Siguió con su corrida hasta que una suave voz acarició sus oídos y lo hizo detenerse.
-Haechannie...
Su voz era inconfundible, dulce y tierna como solo a él le salía. Venía desde un callejón y ChenLe no dudó ni un segundo en correr dentro de el para encontrar a uno de sus hermanos que a la vez era uno de sus mejores amigos.
-Hyuckye.- Lo llamo adentrándose al oscuro lugar sin salida.- ¿Hyuckye Hyung? Soy yo, Lele.- Lo llamo buscando a sus costados hasta que un sonido detrás del basurero llamo su atención. Se acercó a dicho lugar, sobresaltándose al ver a alguien que no era Hyuck, pero tranquilizándose al ver que solo era JaeMin.- ¡Nana!
El castaño frunció el ceño confundido.
-¿Disculpa, te conozco?.- Pregunto mirándolo de arriba abajo y ChenLe juraba que podría llorar de la frustración.
¿Por qué sus hermanos no lo reconocían?
-¡Claro que lo conocemos, Nana! ¡Es Lele!
Su corazón sintió un gran alivio cuando escucho su voz favorita en el mundo, Hyuck estaba detrás suyo, su cabello castaño al igual que el de JaeMin y mirándolo con su dulce sonrisa. Ambos estaban vestidos con ropas un poco rotas y sucias, pero quizás solo se habían ensuciado haciendo una travesura.
¡Por fin alguien lo reconocía! ¡Iba a llorar de la felicidad!
Su hermano mayor lo abrazo fuerte y Lele se deshizo en llanto en sus brazos... Aunque no se sentía como un verdadero abrazo de Hyuck...
-Hyung, yo de verdad estoy muy asustado... XiaoJun está con el loco de su padre, los policías se llevaron a Lucas Hyung y el tío de Hendery dijo que el había muerto ¡Además no puedo encontrar a ninguno de los Hyungs! Hyuckye Hyung, por favor ayúdam...- Pero no pudo terminar de hablar cuando sintió extrañado como el mayor revisaba los bolsillos de su piyama y campera.
-Mierda, no tiene nada.- Gruño soltándolo y empujándolo.- Lo abrace al pedo, me quedaron todos sus mocos en mi remera.- Se quejó alejándose ante la confundida mirada del menor.
-Hyuckye Hyung...- Lo volvió a llamar pero el mayor paso de largo de el, caminando hacia Nana y tomándolo del brazo.
-Vámonos, oí que la policía atrapó a un chico a unas calles de aquí, debemos irnos.- El mayor de los castaños tomo al otro de la mano y comenzó a arrastrarlo, hasta que el más alto lo detuvo.
-Espera Hyuck... No podemos dejar a Lele aquí...- Murmuró Nana, acercándose a un ilusionado y roto menor.
JaeMin se acercó a él y ChenLe se alejó con desconfianza... Estos no eran sus Hyungs, sus bromistas y lindos hyungs en los que siempre podía confiar, con los que se divertía y jugaba todos los días.
Se sintió asustado cuando la fuerte mano de JaeMin tomo su muñeca y forcejeó con el cuando notó que intentaba quitarle el reloj que siempre traía en su mano derecha.
El reloj que WinWin Ge le regaló, nunca se lo quitaba.
Pero ahora su hermano mayor estaba luchando con el para arrancárselo y el se sentía muy débil como para vencer, terminó siendo empujado al suelo mientras el mayor se quedaba con el reloj entre sus dedos.
Nana le saco el primer regalo que su hermano le dio cuando se reencontraron.
-¡Nana no! ¡Por favor no!.- Le rogo viendo como el castaño inspeccionaba el objeto.
-Parece caro, Hyuckye, quizás esto nos consiga un lugar donde dormir en las noches, HyunJin y Han dijeron que serían las más frías del año.
-Genial Nana, vamos a buscar a alguien para venderlo.- Los gemelos se tomaron de la mano e intentaron huir pero Lele se lanzó sobre ellos.
-¡Denme mi reloj! ¡Me lo dio mi Gege! - Nana lucho para quitarse al rubio de encima con ayuda de HaeChan hasta que por fin lograron tirar al suelo a Lele nuevamente, bañado en lágrimas de desesperación.
Se sentía aún más vacío y desalmado sin su reloj. El nunca se lo sacaba por que su Gege se lo había regalado.
-Por favor, Nana.- Le rogo.- Nana, Hyuckye Hyung... por favor ayúdenme... tengo mucho miedo...- Les suplicó, logrando que los mayores lo mirarán con pena.
-Lo lamentamos, niño, pero mi hermanito y yo lo necesitamos...- Murmuró Hae, sorprendiendo al menor.- ¿Tu eres el mocoso Zhong, verdad? Tienes una enorme casa, muy linda familia, un papá, hermanas... Una mamá viva...- El moreno río suavemente.- Nosotros no tenemos nada más que el uno al otro, apuesto que tienes miles de relojes en tu cuarto... Yo solo tengo a mi Nana, y voy a hacer lo que sea para que no sufra frío en las noches ni hambre en las mañanas.
Y tras decir eso los mayores intentaron irse. Intentaron, ya que un puño se estrelló sobre la mejilla del más alto de los hermanos tirándolo al suelo.
-¡Nana!.- ChenLe chillo corriendo hacia el y poniéndose a su lado junto a Hyuck.
El agresor carcajeo y tomo el reloj de ChenLe entre sus dedos.
-Esto es tuyo, niño.- El rubio casi se ahoga cuando escucho esa voz.
-¿RenJun?.- Alzó la vista encontrándose con uno de sus cuñados, más específicamente el novio del chico al que había golpeado.
-Mejor aléjate de cosas como estas, no sabes lo que pueden contagiarte.- Dijo burlón entregándole su reloj mientras los gemelos se levantaban del suelo, Hyuck ayudando al menor y mirando mal al otro castaño claro.
-¡No hables así de ellos!.- ChenLe empujó al Lee ganándose una mirada extrañada de este.
-Niño, ellos estaban intentando robarte... ¿Eres tonto?.- Pregunto realmente preocupado.
-¡Claro que no! ¡Son mis Hyungs! ¡Claro que voy a defenderlos!.
-Okey, yo también estoy preocupada por ti ahorita ¿Tienes algún problemita aquí?.- Le pregunto sin burla ni malas intenciones DongHyuck, acercándose a él y señalando su cabeza.
-¡No, Hyung! ¿¡Por qué no me recuerdan!? ¡Estoy muy asustado!, solo quiero volver a casa...- Volvió a suplicarle a los mayores, que lo miraron con pena, incluso RenJun.- Por favor... Ayúdenme Hyungs...- Les rogó, sus ojos bañados en lágrimas y mejillas empapadas y rojas.
DongHyuck lo dudo por un momento, pero termino asintiendo.
-Esta bien, vamos a ayudarte, niño, pero con una condición.- Lele asintió, no le importaba, solo quería regresar a casa.- Queremos una recompensa.- El rubio asintió mientras el chico detrás de él se carcajeo burlón.
-¿Acaso no puedes pensar en algo que no sea el dinero?.- Atacó RenJun.
-El dinero es lo único que puede darle comida y abrigo a mi hermanito, así que si, lo único que pienso es en el dinero, idiota.
RenJun volvió a sonreír con maldad, encarando una ceja y preguntando odioso.
-Y harías lo que sea por dinero, ¿Verdad?
La mirada segura y a la vez temerosa de DongHyuck fue suficiente respuesta para el. ChenLe no lo pudo creer cuando lo escucho después...
-Entonces...- El más bajo de los cuatro se acercó peligrosamente a Hyuck, alertando a los dos hermanos del moreno para defenderlo.- Si yo te ofreciera una buena suma de billetes por que uses esa linda boquita que tienes en algo más útil que discutir ¿Aceptarías?
ChenLe nunca sintió tantas ganas de darle una cachetada a RenJun, sobretodo por que Jun era un Hyung que lo había ayudado mucho desde que llegó al país, le había enseñado mucho del idioma y siempre lo ayudaba en la escuela, pero al oír eso, de ese RenJun que no parecía RenJun, quiso vomitar.
-¿Cuánto ofreces?.- InJunnie sonrió satisfecho mientras a Lele se le llenaban los ojos de lágrimas.
¿Por qué Hyuck aceptaba eso? ¿Por qué RenJun estaba actuando tan mal? ¿Dónde estaba JaeNo para cuidar a su Hyuck? Y ¿Por qué JaeMin no hacía nada más que llorar a un costado?
-Hyuck no, no vas a hacer eso.- Nana tomo del brazo al mayor y lo alejó del más bajo.- No te voy a dejar hacer eso.
-Nana, hace tres días no comes algo decente, y ya oíste, se vienen tormentas y noches frías, necesitamos un lugar donde dormir.
-¡Pues lo conseguiremos de otra forma! ¡No de esta!.- Reclamo el menor.- No te voy a dejar hacer esto, no voy a dejar que hagas lo mismo que alejó a mamá de nosotros... No puedo perderte, no a ti.
DongHyuck resopló y termino aceptando las palabras de su hermano.
-Bien, Nana, ayudemos al niño, obtengamos la recompensa y luego veremos qué haremos.- El menor asintió con una pequeña sonrisa.- Ahora, camina rubiecito, si al final de la tarde aún no das indicios de ser una persona cuerda te dejaremos solo, y nos llevaremos tu reloj.- ChenLe asintió con una pequeña sonrisa, al fin las cosas estaban yendo bien.- Por cierto ¿Dónde queda tu casa? ¿Cómo quieres que te llevemos allí si no sabemos dónde es?
-La calle es Nctzens, casa 127.- DongHyuck asintió, pensando un momento para ubicarse antes de comenzar a caminar, seguido de Nana, ChenLe y sorprendentemente, RenJun.
-¿Por qué vienes con nosotros?.- Le pregunto JaeMin realmente molesto al intruso.
-No voy a dejar al niño con dos cosas como ustedes ¿Qué saben que podrían hacerle a la inocente criaturita?
-Pff, sería más peligroso dejarlo con un estúpido pervertido como tú, idiota.
ChenLe decidió ignorar las discusión de quienes, días atrás, había visto prometerse amor hasta el fin de los tiempos.
Aún recuerda como, después de escabullirse de Kun, llegó al patio de su casa, viendo a Nana y a InJunnie sentándose en el borde de la casa del árbol, mirando las estrellas abrazados el uno al otro y besándose con ternura. RenJun acariciando cada parte del rostro del menor como si fuera una obra de arte, aunque bueno, eso era lo que JaeMin significaba para RenJun... Arte.
Pero ahora no lucía así, RenJun miraba al chico que tanto amaba se forma degradante, lo trataba como si fuera una cosa sin valor.
-¡Hey!.- Cuando ChenLe regreso de sus pensamientos se sorprendió al ver a DongHyuck en el suelo.- ¡Fíjate por dónde caminas, idiota!.- Le gritó al chico que lo había chocado. El rubio alzó la mirada.
-¡Mark Hyung!.- Al chino se le escapó una linda sonrisa al ver al azabache, aunque también lucía extraño.
Tenía puesto una remera negra, con pantalones del mismo color y cadenas colgando, usaba botas militares y ChenLe quiso reírse, por que Mark parecía vestido por ChangBin.
-¿Te conozco?.- Pregunto el canadiense confundido, su voz gruesa y rasposa haciendo a Lele temblar.
ChenLe no pudo responder, por qué Hyuck se alzó frente a él extranjero llamando su atención.
-Hey, devuelve eso.- Le hablo al castaño que intentaba alejarse.
-¿De qué hablas, idiota?
-Mi billetera, no soy tonto la tienes en tu bolsillo, bonito.
-Wow, ¿Qué onda con ustedes? Uno defiende a los ladrones y el otro les coquetea ¿Acaso nadie reacciona de forma normal en este lugar?.- Acotó RenJun.
DongHyuck intento evitar a Mark cuando esté se acercó peligrosamente hacia el pero el mayor fue más rápido y lo estampó contra la pared, tomado sus manos con una de las suyas y poniéndolas sobre su cabeza mientras que con la otra revisaba el bolsillo de Hyuck recuperando la billetera que el menor le había robado cuando chocaron.
-Ya tienes tu estúpida billetera, ahora suéltame, idiota.- Reprochó intentando soltarse de los fuertes brazos del mayor.
-¿Y si no quiero?
ChenLe frunció el ceño. Eso no estaba bien.
¿¡Por qué Mark estaba actuando así con HaeChan!? ¡Además, HaeChan era de JaeNo! ¡Quítenle a Mark de encima antes de que el lo haga!
No es como si se sintiera celoso. Para nada.
Pero por suerte, MinHyung terminó alejándose de DongHyuck apenas el menor clavo su rodilla en su entrepierna.
-Maldito idiota.- Gruño el moreno mientras se acercaba a Nana mientras el azabache se doblaba sobre si mismo con dolor en la zona atacada.- Vamos, Lele, no voy a dejar que ninguno de estos dos pervertidos nos acompañe, y mucho menos que estén cerca de ti y de Nana.
ChenLe sonrió cuando su hermano lo tomo de la mano y lo arrastró junto a él. Al fin una señal del HaeChan que el conocía, que siempre lo iba a cuidar y proteger de los malos.
-¡Oigan! ¡Espérenme!.- Chillo RenJun corriendo detrás de ellos, el rubio se sorprendió al ver que Mark también los seguía.
-¡Aléjense de nosotros! ¡Pervertidos!.- Les grito JaeMin pero los otros dos mayores seguían detrás de ellos.
Continuaron con la caminata, parecía que las calles se hacían cada vez más largas y las piernas de Lele ya no aguantaban mas.
-Hyungs...tengo hambre y sed.- Rezongo ganándose una mala mirada del castaño mayor.
-Niño, intente robarte para conseguir algo para comer para Nana y para mí ¿Y tú me vienes a pedir que te compre algo? Me haces considerar seriamente llevarte al loquero en lugar que a tu casa.- ChenLe hizo un puchero ante la respuesta y se volteó para mirar con ojitos de cachorro a los Lee.
-Por favor.- Les suplicó y el canadiense resopló.
-Bien, pero solo por que eres muy lindo.- El rubio se sonrojo ante lo dicho y no quitó su mirada del mayor hasta que se adentro en un almacén.
-Ni te gastes, rubio, es un idiota, busca algo mejor.- Le dijo HaeChan a sus espaldas, haciéndolo voltear confundido.
-¿Lo conoces?
-No, pero ya viste su comportamiento hace un rato, es igual de idiota que este de aquí.- Gruño señalando a RenJun.
-¡Hey! ¡Yo me estuve portando bien!.- Nana rodo los ojos.
-Escucha a Hyuckye, Lele, el sabe darse cuenta cuando un chico vale la pena.
-¿Si?
-Si, por que cuando un chico vale la pena.- Comenzó el castaño.- Actúa como un caballero, de brillante armadura, no como un tonto príncipe que intenta conquistarte con idioteces y flores.
ChenLe sonrió, asintiendo. Caballero de brillante armadura... Así es como Hyuck llamaba a JaeNo. Por que JeNo Hyung era valiente y muy bueno.
Cuando Mark volvió a salir y le dio una bendita caja de juguito siguieron con el recorrido.
Pero algo los detuvo, nuevamente.
-¿JeNo Hyung?
Su ceño se frunció viendo al mayor, que no lucía como el mismo si no como un gatito asustado, trepado sobre una rama de un árbol mientras un perro debajo suyo le ladraba sin parar.
-Conoces a todos los locos de la ciudad, Lele.- Murmuró RenJun con gracia.
Si, esos locos son mi familia... Pensó para sus adentros antes de tomar una ramita y lanzársela al perrito para que este corriera tras ella y el azabache pudiera bajar de su escondite.
-G-g-gracias.- Tartamudeo nervioso y aún temblando.
-Esta bien, hyung.- Le sonrió al mayor que miraba a su alrededor asustado.
-¿Te conozco?
ChenLe suspiro ante la misma pregunta que todos le hacían ¿¡Por qué nadie se acordaba de el!?
-¿Vives por aquí?.- Cuestionó Mark a lo que JeNo asintió.
-Ajá, aquí enfrente, con mis hermanos pero realmente nunca salgo ¡Por qué bestias como ese perro siempre me atacan! ¡Pero necesitaba salir a comprar por que mi extintor portátil se venció y necesitaba cargarlo de nuevo, y siempre debo llevarlo junto a mi por qué nunca se sabe cuándo puede haber f-f-f-u-fu-fu.- Comenzó a tartamudear otra vez sin poder completar la última palabra.
-¿Fuego?.- Pregunto HaeChan ladeando la cabeza confundido, a lo que el azabache chillo y saco un extintor de la mochila que tenía en su espalda.
-¡Ah! ¿¡Dónde!?
Todos lo miraron incrédulos.
-Bueno Lele, podemos darle a este chico el premio al chico más raro que pareces conocer de forma random.
-¡No soy raro! ¡Solo le tengo fobia al f-f-fu-fu-f-fu...- Hyuck pudo una mano en los labios de Mark cuando vio a este apunto de decir la palabra contal de molestar al otro azabache.- Mi familia entera murió por culpa de el... Por eso no me gusta.- Se excuso bajando la mirada avergonzado.
-Oh, eso es tan triste...- Murmuró con sinceridad DongHyuck, logrando que JaeNo alce su mirada hacia el y que sus ojos se conecten.
Lele sonrió, por que confirmó su teoría de que siempre que los ojos de su Hyung se encontraban con los del otro Lee, se iluminaban con más intensidad, y parecía que había brillitos en ellos.
-¿Puedo darte un abrazo?.- La pregunta sorprendió a todos, sobretodo al chico que se sonrojo pero asintió.
ChenLe de alguna forma tuvo que esperarlo... Eran como almas gemelas... ideales el uno para el otro y....
Y DongHyuck había salido corriendo, con la billetera y el teléfono de JeNo en la mano seguido de JaeMin, logrando que RenJun se carcajeaba al ver a JaeNo llorar como un niño, claro que las risas duraron poco.
-Oh mierda, también se llevaron mi billetera.- La declaración del castaño hizo que Mark revisará sus bolsillos y notará que tampoco tenía su dinero.
-Esas pequeñas ratas.- Gruño el canadiense, largándose a correr detrás de los gemelos, seguido de RenJun.
-¡Hey! ¡Espérenme!.- JaeNo también los siguió, dejando a Lele solo otra vez.
Sollozo, angustiándose de nuevo.
¿Por qué ocurría todo esto?
Esperen... ¿Acaso fue por el deseo que le dijo a Yuta Hyung? ¿¡Acaso su deseo se había hecho realidad y por eso ninguno de sus Hyungs lo conocía!? ¿¡Por qué el ya no era parte de la familia!?
Esos pensamientos solo lo hicieron llorar más fuerte. El amaba mucho a sus hermanos, más que a nada en el mundo y no quería estar lejos de ellos.
Quería volver a su hogar, con WinWin Ge. Jugar con Lucas, Nana y Hyuck mientras XiaoJun los grababa y bromeaban con Hendy...
Quería volver con su Gege...
Entonces, un rayo de luz lo atravesó en ese momento y reconoció donde estaba.
¡Estaba a la vuelta de casa!