[CLEXA] BABY I'AM BE YOUR GIR...

By Creandoideas

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¿Qué pasa cuando la novia de tu padre se muda a tu casa, y con ella, su linda y sexy hija? Lexa Woods es una... More

¿NOVIA?
Mudanza
Voy a ser tu novia
Rescate
Diversión
Jugar
¿Confundida?
Foto
Culpable
¿Seducir?
¿Podemos empezar de nuevo?
Saber sobre ti
No puedo soportarlo más
Ya no será lo mismo (Primera parte)
Ya no será lo mismo
¿Clarke o Costia ?
¿Será lo mejor para mí?
Drama + Celos
Mi corazón
Te odio
Te necesito
Te amo
Te amo II
Niylah
Amenaza
¡Mierda!
Voy a ser tu esposa
Promesa
Jugando
Felicidad
FIN

¡Wow!

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By Creandoideas


Nunca antes el techo de mi habitación me había parecido tan interesante, quiero decir, era blanco, decorado con un arte veneciano, era perfecto. El que lo construyó hizo una gran traba... ¡Maldita. Mierda!, por qué estoy pensando en el techo de mi habitación en este momento.


¡A quien rayos engaño!, ¡Estoy nerviosa!, Mucho más que nerviosa. Veré otra vez a Clarke desnuda, tocaré y besaré toda su piel, tendré su esencia en mí, sus fascinantes, perfectos, hermosos y maravillosos pechos en mi boc...


"¡Lexa, ahí voy!"


De repente la oí gritar desde el primer piso. ¡Y Oh. Mi. Señor! El corazón me comenzó a saltar, a martillar, a golpear con toda la fuerza del mundo contra mi pecho. Completamente desenfrenado, total y absolutamente loco.


Escuché como sus pasos empezaban a chocar contra las escaleras. Y Oh! ¿Qué me estaba pasando? El maldito cuello y la maldita garganta también empezaron a palpitarme.


Me tuve que agarrar fuerte de la sabana, porque carajo... ahora si me temblaba todo. Empecé a sudar terriblemente, sentía como las gotas de sudor corrían por mi frente y caían a la almohada. Mis manos se humedecían a cada segundo. Era como si las tuviera metidas en un charco de agua.


¡Mierda! No!... Ahora sentía punzadas en mi centro. ¡Jesús! Acaso voy a tener un orgasmo en este instante. ¡Sin haber hecho nada?.


Comencé a convulsionar sobre la cama de lo excitada que estaba, apretaba los dedos de los pies... ¡Ohhhh diablos! Cómo jodidos Clarke lograba esto en mí, sin siquiera haberme tocado... Oh mi...


"¡Lexa!"


¡Rayos!... Apenas escuché su voz, me senté en la cama a la velocidad de un rayo, con los ojos abiertos de par en par, mirando a la nada y respirando fuertisimo mientras jadeaba y jadeaba.


"¿Estás bien?". Oí cuando me preguntó.


Giré mi cabeza lentamente hacia la puerta, aun jadeando Y... ¡Jodida vida! Allí estaba ella, parada debajo del marco, completamente hermosa con esa ceja enarcada, esa sonrisa demasiado picara y esa mirada llena de lujuria.


Mis ojos vagaron por todo su cuerpo... Y si antes estaba mal, ahora, estaba peor. Se veía tan sexy con ese pijama, dejaba a la vista su exquisito cuello, sus hombros............................. ¡Carajo! Podía ver el inicio de sus maravillosos y perfectos pechos y también sus largos y finos muslos. Todo en esta chica eS sublime, tan genial, tan perfec... ¡Esperen! ¿Qué es eso?. ¿Qué diablos trae ahí? ¿Esto es en serio? ¡Acaso... me quiere asesinar!.


"Clarke Griffin" Grité "¿Quieres matarme?" Le pregunté sorprendida.


Clarke Griffin tenía en su mano 12 pack de Red Bull. ¡12 PACK! ¡Qué rayos!. ¡¿Acaso está demente?!


"Aishhh... No digas tonterías" Dijo sonriendo, mientras cerraba la puerta. Colocó el pack encima de la mesa, sacó una lata de Red Bull y me miró. "Solo quiero que me ames por más tiempo".


¿Qué demonios? "¿Qué te ame por más tiempo?" Le pregunté frunciendo el ceño.


Ella no me contestó nada y en vez de eso, solo se subió a la cama y caminó de rodillas hasta que quedó frente a mí


"Si" Me respondió como si nada; mientras pasaba un pie sobre mis muslos y se sentaba a horcajadas en ellos.


¡Mierda! Tuve que tragar saliva y comencé a soltar una risita nerviosa. Las sacudidas en mi cuerpo volvían mucho más fuerte que antes... eran insoportables. Y todo gracias a que sus grandes pechos ahora estaban frente a mis narices.


Es inevitable no pegar mis ojos ahí. Me quedé mirándolos por un momento. No sé si era mi imaginación o estaba a punto de morir pero veía como por encima de la tela se le empezaban a marcar los pezones. ¡Wow! Las mejillas y la frente me empezaron arder. ¡Me quemaban!


"¿Lexa?, Mi cara está aquí" Oí cuando me dijo con una risita.


De inmediato levante la cabeza para mirarla. Puedo jurar que mi mejilla no golpeada, en este instante estaba de un rojo color sangre. Esto es demasiado.


Tragué saliva de nuevo y me aclaré la garganta..."Bebé, te puedo amar por el tiempo que desees, pero todo eso" Señalé el pack "no es necesario".


Levantó una ceja y se acarició la barbilla. "Eso lo veremos"


¿Uhg? "¡Clarke!" Gemí "¿Hablas en serio?" Le pregunté tratando de ver si bromeaba pero al parecer no, porque asintió como si nada. "Bien, entonces si ese es el caso, no voy a morir de tanto hacerte el amor, en lugar de eso, voy a terminar muerta por una intoxicación o un ataque al corazón" Dije con cierta molestia, pero ella solo soltaba unas risitas tontas ante mis palabras.


"Tranquila Lexa, yo sé lo que hago" besó mi nariz y comenzó a destapar el Red Bull.


¡Santa madre! El sonido que provocaba al destapar la lata hacía eco en mis putos oídos. Tal vez hoy moriré. ¡Adiós mundo!


"¿Estas lista?" Preguntó, mientras sonreía demasiado sexy.


¡No!. No estaba lista. No estaba para nada lista, pero no tenía otra opción, así que asentí con la cabeza lo más lento que pude y di un gran suspiro.


Me sentia muy nerviosa, no solo porque estaría con Clarke de nuevo, también porque temía intoxicarme con el Red Bull, no quería morir tan joven, y mucho menos... mientras hacia el amor.


Clarke seguía sonriendo ante mi pobre reacción y procedió a poner la lata en mi boca. Bueno... ya no había vuelta atrás, así que abrí la boca y me bebí hasta la última gota que quedaba del contenido...


Clarke sonrió y aplaudió "Bien hecho". Lanzó la lata de Red Bull por la ventana y se inclinó a mi rostro. "Ahora si Lexa" Pasó su lengua por la comisura de mis labios y después susurró "Hazme el amor"


Bien, esas tres palabras fueron más que sucientes para mí. No le di oportunidad de nada y me lancé a su boca, hundiendo mi lengua hasta lo más profundo de ella. Clarke soltó un quejido, y luego senti como la atrapaba entre sus labios y empezaba a saborearla.


Mis manos fueron a dar a sus caderas, apretándolas lo más fuerte que podía y luego las fui bajando lentamente hasta palpar sus glúteos. Oh por Dios, no pude evitarlo y les di un apretón a ambos, logrando que Clarke volviera a gemir en mi boca. Sonreí sensualmente en el beso al escuchar ese quejido y saqué mi lengua de su boca para luego besar la comisura de sus labios.


Fui deslizando mi nariz por su mandíbula, su cuello, su garganta, aspirando todo su olor mientras la oía respirar con dificultad. Clarke giró la cabeza, y ahora, el acceso a su garganta era mucho mejor, listo para ser devorado por mi boca.


Comencé a dejar mordisquitos por toda su garganta, tomando su piel entre mis dientes y succionando ligeramente. Mis manos no se podían quedar quietas y una de ellas fue dar dentro su pijama. Recorriendo toda su espina dorsal, luego recorría su abdomen todo muy lento.


Fui subiendo mi mano lentamente y mis dedos se encontraron con uno de sus pechos. Sin pensarlo, lo agarré y lo apreté con toda la palma de mi mano, tratando de que encajara en ella.


Clarke comenzó a jadear y no pude resistirlo... mi otra mano dejó su glúteo y también se metió dentro de su pijama, ahora, ambas apretujaban sus pechos. Ella gemía pero aún no lo hacía muy fuerte. Bien, eso iba tener que arreglarlo porque yo, ya estaba prendida hasta el inerno y la haría gemir hasta que se desgarrara la garganta.


Mis manos acariciaban y apretaban esos redondos pechos hasta que sentí como sus pezones se endurecían. De inmediato tomé el dobladillo de la pijama y la deslicé por su cuerpo, quitándosela y tirándola hacia la ventana. Ahora... Clarke estaba solo en bragas.


¡Oh por Dios!. Juro que las babas caminaban por mi barbilla de lo abierta que tenía la boca, ese par de cosas preciosas estaban frente de mí. Se veían exquisitas... listas para ser devoradas.


Me lamí los labios sin querer al ver eso pezones rosaditos y erectos, apuntándome en todo el rostro.. Oí como Clarke soltaba una risita y se colocaba al lado de mi oreja, respirando fuerte.


"¿Te gustan mis pechos, Lexa?" Preguntó. Su voz sonaba extremadamente sexual, y eso hizo que mis venas se disparan y sintiera una corriente por toda la piel.


Asentí embobada, sin quitar la vista de ese par... era casi imposible "¿De verdad?" Me preguntó de nuevo.


"Desde el primer día que los vi quiero casarme con ellos" Respondí de la nada. Eso logró que Clarke soltara una risita y se inclinara hacia atrás para mirarme.


"¿Si bebé?" Preguntó en un susurró entrecortado. Sé que ella estaba excitada, peor o igual que yo. "Si..." Respondí casi inaudible.


"Entonces que esperas. Tus nuevas esposas están ansiosas y deseosas de que tu boca las pruebe de nuevo" ¡Mierda! Acercó uno de sus pechos a mi labios, y enredó sus manos en mi cuello.. "Mételas ahora mismo en tu boca y cómelas" Me ordenó. ¡Wow!, ¿Donde aprendió hablar así...?


Sus deseos son órdenes para mí, así que de inmediato cerré los ojos, abrí la boca y atrapé ese pezón entre mis labios, comencé a succionarlo suave, como un bebé lo haría, disfrutando cada segundo de ese botón rosado, duro como una piedra.


Las manos de Clarke dejaron mi cuello y se empuñaron en mi cabello fuertemente, tratando de sentir mucho más mi boca en aquel pecho, que se abría y se cerraba en su pezón.


"Ohh Lexa..." Pegó un gritó. "ahora si eres un bebé. Mi bebé..." ¡Dijo entre gemidos! ¡Esta mujer ya estaba en la luna!.


Disfruté por unos minutos de ese pecho y luego me pasé al otro, besándolo por todos lados para luego girar mi lengua y hacer círculos sin tocar su pezón. Sentía como Clarke me apretaba más el cabello y empezaba a mover sus caderas contra mis muslos, restregando su centro contra ellos. Podía sentir la humedad de sus bragas, esta chica estaba goteando peor que yo...


Sonreí cuando entre gemidos me pedía que por favor tomara su pezón y dejara de joderla. No la molesté más, y empecé a darle lamidas a ese pezón necesitado de toque. Lo envolví en mi lengua y comencé a succionarlo como lo había hecho con el otro. Si Clarke quería que yo fuera su bebé, así seria, pero debía tener cuidado porque este bebé estaba demasiado grandecito y con las hormonas disparadas.


Comencé a darle tiernas mordidas, tratando de estirarlo. Clarke chillaba y sus gemidos inundaban toda la habitación. Mierda, si las casas del vecindario no estuvieran tan alejadas juro que los vecinos ya hubieran llamado a emergencias. Sus gemidos eran casi animales.


"¡¡Ohhh!! Que bebé tan travieso" Gimió con una risita, y fue inevitable soltar una carcajada que me hizo soltar su pezón.


Clarke al verme riendo, no lo pudo evitar y también lo hizo... nuestras carcajadas inundaban toda la habitación.


"Siempre te burlas de mi" Dijo haciendo un puchero.


"No me estoy burlando de ti, Clarke " Sonreí "Es solo que amo tus pechos y no lo puedo evitar" Besé su puchero


Ella sonrió como siempre lo hacía y me devolvió el beso. "Y ellos aman tu boca" Me dijo por último antes de que nos besáramos de nuevo.


Nos separamos del besó y ella empezó a besarme todo el cuello mientras sus manos caminaban por mi clavícula y se detenían en mis pechos. Gemí y tuve que apretar los ojos cuando empezó a mover sus manos sobre ellos. Era una sensación mágica, mucho mejor que la primera vez.


Sus manos seguían recorriendo cada parte de mí, subían y subían hasta que las detuvo en mis hombros, y me tumbó suavemente a la cama. No pude evitar que en mi rostro se hiciera una sonrisa cuando vi sus ojos convertidos en unas media lunas y su boca tirando de la esquinas.


Sus manos fueron a dar a mis mejillas, sin hacerme daño, y se recostó sobre mí dejando un casto beso en mis labios...


"Te amo Lexa, te amo y no te alcanzarías a imaginar cuanto lo hago" Sus palabras eran honestas, tanto como su mirada. La sonrisa no se quitaba de mi boca, ni se quitaría. Esta niña tenía tantas pero tantas facetas, que me hacían volver loca a cada segundo. Podía ser buena y mala. Salvaje y dulce. Mentirosa y honesta, ¡Podía ser de todo! Y también podría mandarme a un manicomio si lo quisiera.


"Yo también lo hago, Clarke" Hice una pausa, mirando detenidamente ese brillo en sus ojos "y te agradezco por llegar a mi vida y darle un poco de acción"


Ella entrecerró los ojos y sonrió de medio lado "Todavía falta mucha acción Lexa" Dijo moviendo las cejas de arriba abajo.


"Oh, si" Pregunté picara.


"Si, he decidió que yo te haré el amor primero y luego tú me lo haces a mí, y luego yo de nuevo y luego tú y así, hasta que ya no podamos respirar"


¡Wow! Eso sonó tan loco que no pude evitar soltar una carcajada extremadamente exagerada. ¡Por Dios! Esta niña era más que increíble, y sin duda no tenías pelos en la lengua para decirme lo que quería. ¡Me encanta!


"¿Entonces que esperas?" La reté.


Ella abrió la boca sorprendida pero eso no duro mucho porque luego se mordió el labio inferior y se lanzó a mi cuello. Sus labios comenzaron a dejar besos por todos los alrededores y fueron descendiendo por mi garganta, mi clavícula....


Me agarré de sus manos cuando sentí su lengua jugando con mis pechos, lamiéndolos por doquier. Ella me estaba haciendo lo mismo que yo le había hecho hace unos instantes, y me tenía con un pie en el cielo y otro en el infierno.


Sentía como su lengua húmeda se deslizaba entre mis pechos, pasando por mi abdomen hasta que se estrelló con mi short y empezó a lamer el borde de mis caderas. ¡Dios! Yo no lo soportaba más, la necesitaba dentro de mis bragas ahora mismo.


Soltó sus manos de las mías y las llevó a mis caderas, agarrando mi short, donde comenzó a bajarlo lentamente por mis piernas, hasta que los quitó del todo y los lanzó por la ventana.


Clarke abrió mis piernas y de repente sentí sus labios posándose en el interior de mis muslos, sus besos eran suaves. Me daban escalofríos y hacían que mi clítoris palpitara con fuerza.


"Bebé, hazlo" Gemí. Lo necesitaba. ¡Muchísimo!


Ella dejó escapar su aliento caliente sobre mi centro y deslizó su lengua fuera sobre mi clítoris. Mis muslos empezaron a temblar; cuando sentía como su lengua bailaba en mi botón que palpitaba con fuerza. Su lengua hacia un trabajo perfecto, era exquisito, mucho mejor que la primera vez.


Su lengua dejó de jugar con mi clítoris y descendía hasta que sentí como la empujaba dentro mis pliegues, duro y rápido, una y otra vez, mientras sus manos sostenían mis piernas temblorosas.


De mi boca solo salían gemidos con su nombre, era inevitable, la sensación era perfecta, me sentía viva. Yo gemía y gemía más fuerte mientras agarraba salvajemente su cabello y empujaba su cabeza hacia mi centro, manteniéndola allí, hasta que la oleada de placer me invadiera por completo.


Sentía como sus dedos empezaban a hurgar en mis pliegues y como su boca tomaba de nuevo mi clítoris. De repente insertó dos dedos y di un respingo cuando sentí el espasmo más placentero del mundo.


Ella rio por lo que había logrado y empezó el movimiento, dentro y fuera, dentro y fuera mientras sus labios chupaban y apretaban mi clítoris. Mis caderas comenzaron a moverse con sus dedos y su boca, ya estaba a punto de llegar al orgasmo. Lo sentía venir.


Clarke aumentó el movimiento en su mano y mi mente se nubló, el clímax llegó a mí y comencé a temblar hasta que finalmente exploté, gritando su nombre.


Clarke sacó sus dedos de mí y sentí cuando me dio una última lamida desde mis pliegues hasta ms clítoris, logrando que yo soltara un suspiró en respuesta y mis muslos y mis manos se derrumbaran sobre la cama.


Mis ojos estaban cerrados y mi respiración era incontrolable casi como el movimiento de mi pecho. Podía escuchar su risita picara y después sentí como deslizaba sus manos sobre todo mi abdomen sudoroso.


Dejé escapar un gemido y abrí los ojos. Ella estaba allí, mirándome y mirándome, no despegaba sus ojos de mí. Vi cómo se lamia los labios y luego sus dedos con un gesto sensual mezclado con lujuria que era fascinante de ver.


Ella se acercó y se sentó a horcajadas sobre mi estómago pero sin hacer presión, se inclinó haciendo que sus pechos chocaran con los míos y empezó a besarme tiernamente en los labios.


Pasaron casi veinte minutos para que yo estuviera totalmente recuperada, ambas nos miramos y empezamos a reír. Esto era más que magnico, disfrutar del placer, de la otra persona y divertirse así... Era glorioso.


"¿Estas bien?" Me preguntó, trazando un círculo con su dedo sobre mi pezón.


"Mejor que nunca" Le respondí, acariciando su mejilla... "Gracias Clarke. Eso fue... ¡Wow!" Grité, haciendo que ella riera.


"De nada Lexa. Ahora..." Se inclinó y se estiró hasta mi mesita. Vi como sacó otra lata de Red Bull del pack, la abrió y me la ofreció "Es mi turno, así que tómala"


"Clarke!" Gemí "¡Lexa!"


¡Mierda! Gemí con un puchero en la boca mientras me sentaba y empezaba a beberme a sorbos el contenido de esa maldita lata. ¡Yo podía hacer lo que ella quisiera sin tomar esta cosa!


Terminé de beber todo un poco molesta y la dejé encima de la mesa. Ella me miraba un poco expectante, tal vez porque sabía que yo no estaba muy feliz de estar tomando Red Bull. No quería hacerla sentir mal, así que le di una sonrisa de medio lado y me acerqué a su oreja, lamiendo su lóbulo... "Ponte de pie Clarke, porque voy a follarte como lo hacen en los videos."


Escuché un gemido venir de ella y no pude evitar reírme internamente. Ella se paró a la velocidad de un rayo sobre la cama y me agarró de la cabeza.


La contemplé de arriba abajo por unos minutos, se veía tan caliente con solo con esas bragas y mis chupones bastantes visibles en sus pechos.


Me mordí el labio inferior y comencé a deslizar mis manos en sus pies, acariciándolos hasta llegar a sus muslos, logrando sentir la suavidad de sus piernas. Vi como su piel se erizaba ante mi toqué y aproveché para acercar mi boca a ellos, dejando besos por todos lados.


Empecé a lamer el interior de sus muslos y Clarke abrió las piernas, dándome mejor acceso. Mis manos vagaron en su abdomen hasta que encontré sus bragas y empecé a bajarlas. Ella alzó los pies ayudándome a quitarlas y las lancé de nuevo por la ventana. Seguramente mañana encontraríamos todo.


Nos miramos a los ojos y saqué mi lengua para darle una pista de lo que iba a hacer, Clarke lo captó de inmediato y abrió sus piernas alrededor de mi cabeza. Oh por Dios, su centro era tan precioso, aun no podía creer que yo había sido la primera persona que había estado aquí.


Dejé que mi aliento golpeara con fuerza allí y de inmediato ella empezó a gotear. No pude evitarlo y le di una gran lamida desde el inicio de sus pliegues, saboreando todo. Ella gimió, y vi como apretaba los ojos y abría la boca, jadeando.


Me aferré a sus muslos y mi lengua comenzó a trabajar en todo el lugar. Empecé a darle lamidas a su clítoris, estimulándolo a todo dar; mientras sus chillidos inundaban mis oídos y toda la habitación... y toda la casa.


Clarke empezó a mover sus caderas de arriba abajo, mi lengua entraba y salía de sus pliegues, llevando el ritmo perfecto.


Sus uidos cada vez eran más abundantes, así como su excitación.


La espalda me comenzó a doler así que me acosté en la cama y la atraje de nuevo a mí, dejándola de rodillas encima de mí rostro, con su centro a la altura de mi cabeza. Allí lo tenía. Todo para mí.


Clarke no estaba muy segura de esa posición pero le guiñe un ojo, dándole confianza e hice que se prendiera del espaldar de la cama.


Mis manos fueron a dar nuevamente a sus caderas y comencé a otra vez. Mi lengua lamia todo el lugar, estimulaba su clítoris. Mis dientes atraparon sus pliegues, y de repente sentí cuando Clarke puso sus manos en mi cabeza, empezaba a mover sus caderas y me acariciaba el cabello, despeinándome sin control. Ella me miraba, tenía la boca abierta, las mejillas rojas y sus ojos tenían un brillo indescriptible mientras veía como yo succionaba su centro.


Los gemidos de Clarke se hicieron muy fuertes, casi como yo lo había prometido e hice que volviera a sentarse sobre mi estómago pero esta vez, sobre mi mano mientras introducía dos dedos dentro de sus pliegues.


Comencé a embestirla, mientras le comía la boca, dándole a probar su sabor. Sus gemidos cada vez se hacían más fuertes y se amortiguaban en mí...


Comenzó a temblar y sentía como sus paredes se contraían en mis dedos hasta que soltó un último grito y noté como una oleada de su flujo caliente, caía sobre mi estómago.


Ella cayó jadeando sobre mi pecho, mirándome fijamente a los ojos mientras yo sacaba mis dedos de su centro y me los llevaba a la boca, su sabor era realmente esquicito, su olor se mezclaba con el perfume de su piel y producían efectos enloquecedores..


La acaricié las mejillas mientras lograba recuperarse, aun nuestras miradas chocaban y una pequeña sonrisa se hacía en sus labios...


"¿Te sientes bien?" Le pregunté sin dejar de acariciar sus rosadas mejillas.


Ella asintió levemente y cerró los ojos mientras sonreía... "Eso fue...¡Wow! Lexa" Su voz sonó ronca y muy débil.


Sonreí ligeramente y la abracé con todas mis fuerzas... Creo que por esta noche era suciente, no había necesidad de más.


Cogí la sabana que estaba al lado nuestro y la puse encima de ambas, parecíamos un pequeño montoncito, ya que Clarke seguía encima de mí....


"Buenas noches Clarke" Dije, besando la coronilla de su cabecita.


Apenas dije esas palabras, ella alzó la cabeza y me miró con el ceño fruncido. Me confundí mucho "¿Qué pasa bebé?" pregunté al ver su reacción.


"Todavía nos faltan 10 latas de Red Bull," ¿QUÉ COÑOS? PERO.... ACASO NO ESTABA CANSADA YA "así que no te despidas tan pronto porque ahora es mi turno " Dijo casi enojada y nos cubrió a ambas con la sabana de pies a cabeza.....ytodo empezó de nuevo.

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