RECTA FINAL.
27 de Noviembre.
Era algo muy común que ambos se esmeraran por hacer de sus cumpleaños los mejores que podrían imaginar, sin embargo, BaekHyun se emocionaba aún más cada año que pasaba junto al mayor, después de todo, el sí había tenido la oportunidad de ser celebrado la mayoría de sus años, muy por el contrario de ChanYeol, que hasta hace no mucho lo dejaba pasar como un día más de la semana. Por supuesto eso cambió en la primera instancia en que se hizo su novio, porque vamos, ¿cómo no celebrar el nacimiento de aquel ser humano tan perfecto a cuál amas con locura?
Había que estar muy mal de la cabeza para no querer sorprenderlo al menos una vez en el año.
Juntos habían tenido muchas primeras veces que ya resultaba casi imposible pensar en algo que no hubieran realizado, no obstante, BaekHyun siempre estaba descubriendo cosas nuevas de su chico, y hasta una noche donde ninguno fue capaz de conciliar el sueño, después de hablar diversos temas, en su mente, la idea sobre ChanYeol y su fascinación por las estrellas lo capturó por completo.
Mientras elaboraba todo en su perfecta cabecita, disfrutaba el calor abrazador y emanante del más alto. Su cabeza estaba apoyada sobre su hombro, provocando que la respiración chocara directamente con su cuello provocándole cosquillas. Sus piernas entrelazadas con las de él y un brazo rodeándolo por la cintura era la posición indicada, sumándole a ello su fragante aroma que estaba muy lejano a dejar de ser su olor favorito en el mundo entero.
Se removió ligeramente para alcanzar su reloj: 10:13, dando paso a que ChanYeol comenzara a despertar poco a poco.
-¿Pasa algo? -preguntó adormilado, refregando sus ojos con el dorso de su mano.
-Nada cariño, lo siento por despertarte. -comentó apenado. La verdad era que estaba disfrutando de su tacto y su tranquilidad al verlo dormir.
-Bueno, es mucho mejor verte en vivo a estar sólo soñando que te tengo a mi lado. -sonrió al apoyar su rostro sobre su brazo cargado en la almohada.- Buenos días, y estás muy guapo hoy, cariño...no es como que no lo estés siempre, pero, que hermoso eres.
Aquellos comentarios siempre lograban sacarle una risa boba y hacer sus mejillas tomar un color más rosa. Aún cuando lo escuchaba decir cosas de ese estilo la mayoría del tiempo tan naturalmente, seguía actuando como un adolescente enamoradizo que aún no se acostumbraba del todo a los cortejos de su pretendiente. Sin embargo, apartó sus pensamientos y se abalanzó sobre él, quedando con sus delgadas piernas a los costados de su cintura, recostando el resto de su cuerpo en el pecho de ChanYeol, mientras que éste aprovechó de meter sus tibias manos debajo del camisón de BaekHyun y deslizarlas a lo largo de sus muslos, su cintura y finalmente su espalda.
-Feliz cumpleaños, Channie. -Le sostuvo la mirada y aprovechó de inclinar un poco más su rostro para chocar su frente con la suya, para finalmente besar su nariz.
-Supongo que hoy serás completamente mío, ¿no? -preguntó inseguro. Evidentemente hacía referencia a que en algunas ocasiones, el menor se pasaba horas y horas en su oficina a pesar de ser fin de semana.
-Claro que si, he dejado todo listo y le pedí personalmente a Hyo que hoy desviara todas las llamadas para que nadie nos moleste.
-Vaya, eso es estupendo. Entonces, ¿qué te parece si nos levantamos y nos duchamos juntos? Hay que salvar el planeta, estaríamos ahorrando agua.- Esta vez le sonrió con cierta coquetería.
Desgraciado, se aprovecha cada vez que puede.
-Había pensado en prepararte el desayuno, de hecho. -Notó como el contrario le hacía ojitos, y no tardó en comenzar a frotar su rostro en su cuello, soltando unos apenas audibles "por favor".- De acuerdo, lo que el cumpleañero desee.
Y aún con él en sus brazos, el mayor fue capaz de ponerse de pie e irse casi corriendo hasta el baño, mientras BaekHyun se aferró con fuerza a su cuello riendo enérgicamente. Jamás, pero jamás tendría suficiente de ese hombre, y nunca se aburriría de mencionarlo.
[☀️]
-¡Chan! -gritó KyungSoo al momento de entrar al gran departamento de ambos.- ¡Feliz cumpleaños!
Y seguido de él, entraron todos sus demás amigos, junto a la mamá de BaekHyun con caras sonrientes y algunos objetos envueltos en sus manos.
-¿Y esta sorpresa? -preguntó el celebrado, con una gran sonrisa que a la vez tenía toda pinta de ser totalmente confusa. Miró a su prometido que recién se había asomado por la sala saludando a todos.
-A mi no me veas, yo no los invité. -respondió BaekHyun encogiéndose de hombros.- se supone que los veríamos mañana.
-Es cierto, pero un viaje de última de SeHun y Jongin arruinaron todo. -interrumpió LuHan algo apenado.- y de verdad queríamos ver a Chan, veinticinco años no se cumplen todos los días.
-Gracias chicos, ¡y suegra! -le dio un abrazo luego de que se hiciera paso hasta ella.- ¿Qué son todas esas cosas que cargan?
-Regalos y comida básicamente, cariño. -recalcó la mujer sonriendo.- preparé tus galletas favoritas como regalo.
Mi mamá y sus consentimientos con mi hombre, pensó BaekHyun al momento de rodar los ojos y sonreír de igual forma. Era el día de ChanYeol y quería que se sintiera lo más amado posible, sin embargo, sentía ligeros celos al saber que no lo tendría todo el día completamente para él.
En un almuerzo preparado por el rubio, se dedicaron a celebrar su cumpleaños, incluso KyungSoo había llevado un pequeño pastel para el más alto, y juntos le cantaron la típica canción haciendo referencia a los años que cumplía. Todos les dieron sus buenos deseos, y luego de una larga sobremesa, los regalos empezaron a aparecer, pero sin duda, lo que más lo cautivó fue un juego para Playstation, al parecer uno de los más solicitados por todos los fanáticos, obsequiado por JongDae y Minseok, quienes de inmediato le sugirieron jugarlo para hacer una pequeña "prueba".
Me lo ha robado un estúpido juego, maldijo BaekHyun por lo bajo, ignorando la última frase que sinceramente no había alcanzado a oír de LuHan.
-¿Te ha dado fuerte, eh? -habló el pequeño ciervo, cambiando el tema.
-¿Eh? -preguntó, volviendo a sus cabales.
-Chan, te ha dado fuerte, en tu aura sólo puedo ver corazones saliendo directo hacia él.
-Oh cállate. -recriminó, proporcionándole un golpe sutil en el brazo. Hizo una leve pausa, y volvió a mirarlo.- ¿se nota mucho?
LuHan soltó una risa baja y le revolvió el cabello juguetonamente.
-No hay nada de malo en ello, Baekkie. Me agrada sabe, o en este caso, ver que eres feliz a su lado.
-A veces me asusta, ¿sabes? Depender tanto de una sola persona cuando antes no estaba ni cerca de sentirme así. -comentó, desviando la mirada hasta el más alto quien se veía muy animado jugando y compitiendo contra Jongin.
-Dímelo a mi, que llevo siete años con el mismo chico y sin embargo aún no hay nada de él que me aburra como para querer abandonarlo. -comentó sonriendo. Acercó su brazo izquierdo y acarició la mano de BaekHyun.- No tienes que hacerte el fuerte o el independiente siempre, viviste con eso por más de doce años, ¿no crees que ya era tiempo de ponerle fin a eso? ChanYeol te ama y cada vez que tiene la oportunidad lo demuestra, sería absurdo pensar en que podrías alejarte cuando tienes todo lo que necesitas a su lado.
-Si sigues así me veré en la obligación de llorar y diablos, es el cumpleaños de mi novio, que vergüenza. -exageró con una risa burlesca al final.
Compostura ante todo.
-¡GANÉ OTRA VEZ! -gritó el celebrado eufórico, alzando sus brazos en un exótico baile de celebración.
-Suerte de principiante. -soltó Minseok tratando de ocultar su evidente molestia infantil.- Fue mala idea darle este juego, Dae...¡nos ha volado el trasero a todos! -se cruzó de brazo e infló sus mejillas, haciéndolo lucir tierno y mucho más joven.
-Sigues siendo el mejor para mi, Minnie. -contestó JongDae abrazando a su novio.- Baekkie, será mejor que te lleves pronto a tu chico porque me está haciendo quedar mal frente a mi precioso chico.
Todos soltaron una risa sonora al instante, y así se mantuvieron más o menos hasta las 18:00p.m cuando decidieron que era momento de darle algo de espacio a la pareja y así los que viajarían al día siguiente podrían tener tiempo extra para descansar. Al momento en que el más pequeño cerró la puerta tras él soltó un suspiro, que de inmediato fue apaciguado por un abrazo de ChanYeol quien depositó besos cortos a lo largo de su cuello.
-Y ahora que estamos solos, ¿qué haremos? -preguntó susurrando en su oído, causándole escalofríos.
Se giró hacia él dentro del mismo abrazo y se permitió besarlo por unos leves instantes de forma lenta y calmada.
-Lo que haremos es que tú. -puso su dedo índice en el fuerte pecho de ChanYeol, indicándolo.- irás hasta la habitación, te abrigarás y te prepararás porque esto aún no termina...vamos a salir.
-Uh, ¿lugar sorpresa? -preguntó emocionado, a lo que el más bajo asintió contento.- De acuerdo, no tardaré.
[🌌👨❤️💋👨♥️]
Después de quince minutos, abandonaron el departamento, y con BaekHyun al volante emprendieron marcha hasta el ansiado lugar. La verdad es que le fue difícil mantenerlo en secreto, considerando las pocas pero efectivas insistencias del cumpleañero. El sitio era alejado de la ciudad, pero con un poco de suerte, alcanzarían a llegar al menos minutos antes de la puesta de sol.
Luego de desviarse de la carretera hasta el camino que conducía a la sorpresa, el rubio se detuvo en mitad de la nada y sacó una venda roja de su bolsillo.
-¿No vas a atarme a alguna parte o si? -inquirió ChanYeol alzando una ceja.
-Es una idea interesante, pero eso preferiría hacerlo en una cama. -levantó los brazos y sonrió al ver cómo el mayor le subía cierto calor a las mejillas.- ash, no me distraigas ahora. Te dije que sería una sorpresa, así que...te vendaré los ojos.
-Esto es cada vez más interesante, pequeño. -ladeó una sonrisa y se dispuso a girar medianamente su cuerpo y facilitarle el acceso a BaekHyun de vendar sus ojos.
Presionó el acelerador nuevamente y subió por el camino de desvío hacia la montaña. Se preguntó muchas veces si éste se daría cuenta de adónde iban, dada la inclinación del auto en la subida. Se giró para verlo con ansias en busca de alguna señal que mostrara que sospechaba del lugar al que se dirigían, pero éste se retorcía ansioso en su asiento dando imperceptibles saltitos de nerviosismo, palmeando sus muslos y supuso de inmediato que no había notado el cambio de nivel. Sin querer, soltó una risa frenética. Dios, si le gusta esta sorpresa me doy por pagado para toda la vida, pensó. Comenzó a removerse también, incómodo en el asiento al igual que su novio; era difícil deducir cuál de los dos estaba más nervioso en ese momento.
-Hemos llegado. -soltó BaekHyun de pronto, dejando que con él se fuera una tremenda bocanada de aire reprimido en sus pulmones.
Al bajar del auto, lo rodeó con ChanYeol aún dentro, abrió la puerta y por instinto, el chiquillo de la venda sujetó con fuerza su mano para poder bajar. Aseguró dejar todo en perfectas condiciones, y caminó despacio junto a él para guiarlo sobre la llanura plana y desierta en la que iban. Suspiró una vez más hasta detenerse.
-Bien, ¿estás listo? -preguntó con incertidumbre. Sentía que estaba sudando frío cuando ni siquiera era él a quien le darían la sorpresa.
-Para lo que sea mientras tú estés conmigo. -contestó el contrario, seguro y decidido.
Se posicionó detrás de él y se puso de puntitas para desatar el perfecto nudo que había hecho con anterioridad.
-Maldición, ¿por qué tienes que ser así de alto? -se quejó por lo bajo producto de los nervios y su evidente torpeza.
-Me amas así.
Soltó una risa y finalmente dejó que la venda se resbalara por su rostro. Lo vió abrir los ojos con lentitud y luego apareció esa preciosa expresión de maravilla que sin duda lo enloquecía.
Sobre la desierta cima de la montaña descansaba un enorme globo aerostático de su color favorito. Era alto, enorme, y desde donde estaban parecía que no tenía fin y que podía tocar lo más alto del cielo nocturno. Las únicas luces que se desprendían en la oscuridad eran las de la llama que mantenía vivo el globo, de la miles de velas que había en el suelo para guiar el camino y el último rayo de sol que surgía desde el fondo.
¿Por qué tarda tanto en decir algo? ¿Acaso no le gustó? ¿Ya lo arruiné todo? ¿Demasiado aburrido o cliché? ¡HABLA YA!
-Amor yo...no sé qué decir. -se le veía muy concentrado admirando cada detalle del lugar.
-¿No te ha gustado? -preguntó apenado.- Podemos irnos si quieres.
-¿Perdiste la cabeza? -Tomó su brazo y lo atrajo hasta su cuerpo, hasta pasar sus manos por la plenitud de su rostro.- Baekhyunee yo...mierda, me ha encantado.
Se relajó de sobremanera en sus brazos; le ha encantado, y eso era todo lo que necesitaba escuchar. Se arrimó hasta atrapar sus labios y besarlos suavemente.
-Ven, quiero que vueles conmigo. -continuó el más pequeño, extendiendo su mano. Se golpeó mentalmente por soltar aquella frase tan cursi, sin embargo, el mayor aceptó de forma tan rápida y amorosa, que le fue inevitable no derretirse ante él.
Avanzaron lentamente por entre el camino que formaban las velas blancas en el suelo hasta quedar frente al gran canasto del globo. Presionó una última vez su mano y le acarició un mechón de cabello sonriendo. Primero subió ChanYeol quien luego lo ayudó tomándolo por la cintura. Se preocuparon minuciosamente de que la puerta quedara perfectamente cerrada y luego, al tener brazos más largos, el mayor se estiró sobre los bordes para deshacer las amarras. Pronto comenzaron a despegarse del suelo y a ascender lentamente hacia la noche que caía sobre ellos. Se acercó a él hasta y se aseguró de pegar su espalda al pecho del más alto, siendo abrazado por la cintura. ChanYeol asomó su rostro por sobre su hombro y BaekHyun alcanzó a ver como sus ojos se iluminaban cada vez más. Sonrió y sintió como el alivio recorría su cuerpo al saber que esta sorpresa le había gustado.
El último rayo de sol ya se había ido y frente a ellos sólo había cielo. Sólo cielo oscuro. Por todos lados, a donde quiera que vieran sólo había oscuridad y centellantes estrellas. Era un interminable manto negro salpicado de miles de pequeñas luces. En los labios del mayor se dibujó una sonrisa y soltó un largo suspiro. En sus ojos brillantes se reflejaban las estrellas que veía sin quitar la vista de en frente. Sin siquiera tener que levantar la vista para ver el cielo o recostarse en la arena como solían hacer para ver que estaban allí. El cielo estaba ahí, frente a él.
Su sonrisa reflejaba la de él. Estaban a millas del suelo, lejos de los problemas y de todo. Y sólo le importaba ChanYeol.
-Gracias por esta sorpresa, por todo...esto es perfecto. -su voz parecía entrecortada y cargada de emociones.
-Me alegra que te gustara tanto.
-Se ha convertido en mi segundo regalo favorito. -comentó sonriendo, sin despegar la vista de las estrellas que parecían cada vez más cerca de ellos.
Espera...¿segundo?
-¿Acaso ese...bobo juego roba novios que te regalaron hoy ocupa el primer puesto? -formó un puchero con sus labios hasta capturar la mirada de ChanYeol.
-Claro que no, bobo. -Usó uno de sus dedos para mover su mentón y mirarlo fijamente.- El mejor regalo que he tenido fue conocerte.
Y con ambas manos libres, sujetó su rostro y lo besó. Un beso tan inesperado y tibio como él mismo. BaekHyun cerró los ojos y se perdió en ese beso. Subió sus manos hasta su rostro, sosteniéndolo para que no lo apartara, y siguió acariciando sus labios con los de él, tan suaves y capaces de hacerlo olvidar todo, hasta sentir que estaban hechos para estar con los de él. Ambos se separaron lentamente hasta que sólo sus narices lograron tocarse.
Sonrió para sus adentros y volvió a tomar su rostro entre sus manos, únicamente para unir sus labios nuevamente. Vertió en ese beso todos sus sentimientos, acariciando los del otro con seguridad, sintiendo su sabor, disfrutando lo tibios que eran. Y sin darse cuenta, las lágrimas comenzaron a rodarle por las mejillas...por las de ambos, pero no importaba, porque ninguno podía dejar de besarse; porque de pronto se transformó en su aire y deseaba besarlo más que respirar. Se embebió de él, de su enorme cariño, de sus labios suaves, de su aroma, de él.
Hoy no le importaba nadie más que él.
Necesitaba que supiera cuanto lo amaba. Y él también necesitaba sentir su amor. ChanYeol era su todo, su luz de cada día.
-Quédate conmigo para siempre. -rogó entre besos, aferrado a la chaqueta del mayor.
-Siempre, mi pequeño Baekhyunee.