Hola. El día de hoy continuare con los pedidos. El siguiente es el de Kaname. Si alguien mas desea algún otro pedido puede hacerlo por privado o ponerlo en los comentarios.
Ojala y les guste.
A petición de: HanasakiMizuki27
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Día: Martes/Hora: 18:25
─¿Ya terminamos?
El día estaba a punto de terminar. Los negocios se preparaban para cerrar sus puertas y se podían ver a los estudiantes de secundaria divertirse por las calles. Los pandilleros se retiraban a los callejones para no llamar la atención al igual que algún que otro Yakuza reconocido. Un día completamente normal en Ikebukuro.
─Si. Buen trabajo. ¿Quieres ir a comer algo? ─Dijo Tom mientras le dio una fuerte palmada amistosa al rubio.
─De acuerdo.
Caminaron por las calles repletas de personas hasta llegar a una esquina donde había un semáforo. Al ver la luz roja encendida se detuvieron.
─Al ver esos estudiantes no puedo evitar recordar mi tiempo en la escuela. Que tiempos... ─Comento Tom.
─Seria genial volver a ser adolescente. ─Dijo mientras veía pasar un chico en una bicicleta.
Cuando la luz verde del semáforo se encendió empezó a caminar junto con Tom, pero de la nada sintió como su camisa era halada desde atrás suavemente. Al darse la vuelta, vio a una mujer que aparentaba ser más o menos de su edad con ropas harapientas y grilletes en los pies. Tenía una mirada apagada y moretones por todo el cuerpo sin mencionar que estaba completamente descalza.
─¿Necesitas algo? ─Se detuvo en medio de la calle sin prestar atención a su alrededor. Sentía una enorme curiosidad del porque una persona con esas pintas requería su atención.
─¿Sabes dónde puedo encontrar a Orihara Izaya? ─Su voz fue casi inaudible.
El solo escuchar el nombre de aquella sabandija hacia que le hirviera la sangre. Había jurado vengarse de el por todas las cosas que le había hecho pasar, no importaba si la vida entera se le fuera en el proceso, aunque desgraciadamente no sabía dónde estaba. Pero estaría más que encantado de darle aquella información si la tuviera.
─Lo siento. No tengo ni la menor idea. ─Respondió rápidamente y luego se dio la vuelta para continuar con su camino.
─¿Enserio? Qué raro... ─Comento ella llamando su atención nuevamente. ─Según mis fuentes, suelen verlos juntos por las calles. ¿Acaso eres su cómplice?
¿Juntos? Era enserio. ¿Quien había sido el idiota que le dio esa información? Aunque si por juntos se refiere a perseguirlo con intenciones de matarlo, no estaba del todo equivocada.
─Creo que te estás confundiendo. Lo único que puedo sentir por esa pulga es un fuerte sentimiento de odio y rencor. ─Saco el cigarrillo de su boca y lo dejo caer en el suelo para apagarlo con la suela de sus zapatos.
─Así que eres su cómplice después de todo. ─La manera en que la chica lo miraba cambio de repente. Incluso Tom quien había estado ausente en toda la conversación por no querer interferir era capaz de sentir sus intenciones hostiles.
─¿Necesitas ayuda? ─Dijo Tom tratando de apoyar un poco a su amigo.
─Tranquilo. No pasa nada. ─Contesto de inmediato.
Fue justo después de eso que vio como la chica se abalanzaba sobre el con intención de golpearlo. Por suerte sus reflejos actuaron a tiempo y logro esquivar el golpe, pero desgraciadamente no acabo allí. Luego trato de darle una patada tomando un poco de impulso para saltar y quedar a una buena altura del suelo, pero nuevamente su ataque fue evadido, aunque ahora había una enorme grieta en el suelo que asusto a todo aquel que se encontraba en aquel sitio.
─Es un chiste, ¿no es así? ─Dijo Tom mientras retrocedía un poco al igual que Shizuo.
─Tom-san, vete. Esta maldita es peligrosa. ─Advirtió colocándose en frente para evitar que saliera lastimado.
─¿Estás seguro?
─Si. Déjamelo a mí.
Tom se dio la media vuelta, mirando hacia atrás constantemente por lo preocupado que estaba.
─Vas a decirme donde esta aunque tenga que romperte una o dos extremidades. ─Amenazo.
─Escucha. Lo digo enserio. Esto es un malentendido.
Aunque continuamente Shizuo participara en combates, esta vez quería evitarlo a toda costa, pues antes que nada nuestro querido rubio es un caballero por lo que no golpearía a una mujer ni en sueños. Incluso si esta es una completa loca.
─Así que... ¿Por qué no respiras y te calmas un poco?
Shizuo ya estaba harto de Izaya. No solamente lo metía en líos intencionalmente, sino que también terminaba metido en sus asuntos personales. No puede existir alguien con tan mala suerte.
─Veo que aun te niegas a decírmelo... En ese caso tendré que sacártelo por la fuerza.
Sin decir nada mas, se abalanzo sobre el lanzando golpe tras golpe sin poder asestar alguno. Todos a su alrededor corrieron despavoridos por la pelea aunque había uno que otro idiota que se quedaba para ver el espectáculo.
Ya no había rastro de la chica frágil que vio hace un rato. Ahora, parecía una fiera enloquecida.
Shizuo miro a su alrededor para ver cuán destrozado había dejado todo. Sin lugar a dudas, no podía quedarse allí. Tenía que atraerla hacia otro lugar más desierto para evitar que siguiera rompiendo cosas.
Después de esquivar una patada, corrió hacia la izquierda.
─¡No escaparas!
En cuestión de segundos ella había conseguido alcanzarlo. Lo cual no entendía del todo. Ella traía cadenas en los pies así que se suponía que eso debía dificultarle un poco la tarea.
Shizuo corrió y corrió, pero no pudo llegar muy lejos. Ella consiguió atraparle contra el suelo. Y aunque en situaciones normales no le sería nada complicado librarse de ella, esta vez era imposible no hacerlo sin lastimarla en el proceso.
─¡ESCÚCHAME UN SEGUNDO! ─Giro su cabeza para esquivar uno de sus puñetazos.
─¡¿Donde está Orihara Izaya?! ─Grito a todo pulmón.
En ese instante escuchó una fuerte carcajada que se le hacía bastante familiar. Es más, sabía exactamente a quien pertenecía.
─No puedo creer que enserio se estén peleando por mí.
─Así que eras su cómplice después de todo.
─¿Cómplice de esta cosa? Oye, tengo un buen criterio para elegir a mis aliados. Así que no me relaciones con él.
Resulta que la chica era una esclava al servicio de la mafia inglesa que venía a arreglar unos asuntos con el informante por haberles dado información falsa. Estuvieron a punto de ser capturados por la policía, así que estaban muy enojados.
Al final, Shizuo no consiguió aclarar el malentendido, pero ella decidió dejarlo en paz de momento y enfocarse únicamente en Izaya.
Después de ese día, Shizuo busco información acerca de su ubicación para evitar ser involucrado nuevamente en los problemas que ocasionaba aquel dolor de cabeza al que había nombrado Izaya. Consiguió encontrarla, pero ella no creyó absolutamente nada de lo que dijo, aunque el seguiría intentando hasta convencerla de una vez por todas.