No.
Jamás decidí sentir esto por él. Nunca siquiera la sola idea pasó por mi mente.
Enamorarme no estaba en mis planes.
Menos de Jeon.
Dos hombres.
Dos heterosexuales...
Y medio...
Algo en mí empezó a fallar.
Porque entonces deseé ser ella, ser yo quien compartía sus besos, sus noches eternas, sus risas despreocupadas, sus besos dulces y constantes.
Deseaba susurrar entre sus brazos; bésame.
Pero este no era el menor de mis problemas.
Incluso me tomé el tiempo de hacer una lista de cada uno de ellos:
1. Su voz.
2. Su mirada.
3. Sus labios.
4. Su cabello.
5. Él.
No puedo explicar lo que siento ahora que le veo, quiero juntar su mano con la mía, ser la causa de su sonrisa, el motivo de sus enojos.
No lo entiendo.
¿Cómo puede ser tan perfecto?
¿Cómo pueden gustarme los hombres?, o para ser más exacto, Jeon.
Voy a volverme loco.
El deseo de besarlo, va a volverme esquizofrénico...
Bésame. Por favor, bésame.