Nuevo hogar.
La melodia sonaba suavemente en sus oidos, acariciante y dulce, al compas de los acelerados y felices latidos de su corazon, sus dedos entrelazados con los de Berlin, sin querer alejarse ya el uno del otro. Alexandra teniendo que recordarse que ahora eran marido y mujer, casi sin creer todavia que estuvieran casados, y que se pudiera ser asi de feliz.
-Te amo, Andres...-Murmuro en su oido, moviendose con la musica, y al sonreirle el la beso, repitiendo sus palabras en sus labios, aunque no fuera necesario, por que ella lo sabia a la perfeccion.
Todavia en los brazos del otro permanecieron moviendose por la pista, Berlin permitiendole bailar una cancion con Denver antes de volver a bailar a su lado, disfrutando tanto como podian de aquel feliz momento juntos, y rodeados de las personas que les importaban.
Y en ese momento ninguna diferencia parecia importar, la inspectora incluso hablando con los atracadores incluso cuando evitaron por completo el tema del atraco que les habia conseguido todo lo que ahora tenian, por que después de todo, era pasado, y ya de nada servía pensar en ello, y Raquel tuvo que aceptar que habian conseguido lo que querían, y por su amor por el profesor, estaba dispuesta a dejarlo atrás del mismo modo, aceptando que habia dejado de ser un agente de la policía en el mismo momento en que se habia enamorado.
De pronto, y luego de ver como ellos estaban junto a la niña, jugando y riendo con ella en el amplio lugar, las líneas se desdibujaron aún más, ella simplemente ya no podia saber quienes eran buenos y malos, y terminó aceptando que independiente de que fueran atracadores o policías, nada era tan blanco, o negro, la vida no siempre tenía que ser tan clara.
-¡Alex!.-Escucharon a Ellie decir, quien se acerco corriendo en su direccion, cuando por fin se separo de Rio, y Tokio, permitiendoles bailar juntos la siguiente cancion, entonces Samara y Berlin deteniendose para mirarla y sonreirle.-¿Lo hice bien?.-Pregunto al verlos, un tanto preocupada por no haber entregado los anillos de manera correcta.
-Lo hiciste perfecto, preciosa.-Berlin le dijo al asentir, haciendola sonreir contenta, y Samara se acerco a ella.
-¿Venias a despedirte?.
-Si, pero, ¿No iras con nosotras?, ¿Por que no puedes ir con nosotras a casa?.-Pregunto Ellie con cierta tristeza y confusion en su voz, y la muchacha se agacho a su altura, abrazandola con fuerza durante unos largos instante, estrechandola contra su cuerpo antes de alejarse.
-Por que esta vez tengo que ir con Berlin, y tu debes dormir temprano, pero solo sera un dia, yo estare esperandote.-Le aseguro poniendo un beso en su mejilla, sonriendole ampliamente.-Ahora, tenemos que preparar un par de cosas antes de ir, y despedirnos de los demas, ¿Tienes tu maleta lista, verdad?.
-Si, ya la teniamos lista, llevare a Lucy conmigo.-Sonrio contenta al decir, y al pensar que tomaria un avion de nuevo, segura de que no dejaria al conejito de peluche que tanto amaba.
-Esta bien, te ayudara a dormir.-Asintio Samara al arreglar la cinta del vestido blanco en su cintura, quitandole unos mechones oscuros del rostro y dejando una caricia en su mejilla, mirandola con una sonrisa, casi sin creer durante unos momentos que hubiera crecido tanto.
-¿Donde iremos?.
-Eso tendrias que preguntarselo a Berlin, ya que es muy malo, y no ha querido decirme.-Murmuro cerca de su oido, y lo vieron acercarse unos pasos, con esa sonrisa que Samara sabia tenia cuando ocultaba algo, viendolo ponerse un dedo sobre los labios, entonces fijando su atencion en Ellie.
-¿No te despediras de mi?.
-Berlin...-Alzo los brazos, y Berlin la tomo, la pequeña rodeandole el cuello en un estrecho abrazo.-...Te quiero...-Le dijo, entonces alejandose y mirandole seriamente, frunciendo el ceño al tratar de lucir amenazante.-...Ali ako joj dozvoliљ, udariжu te.-Amenazo en serbio, haciendolos reir al escuchar el, "Pero si la dejas, te golpeare", de la pequeña.
-No me atreveria, Ellie, la quiero demasiado.-Le dijo al bajarla, la niña recordandole demasiado a Samara y sus amenazas cuando estuvieron en la fabrica, y la pelinegra le sonrio antes de abrazarla, rodeandola calidamente.
-Te amo pequeña.-Murmuro Samara en su oido, dejandola ir luego de poner un beso en su mejilla, viendola marcharse de la mano de Annia, y ella regresando a los de Berlin unos minutos mas antes de tener que marcharse tambien, permitiendo a los demas seguir con la fiesta.
-Nos iremos tambien, Monica se ha sentido cansada.-Denver les dijo antes de abrazarla y despedirse junto a Monica, y marcharse, minutos mas tarde, Samara tomando la mano de Berlin e ir a despedirse de los demas entre abrazos y felicitaciones antes de marcharse al aeropuerto para su luna de miel, en un avion privado que Berlin habia conseguido para ellos.
En ese momento, y mientras un par de personas subian sus maletas al avion, Berlin tomo a la muchacha en brazos, haciendola gritar de sorpresa y aferrarse a su cuerpo al acercarse a las escaleras para subir, un brazo bajo sus rodillas, otra en su espalda, su vestido apenas rozando el suelo al ser levantada.
-¿Que haces?.-Rio al preguntar.
-Llevando a mi preciosa novia a traves del umbral.-Respondio seguro, subiendo las escaleras hasta el interior del avion, sonriendo al escucharla reir alegremente, poniendo un beso en su boca.
Entonces estuvieron a varios metros de altura, solos en los brazos del otro, y sus besos, disfrutando de la privacidad de aquel lugar, la unica razon por la que Berlin se hubo gastado una gran cantidad de su dinero, para poder tenerla para el solo, sin que nadie pudiera interrumpirlos.
-Deberias dormir, sera un viaje de cuatro horas.-Se forzo a decir al alejarse de sus labios, levantandose de su asiento y tendiendo su mano en su direccion, tomando toda su fuerza el apartarse de ella, y solo por que veia el cansancio en sus ojos,al levantarse tambien quitandole un mechon de cabello del rostro mientras Samara luchaba por recuperar la respiracion de sus besos.
-Dormir es lo que menos quiero en este instante.-Murmuro apenas alejandose, necesidad cubriendo su tono, y el tomo su mano, poniendo un beso sobre sus nudillos y el anillo que ahora unia sus vidas, viendola sonreir dulcemente.
-No, que veo lo cansada que estas, y nuestra primera vez como marido y mujer no sera en un avion.
-¿Entonces por que un avion con una cama?.
-Por que sabia lo agotada que estarias, muñeca, y por que necesitaras dormir bien antes de que lleguemos, por que cuando lo hagamos, no te dejare dormir en mucho tiempo.-Le aseguro, y ella temblo al sentir sus labios en los suyos, permitiendo que la llevara hasta la habitacion que ahi habia, sin querer pensar en la ridicula cantidad de dinero que el habia ocupado para ello.
El mayor cerro la puerta y se acerco a ella, haciendola retroceder contra la cama que ocupaba gran parte del lugar, la lleno de dulces besos mientras le quitaba el vestido blanco y lo dejaba caer a sus pies, murmurandole lo preciosa que era hasta que Samara sintio el corazon frenetico, y aunque quiso tentarlo a olvidar lo que habia dicho, pronto se encontro en la cama, con una de sus camisas y acurrucada en su pecho, felizmente en sus brazos, antes de darse cuenta quedandose dormida.
Andres la desperto poco antes de que fueran a aterrizar para que pudiera vestirse, al bajar las escaleras del avion con Berlin se quedo sin habla, ante ella apareciendo una preciosa vista de un cielo despejado, y un mar de olas turquesas y blanca arena, con un precioso amanecer comenzando a aparecer ante ellos, respiro el aire puro sintiendo las manos de Berlin abrazarla por la espalda, entonces girandose en sus brazos y besandolo contenta.
-Si valio la pena esperar por la sorpresa.-Acepto, y el le sonrio levemente, tomando su mano y yendo hasta el auto que ya esperaba para llevarlos a la casa que Berlin habia preparado para ellos, por que no le gustaban las habitaciones de hotel, y ahi, Annia y Ellie estarian mas comodas cuando llegaran al dia siguiente.
Al llegar a la bonita casa, la muchacha fue a cambiarse de ropa enseguida, solo deseando ir a la playa y entrar en el agua cristalina.
Los ojos azules miraron perdidos durante unos instantes el inmenso mar que se extendia delante de sus ojos, sus manos moviendose suavemente en el agua, y con el movimiento de las olas, con un brillante sol sobre sus cabezas. Respiraba una paz que jamas habia sentido antes, su corazon lleno de felicidad mientras sentia las manos de Andres deslizarse por su cintura desnuda hasta apegarla a su cuerpo, rozando los bordes de su bikini bajo el agua.
-Pense que no entrarias...-Murmuro la pelinegra al recordar su negativa de seguirla al agua, estremeciendo ante su respiracion acariciandole suavemente la piel fria.
-¿Alguna vez he podido negarte algo?.
-No, eres un debil.-Dijo maliciosamente la muchacha, y Berlin mordio su cuello, haciendola soltar una carcajada al rodearla con mas fuerza, volteandola en sus brazos, alzandola antes de que pudiera hacer algo, Samara gritando sorprendida entre risas al aferrarse a su cuerpo para no caer, rodeandole las caderas.
-No juegues conmigo, niña.-Musito al tomar su boca, sonriendo contra sus labios al besarla, hablando en voz baja, apenas audible sobre las risas lejanas y las olas, entonces aceptando que la habia seguido solo por las miradas que habia conseguido.-No iba a dejarte sola con todos esos crios a tu alrededor, mirando lo que es mio. Me dan ganas de pegarles un tiro por atreverse a poner sus ojos en ti.-Su voz rozo su garganta, entre besos al decir, y Samara suspiro.
-No les hagas caso, que sabes a mi me gustas, me encantas solo tu.-Respondio sonriendole, permitiendose olvidar donde se encontraban por unos instantes, perdida en sus besos y sus pensamientos mientras entraban mas en el agua, adorando el sentir el frio del agua contrastando con el calor del cuerpo de Berlin pegado cada centimetro al suyo, y sabia que no hubiera otro lugar en el que quisiera estar.
Estuvieron el dia en la playa disfrutando del sol en su piel, y el agua cristalina, cenaron en un bello y lujoso restaurant, y cuando llego la noche fueron a la casa, Berlin tomo sus labios apenas cruzaron la puerta, besandola dulcemente al tomar su rostro en sus manos, al alejarse viendola con los ojos cerrados, abriendolos al cabo de un momento lentamente, encontrando los suyos.
-Tengo mucha suerte.
-¿Por que exactamente?.
-Por encontrar un angel justo cuando queria rendirme.-Murmuro, y Samara sonrio ampliamente cuando la beso una vez mas, sin poder entender como aquel atracador que parecia ser tan frio con el resto podia ser tan dulce con ella, y hacerla sentir tan feliz con un par de palabras, el mismo que podia devorarle la boca, y hacerla arder de deseo por su toque, y al instante siguiente besarla con tanta delicadeza como si temiera romper o hacerle daño.-Nunca te dejare ir, jamas dejare que alguien te aparte de mi lado.
-No lo hagas.-Pidio en un tono suplicante la pelinegra, por que no queria jamas volver a alejarse de su lado, sintiendo sus manos bajar el cierre de su vestido, entonces deslizandose por su piel desnuda, sumando su corazon en un frenetico latir, y pronto perdiendose en sus besos, y el calor de sus cuerpos, sus labios acariciandola, rozando casi con ternura su piel.
El amanecer aparecio demasiado pronto para el gusto de ambos, la muchacha sonriendo y poniendo un suave beso en los labios de un dormido Berlin antes de levantarse de la cama, buscando su telefono y abriendo los ojos sorprendidos antes de ir por su ropa y meterse en la ducha, minutos mas tarde dirigiendose en el auto que habian conseguido al aeropuerto junto a Andres.
La niña corrio a sus brazos en cuanto los vio, sonriendo ampliamente, por que aunque solo habia sido un dia, los habia extrañado mucho, tanto como ellos a ella, y sin perder tiempo, fueron a la playa que la pequeña estaba tan emocionada de ir, disfrutando de los calidos rayos del sol.
-Hajde da napravimo peљиani zamak.
-Ellie, en español por favor.-Se quejo Annia al escucharla hablar en serbio, el idioma que Andres estaba enseñandole desde hace ya algunos meses, y rieron levemente, por que desde hace un tiempo, la niña pasaba de un idioma al otro casi sin darse cuenta.
-Lo siento.-Solto con una risa la pequeña, disculpandose al sonreir.-Hagamos un castillo de arena.-Repitio esta vez para su tia, y esta le sonrio al asentir con la cabeza, Samara uniendose a ellas al sentarse a su lado para luego pasar el resto de la tarde en la agua, y jugando en ella con la pequeña.
Berlin no puedo evitar sonreir desde su lugar en la playa al ver la feliz sonrisa de Samara al estar jugando con la niña casi como si fuera una tambien, salpicandose agua y corriendo por la arena al perseguirla. En un momento, el atardecer comenzo a alcanzarlos, demasiado pronto para su gusto, y fueron a la casa, Berlin cargando a Ellie hasta la habitacion donde dormiria, sus ojos castaños ya cerrados luego de un agotador dia jugando en la arena, y el mar.
Samara le quito los zapatos, y la arropo, sentandose en el borde de la cama, acariciando su cabello con cariño, hasta que se durmio profundamente, poniendo entonces un beso en su frente y marchando a su propia habitacion junto a el mayor, mirando a Berlin apoyado en la puerta cuando este pregunto.
-¿Estas feliz?.
-Mucho. Soy feliz ahora, mas que en toda mi vida, Berlin, soy feliz contigo.-Aseguro al rozar sus labios, sonriendole tenuemente, sintiendose feliz por el modo en que era su vida.
A la mañana siguiente, tambien llegaron el resto de los atracadores, el profesor, y la inspectora, listos para disfrutar de las bellas playas de aquel lugar, y sus noches iluminadas por la luna llenas de vida, y risas. Fueron unas pequeñas vacaciones juntos que no podrian haber sido mas perfectas para Samara, y Berlin, que aunque no estaba contento con tener que compartirla con el resto, se alegraba solo de ver su sonrisa.
Para todos, y aunque la mayoria no lo admitiria, sobre todo Berlin, sintiendo que estaban en casa, que estaban con su familia, y Samara agradeceria siempre por aquel atraco a la fabrica de moneda y timbre, por que habia sido eso lo que le llevo hasta su felicidad, y al que tambien le había robado el corazón y sus suspiros, el amor de su vida.
Samara habiendo descubierto, que no era tan malo jugar con fuego después de todo.
Fin.
__________________________________________
Sigue sorprendiendome lo mucho que parecia gustar esta historia, cada voto y comentario haciéndome tan feliz.
Fue esta una de las historias que mas rapido termine, y me encanto cada parte de eso, asi que gracias por compartir el camino, y la historia conmigo. Infinitas gracias por el apoyo, y por leer.
Asi que gracias, y adiós.