombros, ni si quiera tengo ánimos para fingir que lo que pasó anoche no me importa.

—Estoy esperando al servicio de recogida, pero llevan media hora de retraso.— pronuncio mientras paso los dedos por el pelo de mi hijo, que se acurruca un poco más en mi regazo.—Deberías mandarle un mensaje a YoonGi, está preocupado.

—El que estaba preocupado era yo, ¿por qué te fuiste? — dice, sólo puedo fruncir el ceño e intentar que las lágrimas no escapen de mis ojos.—Tienes todo el derecho de estar en un hospital.

—No quería que Byong siguiese viendo algo como aquello, aún no quiero que sepa cómo es realmente el mundo, quiero que sea feliz algunos años más, antes de que comience a preocuparse por lo que le deparará el mundo.— no soy capaz de mirarle a los ojos, ni si quiera de mirarle a la cara.

Unos golpes en la puerta me sacan de la conversación, miro, son los del servicio de recogida, eL chico parece un poco arrepentido.

—Lamento la tardanza, soy nuevo y me he perdido.— nos hace una reverencia, asiento sin darle importancia y despierto a mi cachorro.

—No te preocupes.— digo, Byong se sienta en el sofá y me levanto para coger los contenedores de tipo III, que tienen todas las agujas y objetos punzantes que utilizamos, se los entrego al chico y le hago un gesto a Byong para irnos.— Nos vemos Gguk, tengo algo de prisa.— Jeon me mira estupefacto.— Hoy no abrimos, pensé que lo sabrías.— se encoje de hombros.


Camino con Byong hasta el coche, sólo tengo quince minutos para llegar y, según el GPS, es un viaje de cuarenta y cinco minutos, no llegaré a tiempo ni de milagro.



Aparco el coche en la única plaza libre que encuentro en el aparcamiento del edificio de Park, miro la hora en mi teléfono, llego veinte minutos tarde y no me queda otra que meterle prisa a Byong para no tardar mucho más en entrar.

Camino a paso rápido, de la mano de mi hijo, hasta la puerta de cristal, que se abre en cuanto estamos a unos centímetros; una mujer con el pelo rubio recogido en un moño nos saluda con una sonrisa cordial y amable.

—Hola, usted debe ser la Señora Jung Sook, — asiento, después mira a mi hijo. —y tú debes ser su hijo, Jung Byong.— mi cachorro sonríe ilusionado y me alegro de que la mujer trate de tan buena forma a mi hijo.— El señor Park la está esperando en el plató, lamento no poder acompañaros, — se disculpa de antemano.— podéis encontrarlo al fondo del pasillo, es la sala con dos puertas de metal.

—Muchas gracias.— agradezco y comienzo a caminar hacia donde la mujer me indica.

Entramos al pasillo, pero no damos ni cinco pasos cuando me paro en seco, mis ojos no se apartan del chico que está frente a mí, igual que su mirada tampoco se despega de mí. 

Tiene el pelo tan blanco como el mío, los ojos avellana, no me saca demasiada altura y puedo oler el leve rastro del que, en algún momento, fue su aroma.


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Hola mis personitas!

Aquí tenéis el capítulo.

Por cierto, ¿que tal vais con vuestros One Shot?

Estoy deseando leeros <3

Nos leemos el domingo!

Darkest_Light_Soul.

Soy tu Gamma. //JungKook\\Место, где живут истории. Откройте их для себя