Yokozawa dormía tranquilamente mientras Kirishima sentado a su lado revisaba aquellas cartas una y otra vez, claro que las había escrito él pero no pensaba que Yokozawa quisiera conservarlas, sin embargo encontró un par de cartas que estaba seguro, él no había escrito, cartas tan buenas como las que él enviaba, aquellas cartas las sacó de la carpeta, no estaban separadas de las suyas, sino que se encontraban revueltas con las que él había enviado, si Yokozawa sabía reconocer las cartas que él enviaba debería ser capaz de reconocer aquellas que no eran suyas y por supuesto deshacerse de ellas, pero si no lo hacia temprano al levantarse él mismo se encargaría de hacerlo.
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Al despertar pudo notar como Kirishima se encontraba algo nervioso a su lado, parecía tener una lucha interna pero el constante movimiento que hacia con las piernas era un poco molesto.
---¿qué pasa contigo?
---¡oh, despertaste!
---si, no dejas de moverte, era obvio que despertaría.
---lo siento, es sólo que... No pude dormir casi y....
---¿decidiste que lo mejor era que yo tampoco durmiera? Que considerado.
---l-lo siento...
--- está bien, de todas formas ya es hora de levantarse.
---ah, pero...
---nada de peros...--- Yokozawa se levantó de la cama y se estiró un poco antes de salir, se metió al baño para tomar una ducha, cuando salió se dirigió a la cocina a preparar el desayuno y Kirishima entró a tomar un baño también.
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El timbre de la casa sonó y ya Yokozawa se dirigía a abrir la puerta pensando que era la madre de Kirishima con Hiyori y Hisui, pero cuando abrió su sorpresa fue encontrarse con Haru, al principio se sorprendió, giró el rostro hacia atrás y se dió cuenta que Kirishima aún se encontraba en el baño, volvió la vista a su vecino y pudo darse cuenta de la sonrisa que llevaba en los labios, Yokozawa cerró la puerta y entró al departamento, buscó su portafolio y de el sacó varios papeles, volvió a la puerta principal y ahí seguía su vecino, le tendió los papeles que había sacado de su maletín y Haru los tomó sin problemas.
---¡oh, que lindo que eres! ¡Los guardaste!
---ganas no me faltaban de echarlos a la basura, pero no quería que lo malentendiera, así que se los regreso y le pido por favor que deje de mandarlos.
---oh vamos, solo quiero una oportunidad contigo.
---es que conmigo no tiene oportunidad, jamás la tendrá, solo... Búsquese a alguien más.
---...dime que no te gustaron... Dímelo.
---...--- lo pensó un poco, mirando a los lados nervioso de que Kirishima saliera en cualquier momento.
---¿porqué tan nervioso? ¿Si te gustaron verdad?
---¡P-por supuesto que no! ¡No quiero que siga enviándome cartas! ¡Es molesto! Yo ya estoy saliendo con alguien y soy feliz, le agradecería que me dejara en paz y se marchara.
---...bueno...--- Kirishima salió del baño con una toalla en la cabeza, al escuchar voces se acercó a la puerta de entrada y pudo notar a Yokozawa hablando con su vecino, supuso que había estado tan centrado en sus pensamientos que ni siquiera logró escuchar cuando tocaron el timbre, pero ahora no importaba, lo importante era el porque ese sujeto estaba ahí en primer lugar, con paso firme y decidido se acercó a la puerta y se paró al lado de Yokozawa.
---¿qué ocurre aquí?--- preguntó serio aunque no demasiado molesto.
---Kirishima-san, buenas tardes, pasaba a saludar y mire usted, la sorpresa que me he llevado, ¡parece ser que Yokozawa-san esta interesado en mí! ¡Estoy feliz!
---¿¡qué dice!?--- Yokozawa gritó exaltado hacia el tranquilo sujeto. Y Kirishima parecía confuso y molesto por el comentario
---apenas ha abierto la puerta, me ha visto y me ha entregado un sin fin de cartas de amor, ¿puede creerlo?--- el tipo sonreía, pues en sus manos yacían los papeles que le había entregado antes Yokozawa. Kirishima tomó aquellos papeles y los hojeó, sin duda alguna eran cartas como las que él mismo le escribía a Yokozawa cada día, su irritación crecía en tanto pasaba de hoja en hoja.
---lo siento mucho pero tendrá que hacer caso omiso a todo esto--- dijo entregando los papeles al hombre y cerrando la puerta molesto, jaló a Yokozawa dentro de la casa y lo dirigió hasta la habitación donde lo dejo caer sobre la cama--- ¿¡puedes explicarme que diablos fue eso?!
---¡lo que dijo no es verdad! ¡Yo jamás.... Yo jamás hice tal cosa!
---¡no me mientas Yokozawa!
---¡el único que miente aquí es él! ¿¡Vas a creerle!?
---¿¡que si le creo?! ¿¡Y qué me dices de esto!?--- dijo arrojándole las cartas que había sacado de la carpeta, Yokozawa se levantó de donde estaba quedando de pie a una distancia prudente del castaño.--- ¡eso no es mío! ¡Yo no lo escribí! ¿¡Porqué lo tienes guardado junto a lo que yo escribí para ti!?
--- dime una cosa, lo único que te molesta de estas cartas es que están junto a las tuyas, si es así puedo hacer una carpeta sólo para éstas.
---¡Yokozawa! ¡No te atrevas a hacer tal cosa! ¡Quiero que las tires a la basura ahora mismo!
---¡tsk! ¡Eso no pasará!
---¿¡qué dices?!
--- ¡digo que no tiraré éstas cartas!
---¿¡porqué?! ¿¡Tanto te importan?!
---¡sí!, ¡me importan! ¡Y no pienso tirarlas! ¡Si quieres las dejaré lejos de tu alcance pero no pienso tirarlas!
---¿¡quién las envió?! ¡Le romperé la cara!
---¡tú no vas a romperle la cara a nadie!
---¿¡de dónde salieron las cartas que él tenía?! ¿¡Eh?! ¿¡De dónde?!
---... ¡Él las mandó! ¡Él me las mandó! ¡Cada día recibía cartas tuyas y suyas!
---¿¡porqué no me dijiste nada?!
---¡Mírate! ¡Estás molesto de saberlo! ¡Hubiera preferido que no lo supieras nunca!
---¡no estoy molesto! ¡Estoy furioso Yokozawa! ¿¡Porqué lo ocultaste?! y, más importante, ¿¡porqué las guardaste?! ¿¡Te importa el sujeto acaso?! ¿¡Te atrae?! ¿¡Te gusta?! ¿¡Piensas dejarme?!
---¿¡Qué?! ¿¡Acaso eres idiota?!
--- ¡Responde!
Estaba completamente rojo de ira, sus ojos echaban chispas y Yokozawa ya no sabía qué hacer para calmarlo,
---...¡No dije nada porque no quería preocuparte! ¡Las guardé porque quería devolverlas! ¡Porque no quiero nada de él! ¡No me gusta! ¡El sujeto a mí no me interesa! ¡Se lo he dejado claro en cada ocasión! ¡Le he dicho que salgo con alguien! ¡Le he dicho que me deje en paz! Y Yo... Yo... No quiero dejarte...
Kirishima miró al peliazul sonrojarse un poco y aquello lo suavizó un poco, logró calmarse un poco él también, el silencio se hizo presente entre ellos pero aún quedaba aquel otro asunto.
Yokozawa tomó entre sus manos las cartas que Kirishima había sacado de su carpeta y las acomodaba con cuidado causando irritación de nuevo en el castaño, un bufido salió de sus labios sin poder evitarlo y Yokozawa volteó a verlo con fastidio.
---¿vas a decirme quién las mando?
---...pues...--- se vió interrumpido al abrirse la puerta, ambos adultos miraron a la persona responsable y se dieron cuenta de que era la pequeña Hiyori quien había cruzado la puerta de su habitación.
---¿porqué no fueron por mi hermano y por mí?--- preguntó, al darse cuenta ambos miraron el reloj, y recordaron que debían haber pasado por ellos más temprano en la mañana,--- la abuela dejó a Hisui en su cuna antes de irse, dijo que tenía prisa, papá, debiste ir por nosotros, ¿te olvidaste de nosotros?
---¿qué? ¡No! Claro que no Hiyo, sólo... Yokozawa y yo nos atrasamos un poco...---
La niña pareció aceptar la explicación, pues podía notar el aún húmedo cabello de su padre, pero siendo tan suspicaz como lo era pudo darse cuenta del ambiente que les rodeaba y supo de inmediato que aquellos dos habían estado discutiendo.
---ha... ¿Pasado algo malo?--- preguntó con cautela tratando de parecer lo mas casual posible.
---nada por lo que debas preocuparte Hiyo.--- su padre sonrió pero la castaña conocía muy bien aquella sonrisa falsa e hizo una mueca de inconformidad, volteó a ver a Yokozawa y lo vió sentarse en la cama.
---lo que pasa Hiyo, es que tu padre se ha molestado porque he recibido algunas cartas.--- suspiro ya cansado de toda la discusión, sin embargo tras el comentario la irritación apareció nuevamente en el rostro del castaño y a la niña aquello le pareció gracioso.
---hay papá, si tu le escribes todos los días no entiendo porque los demás no podemos hacerlo--- dijo aún sonriendo y sentándose al lado de Yokozawa.
Kirishima no comprendía como podía su propia hija estar del lado de Yokozawa y contra él hasta que algo hizo click en su cabeza y volteó a ver a su pareja.
--- estás cartas me las ha enviado Hiyo, por eso es que pienso guardarlas, te guste o no.--- concluyó levantándose y guardando aquellas cartas en un cajón.
---espera, ¿qué?
---hay papá, yo te ví un día escribirle una carta a mami y pensé que sería lindo escribirle una yo también... Pero se me hizo costumbre y... Le he escrito un montón de veces, aunque es un poco... Después de todo mami está siempre con nosotros... De todas formas creo que es lindo, seguiré escribiéndole las veces que yo quiera, y cuando no... Le diré de frente lo mucho que le quiero.--- la niña sonrió, Yokozawa le devolvió la sonrisa y Kirishima se sentía algo patético ahora, no había podido dormir en toda la noche pensando en quién había sido el responsable de escribirle a su pareja dichas cartas y había resultado ser su propia hija quien lo había hecho, era consciente de que el peliazul lo amaba y aún así no había podido ocultar sus celos al ver todas las cartas que el sujeto le había escrito, haciéndoles discutir un tiempo, miró a Yokozawa y éste le devolvía la mirada reprobatoriamente, Hiyo salió de la habitación después de haber aclarado el asunto al escuchar como su hermano lloraba, pues lo habían dejado solo un tiempo considerable, Yokozawa también se disponía a salir de la habitación cuando Kirishima lo tomó del brazo deteniendo su andar.
---Yokozawa yo... Lo sien...--- un beso fue depositado en sus labios impidiéndole terminar su disculpa.
---solo confía un poco más en mí, ¿si?--- Yokozawa salió de la habitación dejando al castaño sólo.