Minho (Mina)
Llegamos hasta mi casa y estacione mi auto afuera, tenía que verme presentable para la fiesta de hoy, que aunque me sentía sumamente nervioso tenía que seguir actuando normal, iba a ver a mi padre desde que todo pasó, no sabía cómo iba a reaccionar, tal vez él si se daba cuenta de que era Mina, una parte de mi quería que alguien se diera cuenta, pero era algo ridículo pensarlo.
Como había pasado todo el día "conociendo" la escuela, tenía que bajar mis bolsas con las cosas que había comprado ese mismo día, iba a tener que dormir en el cuarto de huéspedes, y estaba seguro que por nada del mundo me dejarían dormir en el cuarto de Mina, ósea yo...
Era muy gracioso todo, era mi primer día en el cuerpo nuevo y ya iba a una fiesta, ni siquiera conocía cómo funcionaba este cuerpo y ya había logrado lo que muchos nerds desearían.
Ir a una fiesta.
Cuando era Mina, las fiestas de Jackson se caracterizaban por tener alcohol y drogas en exceso, aunque ninguna de las chicas se drogaba, era interesante ver todo el desorden que se hacía ahí. Por lo general terminaban hasta el día siguiente, pero obviamente ninguna de las chicas se quedaba, sólo iban para pasar el rato.
Esta noche no sabía cómo iba a ser, tenía a Nayeon de mi lado, pero de nada servía si nadie la podía ver, he pensado en ello al menos 5 veces en este día.
¿Cuál sería mi propósito? Me refiero, pude haber aceptado mi muerte y haberme quedado en el cielo a pasar mi eternidad ahí, pero elegí volver, y todo por una sola cosa... o más bien, una sola persona.
Chaeyoung.
Las pocas palabras que le había dirigido hoy habían sido suficientes para mover todo dentro de mi sistema de emociones, estaba pidiendo en silencio que ella se diera cuenta de que era Mina, aunque no sabía muy bien qué pasaría después de eso...
-¿En qué piensas? -me preguntó Nayeon al ver que me había quedado mirando hacia la nada.
-En lo loco que es todo esto -conteste sin mover la mirada.
-Difícil de creer, ¿ah?
-Demasiado -conteste- He estado aguantando las ganas de ir al baño para no tener que tocarme... ahí.
-¿Te refieres al pene? -preguntó sin vergüenza alguna, yo abrí los ojos rápidamente.
-Nayeon, por Dios -le dije sorprendido.
-¿Qué? Así es como se llama -se hizo la desentendida.
-Como sea, no quiero tocarlo -le dije haciendo mueca de asco.
-Te recuerdo que te encontré en la mañana tratando de verlo -dijo entrecerrando los ojos.
-Quería ver cómo era -me encogí de hombros- Pero ahora que lo pienso... es asqueroso, es por eso que era gay.
-Tienes que tocarlo, a menos que quieras que tu vejiga se rompa.
-Puedo hacer pipi sin mirarlo -dije como opción.
-Al menos que quieras mojar todo el escusado, está bien -contestó riendo.
-Olvídalo, olvidaba lo mucho que odiaba cuando Chris hacía eso -rodé los ojos.
-¿Estás listo para esta noche, Minho? -me preguntó después de un rato en silencio.
-Es extraño cuando me llaman en nombre de hombre -reí un poco- y si, estoy listo para la fiesta, para lo que definitivamente no estoy listo es para ver a mi padre.
-Tranquilo, confió en ti y en tu fuerza de voluntad -me dio una sonrisa que me hizo sentir bien al menos por un rato.
-Voy a confiar en ti, sólo por qué eres un ángel -le devolví la sonrisa.
-No deberías, recuerda que yo te mate -dijo riendo mientras yo le dedicaba una mirada sería.
-Mal chiste -le golpeé levemente el brazo- Vamos, si más rápido entramos, mejor.
Baje del auto, cruce la calle con cuidado, uno nunca sabe cuando los ángeles se equivocan y te matan por error.
Toque la puerta de la entrada, ya que mi mamá aún no me daba llaves, dijo que ocupaba saber si podía confiar en mí, tal vez pensaba que era un ladron o algo por el estilo.
-Minho -dijo Sachiko en cuanto abrió la puerta -Siento por no darte llaves aún.
-No se preocupe señora Myoui, está bien, yo tampoco confiaría en alguien tan rápido.
-Pronto te las daremos -me sonrió- Pasa, quiero que conozcas a los demás -dijo haciéndome un espacio en la puerta para que pudiera entrar.
-¿Cómo estuvo la escuela? -preguntó interesada mientras nos dirigíamos a la sala, lo cual me sorprendió.
-Estuvo bien -conteste nervioso- De hecho, ya hasta estoy invitado a una fiesta, claro, si usted permite que pueda ir -dije en tono respetuoso.
-No somos tus padres, Minho -Ouch, eso dolió- Te daremos las llaves para que puedas venir sin preocuparte.
-Esta bien, entonces -me encogí de hombros.
Llegamos a la sala de la casa y justamente ahí estaba mi papá, en su sillón declinable justo como lo recordaba, con una cerveza a un lado y el control remoto del otro, tenía unas ganas inmensas de llegar ahí y abrazarle, esto era básica una tortura.
-Akira, quiero presentarte a... Minho, él acaba de rentar el cuarto sobrante hoy en la mañana -dijo Sachiko para que después Akira se levantara del sillón a darme la mano.
-Hola muchacho -me dio un estrechon lento, ya que se dedicó a inspeccionarme de pies a cabeza, parándose justamente en la pequeña cicatriz que tenía en la frente- Soy Akira Myoui.
-Mucho gusto señor -le respondí el saludo nervioso, mi voz se entrecortaba un poco.
-Sientete como en tu casa, me dijo Sachiko que estudias aquí cerca, así que no hay mucho problema -dijo mientras volvía a tomar asiento. Yo hice lo mismo al ver que quería sacarme platica. Sachiko también tomó su lugar en el sillón del otro extremo de la sala.
-Así es, solo necesito un cuarto y es todo.
-¿Y qué hay de tus padres? -me preguntó interesado.
-Ellos pues... se quedaron en Corea -conteste nervioso, no había tenido tiempo de pensar en inventar padres falsos.
-Oh, entonces eres coreano -hizo un gesto de sorpresa- Aquí somos todos japoneses.
-De hecho, tengo descendencia japonesa -le dije para al menos alguna partícula de su ser se pudiera dar cuenta de quién era.
-¿En verdad? Entonces, supongo que hablas japonés también.
-Así es, no lo hablo mucho por que casi no lo usábamos en casa, así que... -Respondí hablando en japonés, tratando de que se escuchara un poco mal.
-Todo el acento japonés... me gusta, incluso me recuerdas a mi hija -dijo como si nada.
-¿Ah sí? ¿Dónde está ella? -me hice el desentendido.
-Ella falleció hace un mes -contestó secamente, Sachiko sólo agacho la mirada.
-Lo siento, en verdad...
-No te preocupes, sé que Mina nos cuida ahora -sonrío melancólicamente.
-Eh, Minho, dijiste algo sobre una fiesta esta noche -intervino Sachiko- ¿a qué hora es?
-En un rato más -mire el reloj de la pared- Fue un placer hablar con usted señor Myoui, juro que no se arrepentirá de tenerme aquí, no soy muy ruidoso.
-Ya lo creo Minho, diviértete esta noche -me dio una última antes de que subiera a el cuarto de huéspedes.
Eso no fue tan difícil, tal vez con el tiempo podría acostumbrarme a verlos sin la necesidad de llorar en su hombro.
Puede que sean las hormonas de hombre lo que hacía que fuese más fuerte con mis emociones
Subí hasta lo que iba a ser mi nueva habitación no sé por cuánto tiempo, nunca me interesó ver la habitación de huéspedes cuando era Mina, es más, ni siquiera sabía por qué la teníamos ahí sí casi nunca recibíamos visitas.
Era cómodo y espacioso, incluso podría decir que era más grande que la habitación de Chris, tenía la cama pegada a la pared, un tocador, la ventana que daba hacia la calle, un baño, el armario incorporado a la pared y el piso estaba cubierto por una alfombra color azul y las paredes eran blancas en su totalidad.
Deje todas mis bolsas con ropa en la cama y empecé a sacar todo de ahí, observando que había comprado en su mayoría jeans negros y camisas de cuadro, una parte de mí era lesbiana aún.
Me quite la camiseta y los jeans que llevaba, quedándome solo en bóxer frente al espejo de cuerpo completo que estaba ahí, tenía buena pierna, y mis brazos eran algo grandes, no podía dejar de ver el bulto que se veía a través de la tela del bóxer. Mire hacia todos lados tratando de asegurarme de que Nayeon no estuviera por ahí escondida, y todo me decía que no.
Desliza mi mano por mi marcado abdomen y me detuve unos segundos antes de introducir mi mano hacia mi ropa interior.
Demonios, no era pequeño... para nada pequeño... Si saben a lo que me refiero...
No era asqueroso tocarlo ahora que era mío... era como un clitoris, pero mucho más grande. Incluso era gracioso pensarlo.
-¿Por fin te decidiste a tocarlo? -decía una voz a mi espalda haciendo que me exaltará sacando rápidamente mi mano fuera del bóxer.
-¡Jesús, Nayeon! Tienes que dejar de asustarme así, ¿quieres matarme de nuevo? -dije asustado tapándome el bulto con ambas manos.
-De hecho, no, estoy orgullosa de que ya conozcas por completo tu cuerpo nuevo -dijo mientras se sentaba en la cama.
-No era tan malo como pensaba.
-Si, ya me di cuenta -dijo riendo levemente.
-¿Qué tan seguido vas a aparecer de esa manera? -le pregunte mientras sacaba una toalla del armario, Sachiko me había indicado donde estaban.
-Cuando lo crea necesario -se encogió de hombros.
-¿Y creíste necesario aparecer ahora?
-Sí, te ibas a seguir tocando, y una cosa iba llevar a la otra y pues... tú sabes
-¡Que asco, Nayeon! -dije haciendo una mueca- Apenas y quise tocarlo.
-Pues no fue eso lo que vi -dijo riendo, esta vez muy alto.
-Ya cállate, eres un ángel muy odioso, ¿lo sabías?
-Solo hago lo que es mejor para ti, es mi trabajo -dijo en tono de superioridad.
-Tengo que meterme a bañar, ya son las 8 y quiero llegar un poco tarde a la fiesta -dije organizando lo que iba a vestir.
-Si mi buen gusto sigue intacto... deberías usar... Mhhh -se puso a pensar mientras miraba la ropa que estaba en la cama- Este pantalón y...esto, con estos tenis.
-Un ángel me esta dando un consejo sobre ropa...sería muy estúpido no hacerle caso -dije sonriéndole, tomando la ropa y adentrándome en el baño.
-
15 minutos más tarde salía del baño, ya cambiado y perfumado.
Nayeon tenía buen gusto, unos jeans negros con una camiseta blanca y tenias vans, con una chaqueta de cuero.
Era literalmente la copia exacta de Mina hecha hombre.
Sali de la casa, no sin antes avisarle a Sachiko y a Akira que ya me iba, incluso parecía una relación padres e hijos, y eso que apenas llevaba un día ahí.
Me subí al auto, y justamente ahí estaba Nayeon en el asiento delantero.
-Me sorprende que esta vez no me asustaste -le dije mientras subía y me ponía el cinturón de seguridad.
-Ya fue suficiente por un día -dijo dándome una sonrisa -Te ves bien, un ángel nunca falla.
-Lo sé -dije mirándome mi ropa- Te lo agradezco.
-Es mejor que nos vayamos, Chaeyoung, Jihyo y Dahyun ya están allá.
-Démonos prisa entonces -dije encendiendo el coche.
-Supe que Chris también estará allá -dijo en voz baja.
-¿Chris? ¿Mi hermano? -pregunte y ella asiento con la cabeza- Con razón no lo he visto desde que llegue.
-Vámonos si aún quieres verlo bien -no pregunté a que se refería pero aún así arranque el coche.
-
[29/04/20]