Secretos
Angelic
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—Debes decirle el secreto ahora es tu hija ya tiene la edad suficiente que no le ves los síntomas —escuchaba el eco de la voz de tía Soft en la lejanía podía verla borrosa parada junto con mi madre en mi habitación. Intentaba conectar mis cables en mi cerebro, pero no podía ni siquiera recordar que había pasado y volvía a la inconsciencia.
—Angelic, mi pequeña —la voz de Demian pude escucharla en ese valle oscuro que era mi mente. Abrí los ojos, pero volví a cerrarlos por el mareo que aun tenia, probé de nuevo abriéndolos lento y ahí estaba Demian. Con su cálida mirada que me decía que todo estaría bien, aunque no fuera cierto.
—Hielo —mi voz salió como casi un susurro apenas audible, pero él me escucho. Poso un dedo sobre mis labios para que guardara silencio, miro sobre su hombro a alguien que estaba fuera del alcance de mi visión. De inmediato aparecieron mis padres frente a mí con caras de preocupados. —Papá, mamá —estire mi mano para que ellos la tomaran. Estábamos teniendo un momento tan bonito, pero fue roto por mi tía Soft.
Ella empujo a Demian fuera de mi punto de visión tocando mi frente y metiéndome un termómetro en la boca. Me dio una taza que tenía olor a vainilla sospecho cual es el contenido.
—¿Angelic estas bien? ¿te duele la cabeza? —me quite el termómetro de la boca para sentarme con ayuda de mi papá
—Necesito un poco de aire es todo —estire mi mano para que Demian me ayudara a salir. Mi tía miro a mi mamá y ella la miro furiosa. Que me están ocultando estas dos. Demian me ayudo a salir de la cama podía caminar sola pero no me negaría a estar cerca de él tocando su pecho. Una tiene que disfrutar de los placeres de la vida y tocar a Demian Black es uno de ellos. Salimos de la habitación dejando a los adultos solos todos me están ocultando algo y ahora que sabía que existen los vampiros, los lobos y los valius no dudaría que algo raro me está pasando. La única persona que conocía bastante acerca de criaturas mágicas es Carter y le guste o no a Demian tengo que ir a hablar con él.
—¿Cómo te sientes? —Demian pregunto apenas salimos de la casa se veía bastante preocupado.
—Estoy mejor, podrías llevarme a ver a Carter puede ayudarnos a saber que me pasa y sino su papá es doctor —su semblante frió volvió de golpe no me soltó porque sospecho que temía que me caería.
—De acuerdo —me soltó y se puso frente a mi agachándose un poco. No entendía para que hizo eso hasta que me explico —Súbete a mi espalda así puedo llevarte viven en el bosque —me subí a su espalda rodeando mis brazos en su cuello, pero sin apretar demasiado. El tomo mis piernas con sus brazos y comenzó a correr muy rápido. Apoye mi cabeza en su espalda para no sentir tan fuerte el viento en la cara. Aullidos comenzaron a escucharse cerca de nosotros apreté el agarre que tenía sobre su cuello y el paro en seco. Me bajo de su espalda para dejarme ver casas, personas volando, caminando eh incluso bebiendo de bolsas de sangre.
—Sorprendente —camine un paso, pero el brazo de Demian no me permitió avanzar
—No te separes de mi —tomo mi mano y comenzamos a avanzar todos detuvieron sus actividades para vernos pasar. Comenzaba a pensar que venir fue una mala ahora no puedo arrepentirme ya estábamos en la boca del lobo. Corrijo ya estábamos entre los colmillos de los vampiros.
—¿Angelic? —un despeinado y algo adormilado Carter sale de una súper mansión. Para vivir en un bosque las casas que tienen son mucho mejor que la mía.
—Necesitó tu ayuda —mire a mi amigo con esperanzas de que me ayudara con mi dilema. El rubio sonrió haciendo un ademan para que lo siguiera dentro de la casa. Apenas entramos la puerta se cerró dejando la hostilidad de los vampiros y valius fuera.
—Cuéntame para que soy bueno —se sentó en un sofá negro. En su sala podría entrar todo mi apartamento. Las decoraciones victorianas me fascinan debo añadir que el toque moderno que amedrentaron con la chimenea me agrado.
—Tengo ciertos síntomas que están alarmando a mis padres, pero no es por un embarazo sino algo más extraño y ellos no me dicen que me pasa necesito saberlo por eso vine a ti —mordí mi labio nerviosa pensando que me negaría la ayuda. Pasaron unos minutos que para mí fueron horas congeladas en el tiempo.
—Dime tus síntomas y podemos buscar que tienes en base a eso —se puso en pie caminando y nosotros detrás de él. La casa de Carter es como un laberinto si me llegara a perder creo que no me encontrarían jamás. Seguimos al rubio hasta que el entro en una de las tantas puertas que había en la casa. Al parecer ese lugar era la biblioteca Demian no me soltaba en ningún momento acercándome mucho a él cuando entramos. —Descríbeme tus síntomas —Carter giro para verme y su mirada enseguida viajo al agarre fuerte que tenía sobre mi cintura.
—Tengo desmayos, como muchísima carne y tengo fiebre que solo los lobos detectan —enumere con mis dedos esperando que con eso sea suficiente para que el pudiera decirme algo. El rubio asintió y se metió entre los estantes buscando el libro. Tomo dos libros de tamaño mediano y los trajo hasta una mesa de madera de roble los dejo sobre está llamándonos con su mano para que nos acercáramos. Abrió el primer libro y busco por unos minutos hasta que freno en una página. Tomo el segundo libro y continúo buscando hasta que freno en lo que parecía interesarle.
—Viendo lo que te está pasando yo diría que te estas trasformando en una bruja o eres una Red Hood —giro los dos libros acercándolos a mí.
—¿Una bruja? —cuestione con una ceja alzada.
—Las transformaciones comienzan así si tu siguiente síntoma se relaciona con algún poder considérate una bruja —me señalo el primer libro donde aparecía el dibujo de una mujer con los brazos alzados hacia arriba y desnuda. —Pero si eso no pasa... serias una Red Hood tu siguiente síntoma sería el instinto...
—¿Qué es una Red Hood? —pregunté no entendía tanto de criaturas mágicas como pensaba.
—Son cazadoras —respondió Demian por Carter que no parecía decirme nada.
—Cazadoras de hombres lobos —finalizo por contarme el rubio.
Demian
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Si continuaba caminando así crearía un hoyo en el suelo. Angelic desde que volvimos de casa de Carter no puede evitar dejar de pensar en lo que nos contó.
—Una cazadora, una cazadora, no puedo ser una cazadora si apenas logro correr sin tropezar en un bosque —mordía sus uñas con desespero. Entendía su miedo si su siguiente síntoma es el instinto ella intentara matarme a mi o a papá. Carter nos explicó muy bien lo que pasaría si ella es una cazadora se tiene que ir a la academia especial para ella y estar ahí hasta que sus instintos de cazadora no la controlen a ella sino ella a los instintos. —Una cazadora ¿puedes creerlo? Apenas si logro cazar un resfriado como para que pueda cazar a un hombre lobo —freno su andar para verme con sus brazos en las caderas.
—Pequeña tranquilízate aun no estamos seguros de nada recuerda que también puede ser el estrés —ella se acercó sentándose en mi regazo abrazándome ambos teníamos ese miedo de no poder estar juntos, pero aun nos quedaba un último rayo de esperanza.
—Espero que tengas razón y no sea una Red Hood —rodé su cintura con mis brazos. También deseaba que no fuera una cazadora nuestra relación ya se vería imposible.
Desde que tengo uso de razón me han enseñado acerca de que tengo que tener cuidado de los cazadores Hunters Moon. Pero las Red Hood las creía casi extintas por lo menos en el pueblo no había ninguno de los dos peligros. Escuchamos la puerta de su habitación abrirse rápidamente vimos a tía Soft mirándonos gracias a la luna ahora ya no actuaba como lunática.
—Sé que no debía estar escuchando, pero ¿sabes acerca de las Red Hood? —ambos nos pusimos en pie ¿Cómo podía saber acerca de las cazadoras? Se supone que los humanos no deben saber de la existencia de esos seres nadie en realidad sabe si ellas son reales o un cuento para asustar a los cachorros.
—Apenas me entere hoy —Angelic tomo mi mano buscando seguridad entrelazando nuestros dedos vimos a mi tía que nos miraba con una ceja alzada.
—Tenemos que hablar Angelic, pero no aquí mejor vamos abajo tu madre tiene mucho que contarte —tía Soft se fue dejándonos solos.
—¿Me acompañas? —sus ojos azules me penetraron suplicantes tenía miedo de lo que fueran a decir. Asentí dejando un corto beso en sus labios.
En la sala estaban sentados mis padres y mi tía se paseaba de un lado a otro. Angelic no se apartaba de mi lado y permanecía aferrada a mi brazo sin ánimos de querer soltarme. Nos sentamos frente a mis padres y note que mi madre estaba llorando.
—¿Mamá que pasa? —Angelic apretó mi mano buscando seguridad sus piernas temblaban y no podía dejar de mover su pierna derecha en un tic particular que tiene cuando está nerviosa.
—Debo decirte algo hija tu cumpleaños número dieciocho es en dos días y comenzaran a sucederte cosas. Yo al igual que tú y tu tía somos especiales hija nosotras somos... —mi pequeña comenzó a llorar sabía lo que venía, pero aún no estaba lista para oírlo —Somos cazadoras, Red Hood algo que viene en la sangre, pero tu hija no tienes ningún lado humano tu papá también es un cazador un Hunters Moon. Tu instinto será muy difícil de controlar y no podrás con las ganas de matar a los hombres lobos apenas los percibas. Tu papá él está vivo mi ángel debí decírtelo antes, pero...
—Para ya sé que mi papá está vivo Diego me lo dijo hace casi un año. Lo que no entiendo es porque jamás me dijiste que soy un monstruo, mamá en dos días voy a querer matar a mi novio a mi papá... porque rayos no lo dijiste antes —Angelic se levantó apretando los puños cada parte de su ser desprendía tristeza y rabia. Lo que más temíamos ambos se volvió realidad, pero en el fondo ambos sabíamos lo que Angelic era. Pero nos manteníamos a una esperanza estúpida de que ella no es lo que era. No imagino la idea de estar separada de ella, pero no quiero verla sufrir contra su instinto. Siento que la ira me invade y el lobo dentro de mi está aullando por querer salir. Tengo que irme no podre controlar la transformación no en estos momentos. Con Angelic aun enfadada porque no le dijeron nada antes me encamino a la cocina. —¿Demian a dónde vas? —el gritó desesperado de Angelic me altera debo correr rápido alejarme para no lastimarla a ella. —Demian... Demian —corro sin control en el bosque sintiendo que la sangre me hierve la ira se apodera de mí y el lobo sale de mi interior.
Retorciendo cada hueso de mi cuerpo con dolor me transformo porque no quiero hacerlo no quiero alejarme de Angelic por ser un hombre lobo y ella una cazadora. No quiero alejarme de ella, pero es mi hermanastra. La fantasía que estábamos viviendo de ser la pareja feliz se estaba viniendo a bajo, ahora la realidad nos está tirando de un avión sin tener paracaídas. Freno de golpe mi carrera y miro al cielo donde no está la luna, pero de igual modo aulló con dolor porque es lo que mi lobo siente. Puro dolor porque Angelic no puede estar conmigo, porque por más que queramos intentarlo siempre habrá una barrera entre nosotros y sé que me costará aceptar que ella debe irse. Su vida tomara un camino alejado del mío y debo aceptar eso.
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Quedan tres capítulos para terminar.