Hacía dos meses que Wilmer había tenido que salir de la ciudad. Cada día llamaba a su casa para hablar con su familia, pero sobre todo para comunicarse con Demi y saber de su hija. Estaba pensando en regresar antes si era posible, pero en cambio todo apuntaba a que se podía alargar mucho más. Estaba en el sillón de la habitación de su hotel, llamando por teléfono una vez más...
***: ¿Hola?
Wilmer: Cariño (se sintió aliviado al ser la voz de ella la primera en escuchar) ¿Cómo estás? ¿Cómo esta nuestra hija?
Demi: Bien, ahora mismo estaba terminando de darle la cena. Te extrañamos.
Wilmer: Dale un beso de mi parte.
Demi: Espera... (puso el teléfono en la oreja de la niña, aunque ella se empeñaba en querer tocar los botones) no des ahí, papá está al otro lado...
Wilmer: ¿Hija? (emocionado, esperando una respuesta)
Paulina: Papá (balbuceó)
Demi: Si cariño, es papá... dile hola.
Paulina: Papá, papá...
Wilmer no pudo evitar derramar algunas lágrimas. Su hija comenzaba a pronunciar pequeñas palabras y él se estaba perdiendo aquello. Sintió un pitido y comprendió que su hija andaba jugando con los botones del teléfono, sonrió y escuchó como Demi volvía a tomarlo. Se frotó los ojos, intentando recuperar la voz...
Wilmer: ¿Ya comenzó a hablar?
Demi: La verdad es que no dice mucho todavía, pero... Papá y mamá lo dice a cada rato. También gatea y se arrastra por el suelo como una experta.
Wilmer: Voy a hacer todo lo posible para volver cuanto antes... las necesito.
Demi: Wilmer... ¿Tú estás bien? Te noto raro.
Wilmer: No te preocupes, estoy bien. Es solo qué... te quiero mucho.
Demi: Y yo a ti, no lo olvides.
Paulina: Mamá (la agarraba de la mano queriendo agarrar el teléfono) ¿Papá?
Demi: Mi amor, papá te manda muchos besos. Wilmer, tu primo quiere hablar contigo en lo que termino de darle la cena.
Wilmer: Tranquila, cuídala y cuídate tú también.
Demi: Te amo.
Término diciendo rota en lágrimas. Wilmer se dio cuenta y dio un fuerte golpe en aquel viejo sillón. Los dos estaban sufriendo con aquella distancia. Christopher agarró el teléfono y se apartó de todos. Quería hablar con él tranquilamente sin presión alguna.
Christopher: ¿Cuándo vas a regresar?
Wilmer: En cuanto pueda... todo parece que va más lento de lo que debería ir.
Christopher: Eres un hipócrita.
Wilmer: ¿Por qué, a qué te refieres?
Christopher: Tú hija te necesita. Dejas a tu chica, novia, amiga o como la quieras llamar, aquí sola. La llenas de lindas palabras y no eres capaz de perdonarla.
Wilmer: Para mí tampoco está siendo fácil.
Christopher: Piensa por un momento. Si Demi no te hubiera ocultado que tú eras el padre de Paulina antes de que cambiaras. ¿Hubieras accedido a hacerte cargo de esa niña?
Wilmer: No lo se...
Christopher: Vale, ahora, si tú te hubieras comportado como un hombre desde el principio con ella... ¿Crees que Demi te lo hubiera ocultado?
Wilmer: Estoy seguro que no.
Christopher: Ahí está la diferencia. Demi actuó según tu comportamiento. ¿Qué decisión debía tomar ante un hombre que no quería comprometerse y mucho menos hablar de traer un bebé al mundo? Mejor te ahorraba el disgusto.
Wilmer: No necesito que sigas con la charla. Esto es igual de duro para los dos. ¿Puedes pasármela para despedirme, por favor?
Christopher: Tan solo te pido que recapacites. Sabes que tu padre podría hacer que volvieras antes... ¡Demi! (Llamándola, le pasó el teléfono y besó su frente)
Wilmer: Cariño (esperó a que Demi le hiciera entender que lo escuchaba) Perdón por todo lo que estoy haciendo mal. Pero por favor, no llores.
Demi: Wilmer no puedo, me gustaría que estuvieras aquí, que tú me perdonaras y todo fuera como en una pareja normal. Pero no es así... Tú estás en otra ciudad, no hay día en que tu hija no pregunte por ti... yo no puedo con toda esta situación.
Wilmer: Voy a volver te lo prometo.
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Hola de nuevo, disculpen la tardanza pero he estado bastante ocupada. Espero poder terminar esta historia pronto porque realmente no tengo mucho tiempo para dedicarle. Gracias por su apoyo y paciencia!!!
Xoxo, D