-Voy a morir.
-No vas a morir.
-Voy a morir ahogada y muy joven. Voy a morir ahogada y muy joven. VOY QUE MORIR AHOGADA Y MUY JOVEN!
-se repetía aterrada y al borde de la histeria
Por más de que haya puesto miles de excusas para no ir al barco, allí estaba, en un bote de camino al barco donde estaba su padre.
Trató de justificarse más de una vez que no era seguro que ella estuviera allí, alegó que el apartamento era más seguro que un barco lleno de demonios.
Pero claro, eran órdenes estrictas de su padre y no había forma de evadirlas.
-Podrías ayudarme hermanita? -dijo Jonathan remando el bote que los llevaba al barco.
Negó con la cabeza tenía náuseas y estaba segura que en el momento en que usara los remos todo el desayuno que comió hace menos de media hora terminaría sobre la costosa camisa blanca de su hermano.
Era curioso, de alguna manera se las arreglaban para vestir similares, era como un don de gemelos.
Jonathan llevaba una camisa blanca de lino arremangada y un pantalón gris claro.
Y Ana llevaba un vestido blanco con un látigo de plata enroscado en su cintura simulando un cinturón.
-Que me miras tanto princesa mía?-preguntó burlón usando el apodo por el cual su padre la llamaba.
-Te has dado cuenta que siempre coincidimos al vestir? Ahora ambos vestimos de blanco - dijo Ana señalado su camisa y su vestido.
El sonrío divertido, al parecer había buen humor esa mañana.
-Es porque tú me copias.
《 Ja ja ja. Chiste viejo no? Gemelos duuuhh》
La chica revoleo los ojos divertida, ese sería un buen recuerdo si no se encontraran en el agua.
El bote chocó contra el barco y sentía que se iba a morir allí mismo, ese sería su fin. Cerró sus ojos esperando que el barco se hundiera.
《Bueno es mi fin. Alguien que cuide a mi bebito Tommy》
Unos hombres lanzaron una escalera para que subieran, hasta ahí llegó su viaje en bote.
《Casi》
La hija de Valentine Morgenstern colgó el bolso con un par de mudas de ropas a su espalda mientras subía hacia la embarcación.
Definitivamente se sentía aún más mareada dentro del barco.
-Por aquí señorita Anastasia.
Dijo lo que pensó que era un hombre, al parecer era un demonio cambia formas que ahora actuaba de sirviente y se disponía a guiar a Ana hasta su padre.
Hoy había encontrado dos cosas curiosas, el hecho de que vestían similares con su hermano y el hecho de que su Padre a pesar de odiar a los demonios los tenía de sirvientes sirviendo su comida.
Ya casi habían llegado a la proa del barco cuando lo vio.
-Padre. - saludó
El hombre que se encontraba apoyado en la barandilla volteó a verla con una sonrisa en el rostro.
Vestía un traje gris perla que brillaba bajo la luz mañanera de ese día.
Se acercó hasta la joven.
-Tiempo sin verte hija mía, princesa mía ¿Como estás? -Dijo Valentine acariciando su rostro con el dorso de su mano.
《Mareada, con nauseas y a punto de vomitar en tu elegante traje gris.》
La muchacha se dispuso a sonreír y tomar las manos de su padre entre las suyas.
-Padre. -saludo Jonathan
Su padre soltó las manos de Ana.
Se reunió con su hijo y justo cuando ella pensaba que se abrazarían fue cuando Valentine extendió su mano hacia Jonathan para estrecharla en un frío saludo.
《Algunas cosas nunca cambian...》
-Hijo.- susurró algunas palabras por lo bajo y volvió su atención hacia su hija - ¿Por que no vas a unos de los camarotes? Descansa un poco te ves enferma, haré que te manden a llamar cuando termine de discutir unos asuntos con tu hermano.
Agachó la cabeza e hizo lo que su padre le ordenó.
Ya era tarde, había pasado la mayor parte de su día ayudando a su padre con el vampiro y la joven licántropa. Ahora mismo iría que buscar a su hermana, los demonios que custodiaban su camarote le habían informado que no se había encontrado bien en toda tarde y se había negado a salir de allí.
Apenas abrió la puerta corrió a socorrerla, su cuerpo temblaba y se sacudía sin control.
-¡Ana! ¡Ana despierta! -la sacudió fuertemente para que despertara
Entro en pánico, rara vez lo hacía pero cuando pasaba era por su hermana.
Ella gritaba y tartamudeaba cosas sin sentido.
Estaba delirando.
- Va-a aa ees-esta-tallar tt-to-do ¡Clary! ¡Jon! ¡M-mo-mori-iree-mos!
- ¡Detente! ¡Ana por favor despierta! -sacudio a su hermana por los hombros hasta que estaba pareció comenzar a volver en sí.
Tenía la mirada perdida y respiraba pesadamente.
-Tenemos que irnos de aquí.-dijo en un intento de tono autoritario.
Jonathan no entendía que es lo que le pasaba a su hermana ¿porque quería que se fueran a allí?
-Ana...
-¡No entiendes! Tenemos que irnos ¡Ahora mismo! Vamos a morir si no lo hacemos, aún podemos salir.
-Escucha... no sé que es lo que te ocurre pero ya basta. Deja ya tus delirios... el mar no se te da bien y te hace tener alucinaciones, eso es todo.
Gritos y ruidos de luchas se escuchaban en la borda.
Algo golpeó contra la puerta del camarote haciendo a los dos hermanos ponerse en guardia.
Ana tomó un cuchillo serafín que se encontraba sobre su cama a duras penas y dijo:
-Ya están aquí, debemos irnos.
Juntos saliendo de allí y subieron a la borda del barco.
Todo era un caos, había cazadores de sombras por doquier.
Un par pasaron corriendo en su dirección.
-Vamos.
El chico la empujó hacia una especie de microhabitación donde guardan las herramientas.
-Ahora que? Hay cazadores de sombras en todo el barco y nos reconocerán por esto -dijo señalando sus cabelleras plateadas.
Ninguno de los dos había traído estela como para ocultar su cabello.
-No lo sé... déjame pensar -dijo la muchacha masajeando su sien
- No podemos arriesgarnos a que nos vean. -lo pensó bien- Podemos dejar que nos vean pero seria lo último verían algo antes de que los matemos.
- ¡No! ¡Por supuesto que no! ¡No mataremos a nadie!-respondió y golpeando su costado.
Una nueva idea llegó a la mente de Ana, fugaz..pero lo suficiente como para saber que mensajes raros le mandaba su subconsciente
《Solo por esta vez te voy a hacer caso sr. subconsciente 》
Tomo a su hermano de el puño de la camisa y lo arrastró hacia la borda, de allí tratarían de ir hasta el bote con salvaguardas en el que llegaron para salir de allí sin ser vistos.
-¡Maldición! ¿a donde nos llevas? preguntó Jonathan poniéndose en guardia cubriendo a su hermana de cualquier peligro que se les atravesara.
Esta no le contestó lo que harían, si ella se lo decía estaba cien porciento segura de que él no la dejaría ir.
Al llegar le indicó que se lanzara al bote ya en el agua a esperarla.
《Ojalá me perdones...!》
-Muy bien ¡Ahora salta! -dijo el peliblanco con los brazos extendidos hacia su hermana.
Ana negó con su cabeza, levantó la escalera para que no pudiera subir y así estar a salvo. Este enojado intentó subir por si solo para volver con ella pero ya era tarde... ella corría por la borda buscando a su padre para salvarlo a él también.
La chica Ángel cerró sus ojos e intentó recordar las imágenes de su sueño, le ponía inquieta no saber si se haría realidad o no pero tampoco que quería arriesgar.
Corrió sin parar entre el alboroto hasta las barandillas.
Algo la sujetó de los tobillos haciéndola caer al suelo en segundos y chocar fuertemente contra el piso. Por un momento observó hipnotizada el hilo de sangre que caía desde su sien y manchaba su vestido blanco.
《 ¡Mierda! 》
Oyó por encima del fuerte tipido en su cabeza que alguien gritaba.
-Señorita tiene que irse ¡AHORA! -El mismo demonio que lo había guiado hacia su padre la estaba protegiendo de una orda de su misma especie.
- ¡Tengo que ir a salvar a mi padre! ¡Eres su servidor tienes que salvarlo a él no a mi!
El demonio la ayudo a levantarse del suelo.
Ahora mismo se encontraban luchando espalda con espalda
-Yo no sirvo a su padre, por lo tanto no tengo una deuda con él, pero mi Amo la quiere sana y salva.
Volteó a replicarle que si no respondía órdenes de su padre entonces podía irse bien a la...
Y fue muy tarde.
La había empujado fuera del barco hacia el vacío...detrás de ella se escuchaba el sonido el todo haciéndose pedazos.
La fuerza de la inexplicable explosión del barco la sumergió profundamente en el agua.
Después de todo no estaba tannnn equivocada... iba a morir ahogada y muy joven.
Un trozo grande de metal bloqueaba y le impedía toda posibilidad de salir a la superficie. Intentó con todas su fuerzas contener el aire en sus pulmones que ya comenzaban a doler. Eso no era una buena señal... realmente iba a morir.
Golpeo una y otra vez el metal intentando crear una salida, cada intento por vivir la dejaba sin aliento y a sus músculos más cansados. Siguió golpeando hasta que todo a su alrededor se teñia del color de su sangre.
Comenzaba a sentir el frío expandirse desde sus brazos y piernas.No quería perder y rendirse pero esta era una batalla perdida.
Golpeó por última con todas su fuerzas y se dejó vencer contra la muerte, se relajó...su miedo más grande se volvió realidad, iba a morir sola, fría y con agua en sus pulmones en lugar de aire fresco.
Finalmente dejo soltar el aire que deseaba salir de sus pulmones... a pesar de todo se sentía feliz porque al menos había sacado a su hermano de allí y él ya se encontraba a salvo.
《Al menos hay algo bueno en todo esto. 》
Solo lo quedaba esperar que todo acabara.
A unos metros de allí en la superficie.
No podía gritar su nombre, lo escucharían. Tampoco podía moverse mucho y llamar la atención de algún cazador sobreviviente.
Estaba realmente jodido.
Se sumergió otra vez en el agua buscando a su hermana donde la habían empujado, si no fuera porque ese maldito demonio le salvó la vida ya lo habría matado por lo bruto que fue al empujarle por la borda a SU hermana.
Comenzó a sentir una sensación rara en el estómago.
《¡no!¡no!¡no!》
Ella ya no estaba allí, en su lugar había solo restos de la embarcación.
Miro a su alrededor y no había señales de que estuviera allí.
Se sumergió otra vez para intentar ver algo, seguía sin aparecer.
《Por favor Ana ¿Dónde estás?》se dijo internamente
El ruido de golpes contra el metal comenzó a escucharse, Jonathan enfocó sus ojos ante el montón de partes del barco desechas.
En segundos ya se encontraba en toda esta chatarra intento levantarla.
Y allí la vio.
Una parte de su cuerpo se asomaba, siguió empujando la pared de metal para poder liberarla.
No pudo.
Volvió a intentarlo, no se iba a rendir el nunca lo hacia, la sacaría de allí cueste lo que cueste.
Salió a la superficie para tomar aire y se sumergió de vuelta.
Los músculos de sus brazos se tensaron, pero poco a poco la pared se movía.
Una vez que lo logro abrazó con fuerza a Ana y nadó lo más rápido que pudo a la orilla. Dejo su cuerpo en la arena, tenía un pequeño corte en su frente y no respiraba, dibujo rápidamente una runa de curación. Algo iba mal, su cuerpo lo sentía y era una extraña sensación que lo aterraba.
《¡NO! ¡No puedes dejarme! Por favor no lo hagas!》
Ahora más que nunca no podía dejarla ir.
Si lo hacía quizás no volvería.
Comenzó a hacerle respiración de boca a boca y a presionar su pecho para sacar el agua en sus pulmones.
1...2...3..4...5...6
《Maldición ¡Respira por favor! No puedes dejarme... no ahora. 》
Siguió presionando su pecho y respirando su boca
1...2...3...4...5...
《Voy a hacer lo que tú quieras ¡despierta maldita sea!》
Ya habían pasado ¿media hora? No lo sabía. Sus brazos ya dolían.
1...2...3...4...5...6...
La sensación extraña se hacía cada ves más fuerte, el vínculo que tenía con ella colgaba de un hilo.
- Tal vez no soy el mejor hermano del mundo, pero te amo más que nadie! y te juro que te protegeré siempre. Si tu te vas ya no habrá razón para estar aquí. Mi vida se irá contigo por favor te lo ruego ¡despierta!
No despertaba. ¿Acaso es obra del destino? ¿Acaso nadie lo iba a querer nunca?
El joven levantó su miraba al cielo pero ninguna lágrima salió.
Era la única opción que le quedaba y quizás eso le salvaría la vida a Ana.
¿Podrían...? ¿Lo harían...? Talvez el pudiera interceder...
De todas maneras ya no importaba.
Ya era tarde.
Soltó el aire que retenían sus pulmones.
Ella ya había despertado.
Su hermana entre cerro los ojos, se notaba a kilómetros que todo le dolía.
El joven colocó tu mano sobre su frente y la abrazó para darle calor mientras su padre (que había llegado de la nada) y se colocaba frente suyo. Tenia la espada alma con él que le daba un aire peligroso.
Ignoró completamente la situación y dijo:
-Muy bien, comienza la segunda etapa del plan... -dijo mirando hacia el río- Llegó la hora de que entren en el juego.
Hola hola!!! Como es costumbre (por cierto muy mala) actualicé <3
¿Porque mala? Tal vez porque me demoré un poquito👌
Igual pero que les guste!!
ME ENCANTA LEER SUS COMENTARIOS ME ALEGRAN EL DÍA ❤❤❤
Así queeee
No se olviden de votar y comentar!❤
Bye bye
~Pau