Te Reto a Conocerme

By TaniaMartinez352

651K 33.6K 4.9K

-Es una jodida broma-. Mascullo con molestia en dirección al abogado en frente de mi. -Me temo que no lo es s... More

Sinopsis
Primera parte - Así comienza todo
Capitulo 1: Cuando dos caminos se cruzan
Capitulo 2: La primera cita
Capitulo 3: Club de motociclistas
Capitulo 4: La verdad siempre sale a la luz
Capitulo 5: Quédate conmigo
Capitulo 6: Se llama Natasha, puedes decirle Tasha
Capitulo 7: El principio del fin
Capitulo 8: Lo que las personas hacen por amor
Segunda Parte - Una Rusa distinta a las demás
Capitulo 9: El significado de crecer
Capitulo 10: Cuando te desgarran el corazón
Capitulo 11: La mayor injusticia
Capitulo 12: La perdida de la inocencia
Capitulo 13: Un vistazo al presente
Tercera parte - Dos mundos que colicionan
Capitulo 15: Hola Papá
Capitulo 16: Verdades dichas a la cara
Capitulo 17: El Az bajo la manga
Capitulo 18: Los Black Ravens
Capitulo 19: Joder con la Princesita
Capitulo 20: Mi pasado es solo mío
Capitulo 21: La mejor haciendo negocios
Capitulo 22: Una provocativa tentación
Capitulo 23: Enredos de cama
Capitulo 24: Hermana modelo
Capitulo 25: Asuntos del club
Especial - Tú eres mi familia
Cuarta parte - Otra manera de ver las cosas
Capitulo 26: No fue un accidente
Capitulo 27: Lazos de familia
Capitulo 28: Sangre por sangre
Capitulo 29: La vieja Medusa
Capitulo 30: Cuentos para monstruos
Capitulo 31: Cabezas que ruedan
Capitulo 32: No puedo perdonarte
Quinta parte - Amor que cura
Capitulo 33: La historia de Hunter
Capitulo 34: Rusia invade E.U.A
Capitulo 35: ¿Ciudadana o extranjera?
Capitulo 36: Mi amigo de color verde
Capitulo 37: El corazón de un motero
Capitulo 38: De mi propiedad
Capitulo 39: Decisiones tomadas
Capitulo 40: La luz al final del túnel
Epilogo
Te Reto a Descifrarme

Capitulo 14: El viaje no deseado

10K 671 31
By TaniaMartinez352

Estaba recargada en mi moto en la calle de enfrente del bufet de abogados mientras me fumaba otro cigarro. Mi consumo de tabaco había aumentado exponencialmente desde que esa puta carta llego a mis manos.

Faltaban unos minutos para la hora estipulada y yo todavía no sabía que esperar de aquella reunion. La gente que caminaba por la calle, eran mayormente empresarios que salían a almorzar, con sus trajes limpios he impecables no podía juzgarlos por las miradas de desconfianza que me daban. No es que me viera como una indigente, pero el conjunto de mis botas de combate, un pantalón negro que abrazaba como una segunda piel mis piernas, seguida de mi chamarra de piel, guantes y bufanda, mientras fumaba a lado de mi moto causaba cierta impresión.

Vamos, deja de ser una maldita cobarde y entra.

Hice una mueca ante la voz de mi conciencia, y esperé otro minuto entero antes de apagar por fin mi cigarro y cruzar la calle en dirección al edifcio de cristal.

El sonido de mis botas contra el caro mármol atrajo la mirada de todos los presentes, en especial la de los agentes de seguridad que custodiaban las puertas. Rode los ojos ante su actitud.

Estupidos racistas, ¿Es qué no habían una chica vestida de negro en toda su vida?

Camine con el mentón en alto hasta el escritorio de la recepción y me aclaré la garganta para llamar la atención del chico que la atendía.

-Bienvenida a H&H, ¿Le puedo ayudar en algo?- La voz del chico sonó insegura, como si se preguntara que demonios estaba haciendo alguien como yo en ese lugar.

Le di una de mi sonrisas ladeadas, esas que solían significar problemas y disfrute de ver como palidecía.

-Tengo una cita con el Licenciado Petrova a medio día- Contesté indiferente.

Él asintió muy nervioso mientras escribía algo en la computadora.

-¿Me podría dar su nombre y una identificación por favor?-.

Saque del bolsillo de mi chamarra mi permiso de conducir y lo deje con un golpe seco en el escritorio antes de contestar.

-Natasha Kozlov- Mi voz salió con firmeza y tono lo suficientemente alto para que todos en la recepción lo escucharan, como los malditos chismosos que eran, me voltearon a ver con la boca abierta, lo cual hizo que se ganaran una mirada molesta de mi parte.

Vi como la mano temblorosa del chico tomaba mi licencia y confirmaba quien era yo, después hizo una breve llamada y me devolvió el pedazo de plastico.

-La llevaré hasta la oficina del señor Petrova- Dijo el chico.

Pero negué con la cabeza mientras guardaba de nuevo mi documento.

-No es necesario, recuerdo el camino-.

No me quede a que me contestara, gire sobre mis talones y recorrí el camino que tantas veces había hecho en el pasado acompañada de mi madre, o de mi abuelo. No era la primera, ni la segunda, o la tercera vez que estaba en ese lugar. Es más, había perdido la cuenta de las veces que había tenido que esperar sentada o recorriendo los pasillos a que mi familia terminará algún problema legal.

No tarde en llegar a la puerta que tenía la placa con el nombre del abogado de más confianza de mi familia.

Ese que no pudo evitar que me quitaran todo y me llevaran a un puto orfanato.

Pensé con desagrado, pero no deje que mi molestia se reflejará en mi cara, toque una sola vez para después abrir la puerta.

El hombre estaba igual que hace tres años, viejo, calvo, y con lentes. Estaba sentado detrás de un escritorio de cristal mientras leía un documento. Lo dejo de lado cuando entré y me estrecho la mano mientras me saludaba.

-Los años la han convertido en una mujer muy hermosa señorita Kozlov-. Dijo con galantería.

-Yo siempre fui muy hermosa abogado, pero no estoy aquí para compartir halagos, quiero lo que se me nego hace tres años señor. Que sea lea el testamento de mi madre y herede por fin lo que me pertenece-. Le dije indiferente y con una mirada seria.

El hombre, justo como hace tres años se puso nervioso ante mis penetrantes ojos verdes y tomo de nuevo el documento que había estado leyendo.

-Estaba revisando todo para cuando llegara y poder explicarle todo-.

Entrecerré mis ojos mientras mi sexto sentido me decía que lo que saliera de su boca no me iba a gustar.

-¿Explicarme que?- Mi voz salió ahora cortante, y el abogado comenzó a enrojecer.

-Su madre tiene dos testamentos según parece, en este al que ahora tenemos acceso, deja estipulado que hay una cuenta a su nombre con algunos fondos y de la que podrá disponer desde este momento, al igual que un departamento en California-.

-¿QUÉ?, ¿Y el resto?, ¿Cómo que mi madre tenía dos testamentos y porqué no se me había dicho nada?- Grité molesta.

Joder, esto me daba muy mala espina.

-Pues yo tampoco lo sabía señorita, la parte donde lo dejaba dicho no estuvo en mis manos hasta hoy en la mañana-.

Cerré los ojos mientras masajeaba el puente de mi nariz mientras trataba de tranquilizarme.

-¿Dónde esta el segundo testamento de mi madre y como puedo acceder a el?-.

Pregunte con cansancio, ¿Cuándo se iba a acabar todo esto?

-Su madre le dejo dos cartas que le daré en unos momentos, en la parte que esta en mi poder deja instrucciones donde usted tiene que ir a California a Estados Unidos y entregar una de las cartas a su padre y la otra a un abogado que la representa allá. Él tiene el último testamento que escribió su madre en vida-.

La cabeza me empezo a doler y mi visión empezó a ver todo rojo.

-¿Mi padre?, ¿Mi madre dejo dicho que tenía que viajar a la otra punta del jodido mundo para buscar al imbécil que nos abandonó y entregarle una estupida carta en orden para recibir mi herencia?-. Mi voz subía de tono a cada palabra y el hombre pareció encogerse a cada segundo.

-S-s-s-i, señorita, puedo enseñarle el papel con sus instrucciones y su firma si lo quiere-.

Dude durante un segundo, pero terminé sacudiendo la cabeza.

-No es necesario, mi madre es muy capaz de haber hecho eso- Dije con molestia total.

El abogado asintió dándome la razón o no queriendo llevarme la contraria. Saco de uno de sus cajones un sobre de color amarillo de donde tomó dos pequeños sobres de color blanco, me los entrego y mi corazón se detuvo al leer la pulcra letra de mamá.

En uno de los sobres se leía el nombre de mi padre, Demian, mientras el otro estaba dirigido a Peter Seitz.

No supe que me había quedado absorta viendo las cartas hasta que la voz del hombre me saco de la nube en la que estaba.

Me hablo de como podía acceder a la cuenta bancaria a mi nombre y me entrego mi tarjeta ya activada y lista para ser utilizada. Me dió una tarjeta con el número y nombre completo del abogado de mi mamá, a parte de la dirección donde lo podía encontrar. También me entrego una caja de cartón en la que había dos juegos de llaves y un papelito con la letra de mi mamá que decía la dirección del departamento que estaba a mi nombre junto con mi pasaporte y visa vigente. En ellos se demostraba mi doble nacionalidad.

-Eso es todo de mi parte señorita, si necesita algo más, tiene mi número que esta siempre disponible por cualquier duda-.

-Gracias- Dije seca y no desperdicie ni un segundo más en ese lugar.

Salí dando pasos fuertes que demostraban cuan enojada me encontraba, las personas que me veían se apartaban de mi camino, pero no gaste energías en darles una de mis miradas fulminantes.

Esas que me habían ganado el apodo de Medusa.

Una vez fuera del edificio sentí la impersiosa necesidad de tener un cigarro en mis manos, pero lo controlé pasando mis dedos entre mi cuero cabelludo.

-Mierda, jodido infierno, ¿En qué cojones estabas pensando mamá?-.

Masculle para mi misma.

-¿No salió bien?-.

La voz de hombre hizo que diera un salto en mi lugar y mirará con irritación al mismísimo Reykon que se encontraba enfrente de mi, vestido exactamente como yo.

Entrecerré los ojos mientras me cruzaba de brazos a la defensiva.

-¿Qué mierda haces aquí Rey?-.

-¿No puedo preocuparme por una amiga?- Imitó mi tono cortante y me dio una ceja alzada.

-No sabía que aún era tu amiga-.

-No sabía que te había dicho que ya no lo eras-.

Apreté los dientes y los puños.

-No estoy de humor para estupideces ¿vale?, ¿Por qué no simplemente me dices la mierda que viniste a decir y te vuelves a ir?- Tal vez mi voz salió molesta pero por dentro estaba temblando.

¿Qué estaba haciendo Reykon aquí?, él solo se encogió de hombros ante mi arrebato antes de contestar.

Detestaba que no reaccionara como yo, siempre me había parecido espeluznante la manera de guardar la compostura que tenía.

-Ya te lo dije, estaba preocupado por ti, así que vine a verte, no te pongas arisca Medusita y dime que fue lo que paso ahí dentro para que te tenga de tan adorable humor-.

Bufé ante su sarcasmo pero no dude en contarle toda la mierda que me había dicho el abogado instantes atrás.

-¿Ahora que vas a hacer?-.

Lo mire arriba a bajo analizando si me lo preguntaba con sinceridad o por obligación, como no vi rastro de mentira en su cara no me quedó otra opción más que decirle la verdad.

-Pues al mal tiempo darle prisa- Me encogí de hombros- Me voy en este momento al aeropuerto para comprar el pasaje mas rápido disponible que me lleve a California, y ya improvisaré el resto sobre la marcha-.

El asintió sin reprocharme lo mal que podría salir todo.

-¿Y tu moto?-.

Preguntó como si nada pero yo no pude evitar hacer una mueca.

-La pensaba dejar en un estacionamiento hasta que volviera-.

-Tengo contactos que pueden hacer que la tengas allá en un par de días-.

Lo comento con simpleza pero yo comprendí el significado de sus palabras. Era una rama de olivo, una manera de decirme que estaba todo bien entre nosotros.

Le di una sonrisa trémula llena de agradecimiento.

-¿Me vas a dejar al aeropuerto?, así te doy las llaves y te encargas de ella-.

-Esta bien, ¿No necesitas ir a otro lugar antes de irte?-.

Negue con la cabeza.

-Todo lo que tenía valor lo saqué esta mañana cuando salía del jodido infierno ese y está en una mochila debajo del asiento de mi moto, así que no, no tengo nada pendiente-.

-De acuerdo, vamos-.

Saco mis llaves y se lanzo, Reykon las atrapa al vuelo.

-Tú conduces-.

Como lo solíamos hacer rutinariamente ambos nos dirigimos a mi moto del otro lado de la calle.

Reykon se subió a mi moto y yo no dude en montarme atrás, mientras él la encendía yo lo rodee con mis brazos.

-Antes de que lo olvide, Sabrina dice que dejes de ser una perra y que le mandes un mensaje-.

La risa sacudió mi cuerpo mientras Reykon avanzaba por la calle en dirección al aeropuerto.

Sola.

Yo ya no estaba tan sola.

Pero si me dirigía a un lugar donde lo estaría.

Sola.

No me sentía sola.

Ya no.

Continue Reading

You'll Also Like

216K 24.4K 39
❝ ˚ 𖤐₊ 🏎 CRAZY IN LOVE ━━ a brian o'conner fanfic ❞ en esta vida solo agradezco por cuatro cosas: la cerveza, los autos, las balas y por ti, arya...
35.3K 1.6K 30
Somos y seremos Eternos. Nuestro amor es eterno, no importa el tiempo, la distancia, confusiones y las circunstancias. Siempre volvemos a ese punto d...
1M 66.7K 48
Gabriela Baeza es la hija de un empresario, dueño de una importante y prestigiosa cadena de hoteles alrededor del mundo. Nació en Chile, donde vive a...
108K 4.2K 70
Donde Olivia se enamora del hermano de su mejor amiga. El único hombre que está prohibido para ella. Las reglas están para romperse. Esto es una hist...