Seguías a tu amigo rubio viendo como caminaba de un lado a otro, revolviendo su cabello con sus manos mientras lloraba. Suspiraste yendo a un lado de Tanjiro, recargándote en la pared.
—¿Puedo acompañarte a comprar el chocolate? También quiero regalarte algo —te dijo él mientras sonreía.
—Claro, vayamos los dos juntos.
—¡Ahhh! ¿Cómo Uzui, Tomioka y Rengoku pudieron conseguir tantos chocolates?, ¿Por qué nadie puede darme esa cantidad de chocolates?, ¿por qué no les gusto a las chicas?...
—Zen —hablaste, él volteó a verte. —Yo puedo darte chocola...
—Eres mi amiga, ______-chan, al menos que te guste no tendrá el mismo valor.
—¿¡Qué cosas dices, Zenitsu!? —dijo Tanjiro mientras te tomaba de los hombros abrazándote. —No midas el valor de las cosas de esa forma, mucho menos si son de personas que te quieren mucho.
—No, sí no quiere nada está bien Tanjiro —dijiste mientras lo tomabas de la camisa, él se alejó y así pudiste tomarlo de la mano. —Vamos tengo que ir a comprar eso que cada día falta menos.
Él chico de cabello rojo asintió, aún agarrado de la mano contigo se fueron. Dejando a un Zenitsu confundido, él los siguió para que no lo dejaron solo en ese lugar, sin embargo iba caminando detrás de ustedes. Al ser la hora de la salida Tanjiro se fue con su hermana y tu amigo rubio se encargó de ir a dejarte a tu casa como de costumbre, pero aún así había un silencio incómodo entre los dos, por lo menos para Zenitsu quien se sentía mal después de haber dicho algo tan cruel y más siendo tu la persona a quien se lo dijo.
—______-chan —te habló, no volteaste a verlo seguiste caminando. —¿Te enojaste? Perdoname, no fue intencional...
—No importa —respondiste aún sin verlo y con una sonrisa en la cara.
—¿A dónde irán Tanjiro y tú?, ¿van a ir a comprar chocolates? Perdón —se disculpó nuevamente. —Los escuché sin querer.
—Si quieres acompañarnos sólo ven —respondiste parándote frente a la entrada de tu casa. —A las 3 en el centro comercial, ¡nos vemos!
Zenitsu se despidió de ti con su mano, caminó de regreso al ver que te metiste a tu casa, realmente se sentía mal por lo que te dijo, muy mal al ver que estabas enojada y no pudo arreglarlo. Y... ¿Cómo no ibas a estar enojada? Zenitsu te gusta, Tanjiro es el único que sabe eso así que ha preferido guardar tu secreto, no se lo dijiste a Inosuke porque él lo haría muy obvio. Cuando le confesaste a Tanjiro tu enamoramiento por tu amigo llorón, él se puso feliz, rompió el papel donde lo habías escrito y lo tiró a la basura. No fuiste tan tonta para decírselo verbalmente arriesgándote a que tu enamorado pudiera escucharlos.
• • •
Estabas llegando al centro comercial, Zenitsu estaba parado en la entrada esperando. Tanjiro y tú se quedaron totalmente sorprendidos. Se hicieron unas señas como diciendo; pensé que no vendría.
—¡Lamentamos haberte hecho esperar! —dijo el pelirrojo al llegar junto a su amigo.
—Oh está bien —el rubio hizo una pequeña sonrisa. —¿vamos?
Los dos asintieron, entraron al centro comercial y fueron directo a la dulcería para comprar el chocolate de una vez. Como Zenitsu solo los estaba acompañando veía como tú y Tanjiro elegían el mejor chocolate. Dio un suspiro pensando aún no lo que había dicho, no quería delatar sus sentimientos por ti y decepcionar a su amigo pero sus palabras fueron realmente crueles.
—Con todo esto está bien —dijiste con dos bolsas.
—¡Wooow! ______-chan, ¿tanto chocolate harás? Yo sólo compré una bolsa —dijo el Kamado mientras te enseñaba.
—Ay, hasta ______-chan va a regalarle chocolates a alguien y yo... —Tanjiro lo miró feo haciendo que se callara. —Perdonen, perdonen, me callo.
Como Tanjiro sabía tu secreto los dos se volvieron realmente unidos. Tanto que dejaban de parecer amigos sin embargo ese no era su plan. El chico Kamado desconocía sobre el enamoramiento de Zenitsu hacia ti y aunque supiera se quedaría callado para no arruinar nada pero ahora que sabía lo tuyo, la ayuda que empezó a darte fue realmente mucha.
Sacaste un chocolate de la bolsa y lo pusiste frente a la boca de Zenitsu, sorprendiéndolo y haciendo que se sonrojara, Tanjiro vio con gracia la situación.
—Come —le dijiste con una sonrisa y el obedeció, metiendo el chocolate a la boca mientras aún lo agarrabas.
—Que bueno pasar tiempo con ustedes chicos —les dijiste a los dos con una sonrisa mientras caminabas feliz. —¡Espero que pronto podamos volver a salir así y ahora con Inosuke!
—Ojalá podamos —Tanjiro habló.
—¿A quién le darás los chocolates, _______? —preguntó Zenitsu de repente.
—A ti por supuesto no, porque no quisiste —le sacaste la lengua. —Es un secreto, ¿por qué tan curioso?
—¡Mou! ______-chan respondeme por favor ~ —Zenitsu te atrapó entre sus brazos mientras revolvía tu cabello.
De regreso en casa guardaste los chocolates en el congelador. Aprovecharías el fin de semana para ponerte a hacer tu regalo para Zenitsu, te alegró infinitamente tener el presupuesto necesario para hacer más chocolates de los que le habían regalado a Uzui y es que, si los derretías y después echabas en diferentes tipos de moldes, saldrían muchos más de los que compraste. Ya tenías las cajitas y envolturas donde los dejarías, esperar hasta el lunes, llegar temprano a la escuela para dejarlos secretamente en el casillero de Zenitsu, por supuesto a Tanjiro e Inosuke se los darías en persona.
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L
levabas la bolsa con chocolates en la mano, era muy temprano y habían pocos alumnos en la escuela, lo bueno de estar casi siempre con Zenitsu es que te sabes la contraseña de su casillero, ese es un gran punto a favor. Acomodaste los chocolates dejando una que otra carta por ahí o un mensajito. Escuchaste a alguien llegar, cerraste de inmediato el casillero y te fuiste de ahí corriendo.
En la primera clase te encontraste con Inosuke, fue el primero que viste así que te lanzaste a abrazarlo mientras le enseñabas una pequeña bolsa con chocolates.
—¡Eres lo mejor ______! —Dijo él tan emocionado que te lo arrebató.
Zenitsu entró al salón junto a Tanjiro, te acercaste al último mencionado para darle un abrazo que no dudó en corresponder. Sacaste otra bolsita con chocolates y él hizo lo mismo, se volvieron a abrazar mientras intercambiaban las bolsas y unas sonrisas.
—¿En serio no tienes nada para mí, ______-chan? —preguntó el rubio con tristeza.
—¡Nope!
Kyojuro entró al aula así que todos fueron a sentarse. Querías tomarte un momento así aue decidiste ir al patio, sentarte en una banca y comerte tu tortita, todo con tranquilidad. Más tarde a la hora de la salida quizás seguirlas entregando chocolates a tus amigos.
Un cierto rubio llorón se sentó a tu lado dejando una cajita sobre tus piernas.
—Gracias por los chocolates y las palabras ______-chan —sus palabras casi te hacen atragantarte. —También tengo algo para ti.
Lo volteaste a ver.
—¿Cómo? No, yo...
—En la mañana, pude reconocer el sonido de tus pisadas y el tono en el que me respondías no era el habitual, eres buena mintiendo casi no te descubro —sonrió levemente. —Perdón de nuevo por lo de ayer pero tú realmente me...
—¿gustas? —preguntaste, él se sonrojó al ver que adivinaste sus palabras pero en realidad le estabas ofreciendo de tu torta. —Espera... ¿¡Te gusto!?
Preguntaste exaltada al ver su cara.
—¡Oh _____-chan!, ¡mira lo tarde que es! —dijo intentando levantarse pero lo detuviste sujetándolo de la muñeca, aún así era más fuerte que tú.
Se volvió a sentar mientras desviaba la mirada, su rostro estaba totalmente rojo.
Tomaste la caja que estaba encima de tus piernas y la abriste. Tus ojos se abrieron en par al ver el presente dentro de ella, un lindo anillo de... ¿¡oro!? Con detalles verdes y un papelito al lado que decía.
Haces que me ponga como loco, mi corazón empieza a hacer boom, boom por ti. ¿Puedes tomar esto como una prueba de mi amor y que definitivamente llegaré a casarme contigo?
Tu rostro se puso rojisimo al terminar de leer. Zenitsu tomó el anillo y lo puso en tu dedo anular.
—¿Aceptarías ser mi novia y futura prometida, ______-chan? —preguntó mientras tomaba tu mejilla, mirándote a los ojos.
Asentiste con un par de lágrimas en ellos. Zenitsu le quitó la envoltura a uno de los chocolates que le habías regalado y lo puso en tu boca para después darte un piquito.
—¿Se derritió rápido? —preguntó con una risita. —¡Prometo darte un beso por cada chocolate que me hayas dado ______-chan, futura esposa!
DIJE MAÑANITA PARA NECESITABA PUBLICARLO YAAAA
MEPER?
V
A A SER BIEN BONITO DESPERTAR Y LEER SUS COMENTARIOS! <3
Buenas noches<333
recuerden que los pedidos siempre están abiertos! Si quieren uno sin pena al apartado; uno, dos o tres uwu
Gracias por leer!!!! <3333