Te Reto a Conocerme

By TaniaMartinez352

650K 33.5K 4.9K

-Es una jodida broma-. Mascullo con molestia en dirección al abogado en frente de mi. -Me temo que no lo es s... More

Sinopsis
Primera parte - Así comienza todo
Capitulo 1: Cuando dos caminos se cruzan
Capitulo 2: La primera cita
Capitulo 3: Club de motociclistas
Capitulo 4: La verdad siempre sale a la luz
Capitulo 5: Quédate conmigo
Capitulo 6: Se llama Natasha, puedes decirle Tasha
Capitulo 7: El principio del fin
Capitulo 8: Lo que las personas hacen por amor
Segunda Parte - Una Rusa distinta a las demás
Capitulo 9: El significado de crecer
Capitulo 10: Cuando te desgarran el corazón
Capitulo 11: La mayor injusticia
Capitulo 12: La perdida de la inocencia
Capitulo 13: Un vistazo al presente
Capitulo 14: El viaje no deseado
Tercera parte - Dos mundos que colicionan
Capitulo 15: Hola Papá
Capitulo 16: Verdades dichas a la cara
Capitulo 17: El Az bajo la manga
Capitulo 18: Los Black Ravens
Capitulo 19: Joder con la Princesita
Capitulo 20: Mi pasado es solo mío
Capitulo 21: La mejor haciendo negocios
Capitulo 22: Una provocativa tentación
Capitulo 23: Enredos de cama
Capitulo 25: Asuntos del club
Especial - Tú eres mi familia
Cuarta parte - Otra manera de ver las cosas
Capitulo 26: No fue un accidente
Capitulo 27: Lazos de familia
Capitulo 28: Sangre por sangre
Capitulo 29: La vieja Medusa
Capitulo 30: Cuentos para monstruos
Capitulo 31: Cabezas que ruedan
Capitulo 32: No puedo perdonarte
Quinta parte - Amor que cura
Capitulo 33: La historia de Hunter
Capitulo 34: Rusia invade E.U.A
Capitulo 35: ¿Ciudadana o extranjera?
Capitulo 36: Mi amigo de color verde
Capitulo 37: El corazón de un motero
Capitulo 38: De mi propiedad
Capitulo 39: Decisiones tomadas
Capitulo 40: La luz al final del túnel
Epilogo
Te Reto a Descifrarme

Capitulo 24: Hermana modelo

15.4K 804 112
By TaniaMartinez352

-¡Cómo putas se te ocurrió que era buena idea dejar a tu hermano solo en un parque!-. Gritó Hades haciendo sobresaltar al imbécil de Bruno.

-Siempre se está quejando que se aburre cuando está aquí, así que pensé que lo mejor era que disfrutará un poco. Ya sabes que no pasa mucho tiempo con niños de su edad- Balbucea y yo pongo los ojos en blanco.

¿Habrá nacido así de idiota o sólo se golpeo la cabeza?

-¡Serás idiota!, ¡Irresponsable!. ¡Qué si le hubiera pasado algo más grave!, ¡¿Si se hubiera roto algo?!, ¡¿O si cuando fueras a buscarlo él simplemente ya no estuviera ahí?!. ¡¿Cómo eres tan estúpido?!-.

Estoy segura de que los gritos de Hades se escuchan hasta la otra manzana. Bruno baja la cabeza y se ve avergonzado.

-Tal vez no lo pensé bien...-. Empieza y yo me río.

-Eso se nota-. Me fulmina con la mirada cuando lo interrumpo, solo me cruzo de brazos y le doy una mirada irónica.

-Tú cállate, no tienes nada que ver en esto-. Me suelta y yo solo chasqueo la lengua.

-Considerando que yo fui la persona que encontró a nuestro hermano sangrando, lo curo, y lo trajo aquí, me parece que me gane el derecho a opinar acerca de lo idiota que fuiste-.

Bruno enrojece de rabia y abre la boca para gritarme algo. Pero Hades lo interrumpe.

-¡Ni se te ocurra decirle nada!, para lo único que vas a abrir esa boca que tienes es para decirle gracias por corregir tú error. También vas a ir afuera, buscar a Gael, y pedirle de rodillas perdón por dejarlo solo. Después le vas a preguntar que quiere hacer y vas a cumplirle cada puto capricho que tenga así sea lo más estúpido como montar un jodido unicornio. ¿Te quedo claro?-.

-Pero hoy tengo que terminar el carro para Sawyer, sabes que la fecha límite es mañana y no tolera los aplazos-. Se excusa Bruno y mi padre le da una mirada de muerte.

-Como ya le dije a tú hermano, Bloody está aquí y puede encargarse de el motor perfectamente-. Dice Hades con voz mortalmente seria, y mi hermanastro niega un poco.

-Pidió permiso para salir temprano y el coche necesita al menos toda la tarde para estar listo-.

Hades pone los ojos en blanco y lanza los brazos al aire frustrado.

-¡¿Si estás tan ocupado porqué demonios trajiste a Gael para cuidarlo?!-. Grita perdiendo la paciencia mi padre y yo me muerdo el labio cuando una idea se me pasa por la cabeza.

-¡Yo no lo quería traer!, ¡Mamá me lo dejo de último minuto con una nota y no pude negarme! ¡Por eso precisamente lo dejé en el parque!-. Dice también perdiendo la paciencia Bruno, y antes de que me aturdan más la cabeza con sus gritos me aclaro la garganta, ambos hombres con mis mismos ojos me voltean a ver.

Uno molesto y el otro inquisitivo.

-Yo puedo cuidarlo si quieren-. Suelto como si nada mientras me cruzo de brazos.

Los moteros se me quedan viendo como si les hubiera afirmado que había visto como los pingüinos volaban. Chasque los dedos para sacarlos de su ensoñación.

-¿Tú?, ¿Cuidar a mi hermano?-. Dijo Bruno y me puso una cara de asco. Le di una mirada fría para demostrarle lo poco que me importaba su opinión.

-Si, yo. ¿O acaso tienes miedo de que el chiquillo termine viendo lo basura que eres como hermano y me quiera más a mi?-. Le contesto mientras arqueó una ceja y lo veo con desafío.

-¿Estás segura de lo que estás diciendo?, Tendrías que estar con él toda la tarde de mínimo-. Interfiere Hades y dejo de ver el rostro enrojecido de Bruno para ver el suyo serio.

Soy mejor persona.

Una sonrisa fría se planta en mi cara. Mientras lo veo.

-Créeme que si hay alguna persona en esté lugar a la que puedo soportar durante tanto tiempo es ese niño, así que sí, estoy segura-. Mis palabras cortan como cuchillo y espero que le haya quedado claro la doble intención.

Por su expresión herida me parece que sí. Pero de nuevo no me dice nada y solo asiente.

Casi pongo los ojos en blanco por su actitud pasiva y tolerante.

Si en algún momento tiene las bolas y el coraje de decirme las cosas que de verdad siente en lugar de irse por las ramas he irle a llorar a los demás tal vez esta relación pueda llegar a algún lado. Antes no.

-Papá, no creo que sea correcto. Gael no tiene ni puta idea de quién es ella-. Interviene Bruno y se por su voz que le esta costando mucho controlarse.

-Para empezar no necesita saber quién soy yo para que pase tiempo conmigo, además de que eso no le importo cuando me pidió ayuda porqué se había lastimado porqué alguien lo dejo solo-. Remarque bien las últimas palabras y disfrute viendo la expresión de muerte que me dedico.

-Tasha tiene razón, le diremos a Gael todo a su debido tiempo. Bruno cierra esa bocota si no quieras más problemas de los que ya tienes. Solo espera a que le cuente a tu madre de esta osadía y veremos si mañana regresas a la casa club de una pieza. Ahora vete y déjame hablar con tú hermana a solas-.

-Hermanastra-. Corregí sin poder evitarlo, pero después ya no dije nada. Bruno solo asintió con la mandibula apretada para después salir dejándome a solas con el hombre que nos dio la vida.

En cuanto se cerró la puerta la tensión en el ambiente aumento y disminuyo. Como una corriente eléctrica que trataba de llegar después de una tormenta.

Hades clavo sus ojos en los míos buscando algo en ellos. Le devolví la mirada como un muro de acero. Si creía que iba a hallar una respuesta ahí es que realmente no me conocía.

-¿Por qué?-. Preguntó al final y yo dejé salir el aire que no sabía que estaba reteniendo. A pesar de su pregunta vaga sabía perfectamente a que se refería. Así que no me inmute, solo alce un poco la barbilla y mis ojos brillaron antes de contestar.

-¿Necesito tener un motivo?-. Respondí con otra pregunta. Él bufo un poco.

-Eres idéntica a tú madre-. Contesto y mi cuerpo se tenso con su mención.

-No quiero que hables de ella en mi presencia-. Solté con los dientes apretados y con el cuerpo temblando.

Volvimos a tener un duelo de miradas y no sé que vió en la mía que hizo que asintiera y desviara su atención a unos papeles que tenía en su escritorio.

Dando por terminada la conversación me giré para poder salir del lugar, abrí la puerta y con la mano en el picaporte Hades vuelve a hablar.

-Lo llamaste tú hermano-. Me detengo y giró la cabeza para verlo.

Hades me ve por encima del documento pero solo me encojo de hombros.

-¿Es una pregunta o una queja?-. Preguntó con una ceja alzada, Hades no hace nada.

-Ninguna de las dos-. Contesta al final.

-Bien-. Digo y solo salgo cerrando la puerta.

Camino tranquilamente y ahora sí presto atención a las cosas que me rodean, los estantes llenos de piezas mecánicas, la cantidad asombrosa de carros y motos con los capos abiertos. Hombres grandes y fornidos trabajando inclinados en ellos. Mis ojos buscan al niño y lo encuentro en una de las partes más apartadas del local, está sentado encima de un anaquel con varias herramientas mientras juega con una llave de tuercas.

Un hombre alto con el pelo atado en una coleta baja, tatuajes en su brazo izquierdo, con barba, y de ojos color tormenta está trabajando en el motor de un Mercedes a lado del pequeño renacuajo.

Voy en esa dirección y los ojos azules de mi hermanastro brillan cuando me ven.

-¡Tasha!, ¿Viniste a despedirte?-. Preguntó tranquilo mientras daba vueltas a la llave que estaba entre sus manos. Él motero me dió una mirada de reojo pero siguió en lo suyo así que yo también lo ignoré.

Le di una sonrisa al pequeño mientras negaba con la cabeza.

-De hecho pequeño renacuajo, tú padre me pidió que te cuidara, así que pasaremos todo el día juntos. ¿Te parece buena idea?-. Le digo y el niño grita alegre.

Me acerco y lo bajo de dónde está sentado, el pequeño se pone a dar saltitos a mi alrededor y su buen humor me contagia haciendo que sonría con fuerza.

-Ve y despídete de tú papá y de tú hermano mientras hago una llamada para que nos larguemos de aquí-. Empujó un poco al renacuajo y esté sale disparado a hacer lo que le digo.

Cuando lo pierdo de vista regreso la mirada al hombre que está trabajando en el carro y me acercó para tocar su hombro. El motero se incorpora en toda su altura y me ve con expresión calmada.

-¿Si?-. Me preguntó con su voz ronca pero tranquila.

-¿Tienes el número de Hell?-. Pregunto como si nada, él hombre me ve arqueando una ceja pero no me dice nada mientras saca su celular de un bolsillo trasero de su mono y me lo dicta.

-Gracias-. Le digo y marco desde mi celular al suyo.

-Aquí Hell-. Me contesta después de unos tonos-.

-Soy Tasha, ¿Estás ocupado?-. Voy directa al grano, escucho unos ruidos de fondo, unas pisadas y luego paz.

-Nada importante, ¿Necesitas algo?- Comenta y escucho una leve preocupación en su tono.

-Solo un favor, si estás en la casa club ¿Puedes traer mi camioneta al taller principal de club?-. Le pregunto y por un segundo silencio es lo único que escucho, después se aclara la garganta.

-Estaba a punto de salir justamente, pero tengo tiempo para hacerlo-. Dice y yo asiento aunque no me vea.

-Las llaves están en la mesita de noche de mi cuarto-. Digo y escucho como empieza a caminar.

-No me tardo-.

-Oye Hell-. Me muerdo el labio.

-¿Si?-.

-Si le haces un rasguño te mato-. Digo seria y casi me parece ver como sonríe.

-No te preocupes princesa, a tú camioneta no le va a pasar nada-.

Y me cuelga, sigo enojada como el diablo con el idiota pero eso no significa que no sea útil cuando quiere.

Me quedó esperando con el celular en la mano y ahí decido mandar varios mensajes para ponerme al corriente de todo. Le escribo a Sabrina para saber cómo está, le pregunto a Trenton como va la remodelación, también contacto a la secretaria del actual cabecilla de la mesa de accionistas de la empresa y le pido que le diga a su jefe que se comunique conmigo cuando pueda.

-¿Ya nos vamos?-. La voz del chiquillo hace que despeje los ojos de la pantalla y lo vea parado enfrente.

-Vamos a esperar a Hell afuera, cuando llegué nos iremos-. Antes de que mis labios terminen de pronunciar esas palabras el renacuajo ya salió disparado a la salida haciéndome reír un poco por su entusiasmo.

-Le gusta nadar, ama los animales marinos y  la playa-. La voz gruesa hace que volte y mire al motero que me examina con la mirada mientras se limpia la grasa de las manos con un trapo.

-Gracias-. Contesto y él ladea la cabeza mientras me ve curioso.

-¿Por qué me agradeces?-. Pregunta y yo le doy media sonrisa antes de empezar a caminar mientras le contesto.

-Por ser diferente al resto y no juzgar por la portada-. Digo como si nada y sin quedarme a ver su reacción.

No me tardo en cruzar el taller y salir a la calle. Llego justo a tiempo para ver como Hunter llega en mi preciosa Jeep que estaciona a lado de mi moto.

El motero se baja y ve mi moto con una ceja arqueada, una clara pregunta en sus ojos pero no le aclaro nada. Solo extiendo mi mano y él me entrega las llaves.

-Gracias- Digo seca y abro los seguros, Gael se mete en el asiento del copiloto de inmediato y Hunter ahora tiene las dos cejas arqueadas pero sigue sin preguntarme nada.

-¿Quieres que lleve tú Harley de regreso?-. Me pregunta y yo le doy una sonrisa que indica peligro.

-Nadie que no sea yo conduce mi moto grandote, así que ni lo sueñes-. Comento fría y camino a la puerta. Una mano toma mi brazo y me impide continuar. Mis ojos regresan al motero que me ve con duda y firmeza.

-¿Podemos hablar acerca de lo de anoche?-. Pregunta y yo me tenso bajo su agarre, de un tirón me libro de él y su brazo cae sin fuerzas a su costado.

Mis ojos verdes lo taladran.

-No hay nada que hablar-. Digo fría. Él bufa y se pasa las manos por el cabello despeinándolo, justo como mis dedos lo hacían en el club.

-Tengo que aclararte varias cosas y tú a mi otras-. Dice con la voz cansada y molesta. Mi corazón se encoge de coraje al recordar a la pelirroja tetona.

-Te equivocas, no me debes nada ni mucho menos yo a ti-. Suelto mordaz.

-¿Ah no?-. Dice mortalmente serio.

-No, y aunque así fuera por si no puedes notarlo estoy ocupada-. Señalo con la cabeza a la camioneta - Así que si me disculpas me voy-. Digo y sigo con mi camino.

-Tú y yo vamos a hablar lo quieras o no-. Habla fuerte para que lo escuche, yo abro la puerta y le dedico una sonrisa irónica.

-Oblígame-. Es mi única contestación antes de meterme y cerrar la puerta.

Me pongo el cinturón de seguridad y revisó de reojo que el renacuajo lo tenga puesto. Cuando lo confirmo saco mi celular y pongo el GPS en dirección al muelle de Santa Monica, mi mamá me llevo ahí una vez cuando era pequeña y recuerdo haberlo pasado bomba.

Cuando la voz de una mujer me da indicaciones de como llegar meto la llave en el contacto y la giro para despues acelerar y comenzar con esta aventura.

Dejo atrás al motero que besa como los dioses, a mi padre traicionero, a mi hermanastro idiota, y acuna de las pocas personas en las que podría confiar en este lugar.

Me hago casi hora y media en llegar.

El trayecto estuvo lleno de preguntas por parte del rubiales y respuestas simples de parte mía. Fui conociendo a mi hermano poco a poco y debo decir que me sorprendí gratamente al ver que no se parecía en nada a Bruno o Hades. Él chiquillo era increíblemente inteligente para su corta edad, (que ahora recordaba y era diez años exactos), amaba a los animales, especialmente a los acuáticos y de grande quería ser biólogo marino.

También descubrí que le gustaba la música country y que detestaba los vegetales. Él mocoso era algo rarito si me lo preguntaban y eso solo hacía que me cayera mejor. Le conté varias cosas de mí, como era hija única, (de cierta manera eso era cierto), como hablaba dos idiomas, (lo hice reír diciéndole palabras raras en ruso), como yo también odiaba los vegetales y como era buena en muchas artes marciales. Gael me hizo prometerle que le enseñaría unas cuantas técnicas a lo que acepte a regañadientes.

Cuando llegamos al lugar fue un infierno encontrar estacionamiento pero todo valió la pena cuando vi como sus ojos se iluminaban de entusiasmo y como corría de aquí para allá.

Aunque ninguno de los dos iba preparado para la playa eso no evito que disfrutáramos de la arena en nuestros pies y de que los mojáramos en la orilla. Compré una pelota y jugamos un mini partido de fútbol. Después de cansarnos nos fuimos a un restaurante donde ambos pedimos un gran filete de carne y el renacuajo siguió llenándome de preguntas.

Su buena vibra hizo que sonriera todo el tiempo, además de que me dolía el estómago de tanto reír por sus ocurrencias y tonterías. Nunca había pasado tiempo con un niño, y nunca creí pasarlo tan bien con este niño en específico.

Sorpresas de la vida.

Después de la comida nos fuimos a los juegos de feria que habían en el muelle y ambos entramos en modo competitivo. Probamos de todo, la mayoría de veces ganaba yo o otro desconocido adulto que jugaba también, pero disimuladamente lo dejé ganar un par de veces. Era adictivo ver como sus mejillas se ponían rojas y sonreía con todos sus dientes cuando estaba feliz.

Al final le tuve que ganar un pez dorado en el tiro al blanco porque el mocoso tenía peor puntería que yo antes de que aprendiera a usar una pistola. La mirada de asombro del tipo que se encargaba del puesto fue épica cuando me vió derribar a los cinco objetivos sin vacilar ni fallar ni un disparo.

Gael nombro al pescadito Nemo porque según esté era del mismo color que la caricatura.

De todas las idas y venidas el Sol se comenzó a meter en el cielo y ahí supe que era hora de regresar a la casa club. Aunque no tenía ganas de verle la cara a ninguno de los moteros que nos esperaban.

El renacuajo casi se puso a llorar cuando le dije que nos iríamos, así que le tuve que prometer que saldríamos más seguido. Haber si puedes cumplir esa promesa Tasha.

De regreso el rubio se quedó dormido en el asiento, cansado de todo el ejercicio del día, con cuidado deje al pez en el posa vasos y baje en volumen de la radio. Maneje con calma tratando de ordenar mis sentimientos y pensamientos, había sido un día bastante movidito emocionalmente. Y casi llegando a la casa club de los cuervos llegue a varias conclusiones.

1- Hunter me atraía lo suficiente como para tener sexo con él, pero no lo bastante como para dejarle tratarme de estúpida.

2- Mi padre era un idiota al que le tenía que dejar en claro, (de nuevo), que no fuera contando mis problemas al mundo como si fueran noticias de último segundo. Y que no haría absolutamente nada para mejorar nuestra relación sin importar lo mucho que me lo pidieran los demás.

3- No importaba la mala relación que llevará con Bruno o con Hades, o con la madre de ambos hermanastros, (a la cual aún no conocía y esperaba que se quedara así), Gael sería parte de mi vida y lo trataría como él hermano que nunca tuve.

Sintiéndome más tranquila con las cosas en claro estacione con calma en el estacionamiento del edificio. Me bajé y guarde las llaves en mi bolsillo, me acerqué a la puerta del copiloto y le quité el cinturón al renacuajo para después cargarlo de manera en que siguiera dormido en mi hombro. El pequeño se removió y adopto una pose cómoda pero no se despertó. También saqué a Nemo y tuve que hacer malabares para no tirar a ninguno.

Camine atravesando la entrada y varios moteros, (entre ellos los gemelos y el tipo de la cicatriz), se me quedaron viendo como de costumbre. Indecisa de que hacer con el renacuajo pero sabiendo que si me quedaba más tiempo en el bar se despertaría elegí llevarlo escaleras arriba a mi cuarto.

Una sonrisa tiro de mis labios cuando lo acomodé en mi cama, le quité los zapatos y lo arropé con la colcha, dejé al pescadito en la mesita de a lado. Después salí del lugar cerrando la puerta, satisfacción corriéndome por las venas cuando vi el cerrojo reparado.

Mis pies regresaron al bar, dónde me senté en la barra. Le pedí al culo dulce que lo atendía que me diera una botella de mezcal y un caballito. Lo tuve enfrente de inmediato y comencé a beber mientras hablaba por mensajes con Sabrina y Trenton.

Mañana tendría que pasarme por el bar para hablar de los planos con él y el arquitecto.

No pasó mucho ante de que una presencia se sentará a mi lado derecho, de reojo vi como Bloody pedía una cerveza, pero no dije nada y seguí en lo mío.

-La mitad de estos idiotas te llevarían a su cama si pudieran-. Comentó como si nada mientras daba un trago a su botella, bloqueé mi celular y lo guardé. También bebí mientras lo miraba a él primero y luego a todos los moteros que nos veían disimuladamente.

-¿Y la otra mitad?-. Pregunte indiferente y él hombre me dio una sonrisa de lado.

-La otra mitad no se preocuparía en llegar a su cuarto, una pared les parecería más que suficiente-. Dijo y me reí. Él también sonrió y por fin se giró para hablar cara a cara.

-¿Y tú?, ¿A cual de los dos grupos perteneces?-. Pregunte mientras me tomaba un trago de golpe y lo vi ahogarse con la cerveza. Reprimí las ganas de carcajearme por su expresión.

-Puedo tener la edad para ser tú padre-. Dijo medio escandalizado medio divertido y yo le di una sonrisa coqueta de broma.

-No creo que seas tan grande, además de que en la actualidad la edad solo es número mientras ambos seamos mayores de edad todo bien-. Digo burlona y él pone los ojos en blanco mientras deja la cerveza de lado y pide algo más fuerte. Vodka.

El vaso llega de inmediato con su respuesta.

-Tienes razón en ambas afirmaciones, tengo treinta y seis años. Pero lamento decepcionarte y decirte que yo soy de las pocas excepciones aquí que no quiere meterme en tus pantalones-.

Me dice serio pero yo solo le sonrió mientras me encojo de hombros.

-No te preocupes, tampoco eres mi tipo-. Le guiño un ojo y ambos nos reímos.

-Yo que tú tenía cuidado con este tipo de comentarios con los demás hermanos. Más de uno lo tomaría como una oferta y al Prez no le gustará nada eso-. Me tenso con ese comentario pero no digo nada mientras relleno mi vasito y le doy un sorbo.

-Lo que haga y deje de hacer en mi habitación no es decisión de nadie más que mía-. Digo seria y él asiente mientras toma su Vodka.

-Lo sé, y no estoy diciendo lo contrario. Solo digo que para cualquier padre es difícil ver como su hija deja ser una niña y pasa a ser una adulta. Hades es muy temperamental y creo que ambos ya tienen muchos problemas para agregarle más-.

Hago una mueca, y no digo nada.

-Tu padre te ama-. Afirma y dejo que mis ojos verdes lo vean irónicamente. Los suyos grises me ven sin dudar.

-Eso me han dicho, pero lo creeré cuando lo vea-. Fue mi única contestación y después seguimos tomando en silencio.

Unos pasos y la sensación de ser observada hicieron que me girara y viera como Hades y Hunter entraban caminando claramente cansados. El primero nos vió con duda al motero a mi lado y a mi mientras que el segundo solo me vió a los ojos y no los aparto en ningún momento.

Ambos se acercaron a donde estábamos y yo tampoco despegue la mirada de los ojos ónix del VP hasta que mi padre hizo un ruido con su garganta para que lo volteara a ver. Lo miré casi con aburrimiento mientras seguía tomando.

Vi la desaprobación brillando es sus orbes esmeralda al ver la botella de mezcal en la barra.

-Gael está dormido mi cama-. Le dije y él asintió.

-Lo llevaré a mi recámara para que te deje dormir. ¿Qué tal se porto?-. Una sonrisa auténtica tiró de mis labios con el recuerdo de mi tarde con él renacuajo pero se borró cuando volví a darme cuenta con quién estaba.

-Se portó bien, le gané un pez en la feria y lo llamo Nemo-. Hades sonrió un poco y me agradeció por cuidarlo. Yo me encogí de hombros y le dije que no era nada.

Terminé mi trago de sopetón y después me pare del banco dónde estaba sentada. Me despedí de Bloody que me dio una sonrisa y después le hice una seña a Hades como adiós.

Salí del bar y fui a mi camioneta, la abrí con el control de las llaves y busqué en la guantera un paquete de cigarros que había comprado el día anterior con un encendedor.

Cerré de nuevo la Jeep y abrí la cajetilla, saqué uno de esos instrumentos mortales y lo puse en mis labios mientras lo encendía.

Le di una profunda calada y me recargué en el costado de mi camioneta mientras cerraba los ojos y dejaba que el humo me relajara.

Me quedo unos minutos sola con mi cigarro hasta que unos pasos se escucharon cerca. Y no tuve que abrir los ojos para saber que era el motero caliente que hacía que mi piel se erizara. No dije nada, solo le di otra calada al cigarro.

-No sabía que fumaras-. Dijo y ahora sí abrí los ojos para verlo parado con los brazos cruzados a unos pocos metros de mí. Dejé salir el humo por mi nariz y alce un poco la barbilla.

-Hay muchas cosas que no sabes acerca de mi. Acabamos de conocernos, es obvio-. Digo tranquila y él niega un poco mientras cambia su peso de una rodilla a otra.

-Eso no es verdad, se varias cosas de ti-. Dijo y su voz ronca llego justo a mi entrepierna.

El maldito se veía absolutamente comestible con esos pantalones y esa playera pegada a su torso con el chaleco de cuero.

-¿Ah?, ¿Cómo cual?-. Lo desafié mientras le daba una última calada al cigarro antes de dejarlo caer y aplastarlo con mi bota.

Hunter me dió una media sonrisa que empezaba a conocer bien antes de contestar.

-Se que odias que te subestimen. Se que tienes seres queridos que se preocupan por ti y tú por ellos. Se que amas vestir tus botas de combate y no te importa lo que otros opinen de tu vida mientras a ti te guste- Se me acerco mientras sus ojos ónix se clavan en mis labios he inconscientemente mi lengua por ellos humedeciéndolos -Se que tú piel es suave y tus labios saben a menta. No te preocupa decir tú opinión ni expresar tus emociones. Si estás enojada lo dices, si estas triste lo demuestras, si estás feliz lo gritas- Mis brazos se cruzan cuando mis pechos comienzan a pesar y respiro profundo, control Tasha -Si estás excitada, lo solucionas- Susurra y mi garganta se seca cuando veo lo cerca que está.

Pero por mucho que me pese no voy a caer dos veces en esto. Así que mis manos suben a su pecho y lo acarician un segundo, después lo empujó con fuerza haciéndolo retroceder, agarro mis caderas y adopto una pose de indiferencia que no siento.

-Tienes razón en todo eso, pero hay varias cosas también que aún no sabes- Digo fría y me despego de la camioneta. Hunter me mira con las pupilas dilatadas y no espero a que me pregunte cuando me acerco y me pongo de puntitas, mis labios pegados a su oreja- Por ejemplo. Soy increíblemente buena en la cama, pero soy mejor dandole palizas a tipos que me doblan la estatura-.

Le susurró y le muerdo el lóbulo, Hunter suelta un gruñido y antes de que reaccione mi rodilla se encuentra con su entrepierna y mis brazos lo empujan con fuerza. El gran motero cae al piso mientras sus manos buscan su parte íntima y hace muecas de dolor.

-No juegues conmigo Vicepresidente, no soy una de tus zorras a la que puedes llamar cuando tienes ganas. No funciono así-. Dije antes de empezar a caminar de regreso a la casa club.

-No la lleve conmigo a ese club-. Comento con la voz cortada cuando ya había avanzado varios metros y me quedé quieta para que continuara -Jenna está celosa de toda la atención que tienes desde que llegaste y se inventó eso para separarnos, no eres una zorra y nunca te consideraría una-.

Nos quedamos un momento en silencio mientras proceso esa información.

-No me importa-. Es lo único que suelto antes de seguir caminando y dejarlo en el suelo.

Cuando paso por el bar puedo ver como ahora los gemelos y el tipo de la cicatriz se unieron a Bloody y lo acompañan en tragos.

No hay señales del tipo de pelo cano Bullet o del imbécil de Bruno, tampoco de mi padre. Así que sin despedirme de nadie y con el cansancio pesándome en los huesos camino con pesadez a mi cuarto.

Abro la puerta y no me sorprende no ver al renacuajo acostado. El pez también falta, prendo la luz y entró al cuarto llego la mitad cuando me agacho a quitarme las botas y dejar mis pies libres. Un gemido de satisfacción sale de mis labios.

-¿Vas a quedarte ahí toda la noche o dirás lo que sea viniste a decirme?-. Preguntó mientras muevo mi cuello y mis huesos crujen. Mis ojos vuelan a la parte izquierda dónde esta el escritorio y donde Hades está sentado mientras me ve con los brazos cruzados.

-Ninguno de los hermano es bueno para ti- Dice finalmente, y aunque esa afirmación me hace enojar solo me encojo de hombros.

-No discutiré mi vida romántica contigo, así que si eso es todo lo tienes para comentar ya puedes irte yendo-. Digo fría y buscó el cepillo de pelo para desenredar mi melena.

-Gael me dijo que eres asombrosa- Comentó y una sonrisa tira de mis comisuras.

-¿Ah si?-. Digo como si nada.

-Sí, como la hermana mayor que siempre soñó, también dijo que le prometiste pasar más tiempo juntos y que le enseñarías a defenderse-. El tono serio que uso me puso a la defensiva, dejé de cepillarme mi pelo y lo miré con los ojos entrecerrados.

-¿Y el problema es?-. Pregunte mordaz. Hades respiró profundamente antes de contestar.

-Es solo un niño Tasha, le bastó solo una tarde a tú lado para admirarte y respetarte. Quiero saber que tan en serio decías esas promesas porqué no quiero verlo sufrir-.

Un gran nudo se me formo en el estómago y mis ojos se cubrieron de una capa salada.

-Por supuesto que eso es lo único que te importa, que una intrusa como yo no dañe a tú hermosa familia- Escupo y le doy la espalda mientras sigo con lo mío- No te preocupes Hades, a diferencia de ti yo no hago promesas a la ligera. Tengo toda la intención de llevarme bien con el renacuajo- Le doy una mirada por encima del hombro- Pero solo con él, tú y tú otro hijo pueden irse a la mierda-. Termino y lanzo el cepillo a la cama.

La montaña de músculos de mi padre toma una respiración como si lo acabara de golpear y necesitara recomponerse.

-Entiendo que estés enojada conmigo, pero no tienes porqué ser de esta manera-.

Dice herido y yo trato de calmarme, pero no lo logro, y la rabia que tengo encerrada en el pecho desde esta mañana por fin sale.

-Creo que no entiendes, no en realidad- Digo sin girarme mientras veo al techo, mi corazón se acelera y trato de resumir todo lo que siento- Tenía doce años cuando las primeras niñas de mi salón se burlaron de mi porqué era mi abuelo quién iba a la escuela a verme el Día del padre porque yo no tenía uno- Solté con los labios apretados recordando a las mocosas- A los catorce acusé a mamá de ser la culpable de tú abandono, ella me dio una cachetada y me castigo un mes. A los quince me enteré de que no querías hablar conmigo por mucho que mamá te rogó que lo hicieras. A los dieciséis conocí a tú hermosa familia que ahora tienes. A los diecisiete perdí a la mía- Digo con la voz cada vez más ronca, me giro y veo al motero que cada vez está más pálido. Mis manos se mueven y me quitan la camiseta blanca dejándome solo en un sujetador, me acerco y tomo la mano de mi padre y la coloco en un punto estratégico en mi espalda, sobre una de mis cicatrices - A los veinte recibí mi primera puñalada en una pelea callejera- Hades inhala fuertemente y trata de retirar su mano pero la sostengo con fuerza. La guió ahora a mi cadera- Meses después tres balas me impactaron haciéndome casi morir desangrada de no haber sido por uno de mis amigos que actuó deprisa y cubrió mi herida-.

Mi voz se rompe por fin y dejo ir a mi padre que camina un par de pasos atrás, sus ojos me ven horrorizados. Me vuelvo a poner mi camiseta cubriendo mi piel, mis tatuajes, mis cicatrices.

-Yo no tenía la menor idea...-. Empezó pero lo corté.

-Exacto, no tenías ni idea y aun no la tienes. No sabes toda la mierda que he tenido que pasar desde que nos mandaste lejos a mamá y a mi. No te haces ni medio pensamiento de todo lo que sufrí, así que no me vengas a decir que me entiendes y que estoy exagerando mis sentimientos- Tomo aire como si acabara de terminar una carrera -No te atrevas a volver a decir algo parecido porque no tienes ni idea de quién soy o de lo que soy capaz. Tampoco tengo la menor idea de lo que ha pasado por tú cabeza los últimos trece años y no tengo interés en averiguarlo. Está es la última vez que te digo que te metas en tus asuntos y dejes los míos en paz-. Cierro los ojos y trago saliva, abro y cierros mis puños en un intento por calmarme.

-También te agradecería que dejaras de comentar mi vida privada como si fuera chisme escolar. Yo no voy gritando a los cuatro vientos lo mal padre que eres así que espero la misma cortesía de tu parte. Y no se tú, pero yo ya acabe aquí, así que por favor vete de mi cuarto y déjame descansar-. Terminó y un gran peso se libera de mi pecho.

-Perdón-. Es lo único de dice, escucho como sale de mi cuarto y el click que hace la puerta al cerrarse. Y solo cuando estoy sola me permito abrir los ojos, varias lágrimas pelean para salir pero no las dejó.

-Un perdón no es suficiente para arreglar esto Hades, para arreglarme-. Susurró con la voz ronca aunque se que ya no me puede escuchar.

Más cansada que antes me quito mi ropa y la lanzo a cualquier dirección. Me quedo solo en bragas y me coloco la playera que me presto anoche Darrel cuando me dejo dormir en su cama mientras él dormía en el sofá.

El peliverde es una buena persona.

Me dejo caer en la cama y me acurrucó como un gato entre las mantas. Mis brazos aprisionan una almohada, y durante un breve momento puedo imaginar como sería mi vida si nunca me hubiera ido a Rusia.

Como hubiera sido crecer en medio de moteros, aprendiendo a ensamblar motores y decir malas palabras. Puedo ver a mis padres felices mientras se besaban a cada oportunidad que podían, completamente enamorados. Me puedo ver a mí misma molestando a un motero de ojos negros desde adolescente cayendo por su sonrisa día a día. Como este fingiría que me odia pero deseándome en secreto. Como esperaría a que fuera lo suficientemente mayor para hablar con mi padre, como él lo amenazaría para después aceptarlo. Lo feliz que sería.

Pero eso nunca ocurrirá, mi realidad era una completamente diferente.

Y tenía que aceptarla.

Mis ojos se cerraron y me quedé profundamente dormida. Las pesadillas completamente distintas está vez. Hice como si no me di cuenta que mis sollozos me despertaron varias veces en la madrugada.

Era más difícil ocultar lo que sentía cuando estaba sola.

Continue Reading

You'll Also Like

578K 27.3K 23
Eliette Lefebvre es una escritora reconocida a nivel mundial por su exitosa saga de libros criminales, cansada de no poder terminar su nuevo libro se...
107K 4.2K 70
Donde Olivia se enamora del hermano de su mejor amiga. El único hombre que está prohibido para ella. Las reglas están para romperse. Esto es una hist...
41.6K 2.4K 19
El mayor sueño de Madeline siempre fue ser una estrella de la música clásica, pero un terrible suceso ha ocurrido y tras ser sometida al escrutinio p...
53.2K 9.7K 84
Mientras un joven Peter Quill muere lentamente de hambre en una celda de prisión en el barco devastador de Yondu, aparece otra alma y se fusiona con...