Capítulo diecisiete: celebrar las diferencias.
Me acerco a Michelle con dos tazas de té en mis manos, le entrego una y junto a él me dedico a ver desde la amplia ventana de mi sala de estar, una de las tantas vistas que puede otorgar Londres.
—¿Es lo correcto, Val? —susurra con la vista en la ventana mientras da un sorbo a su té.
Entiendo a qué se refiere incluso aunque no me lo diga, lo observo y doy una ligera sonrisa que atrae algo de dolor a mi pómulo amoratado, algo que no me permite eludir el hecho de que mi propio padre me haya golpeado. Quizá solo debería comenzar a llamarlo Valter, no puedo seguir llamando padre a alguien que no se ha comportado como uno en mucho tiempo, o tal vez nunca.
—Lo correcto es relativo en algunas ocasiones —digo, él voltea a verme—. No creo que intencionalmente tus decisiones dañaran a alguien, por como lo veo, los afectados solo son unos padres incompresibles que ni siquiera intentaron entenderte —Solo miro cuán magullado luce por la golpiza que Valter le dio—. Si te preguntas si es un error que decidiera traerte conmigo, yo no lo creo. Estoy feliz, además, ahora no estaré sola en casa, de hecho creo que me aprovecho para acapararte.
Sus ojos grises se humedecen y esas largas pestañas oscuras también lo hacen, suspira y vuelve la vista a la ventana.
—Si no te hubiese llamado, no estuvieras ahora con ese moretón.
—Los hubieses son uno de los peores torturadores desde siempre para la humanidad —Vuelve a observarme—. ¿No te sientes un poco más libre Mich? Yo no te pido que escondas quien eres, tus gustos, a quién ames. Yo solo te pido que no temas a ser feliz.
La última frase de las palabras que le doy, me llega. No temer a ser feliz, ¿Cuánto tiempo yo he estado temiendo de lo desconocido que podría exactamente hacerme feliz? Somos buenos dando consejos, no tan buenos cuando debemos tomarlos.
—Soy normal —Ríe—, lo que me sucede, no necesariamente implica que sea femenino, que no está mal si alguien quiere serlo, pero yo soy el mismo —Hace una pausa—. ¿No crees que esté pasando por una fase?
— ¿Quieres creer que es solo una fase?
—Tengo miedo, Valerie. Tanto. No te haces una idea lo que se sintió comenzar a experimentar todas estas emociones por lo que me enseñaron es incorrecto, pecado. Ahora que la libertad se extiende, tengo miedo de cómo usarla. Tengo miedo porque ni siquiera sé quién soy.
Suspiro y al igual que él veo el tráfico abajo, el paisaje bonito pero melancólico que nos ofrece Londres hoy con su lluvia.
—Yo tampoco sabía quién era —Le digo—, no fue fácil ¿sabes? Valter nos dio una identidad, una doctrina que seguir y cuando ya no estuvo para darme órdenes y me enfrenté a este mundo, sobre todo en el medio artístico, fue muy duro. Hasta no hace mucho, no tenía ni idea de qué lugar ocupar en el mundo.
»Aún me falta muchísimo por descubrir de mí, pero las piezas que he ido armando las he amado. Poco a poco te encontrarás contigo mismo, Mich. Sentirás miedo del mundo que ahora se abre ante tus ojos, pero puedes con ello.
—Como lo dijo Denise, te admiro y gracias por ayudarme en este paso, tengo mucho miedo, pero me ayuda saber que si estiro mi mano —Lo hace y toma la mía—, tomaré la tuya y sentiré tu apoyo.
»Gracias por no rendirte conmigo cuando la terquedad y prejuicio me envenenó, por esperar a que sanara y entendiera que eres dueña de tu vida. Gracias por esperarme, Val. Significa mucho por mí.
—Eres mi hermanito.
—Un hermanito que ahora es mucho más alto que tú —Para probar su punto despeina mi cabello de manera molesta e intento alejarme riendo.
—Para —Rio alejándome hacia la cocina y dejándolo en el mismo lugar.
Mi celular está sonando en algún lugar del apartamento y cuando veo el identificador se trata de mi agente Dana. Contesto y me siento porque sé que la conversación durará bastante, me está poniendo al día sobre cómo estoy en muchos portales de internet y programas de chismes. Todos especulando sobre lo que sucedió el domingo y quién es el chico que vino golpeado conmigo.
Siempre he sido reservada con mi familia, pero eso no debería ser una sorpresa si tienes en cuenta cómo es. No creo que siquiera la prensa conozca el hecho de que cambié legalmente mi apellido, primero era solo un nombre artístico puesto que Valter no quería que involucrara su apellido en ello, así que tomé el apellido de mi abuelo, uno que siempre me dio amor al crecer y que me inspiraba a ser mejor. Eso fue hace tanto, que se siente como si Evans hubiese sido el apellido con el que nací. Esa es la razón por la que la prensa no sabe que ese hombre que me golpeó y el chico que ahora está conmigo, son de mi propia sangre por lo que las teorías van desde una disputa amorosa a unas deudas, es absurdo, pero prefiero eso a que sepan que ese hombre era mi padre lastimándonos sin pudor alguno.
—Creo que debería dar una declaración —digo tras largos minutos de escucharla de ella diciéndome todo el escenario.
—También lo creo.
—Pero no lo haré con cualquiera. Hablaré con Breana y Krista. Ellas sabrán abordarlo y quiero dejar muchos detalles por fuera —Hay unos segundos de silencio—. ¿Qué pasa?
—Karl me dijo que puedes tomarte tres días libres si lo necesitas, no tienes que ir al programa.
—Pero quiero hacerlo.
— ¿Si? —Parece sorprendida y lo entiendo.
Antes, yo hubiese tomado con fuerza la opción de esconderme y esperar que bajara la marea porque me incomoda ser el centro de atención, además, siempre evité este tipo de escenarios, siempre fui la chica buena sin escándalos.
—Sí, puedo esconderme y esperar que todo se calme. O puedo usar esto para enviar un mensaje al mundo, a las mujeres —Me encojo de hombros aunque ella no pueda verme—. ¿Sabes qué? Haré que la señorita E me entreviste.
—Déjame preparar las preguntas y hablar con Karl...
—No, no lo hagas. Elise es mi amiga, ella nunca me haría daño con preguntas inoportunas.
— ¿Estás segura, Valerie?
—Muy segura, Dana.
—Muy bien, de igual manera déjame ponerme en contacto con Karl para preguntar si hay disponibilidad para que suceda hoy y hacerle saber que irás al programa —Hace una pausa—. Y Valerie.
— ¿Si?
—No sé de dónde viene esa nueva actitud y confianza, pero te sienta muy bien y me gusta.
—Gracias, a mí también me gusta.
Finalizo la llamada y entro en el grupo de WhatsApp de mis amigos, lo he estado evitando pero sé que están preocupados.
Derek: Si @Valerie No aparece, romperé nuestro compromiso.
Elise: una amenaza efectiva...
Derek: esa amenaza hace que cualquiera se cague del miedo.
Sonrío y continúo bajando los mensajes, son muchísimos que van desde mí hasta temas triviales como preguntarle a Parker si siempre fue así de rubio, una pregunta bastante extraña que le hace Adelaide. Leo tantos mensajes como puedo hasta llegar al último.
Krista: ¿De verdad nadie ha hablado con Valerie? Estoy preocupada.
Decido enviar un audio, no quiero preocuparlos más de lo que ya están.
—Hola, chicos. Lamento no poder contactarme con ustedes, pero como han visto han sido días un poco complicados —Tomo un respiro—. Viajé el fin de semana a visitar a mi familia...Bueno, quiénes eran mi familia. En fin, todo se salió un poco de control y como muestran las fotos, el hombre que me maltrató en realidad es mi padre.
Envío el audio porque mi voz tiembla, respiro hondo y comienzo a grabar uno nuevo.
—Jocker lo sabe porque lo conoció y vio un par de veces, agradezco tu discreción Jock, pero está bien que ustedes lo sepan. Hubo un fuerte altercado y decidí traer a vivir conmigo a mi hermano pequeño, que es el chico con el que salgo en las fotos —Hago una pausa—. Agradezco que se preocupen y el apoyo, mi hermano y yo estamos bien, quizá mejor que nunca. De todas maneras, iré hoy al programa y podremos hablar mucho mejor. Los amo mucho y gracias.
Envío el audio y las respuestas no tardan en llegar.
Holden: lamento que tengas que leer esto, pero en ese caso: TU PAPÁ ES UN EXCREMENTO. BUENO, TE LO DIRÉ: UNA MIERDAAAA.
Parker: Lo siento mucho, Val.
Austin: no sé si tenemos confianza para esto, pero RT a lo que dijo Holden.
Elise: ¿Soy la única que notó que el hermano de Valerie es hermoso?
Krista: RT a Holden y favorito + like a Elise. Ese niño es precioso. ¡@Valerie no me dijiste que Mich fuera así de guapo!
Derek: que bueno es conocer las prioridades de Elise y Krista.
A continuación comienzan una discusión sobre por qué mencionar que Michelle es atractivo y por qué podrían enfocarse en que Holden llamó a Valter una mierda y la mayoría dio Rt. Camino hasta Michelle y lo llamo, cuando voltea le tomo una foto que envío al grupo.
Valerie: sí está bien guapo, mi bebé.
Krista: creo que ahora seré más feliz visitándote. ¡Es bello!
— ¿Por qué me sacaste una foto?
—Mis amigas del programa creen que eres muy atractivo —respondo acercándome y mostrándole los mensajes, él ríe.
—Parecen personas agradables.
—Lo son, te caerán muy bien.
Hay un timbre que me anuncia que alguien de mi lista de visitantes frecuentes quiere subir a verme. Camino hacia la especie de teléfono que sirve como intercomunicador, con Michelle siguiéndome, y presiono el botón de autorización para que el ascensor suba y abra sus puertas aquí.
Muerdo mi labio inferior porque mis amigos ninguno me escribió que estuviera viniendo, todos quedaron en vernos en el programa. Puede tratarse de Alexa, mi agente quien tampoco mencionó que estuviera de camino aquí o...
Las puertas del ascensor de abren y libero mi labio encontrándome con esa mirada que parece siempre estar cargada de misterios, secretos, pasión e intensidad.
Edmun permanece dentro del ascensor, no es lo mismo que hace su acompañante que mira todo alrededor.
— ¡Vaya! Te das tus lujos, Valeria —Me sonríe Dietmar—. Es un bonito Pent-house.
—Gracias —Mi mirada se mantiene en Edmun, alzo mi barbilla y enderezo mi espalda—. Puedes pasar.
Soy racional.
Soy madura.
Y aun quiero golpearlo mucho por la idea de que se haya burlado de mí.
Él sale del ascensor y sin dejar de verme camina hasta mí, se detiene a una muy corta distancia y he de admitir que eso me afecta, mi respiración y los latidos de mi corazón son la evidencia de ello.
—Sé que odias mis entrañas, que soy la última persona que quisieras ver y que hay mucha mierda mala entre tú y yo en este momento —comienza con seriedad—, pero quería saber que estuvieras bien. Verlo directamente y no por medio de esos insensibles chismes que no me garantizan la verdad.
Estira su mano y avanza, yo retrocedo chocando con Michelle que permanece en silencio. Dietmar está muy ocupado observando tanto como puede de mi hogar.
—No voy a hacerte daño, Valerie —murmura pareciendo afectado por mi reacción.
—Sí, pues tus mentiras ya me lastimaron.
—Eso fue un puñal —comenta Dietmar—. Mira, desprécialo si quieres, pero solo hazle saber que estás bien para que el gran gruñón deje de estar preocupado.
—Cállate, Dietmar —exige Edmun.
—Estoy bien —Su mirada va a mi pómulo—, esto desaparecerá —Ahora su mirada va detrás de mí—. Él es Michelle, es mi hermano.
—Oh, tienes un hermano también. Genial —Dietmar acorta la distancia y estira la mano hacia Mich—. Mucho gusto, soy nuevo en Londres, soy austriaco, podemos ser amigos. Si quieres te enseño malas palabras en muchos idiomas, se me da muy bien.
—Soy Mich, también soy nuevo en la ciudad —Es todo lo que dice mi hermano con reservas y desconcertado ante el entusiasmo de Dietmar.
—Oh, Mor...Ed —Se corrige dándome una mirada breve y enarco una de mis cejas—. ¿Puedo ser su amigo? ¿Puedo?
—Cada vez mi paciencia se agota —masculla Edmun a su hermano, luego asiente hacia mi hermano—. Un gusto conocerte, Mich. Soy Edmun.
Permanecemos en un extraño silencio y Dietmar silba, lo miro y saca un celular.
— ¿Cuál es tu número? —pregunta a Mich—. Puedo mandarte muchos chistes muy buenos y soy divertido. Y en serio, me vendría bien un amigo, la correa que me pone mi hermano es demasiado corta para ir muy lejos.
»Tal vez si salgo con el hermano de su novia me dé más libertad.
—Dietmar —advierte Edmun, pero tampoco lo veo corrigiéndole.
—No tengo teléfono.
Algo que debo solucionar en cuanto pueda, Michelle necesita tener uno. Para ser honesta aunque Dietmar resulta bastante extraño, él está siendo amigable con mi hermano y a Mich le vendría bien socializar.
—De acuerdo, ¿Tu instagram, Facebook, gmail? ¿Nada?
—Nada.
— ¿Eres un amish o algo así? —pregunta Dietmar y yo jadeo, Edmun se lamenta y masculla algo en otro idioma—. No es que fuese malo si lo fueras, pero entonces tendría muchas preguntas para hacerte, como...
—No es amish —Lo corto.
—Oh, ¿Entonces...?
—Pronto tendrá celular, cuando lo tenga me encargaré de que lo sepas —Lo tranquilizo.
—De acuerdo —dice alargando la última vocal mientras guarda su celular—. Yo tampoco tenía, bueno sí, pero lo tuve que tirar y Ed me compró uno nuevo. La cámara es increíble y tengo un montón de filtros, parece que la del perrito es la más popular.
—Solo cállate, por Dios. Mareas —Edmun se acerca y golpea la parte baja de la nuca de Dietmar—. Lo siento —Me dice—, estos últimos días es muy difícil deshacerse de él. Con el tiempo se le agarra el gusto.
—Como a ti —dejo escapar y una pequeña sonrisa aparece en su rostro, veo hacia otro lugar.
—Sí, como a mí.
—Agradezco que vinieras y te preocuparas, pero no cambia nada entre nosotros. No borra tus mentiras.
—No es que mintiera, fue omisión —defiende Dietmar, como si él no hubiese sido quien lo delató—. Y apuesto que hay muchas cosas que tú también omites, como lo que te sucedió, por ejemplo y no lo ves echándotelo en cara.
»Hay que ser justos, Valerie. Lo que es bueno para el príncipe, también lo es para la princesa.
—Espero verte en nuestra cita —Es lo que dice Edmun antes de girar y caminar hacia el ascensor.
Dietmar suspira y rueda sus ojos.
—Que difíciles son las relaciones inglesas —masculla, luego nos sonríe—. Espero verte pronto, Valeria y esperaré que seamos amigos, Mich —Luego él dice algo en alemán—. Y eso significa, tengan un excelente día.
—Mentira —dice Edmun esperándolo dentro del ascensor—. Eso significa que tengan sexo y sean felices.
—No me dejas gastarle broma a nadie, Ed —Se queja caminando hacia el ascensor.
—Te espero —Me dice Edmun y me doy cuenta de que estoy asintiendo, dejo de hacerlo y frunzo el ceño. Él sonríe—. Te prometo que valdrá la pena.
—Apiádate, no ha dejado de dibujarte —implora Dietmar uniendo sus manos en un gesto de súplica antes de que las puertas del ascensor se cierren.
Dejo ir una lenta respiración, Michelle con su hombro golpea el mío y volteo a verlo.
—Son interesantes tus amigos.
—Edmun es más complicado que un amigo —Vuelvo mi vista al ascensor—. Tengo sentimientos de más que amigos por él.
— ¿Y qué sucede?
—Omitimos cosas el uno del otro y creo que pudo haberse burlado de mí.
—Pero vas a escucharlo, ¿Verdad?
—Creo que Dietmar es un tanto extraño, pero te vendría bien unas pocas amistades. ¿No crees?
—Cambio de tema ¿Eh? —Volteo a ver que se encoje de hombros—. Parece agradable, incluso si me llamó amish.
Rio y él también lo hace antes de que caminemos a la cocina cuando me ofrezco para hacer unos bocadillos de merienda.
— ¿Quieres ir conmigo al programa de hoy?
—Creo que hoy tuve interacción suficiente, me gustaría quedarme aquí si no te molesta.
—Eso está bien, llego tarde del trabajo.
—De acuerdo. Tendré mucho tiempo para pensar en qué haré, creo que podría ser una oportunidad para estudiar lo que yo quiero, ¿Verdad? Digo, podría conseguir un trabajo y solicitar alguna beca, tuve buenas notas en la escuela y sé que voy un par de años atrasado, pero...
—Yo te apoyaré, invertir en educación siempre es una buena manera de destinar el dinero y no aceptaré un no como respuesta. En el futuro, cuando estés increíblemente alto, yo sé que tú te acordarás de mí y lo orgullosa que siempre estaré de ti.
—Gracias —susurra y veo en sus ojos cuán conmovido está.
—Mich, ¿Tú quieres hablar de él? —Hago una pausa viendo el dolor en su mirada—. Sé quién es, los vi en la iglesia.
—No hay nada de qué hablar. No me creyó suficiente, me dio la espalda y me dio un amor que lastima. Me duele —Respira hondo—, pero supongo que un día no lo hará. Ahora solo quiero trabajar en aceptar lo que me sucede, estar en paz con quién soy y mis elecciones, no quiero pensar en él.
—De acuerdo, pero quiero que sepas que tú no fuiste el problema. Fuiste muy valiente.
Solo asiente y continúa caminando dando el tema por zanjado, le queda un largo camino de aceptación y evaluar que tan dañina fue su relación o lo que sea que tuvo con Jason. Aquí siempre estaré para que tome mi mano, lo acompañaré en el camino porque no estamos solos, nos tenemos.
***
Hay veces en las que parece que el destino juega a favor, esa es una de esas ocasiones. Para la noche de hoy, para la sección de Elise tenían preparado un material previamente grabado en la casa de quien sería el invitado, sin embargo, lo pudieron rodar para otro día y ahora, por primera vez, estoy sentada en el famoso sofá donde la señorita E realiza sus preguntas.
Todo ha ido suave hasta el momento y me siento cómoda porque sé que Elise nunca me haría daño adrede, que ella es una excelente entrevistadora y me hará sentir mal en ningún momento a pesar del tema que debemos tocar.
—Sueles ser reservada con tu vida privada, pero este fin de semana ocurrió algo —Me dice y me da una sonrisa alentadora, se la devuelvo.
—Me gusta mi privacidad, no es un secreto que soy una persona reservada. Siempre me ha gustado separar mi trabajo de lo personal, sin embargo, entiendo que en ocasiones se mezclen. Este fin de semana tuve un percance, como todos ya lo saben.
»Todo comenzó como una discusión, todos pasamos por discusiones en nuestras vidas.
—Correcto.
—Las cosas se salieron de control cuando alce mi voz y no me refiero a gritar, aunque admito que algo de eso hubo. Hablo de que defendí mi valor como mujer, como profesional y como persona. Muchas veces somos sometidos a humillaciones, degradaciones y palabras hirientes. Y muchas veces creemos en las palabras negativas que nos arrojan. Por un tiempo fui una de esas personas.
»Tuve a alguien alimentando mis inseguridades y no lo compartía con nadie porque me avergonzaba —Noto la sorpresa en los ojos de Elise—. Es muy doloroso tener a alguien diciéndote que no eres suficiente o que eres menos.
—Nadie tiene el derecho de hacer sentir menos a otro.
—Lo sé, pero es difícil creerlo cuando tienes a verdugos siempre susurrándolo. Por años lo creí y todavía me queda mucho camino que recorrer, pero alcé mi voz. Dejé en claro que soy tan valiosa como cualquier otro ser humano con buenas intenciones, eso no fue tomado muy bien por la persona con quien llevaba la discusión.
»No creo en la violencia, sé que a veces nuestros instintos primitivos son más fuertes y actuamos —Me avergüenzo recordando mi reacción y la bofetada que le di a Edmun—. Fui agredida físicamente y me sentí impotente, quien intentó ayudarme también fue lastimado. Esa persona es mi hermano, con quien estoy agradecida de contar. No, no es ningún romance clandestino como lo han hecho ver.
—Gracias por aclararlo para los televidentes.
—No voy a decir el nombre o vínculo con mi agresor porque no estoy aquí para iniciar el envío de odio, solo quiero que sepan que nunca más quiero sentirme así, no quiero sentirme impotente, con temor y herida. No quiero ni permitiré que alguien vuelva a alzarme la mano alguna vez. Tampoco dejaré que pisoteen mis sueños, quien soy.
»Vivimos en un mundo donde todos somos diferentes y aun así no aprendemos a aceptar dichas diferencias. Tenemos conflictos con quienes creen y con quienes no lo hacen, discutimos cuando nuestras opiniones son adversas, peleamos por política, creamos brechas sociales. Llegamos a tener conductas homofóbicas, xenófobas y raciales. Y estoy cansada de ello.
»Estoy agotada de que él que camina apoyando la inclusión social, sea quien luego pelee con alguien adepto a una religión. De que quien cree en Dios y alguna institución religiosa y dice estar en paz, sea el que también pueda ser hiriente con alguien homosexual. Que quienes apoyan la ayuda humanitaria y desplazamiento de emigrantes sea el que usa palabras como "blanco, negro, indio" como insulto. Decirle a alguien "eso es tan gay", no te hace genial, te hace igual de terrible que quien llama a otros maricas y perdóname la palabra —Me disculpo con Elise.
—No te preocupes —Me mira como si estuviese maravillada.
—Somos una sociedad avanzada tecnológicamente, pero retrograda socialmente. Sé que el cambio es lento y que solo nosotros tenemos ese poder, así que me gustaría que en lugar de querer saber detalles amarillistas y que no solucionan nada, inventar chismes sobre lo que me sucedió, usemos mi experiencia para ser más tolerantes y aprender a respetar a quien es diferente.
»Antes de gritarle el mundo y celebrar que eres diferente, mejor aprende a celebrar esas diferencias. No te digo que seas perfecto o tengas que hacerlo, no digo que no seas humano y sientas recelo en algunas ocasiones, pero al menos pido que intentes ser más tolerante con quien no es igual a ti, quien no piensa como tú, quien no siente como lo haces tú. Con pasos pequeños se llegan a grandes lugares.
Hay un silencio desconcertante en el estudio y luego me sobresalto cuando Holden comienza a aplaudir y los demás le siguen. Mis mejillas se sonrojan y rio de manera nerviosa.
—Te amo, Val —grita Holden como si no estuviese en un programa en vivo.
—Ese es el mensaje que quiero dejar de mi desagradable experiencia. Las palabras que quiero compartir con cada televidentes que nos observa.
—Es un mensaje increíble que agradezco compartas con el mundo. Gracias por la oportunidad de permitirme entrevistarte —Elise me sonríe y luego vuelve su atención a la cámara—. Esa fue Valerie Evans acompañándonos en la sección hoy, ahora vamos a un corte comercial, pero no se alejen al volver Rayan con un reporte increíble sobre Tailandia y una de sus festividades nos estará deleitando.
Karl grita que estamos fuera del aire por el momento y me pongo de pie, de inmediato Elise me abraza y luego son los demás. Pierdo la cuenta de cómo todos me abrazan y felicitan. Pero no pierdo la noción de cuán orgullosa me siento de mí, de haber hablado y convertir una experiencia amarga en un mensaje que aunque no llegue a todos, al menos contribuí y con ello me doy por satisfecha.
Buenas,buenas. ¿Qué tal están? Espero muy bien.
Verán, este capítulo lo escribí hace unas dos semanas (no había subido porque no me gusta quedarme sin respaldo y porque estaba concentrada terminado otra de mis historias). Es un capítulo del que me siento orgullosa y hoy más que nunca creo que ha llegado a ser publicado en el momento correcto.
Hoy he tenido un día bastante cuestionable, he pasado de reírme, a reírme llorando, a rabiar, a ser feliz, a ser recelosa y de nuevo feliz. Como yo, sé que muchos de ustedes muchas veces han tenido un mal día a causa de otras personas, sean actitudes, comentarios, intolerancias, etc.
Espero las palabras de Valerie te sean un abrazo sincero, porque sí, las personas hieren sin medirlo y a veces nosotros mismos somos también causantes de heridas sin darnos cuenta. A veces nos creemos los más tolerantes, pero fallamos en ciertas áreas.
No se trata de señalar, se trata de comenzar a entender a los demás, de ser empáticos, compresivos y amigo. A veces una persona con un pensamiento cuestionable, todo lo que necesita es ser escuchando y paciencia para que le hagan entender dónde radica su error.
Me declaro culpable porque muchas veces fallé en la tolerancia, muchas veces actúe en el calor de alguna molestia o sin darme cuenta ofendí, pero trabajo cada día por ser mejor y por sobre todo para pasar de lo malo y siempre enfocarse en lo bueno. Es mi consejo, siempre recuerda quién eres, reconoce tus virtudes y tus defectos, ama a tu ser.
También trabajemos en ser menos prejuicios, más precavidos con lo que decimos o cómo lo decimos, estamos en un tiempo en donde todo se dice por las redes y no hay manera de saber el tono de voz en la que esa persona hace un post, así que todo queda a la malinterpretación. Creemos que la sociedad actual es una llena de mucha ira que se expresa a traves de odio infumentado o inseguridad que intenta alimentarse de la seguridad de otro cuando haces daño. No seas esa persona que lastima, sé la que ayuda, la que enseña y la que aunque sea muy, pero muy difícil trabaja en ser mejor.
Así que el hada señala a cada persona que como Valerie alguna vez se sintió violentada de alguna manera (verbal, física, mental) y también va para el que violentó a una persona de cualquiera de estas formas sin querer o de manera adrede, nunca es tarde para mejorar.
Espero les guste.
Un mega beso.