Escucho a Nam dar un portazo en su estudio, igual que su voz agitada, llena de preocupación.
Unos segundos después le veo en la recepción, con los ojos llorosos, una mueca de preocupación y con sudor empapando su flequillo, me levanto de la silla al instante, preocupándome por lo que sea que está pasando.
Nunca había visto a Nam Joon así por lo que tampoco se qué demonios debo hacer o decir.
—Nam, ¿qué pasa?— tiene el teléfono en la mano, me fijo en que además está temblando.
—Jin.— coge una bocanada de aire antes de seguir hablando, pero yo ya me he llenado de nervios y preocupación.— Se ha puesto de parto, está con Hobi, tengo que ir pero, no puedo, tengo una cita dentro de veinte minutos.— cierra sus ojos, dejo escapar un suspiro, sintiéndome mucho más tranquila al saber que nada grave le ha pasado a mi amigo.
—Nam, ve. — le digo.— Yo puedo hacerme cargo de tu cita.— Nam abre los ojos como platos y, segundos después, YoonGi aparece también en la recepción, igual de preocupado que Nam. No me hace falta que ninguno de los dos diga algo más.— YoonGi, ve con el, Gguk y yo nos encargaremos de la tienda hoy, en cuanto cerremos iremos al hospital a veros, ¿de acuerdo?— ambos Alfas asienten y no tardan en salir de la tienda.
Abro la agenda y reviso las citas y horarios que tienen mis amigos y compañeros de trabajo, necesito ordenarlo todo para dividir el trabajo entre Jeon y yo.
(--- * ---)
El último cliente sale de la tienda y Jeon y yo no tardamos ni dos minutos en tenerlo todo preparado para salir y ponernos en camino al hospital.
—Lo llevas todo, ¿no?— Jeon asiente y cierro la tienda, después vamos casi corriendo al coche, entramos y nos ponemos en marcha, estoy bastante nerviosa, no he tenido noticias de Nam, YoonGi o HoSeok por lo que no tengo ni la más mínima idea de cómo le está yendo a Jin.
—Gira a la derecha.— Jeon me saca de mi trance lleno de preocupaciones, recordándome que estoy al volante, que estoy conduciendo y que, además, ya falta poco para llegar al hospital.— Relájate, ya verás cómo están bien.— sus palabras me ayudan a pensar un poco mejor y a relajarme, pero no por completo.
En cuanto veo el parking del hospital entro, desesperada por encontrar un aparcamiento cuanto antes.
Necesito llegar cuanto antes, me acerco a la recepción, JeonGguk me pisa los talones. La mujer que me atiende parece sorprendida y algo asustada. Bien, supongo que el hecho de ver a una Gamma llena de tatuajes y bastante preocupada asustaría a cualquiera que no tenga una mínima idea sobre lo que podría hacer. Pregunto por Kim Seok Jin pero la mujer se niega a contestarme.
—Por favor, es urgente. ¿Podría informarnos?— la mujer mira a Jeon y una pequeña sonrisa se la escapa, intento no bufar, no tarda en responderle.
—El Señor Kim Seok Jin se encuentra en la habitación 315, en la cuarta planta.— miro a Jeon, sus ojos azules encuentran los míos en menos de un segundo.
—Gracias.— agradece y coge mi mano.
Su tacto me resulta de lo más agradable y reconfortante, me siento algo más tranquila, su mano envuelve casi por completo la mía, sus dedos largos y delgados. Siento un tirón en mi pecho y el aullido de mi lobo, me sorprendo al sentirlo con tanta claridad, como si nunca se hubiese ido.
Entramos en el ascensor y siento las miradas del personal sobre mí hasta que las puertas se cierran, no hay nadie más en el ascensor por lo que me encuentro en una contradicción conmigo misma ya que me resulta incómodo estar a solas con Jeon en un espacio tan reducido como lo es el ascensor, pero al mismo tiempo, no quiero que me suelte la mano en ningún momento.
Las puertas se abren en el cuarto piso y salimos, con paso mucho más calmado, completamente opuesto al que he tenido antes de que Jeon me cogiese de la mano, su tacto y su olor realmente me están relajando.
Antes de llegar a la habitación veo a mis amigos y a mi hijo sentados en el pasillo, Byong no tarda en mirar hacia nosotros y salir corriendo hacia mí, se lanza sobre mí y siento sus brazos rodearme la cintura, le revuelvo el pelo al mismo tiempo que, sin quererlo, separo mi mano de la de JeonGguk.
HoSeok y YoonGi son los últimos en acercarse y ponernos al día sobre cómo han ido las cosas.
—Por suerte ha sido un parto rápido y sencillo, —HoSeok me sonríe, YoonGi le mantiene rodeado por la cadera y, otra vez, siento cómo mi lobo se queja, después no sé dónde está, ha vuelto a desaparecer.— Nam está dentro con él, han tenido una hija preciosa. Estoy deseando tener ya mi propio cachorro.— YoonGi aparta la mirada, sé perfectamente por qué lo hace, aunque no digo nada, no es algo que me corresponda a mí decir.
—Estoy deseando conocerla, — paso el brazo por los hombros de mi hijo.— me pregunto cuándo podremos entrar.— quiero seguir hablando, pero una voz a mi espalda me lo impide, me tenso y acerco a Byong a mi cuerpo, la voz que me interrumpe es la de un Alfa y no parece muy alegre.
—Disculpe, pero debe salir del hospital.— me giro para enfrentar al hombre, escondo a mi cachorro en mi espalda y frunzo el ceño.— Por favor señores, alejen a su hijo de la Gamma, podría ser peligrosa.
—¿Con qué derecho dice eso?— me quejo, el hombre me mira por encima del hombro, con superioridad y rechazo.— Es mi cachorro y tengo el mismo derecho que cualquier otra persona para estar aquí.
—No lo repetiré dos veces, salga del Hospital y devuelva el cachorro a sus padres.— señala a YoonGi y a HoSeok, sus miradas me lo dicen todo, me siento tan impotente...
—Ella no está mintiendo, — Jeon sale en mi defensa.— él es su hijo y no representa ningún peligro.— YoonGi suelta a HoSeok y se pone a mi lado mientras siento a Hobi ponerse detrás de mí, dejando a Byong entre los dos.
—¡Chicos, Jin ya ha acabado de-!— la voz de Nam me es como un sonido lejano, casi inexistente, o al menos lo es hasta que siento su mano en mi hombro.—¿Qué está pasando?— me mira, sus ojos llenos de preocupación y me siento realmente mal por estar arruinando el nacimiento de su cachorro, él debería estar feliz y celebrando, no viendo este espectáculo tan lamentable y racista.— Sook, ¿estás bien?
Asiento y dejo escapar un suspiro.
—Sí, creo que será mejor que nos vayamos, — susurro al mismo tiempo que agacho la cabeza, ocultando mis ojos llenos de lágrimas.— espero ver a tu hija pronto.
—Pero qué dices, ¿la tinta te ha afectado al cerebro?, Jin ha insistido en que seas la primera en conocer a tu sobrina.— reprimo un sollozo cuando el médico habla en mi lugar.
—Me temo que ella no puede entrar a ninguna de las habitaciones, de hecho debe salir del hospital ahora mismo si no quiere que llamemos a la policía.
—Usted es un clasista de mierda, ¿lo sabe?— mis ojos se abren como platos cuando escucho la voz de Hobi.—Da igual su rango, Sooki es una buena persona y una gran madre, no tiene derecho ha echarla de aquí.— niego con la cabeza, en vez de una celebración por el nacimiento de una integrante más en la familia de TattooVerse estamos discutiendo y peleando por... por mi culpa.
—Da igual, dile a Jin que lo siento Nam. — sujeto la mano de mi cachorro.
Byong me sigue el paso, va dándome pequeños apretones en la mano, y sólo hace que me den más ganas de llorar, yo no me merezco un hijo tan bueno.
—¡Devuelva al niño a sus padres Gamma!— la voz de mando hace que me pare en mi sitio, no soy capaz de contener las palabras en mi boca.
—Soy su madre.— después entro al ascensor, Byong no se separa en ningún momento de mí, ni si quiera cuando subimos al coche, me aseguro de que está bien abrochado y me subo en el lado del conductor.
Las lágrimas me empañan la vista y, si mi cachorro no estuviese aquí sé que me pondría a llorar como si fuese una niña, me aparto las lágrimas con las manos y arranco el coche, sólo quiero llegar cuanto antes a casa, acostar a mi hijo y poder tumbarme en mi cama.
—Mamá.— Byong me llama, con cuidado, como si temiese algo, procuro que ni el dolor ni el asco a mí misma se noten en mi voz.
—Dime, cachorro.— por suerte creo que no se nota.
—Tú eres mi mamá y siempre vas a serlo, ese médico es un tonto por pensar mal de tí sólo por ser Gamma, yo de mayor quiero serlo también si así puedo ser tan genial como tú.— se me escapa un sollozo en el mismo momento en el que aparco el coche frente a casa.
No puedo creer que mi hijo quiera seguir mi camino, mis pasos.
—Tú ya eres genial, cachorro, no tienes que ser como yo.
Cuando Byong ya está en la cama, saco mi teléfono y le mando un mensaje a Park Hyun Sik.
¿Cuándo podríamos hacer esa entrevista?
Necesito que esta mierda termine de una vez por todas, necesito poder vivir como cualquier otra persona, sin importar la clase social.
..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..*..
Hola mis personitas!
Siento no haber podido publicar ayer, me quedé bloqueado y no era capaz de terminar el capítulo. :(
Entre otras noticias... ¡Acabo de hacerme mi primer tatuaje :D!
Y... sí, los tatuadores a los que pedí presupuesto tenían razón, soy un masoquista XD.
Nos leemos el domingo.
Darkest_Light_Soul.