Sus vacaciones las había pasado metido en casas lujosas y fiestas llenas de gente de la alta sociedad. Sus padres habían insistido en que los acompañara hasta la playa, donde las mejores familias tenían al menos siete propiedades donde "vacacionar".
Por supuesto que no las había disfrutado, él no quería estar rodeado de personas que solo se admiran del poder del dinero, pero abundan en ignorancia. Solo quería relajarse después de los arduos y extensos exámenes que rindió en su Universidad.
Pero no lo logró. Para cuando llegó a Seúl, seguía sintiéndose igual de estresado y cansado que cuando finalizó el semestre, y ahora su retorno a clases solo lo hacía cuestionarse qué haría para sobrevivir los siguientes cinco meses con alguien relevante en su vida odiándolo...
BaekHyun...¿qué haré contigo? ¿Cómo te quito de mis pensamientos?
Si bien era cierto que se la pasó cuatro meses intentando ignorarlo, sus esfuerzos habían sido en vano, pues ya se había acostumbrado a mirarlo desde lejos y pensar en cuál podría ser ese secreto oculto que tanto le dolía confesar. Mentiría si negara que trató de acercarse infinidad de veces y entablar una conversación como si nada nunca hubiera pasado, pero al parecer el más pequeño si había sido fiel a su palabra de no acercarse más y simplemente fingir que no lo conocía.
Si eso era lo que le había pedido, ¿por qué le afectaba tanto?
Para cuando llegó su última noche libre antes de comenzar con el segundo semestre, se recostó en su cama pensando en él. ¿Me hablará si tomo la iniciativa? Lo dudo, parecía muy empeñado en pretender que no existo, pensó. Recordó incluso cuando trató de ser amable -a su manera- con BaekHyun en una de las últimas reuniones que tuvieron como presidentes de carrera, sin embargo, a pesar de que acortó la distancia entre ellos sentándose solo un puesto más allá, Baek parecía muy concentrado en la conversación con Leo como para siquiera notar que estaba en frente de sus narices.
Que idiota soy.
Se durmió con ese último pensamiento rondando por su cabeza y descansó lo que pudo hasta que finalmente su alarma sonó a las 07:20 am. Se incorporó sin muchas ganas, y se dirigió para tomar una ducha que al menos lo ayudara un poco para reponerse. Revolvió su cabello ondulado y oscuro, que rara vez tenía arreglo y ciertamente no le importaba tampoco, tomó una camiseta gris, pantalones negros, anchos que le sentaban muy cómodos y sus adorados tennis blancos...que quizás ya no estaban tan limpios como en un comienzo, pero una vez más no le importaba. Sacó una chaqueta ancha y gris para protegerse del frió y abandonó su casa sin tomar desayuno, pues ya era casi una costumbre hacerlo junto a KyungSoo en la cafetería.
Caminó hasta el gran edificio pues no era de su interés seguir contaminando el mundo usando autos, y a pesar de que tenía una Range Rover obsequiada por sus padres al cumplir los 18, raramente le daba uso, para ChanYeol, en ese cumpleaños le hubiera bastado con que sus padres estuvieran presentes para 'celebrar' y no de viaje recorriendo el mundo, prefiriendo abandonar a su único hijo.
Abandonó ese recuerdo con rapidez y se centró en la música que provenía de sus auriculares hasta llegar a la Universidad. Esperaba ver a KyungSoo aguardando por él como lo había hecho el ultimo mes y medio, pero antes de hacerlo, divisó a BaekHyun bajando de su auto, tratando de alcanzar su mochila del asiento del copiloto. Para cuando éste se giró, no notó que lo estaba mirando, y agradeció a todos los santos por aquello. Se dedicó a observar su nuevo look con un color gris en su cabello, que por cierto le hacía resaltar sus delicadas facciones que alguna vez alcanzó a notar de cerca. Iba vestido con un abrigo largo gris, una camisa entallada celeste debajo y jeans ajustados negros, junto a unas zapatillas gris las cuales no tenía ni la más mínima idea si pertenecían a alguna marca cara o no, pero esa era la impresión que dejaban a la vista.
Con razón estudia Diseño de Vestuario, pensó, repasando mentalmente lo que él llevaba puesto cuando se dio una mirada de no más de tres segundos antes de salir de su casa. No, no estoy ni cerca de verme cómo BaekHyun. Rió para sus adentros al pensar en ello, y a pesar de que le traía sin cuidado su imagen y aspecto, consideró tierno imaginarse al peligris escogiendo un atuendo para él considerando todas las prendas sin diseño que tenía. Lo observó sonreír en dirección hacia otro chico que al parecer era su compañero de curso y juntos se marcharon hasta la puerta principal.
Se quedó de pie esperando hasta que desapareciera de su vista, cuando de pronto un cuerpo evidentemente más pequeño chocó contra el de él.
-Oh, lo siento. -dijo el contrario. ChanYeol bajó la mirada y notó a un KyungSoo distraído, recogiendo dos papeles que habían volado por los aires ante la colisión de ambos.
-Kyung, ¿estás bien? -preguntó preocupado.
-ChanYeol, eres tu. -contestó el peli-rojo, aliviado.- Uhm si, estoy bien... venía mirando el suelo, eso es todo. -prosiguió. En ningún momento levantó la vista para confirmarlo.
-¿Estás seguro? -insistió. Algo andaba mal y a pesar de que trató de que ambas miradas se conectaran, no tuvo éxito.
-Si...vamos a llegar tarde a clase, ¿entramos? -sugirió, sin dejarlo responder pues el más bajo ya estaba caminando en dirección a la entrada.
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La mayor parte de la clase, el peli-rojo estuvo en silencio, sólo en algunas ocasiones se atrevió a preguntarle algo de la materia que no había sido capaz de entender. Se le veía cansado e ido, como si estuviera prestando atención a cualquier cosa menos a la clase. Cuando lo vio quitarse la chaqueta en medio de la clase, lo observó con cuidado y a pesar de que creía estar viendo mal, para él, KyungSoo se veía mucho más delgado que de costumbre, ¿es que acaso no comió nada en estas últimas dos semanas?
-¿Quieres comer algo? -preguntó, tratando de distraer al más pequeño de lo que parecían ser pensamientos tristes.
-Ah si, claro...vamos. -respondió desganado, acomodó la mochila en su hombro y emprendieron marcha juntos hasta la cafetería.
Una vez que llegaron, ChanYeol le dio el paso para que el escogiera primero, y se decepcionó enormemente cuando el contrarió solo pidió un café cargado. Para él, escogió un cappuccino y dos muffins de arándanos, teniendo en cuenta que eran los favoritos del más bajo, y así quizás lo animaba a comer.
-¿Me dirás que es lo que ocurre? Haz estado callado desde que llegaste. -habló el castaño, tratando de romper el silencio incómodo que cada vez se hacía más grande.
-No quiero hablar de ello...
-¿Acaso no confías en mí? -preguntó, quizás algo dolido por la forma en que el contrario evitaba expresar sus sentimientos con él, pero tampoco se sentía con el derecho de presionarlo.
-No es eso, Channie, es que...no tuve unas buenas vacaciones, ni mucho menos descansé. Problemas con...-hizo una pausa, y en su mirada podía notar la duda de si debía continuar o no.
-¿Problemas con Jongin?
El menor sonrió de forma triste y asintió lentamente. En parte se lo esperaba, pues KyungSoo era del tipo de persona que nada le afectaba a no ser que fuera algo realmente fuerte para él, y se notaba desde lejos que estaba profundamente enamorado de su novio como para ignorar cualquier discusión con él.
En ese mismo momento, se escucharon risas resonantes desde la entrada de la cafetería, ambos levantaron la vista y alcanzaron a divisar a BaekHyun y a su amigo rubio. Pidieron lo que parecía ser un latte alto y algo para comer que ChanYeol no alcanzó a notar, vio por el rabillo del ojo como KyungSoo observaba a su amigo con nostalgia, casi suplicándole con la mirada, pero para cuando el contrario los notó, no saludó al peli-rojo con un gesto de mano como normalmente acostumbraba a hacer , esta vez, solo les dedicó una mirada corta y fría, antes de volverse a su compañero y continuar riendo de quién sabe qué. ¿Qué está pasando aquí?
-¿Ocurrió algo con él también? -Casi podía deducirlo por las miradas que se dieron.
-Las vacaciones no fueron como esperaba. -sonrió amargo.- No quiero hacerte sentir incomodo...
-Tenemos más de una hora de descanso, soy todo oídos. Además ¿por qué habría de sentirme incomodo? -respondió tranquilo. Claramente, no estaba preparado para lo que venía.
Finalmente KyungSoo soltó todo lo que tenía guardado, reservó algunos detalles para sí mismo, pero eso ChanYeol no tendría como saberlo. A medida que iba escuchando, se sintió mal consigo mismo por haber provocado no solo una discusión, sino dos, y con personas realmente importantes para su compañero. Si bien era cierto que no entendía por qué su tema había sido sacado a la luz, no pudo evitar preocuparse por todo lo que no presenció en aquel momento.
-KyungSoo lo siento, yo no quería causarte problemas...-se disculpó apenado.- Gracias por defenderme pero no tenías que hacerlo.
-No es tu culpa, fue mi decisión hacerlo, y no puedo hacer nada contra dos cabezotas que simplemente no quisieron escucharme ese día. -levantó los hombros, restandole importancia al asunto.
-Lo entiendo, pero no puedo no sentirme mal, es decir, haz estado mal estas últimas dos semanas solo porque quisiste ayudarme...-frotó su sien, tratando de poner sus pensamientos en orden.- Déjame ayudarte a que todo esté mejor, es lo menos que puedo hacer.
-ChanYeol, de verdad no es necesario, se solucionará eventualmente.
-Por favor. -suplicó.
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Después de media hora de insistencia, finalmente KyungSoo accedió a llevarlo hasta la casa de su novio, con la esperanza de que esta vez Jongin si quisiera escucharlo. Al final de clase, el más pequeño se veía nervioso, pero jamás dejó de agradecer las intenciones de ChanYeol.
Lastima que no todo resulta como esperas.
-Jongin, déjame explicarte...-pidió KyungSoo, pero el moreno ya tenía los ojos inyectados con sangre, mirando directamente al más alto. Aunque trató de detenerlo, su cuerpo era frágil en comparación al 1.82 de altura de su novio, por lo que no alcanzó a impedir que éste agarrara por la camiseta y estampara a ChanYeol contra una pared.
-¡Tú! Tu me haz provocado muchos problemas con mi chico y la verdad es que ya me tienes harto. -reprendió Jongin. ChanYeol era capaz de notar como la vena que pasaba por su cuello estaba muchísimo más marcada. Trató de soltarse de su agarre de forma sutil, pero el otro parecía muy empeñado en no querer dejarlo ir.
-He venido a disculparme por lo mismo, yo de verdad lo siento. -respondió. Le echó una leve mirada al más pequeño, que parecía estar histérico tratando de calmar a su novio.- Le expliqué a KyungSoo que no debería haber hecho lo que hizo porque fueron problemas míos con alguien más, él no está involucrado...
-¡Cállate! ¿Qué pretendes, ah? ¿Acaso te gusta? -incriminó Jongin, molesto.
¿Debería decirle la verdad? No, concéntrate.
-KyungSoo solo es un muy buen amigo para mi, yo respeto su relación. -agregó ChanYeol.
-¿Y tú? -esta vez, su mirada se dirigió a KyungSoo.- ¿Te atreviste a traerlo a mi casa para hablar por ti?
-No me haz dejado hablar antes contigo, me haz estado evitando...-se defendió, confundido por todo lo que estaba pasando.
-Y la verdad es que pretendo seguir haciéndolo, ya me haz dejado claro a quién prefieres. -soltó de forma brusca al más alto y emprendió marcha hasta la puerta de su casa.
-¡YA BASTA! ¡NO PUEDES SEGUIR COMPORTÁNDOTE COMO UN CRÍO DE 5 AÑOS! -grito el peli-rojo por fin, sacando la rabia que tenía acumulada desde hace ya varios días.
-Lárgate...-respondió Jongin, seco y distante. Les dio una última mirada a ambos, y entró dando un portazo.
¿En que me he metido? Pensó el más alto, luego de seguir desde atrás a KyungSoo quien evidentemente ya no podía contener las lágrimas. ¿Cómo solucionaré todo esto?