Néon {Kim Taehyung}

By Noa_bu

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"El magnate Min Yoongi, uno de los hombres más exitosos del mundo, había instalado un hotel en las profundida... More

Prólogo
1. Bienvenida a Néon
2. Una especial ciudad
4. Piedras Preciosas
5. Moto
6. Hotel
7. Nueva vida
8. Ryujin

3. Ayuda

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By Noa_bu

Luna estaba sentada al lado de Lisa, quien se mantenía hablando con el chico de lo ocurrido. No dejaba de moverse debido a la incomodidad, o quizás, de los nervios. Nunca había servido para conocer a gente nueva, y en ese mismo momento estaba rodeada de desconocidos en el salón de uno de ellos. Aparte, la inseguridad por haber perdido a Hoseok tampoco se había ido. Es decir, ¡si estaba allí era porque necesitaba encontrar la salida! Ni loca iba a seguir a alguien extraño si no fuera porque Hoseok estaba fuera. Quizás también ayudaba que Lisa pareciese confiable. Había algo en la de pelo castaño y morado que le daba tranquilidad y seguridad. Sin embrago, obviamente tenía miedo en donde depararía eso. Lisa, en cambio, parecía muy tranquila, sus piernas estaban ligeramente cruzadas. Su ropa oscura no estaba para nada arrugada, era impecable. La pelinegra se dio una bofetada mental porque de los nervios había arrugado con las manos el filo de su camiseta.

Taehyung se sentó delante de ellas, en un mini sillón que fácilmente movió para quedar en frente. Su pelo rubio cubría parte de su frente, y aunque los intentos de echarlo hacia atrás fueron muchos, volvía el pelo a su sitio, como si ese fuera su lugar.

Como si fuera indomable.

Su ropa era ancha y parecía muy cómoda, aun así, se podía ver que era delgado y como antes había visto, era muy alto. Sus labios eran rosados, opacos, sin embargo se veían en parte irresistibles, a pesar de que no tenían una sonrisa en su boca. Sus ojos, grises, eran grandes y seductores. Sus cejas pobladas rubias se fruncieron y cuando lo volvió a ver a los ojos se dio cuenta de que la miraba a ella.

Luna sintió como un subidón de adrenalina pero a la vez de vergüenza recorrió todo su cuerpo. Se removió, incomoda, de nuevo, sintiendo como los colores le venía la cara. Cuando Lisa terminó de contar su versión de los hechos, hubo un silencio prolongado. Su mente vagó en el recuerdo de horas antes, donde Hoseok estaba en el taxi con ella, y se arrepintió de decirle al conductor que parase.

-Entiendo – Luna volvió a la realidad al escuchar al chico y el agachó la cabeza. Parecía pensativo, de pronto, levantó la vista cruzándose con la de Luna - ¿Por qué quieres ir a la superficie?

Bien, esa era una buena pregunta. La pelinegra tragó saliva y miró a Lisa, que también la observaba con curiosidad. Era verdad, a Lisa tampoco le había dicho la situación, y en parte se sintió mal por eso. La castaña se había preocupado de llevarla hacia una persona que podía ayudarla, ofreciendo su apoyo.

-Hoseok, es decir, mi amigo se ha quedado en la superficie – los dos la miraron atentos. – no le dejaron entrar y no puedo quedarme aquí si no está él.

-Es muy raro que no lo hayan dejado entrar – dijo instantáneamente Lisa, quien miró a Taehyung detenidamente. En sus ojos se mostraban duda y extrañeza. La pelinegra rezó para que no intentasen averiguar un por qué. Entonces no tenía con qué responder sin decir la verdad. Y no daría muy buena impresión.

En cambio, Taehyung al principio mostró impresión en su rostro, como si no se lo esperase. Sin embrago es duró poco, pues dibujó una ligera mueca aplanando sus labios en una fina línea.

-No es muy raro, es decir – carraspeó extraño y miró a Lisa – los controles no son del todo exactos con las tarjetas. Pero no te preocupes, - se dirigió entonces a la pelinegra, quien miraba la escena con detenimiento - ya encontraremos una solución para que pueda venir.

Luna miró confundida a Lisa, quien se encogió de hombros con una sonrisa incomoda. No lo entendía. Ella no quería que su amigo entrase solo a la ciudad. Simplemente ella quería salir de esta. Quería salir de ese maravilloso lugar, porque realmente le daba miedo ir con una tarjeta falsa. Se torturaría por dentro al saber que en cualquier momento le podrían pedir la tarjeta para algo y que se diesen cuenta, como con Hoseok, que estaba falsificada. Aparte, no tenía dinero. Ni un duro. ¿Dónde se quedaría a dormir? ¿Qué haría aislada y sin su amigo? No lo sabía.

De pronto se sintió sucia, una mala persona. Nunca tuvo que pensar en la idea, ni siquiera de ir a esa ciudad, y ahora su querido mejor amigo estaba pagando las consecuencias de eso, igual que ella. Un picor en los ojos se hizo presente y ella empezó a parpadear rápido para no llorar. Se sentía mal por haberle hecho eso a Hoseok. Se sentía mal por todo lo que había ocurrido. La mano de Lisa se deslizó por su espalda y la acarició suavemente, provocándole a luna una vuelta a la realidad. Miró al rubio, desesperada.

-Yo solo quiero salir de aquí ya. – miró a Lisa, quien la miró con comprensión y entendimiento. Taehyung la miró seriamente, sin decir nada más. A la pelinegra no le quedó de otra que seguir hablando. – como verás, mi amigo es muy importante para mí, yo creo que pueda estar en la ciudad sin él...

El seguía mirándola sin decir una palabra. Empezó a sentirse intimidada cuando pasaron unos segundos viendo como Taehyung seguía con la misma acción. Miró a Lisa, quien le dijo que no pasaba nada. Que él era así. Que solo estaba pensando y se había quedado mirándola a ella porque la tenía en frente. Sin embargo Luna sabía que no era así. Conocía muy bien a las personas, y él no estaba pensado, la estaba mirando. No era estúpida. Luna se cansó a los dos minutos y puso su mano en la cara, con las energías agotadas. Eso no estaba sirviendo para nada, no sabía qué hacía en ese mismo momento. Pensó en irse y buscar otra forma que le ayudase a subir a la superficie.

A punto de levantarse, vio como Taehyung miró el reloj y negó con la cabeza. ¿Qué hacía?

-Ya es muy tarde para poder subir – dijo el rubio señalando el reloj – las compuertas cerraron hace una hora.

Luna suspiró.

-¿Y cuándo las volverán a abrir? – él miró a Lisa, quien se revolvió con incomodidad y se levantó del sofá. Parecía nerviosa, o por lo menos, incomoda. La pelinegra no entendía la situación.

-Luna, lo siento, tengo que hacer otras cosas, volveré más tarde, ¿sí? – Lisa se acercó a Taehyung para susurrarle algo inaudible para la menor y volvió a mirarla con cariño y a la vez pena – no te preocupes, te dejo en buenas manos.

Todos se dijeron adiós. Cuando la castaña cruzó la puerta, un incómodo silencio conquistó el salón. El rubio hizo otro intento fallido de echar su pelo hacia atrás y la miró, con amabilidad. Luna tragó saliva y miró la estantería. Ahora si era verdad de que no quería estar ahí. No se sentía cómoda con el chico, y menos estando solos.

-Lo siento por lo de antes, solo que me tomó por sorpresa lo que te ha ocurrido con tu amigo. – sonrió sin mostrar los dientes, estirando sus perfectos labios. Luna no podía negar que el chico era uno de los chicos más guapos y a la vez atractivos que había llegado a ver en su corta existencia. Y lo mejor, es que era natural. Es decir, que se notaba que no lo hacía a propósito. Sin embargo, dejó esos pensamientos de lado al darse cuenta de que eso era un problema serio. – Y más me impresionó que no sepas nada sobre Neón.

Luna asintió. ¿Qué más podía hacer? Si mostraba algún signo de incomodidad o de incertidumbre sería peor. Y si quería respuestas, no podría alterarse. Intentó encontrar las palabras exactas para hablar sin ser descubierta.

-Apenas encontré información de ella, pero la suficiente para querer venir – Taehyung sonrió con suficiencia y verdadera emoción. Parecía orgulloso de la ciudad.

-¿A que sí? Es hermosa. Desde que la vi me enamoré de ella – se acomodó un poco, tirando su cabeza hacia atrás y pegando su espalda un poco más al sillón. – todas las luces, las personas que hay, los lugares... Todo es perfecto para mí. Es como si hubieran sacado mi sueño a la realidad.

Luna no sabía por qué, pero de pronto sintió en ella la misma emoción con la que Taehyung hablaba de la ciudad y no pudo contenerse a comentar.

-Sí, es como si estuvieras soñando. Eso me llamó a atención, que parecía un sueño esta ciudad. Es más, pensé que no existía de verdad. Pero me equivoqué. – el asintió, embelesado.

-Sí, te equivocaste, pero por lo menos fue una equivocación buena. – se miraron, y por una vez se dieron cuenta de que estaban cómodos. Sonrieron y él se sentó como antes – te voy a ser sincero, no creo que puedas salir de la cuidad al menos por tres meses.

Luna abrió los ojos desmesuradamente y su pulso empezó a irse por el garete. ¿Cómo que no podía salir en tres meses? Eso era demasiado para ella. No estaba dispuesta a estar ahí sin su pelirrojo. No. No podía.

-¿Tres meses? ¿Será broma, no? – el negó y se levantó. Luna vio el mundo derrumbarse y en ese momento quería irse de allí. Se sentía impotente, mal. Y no quería que el rubio la viese llorar. De pronto, vio como él se sentó a su lado y le dio unas palmaditas en la espalda. Ella ni siquiera se inmutó, en ese momento solo pensaba en Hoseok.

- Necesito que me escuches, Luna – la pelinegra observó sus ojos grises, que estaban más cerca – te voy a explicar todo lo que necesites saber, pero la condición es que me escuches bien.

Ella asintió. Él apartó su mano de su espalda y se alejó un poco para darle espacio, pero también para poder observarla mejor.

-Las compuertas se abren cada tres meses, es decir, solo puede entrar y salir gente cada tres meses. Después se cierran, y hasta los próximos tres meses no puedes salir de Neón. Es una regla que está pensada sobre todo para que la experiencia sea más larga y puedas disfrutar más. Todo el mundo lo sabe – sonrió al ver el rostro de Luna – o al menos eso pensé.

Luna se sentía estúpida en ese mismo instante. ¿Cómo no lo había averiguado antes? El encargado de la información era Erik, pero el mismo reconoció que no pudo encontrar nada sobre la ciudad. Sacó su tarjeta bajo la mirada de Taehyung y la miró con odio. ¿Por qué a ella sí y a él no? No lo entendía.

-Luna – ella lo miró atentamente y él sonrió. ¿Por qué sonreía en un momento como ese? La hizo enfadar. – sé que lo que quieres ahora mismo es volver a la superficie. Pero ahora mismo no puedes hacer nada. Aunque no lo parezca, está anocheciendo en la superficie. Quizás no es un dato importante para los habitantes de la ciudad pero tú necesitas descansar. Es fácil que el cuerpo se descontrole en esta ciudad los primeros días. Lo mejor que puedes hacer ahora es acostarte y esperar hasta mañana para seguir buscando.

- Lo entiendo – ella se levantó con torpeza. Entendía las indirectas. Necesitaba buscar un lugar donde quedarse a dormir. Taehyung también se levantó instintivamente. – Gracias por la ayuda y espero no haber molestado.

Empezó a caminar hacia la puerta y escuchó un amable adiós del chico. Mientras más escaleras bajaba, más mal se sentía. Se despidió cortésmente de Jimin, quien al verla levantó su mano con entusiasmo. Al salir, volvió a ver las luces de la calle, como si estuviera en una eterna noche. Miró a la gente que paseaba tranquilamente en la ciudad. No sabía dónde podía haber un lugar cercano donde se pudiera hospedar. Pero estaba segura de que debía encontrarlo antes de que su cuerpo no diese más. Tenía razón, no se había dado cuenta de que desde el vuelo apenas había dormido. Y aunque los nervios se hubieran apoderado de ella, tenía que descansar. Empezó a caminar, mirando los edificios. A los minutos se olvidó de su objetivo.

¿Cómo podía ser una ciudad tan bonita? ¿Cómo habían podido hacer tal semejante estructura debajo de la tierra y que nadie se hubiera dado cuenta? ¿Por qué solo estaba reservada para unas pocas personas?

Unos pasos acelerados llamaron la atención de la de piel pálida, quien se giró para encontrarse con Taehyung. Su respiración era agitada y cuando paró quedándose en frente de ella, se rascó la nuca. No había corrido mucho, pues todavía seguía en la misma calle, pero aun así parecía que se había dado mucha prisa.

-Lo siento, no caí en cuenta de que como eras nueva en la ciudad no sabrías donde está los hoteles. – recobró un poco la compostura y suspiró.

-No pasa nada, pero, ¿podrías darme las indicaciones? Por favor. - Taehyung asintió despacio. Como si estuviera de nuevo analizando algo. Se llevó la mano a su cadera.

-Aunque te de las indicaciones, está muy lejos de aquí. – dijo con pesar – y no creo que llegues en una hora andando.

La pelinegra levantó las cejas, sorprendida. ¿Estaba bromeando?

-¿Tan grande es la ciudad? – el asintió, dubitativo.

-Podrías tardas una hora y media al paso que ibas – explicó – y es un paso ligero.

Luna suspiró rendida. No quería andar más, pero no le quedaba otra opción. ¿Qué iba a hacer?

-Bueno, da igual. Intentaré que no se me haga largo – sonrió, rendida.

-Mira, sé que no me conoces y todo eso, pero mi casa es grande y tengo varios cuartos libres. Me sentiría mal si te dejase aquí, sin saber a dónde es. Además, no soy bueno para dar indicaciones – soltó una risa para sí mismo y la miró, sus ojos brillaban y reflejaban los distintos colores que habían en la acera. – Si quieres, puedo ofrecerte una habitación esta noche y mañana te llevo al hotel más cercano, ¿te parece bien?

La de piel pálida se lo pensó un momento. El chico no había sido desagradable con ella, y sus piernas estaban flaqueando un poco debido al cansancio. Es verdad que necesitaba descansar. Pero por otra parte, ¿estaba bien en confiar en un desconocido?

Jejejejejeje

Espero que os guste este capítulo 🖤

Os quiero mucho 🌸

Butterfly 💓

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