A medida de que íbamos caminando todo se volvía aún más incómodo. El simple hecho de enfrentarnos a algo tan extraño como lo que acababa de pasar no podía hacer que las conversaciones fluyeran. Nos encontrábamos en un silencio incómodo y perturbador dentro de aquel túnel de regreso a Cerulean City.
Ese chico... Aquel pelirojo. No podía parar de pensar en él y en la conexión que sentía que teníamos.
—Estás metida en tus pensamientos, Grey. —habló Green con sinceridad—. ¿Qué te ha dejado así?
—¿Qué pasa con él? —Frank se había intrigado.
Lo ignoré.
—¿Grey?
Nada. No me inmuté.
—Grey. —escuché por enésima vez.
Me detuve en seco.
—Green. —el mencionado me miró—. ¿Conoces al pelirojo que estaba con Zapdos?
—Desgraciadamente no. No lo conozco.
Por alguna razón, no creí en sus palabras.
Hubo un segundo de silencio y retomamos el camino. Frank dijo algo interesante.
—Lo vi en Johto durante mi viaje. Él fue el chico que robó un Pokémon en el laboratorio del Professor Elm.
Quedé algo impresionada.
—Se hacía llamar Silver. No se si eso te sirva. —me dijo con tranquilidad.
Silver. Que extraño.
Silver y Grey son colores sumamente parecidos. ¿Tendremos algo en común?
No, es solo alucinación mía.
Había pasado tanto tiempo pensando en Silver que no me había dado cuenta de que ya habíamos llegado al gimnasio de Cerulean City.
—Debo irme. —habló Green—. Pero me ha alegrado contarte un poco sobre Red. Ahora que lo conoces un poco más puedes darte cuenta de que él es un chico muy misterioso, corrompido, sin embargo tiene corazón aunque no lo creas. —dicho esto último los tres reímos.
—Voy a vencerte Green, en cuanto reuna todas las medallas.
—Debes ganar las siete de Kanto. —habló mi amigo Green—. Ahí ven a verme al Gym de Viridian City.
No pude preguntarle por qué, por lo que la duda me quedó ahí. Green había sacado a su Pidgeot para volar lejos y despedirse de nosotros. Frank y yo nos miramos.
—¿Quieres que me quede?
—Quiero que me veas ganarle a Misty.
Me abrió la puerta y me indicó que pasara. El lugar no podía ser más asombroso.
La combinación de colores celeste-azul era muy predominante en el ambiente. Una gran piscina se encontraba en medio del acuático lugar, dándole más sentido al Gimnasio y Misty, la líder, se encontraba sentada en una silla de salvavidas observándonos desafiante y amistosa al mismo tiempo.
—Grey de Lavender Town, ¿Me equivoco? —¿sabía que iba a venir?
—Estás en lo correcto.
—Pues muy bien. Ven, te estoy esperando. Mi especialidad son los pokémon water type, espero que estés preparada.
Sonreí.
—Desafortunadamente, para tu bella mala suerte. No poseo Pokémon Fire Type.
Me posicioné al otro lado de la piscina y Frank se sentó en uno de los salvavidas para observar. Me observaba mucho.
Me ponía nerviosa.
Demasiado nerviosa.
Vamos Grey, concéntrate.
Esos ojos no pueden distraerte.
—Utilizaremos dos Pokémon cada uno y solo tú puedes reemplazarlos cuantas veces quieras. ¿Estás lista? —preguntó Misty—. Quiero ver qué tienes.
Suspiré y saqué a mi Pokémon.
—¡Pichu, ve! —y mi amiga salió.
—Woah. Ese Pokémon no es de Kanto. Interesante... Staryu, ¡Ve!
Eso no lo sabía.
Una estrella dorada de 5 puntas se colocó en el agua, mientras que la pequeña rata amarilla se limitó a colocarse trente a mí, sin tocar el agua. Unas plataformas aparecieron debajo del agua y Pichu finalmente se instaló ahí.
—Te daré el honor, Grey.
Me ajusté la jodida gorra roja de Red y sonreí, me puse en posición de batalla y esperé unos segundos antes de hablar.
—Thundershock!
Pichu no se movió de su lugar, cargó energía y un trueno impactó sobre Staryu, haciéndole daño.
—¡Water Gun!
Como una pistola, lanzó un gran chorro de agua el cual le llegó directamente en el rostro al eléctrico pokémon. Furiosa me miró y comprendí.
—Thunder wave!
Un pequeño trueno paralizó a Staryu y después fueron varios truenos los que constantemente dañaban al Pokémon Water Type. Luego de 2 Thundershock Staryu se debilitó y Misty lo devolvió a su pokéball.
—Oh, venciste a Staryu, pero no te lo dejaré tan fácil. ¡Vamos Starmie!
La gran estrella morada de 9 puntas salió de la pokéball de Misty dando un gran giro antes de acomodarse en la plataforma blanca, la que descendió hasta a estar a unos centímetros por sobre el nivel de la piscina, la cual ni se inmutó con la pelea que realizaban los dos pokémon sobre ella.
—Thundershock!
—¡No tan rápido! Water Pulse!
El trueno fue esquivado por Starmie y al colocarse en su lugar, lanzó una onda de agua, el cual no solo le hizo daño por ser un gran ataque, si no que lo dejó confuso.
La pequeña Pichu miraba hacia todas partes desorientada, estaba confundida y todo le daba vueltas. No veía con claridad y se movía mucho. Trató de concentrarse en la batalla, mirando fijamente a Starmie.
—¡Usa Quick Attack! —mi orden no fue respondida—. ¿Pichu, estás aquí?
La pequeña se golpeó.
—¡Pero...!
—Está tan confusa que se hirió a si misma. —sonrió Misty.
Primero me envenenan a Bulbasaur en Viridian Forest y ahora me confunden a Pichu. Estoy jodida.
Frank se levantó de su puesto y se acercó a mí.
—Cuando un Pokémon está confuso, tiene dos opciones: O atacar, o atacarse. —me empezó a explicar—. Generalmente se atacan a si mismos por la confusión. En sus cabezas rondan tantas cosas que terminan golpeándose.
Me tensé.
No sabía qué hacer.
—Tranquila. —me calmó—. Debes tener confianza en tu pokémon. Trata de hacer que te escuche.
Asentí y puse mis manos en mi pecho.
—Thundershock! Por favor... Hazme el gran favor de atacar...
Se golpeó otra vez y dejó que el ataque Bubble, de Starmie, le afectara.
—Thundershock!
Esta vez se levantó y un cegador y gran trueno electrizó a Starmie, debilitándola.
—¡Lo logré! —exclamé con alegría.
Pichu corrió a abrazarme. Me encontraba en un estado de felicidad increíble por haber ganado mi segunda medalla. Era un gran paso para mi logro como entrenadora, cada vez me estaba acercando.
Abracé a Frank, quien estaba completa y totalmente desprevenido, provocando nervios en él y haciéndolo sonrojar. Estaba sorprendido. Me correspondió después de unos segundos.
Eres jodidamente adorable.
—Eres fuerte —habló Misty—. Aquí tienes la Cascade Badge. Además tienes el poder de usar la Hidden Move Cut. Toma también, esta Technical move, la cual corresponde a Water Pulse.
Me hizo entrega de la medalla, algo de dinero y de la TM. Sonrió y se despidió de ambos mientras caminábamos hacia la puerta del lugar para salir de ahí.
—Y ahora... ¿Vamos a Vermilion? —pregunté.
—No todavía, Grey. Debes conocer a Bill.
—Bill?
Me sonaba conocido.
—Él es el creador del almacenamiento de Pokémon en la PC.
Por eso me era tan conocido. Bill era mundialmente conocido por ser el joven que creó el sistema de almacenamiento de Pokémon para la PC.
—¿Pues qué esperas? ¡Vamos! —quería ir a verlo.
Fuimos al centro Pokémon para curar a Pichu y después me indicó que había que pasar por un puente para llegar a otra ruta, la cual daba camino a la casa de Bill.
Caminamos algo separados, el silencio era incómodo. Llevaba muy poco tiempo con él y ya me ponía nerviosa con las miradas que me daba a veces. Sus ojos azules eran algo que me encantaría ver todos los días.
—Lindo día, ¿no crees? —abrió el tema de conversación Frank.
—S-Si... Lindo día. —reí nerviosa. Escuché unas voces algo extrañas delante nuestro—. Espera... ¿Qué es eso?
De pronto comenzamos a escuchar un ruido proveniente del lado derecho de nosotros, nos pareció extraño, nos miramos atentos y corrimos a averiguar lo que estaba pasando.
—¿Pero qué...?
Dos jóvenes del equipo Rocket rodeaban a un anciano que suplicaba que no le hicieran nada a Bill.
¿Qué había pasado con Bill?
Nos acercamos a ver lo que ocurría y Frank habló con frialdad.
—¿Dónde está Bill?