Inesperado...(Draco&Tu)

By JustABrokenFighter

155K 9.2K 1.8K

Mi nombre es _______(tn) Nott. Tengo 15. Estoy cursando mi quinto año en Hogwarts, escuela de magia y hechice... More

Cap 1- Vete al diablo.
Cap 2- Déjame en paz.
Cap 3-La enfermería.
Leeeean esto :33
Cap 4- Los Malfoy.
Cap 5- El castigo.
Cap 6-Quidditch y citas.
Cap 7- La novia de mi hermano...
NUEVO AVISO!!
Cap 8- El Lago Negro. 1ra Parte.
Cap 9- El Lago Negro. 2da Parte.
Cap 10- El Lago Negro. 3ra Parte.
Cap 11- Estudiar me agrada...
Avisop. Importante así que lean bitches
Cap 12- ¿Esto se ha vuelto una moda?
Cap 13-El trío de los unicornios.
Cap 14-"Fredchu" esta papi.
Cap 15- ¿Qué pretendes?
Cap 16- Verdades. Parte 1.
Cap 17-Verdades. Parte 2.
Cap 18- Verdades. Parte 3.
Cap 19-Me vengaré.
Cap 20- "I can always make you smile".
Cap 21-Bienvenido a Hogwarts Einstein.
Cap 22- Adiós Hogwarts...
Cap 23- Mansión Nott.
Cap 24- Mansion Nott (2da parte)
Cap 25- Malditos mortifagos.
Cap 26-Pesadillas.
Cap 27- Provócame.
Cap 28-Provócame (Parte 2)
Cap 29- Bromas grises.
Cap 30-La Cabaña.
Cap 31- Teen Wolfs.
Cap 32- Teen Wolfs - 2da Parte ("El Comienzo")
Cap 33- Teen Wolfs.
Cap 34 - Un viejo amigo.
Cap 35 - Ugh.
Cap 36- Conociendo un Argentino
Cap 37- Necesito Una Ducha Fría
Cap 38- Resaca.
Cap 39- Golpe Bajo.
Cap 40-Nuevos planes (1ª parte)
Cap 41- Nuevo compañero.
Cap 42- No tengo idea de qué poner de título.
Cap 43- Nuevos planes (2° parte)
Cap 44- Discusión
Cap 45- Obliviate.
Cap 46- Alone
Cap 47- Campamento
Cap 48- Hogsmeade
Cap 49- Reencuentros
Cap 50- Reencuentros (Parte 2)
Cap 51- Adivina quién es el traidor
Cap 52- Crucio
Cap 53- Bellatrix
Cap 54- Bellatrix (2da Parte)
Cap 55- Rutina
Cap 56- Cuando el reloj marca las 8.
Cap 57- Nariz rota (no hablo de Voldy)
Cap 58- Problemas.
Cap 59- Chispas
Cap 60- Misión
Cap 61- Verdad.
Cap 62- Nueva Pareja
Capítulo 63 - Muerte.
Capítulo 64 - Recuerdos.
Capítulo 65 - Odio.

Capitulo 66 - Ámame.

947 29 15
By JustABrokenFighter

—Ya se— George se sentó de repente, estirando un mechón de mi cabello que se le había enredado en sus largos dedos. —Lo siento— rio, luego de escuchar mi AUCH.

—No importa, ¿qué ibas a decir?

—Pues que ya sé qué podemos hacer para distraernos— puso su cara de "es obvio", aunque no lo fuera.

—¡¿Pues qué?! ¡Habla de una vez, coño!

—A ver si te me calmas, estúpida.

—Ya, ya me calmé.

—Pues juguemos quidditch, maricas.

Sonreí y me giré hacia Fred, que aún tenía su mirada perdida en el techo. Le di un pequeño golpe con el codo que pegó en sus costillas. El se giró hacia mi, sin expresión, como si siguiera perdido en sus pensamientos.

—¿Estas escuchando?—, solté en tono suave, demasiado suave.

Negó con la cabeza levemente.

Ni siquiera hablaba...

Solté un pequeño suspiro y lo abracé por la cintura, haciendo que mi cuerpo girara completamente hacia él. Le deposité un pequeño beso en la mejilla y volví a apoyar mi cabeza junto a él, sin dejar de abrazarlo.

—Estaré bien, no te preocupes—. Hice una pequeña pausa—Vayamos a jugar quidditch, ¿quieres?.

Colocó su brazo sobre el mío acariciandolo levemente mientras cerraba sus ojos. Casi podía sentir a George rodando los ojos, harto de nuestras escenas.

—No se come delante de los pobres— susurró. Lo esperaba.

Sonreí y me senté solo un segundo para luego pararme con rapidez.

—Vamos, no podemos amargarnos por cualquier cosa.

Coloque un pie en cada costado del cuerpo de Fred y estire mis manos para levantarlo. Él me miró fijamente unos segundos y luego tomó mis manos.

Nadie nos molestó en lo que quedaba de la tarde, a menos que fuera para unirse al partido. En poco tiempo, Fred estaba riendo de nuevo, y eso me dejó respirar tranquila nuevamente. No deje de mirarlo en ningún momento, aunque nuestras miradas se cruzaron pocas veces. Estaba raro, pero le entendía. Quizá él tenía tanto miedo como yo de que hicieran alguna pregunta sobre mis sentimientos sobre él, y de que la respuesta no coincidiera con lo que yo profesaba todos los días. Aún así, no quería pensar en ello, así que cada vez que algún pensamiento parecido se asomaba a molestar, los hacía desaparecer.

Cuando el sol comenzó a ocultarse, todos decidimos entrar nuevamente a la Madriguera y dar por finalizado el partido. No escogimos ganadores ni perdedores, simplemente estábamos contentos de habernos divertido un rato al menos, en medio de tanta tragedia.

—Rápido, rápido, báñense antes de que esté la cena, quiero que se sienten en la mesa de manera presentable, por favor— nos apuró Molly, agitando sus manos como si estuviera espantando un pequeño animal.

Todos subimos y nos turnamos para bañarnos, puesto que no habían suficientes baños para que lo hiciéramos todos al mismo tiempo. Al último, solo quedábamos Fred y yo. Los dos habíamos estado esperando en la habitación de Fred, aunque tuvimos que salirnos cuando George entró en toalla a cambiarse. Luego, cuando todos los demás estaban abajo, ayudando a Molly a poner la mesa mientras ella terminaba de cocinar, empujé a Fred dentro del baño y trabé la puerta.

—¿Qué estás haciendo?

—Quiero que dejes de actuar raro.

—No puedo... de verdad no quiero hacerlo, pero es que...— hizo una pausa. — Tengo miedo—. Por primera vez en toda la tarde, me miró directo a los ojos.—¿Recuerdas cómo nos hicimos amigos? George y yo íbamos a ayudarte a estar con Malfoy, Leah. Él estaba enamorado de ti, y tu...

—Yo no siento nada por Malfoy. Te amo a ti, maldita sea, no tienes porqué temer. Estoy a tu lado, ¿no es cierto? Y lucharé a tu lado. Siempre. Cueste lo que cueste. Mañana, sólo preguntarán tonterías sobre mi lealtad, nada va a cambiar lo que siento por ti, ni una gota de veritaserum, ni cientos de miles de millones de muchachos, ni... no lo sé, Fred, nada. ¿Está bien?

Él asintió, como si fuera un pequeño niño regañado, y juro, que fue la cosa más tierna que había visto en mi vida. Sonreí y y corrí los dos pasos que me separaban de él para abrazarlo. Rodee su cuello con mis brazos y le planté un beso que rápidamente pasó de tierno, a apasionado, desesperado. No podía dejar de besarlo, de saborear sus labios, de morderlos. Cuanto más lo besaba, más pegaba mi cuerpo con el suyo. Fred metió su mano debajo de mi camiseta y cuando sentí sus dedos rozar mi piel, solté un suspiro que se ahogó entre nuestros besos. Me separé un segundo de él pasa sacarme mi camiseta y luego tome la suya, él levantó los brazos y, en un solo movimiento, dejé su torso al descubierto. Pase mis manos por su abdomen desnudo y las subí despacio hasta su pecho y luego su cuello, lo tomé y volví a acercarlo para besarlo. Él sonrió. Seguimos besándonos hasta que nuestros cuerpos comenzaron a pedir más, me alejé nuevamente y desprendí mi pantalón, pero antes de quitármelos, lo miré; Fred me observaba expectante y algo tímido, pero tenía un brillo especial en los ojos, algo travieso. Desabroche sus jeans mientras lo besaba y me separé para que se los quitara, mientras yo me quitaba los míos. Cuando ambos estuvimos en ropa interior, di un pequeño brinco y rodeé su cintura con mis piernas. Él giró, provocando que mi trasero se apoyara levemente en el lavamanos, y bajó sus labios a mi cuello. Me besó, lamió, mordió, ya no estaba segura de nada, solamente sabía que ese chico estaba volviéndome loca. Busque sus labios con los míos, suprimiendo mis jadeos, y cuando por fin volví a besarlo, él se separó del lavamanos, sosteniendo mi trasero con sus manos y apretándolo levemente. Sonreí sobre sus labios y le di un pequeño mordisco. Se metió bajo la ducha y yo estiré mi brazo para girar la perilla. Cuando lo hice, un chorro de agua helada nos roció, provocando que nos separáramos agitados. Nos miramos, reímos, y regulamos el agua sin decir nada más. Luego, volvimos a lo nuestro. Ni el agua más fría del mundo lograría apagar lo que estábamos sintiendo en ese momento.
No podía, ni quería, despegar mi cuerpo del suyo. El agua comenzó a empapar lentamente nuestra ropa interior, que era lo único que cubría nuestros cuerpos en ese momento, y casi podía ver lo que había debajo de los bóxers de Fred. Me recostó lentamente en la tina y comenzó a besar mi cuello, para luego bajar suavemente al dorso de mis pechos y por último mi abdomen. Cuando mi respiración comenzó a volverse aún más agitada y casi no podía ahogar mis jadeos, volví a atraerlo a mis labios. Mordí los suyos y él sonrió lamiendo los míos. Bajé mis manos a sus bóxers y comencé a jugar con el elástico, mientras Fred volvía a atacar mi cuello. Me dio un mordiscón y apreté sus caderas con mis piernas, provocando que nuestras partes chocaran y que ambos soltáramos un pequeño gemido que ahogamos rápidamente con un beso. Deje de abrazar su cuello un segundo para desabrochar mi sostén y él se separó un poco para que pudiera quitarlo completamente. Lo tomó con los dientes y, con un solo movimiento, lo arrojó al otro lado de la habitación. Allí, en la tina, con el pelo mojado y su cuerpo casi desnudo, Fred Weasley era la persona más sexy que había visto jamás...

*20 minutos más tarde*

Cuando terminamos, juntamos nuestra ropa del suelo y nos envolvimos en las toallas. Luego, fuimos al cuarto de Fred a cambiarnos. Era difícil no voltear a verlo cuando se estaba cambiando, mientras se colocaba esos bóxers azules para luego cubrirlos con un jean viejo y desgastado. Era difícil no embobarse viento su torso desnudo y aún húmedo, iluminado por la tenue luz del único foco que había en la habitación. Era difícil no observarlo mientras buscaba una camiseta en su pequeño ropero, al mismo tiempo que su pelo goteaba sobre su espalda. Era difícil desviar la mirada cuando sacudía su cabeza como un perrito mientras se secaba el cabello. Simplemente, era difícil no contemplar la belleza de Fred Weasley. Menudo trabajo habían hecho Arthur y Molly.

—¿Qué?— me miraba divertido, como si estuviera a punto de reírse. Me había quedado mirándolo tanto tiempo que ni siquiera había comenzado a vestirme. —¿Necesitas ayuda, acaso?

—Jamás querré tu ayuda para vestirme, Fred Weasley, todo lo contrario—, resalté mis últimas palabras.

Él sonrió y luego se mordió el labio mientras me miraba de arriba a abajo.

Se acercó y me besó. Fue un beso corto, que definitivamente te dejaba con ganas de más.

—Vamos, nos estarán esperando — susurró sobre mis labios, con su frente pegada a la mía.

—Vale, espérame afuera, enseguida salgo.

—Eso no suena nada justo, me observaste todo el tiempo ¿y ahora quieres que me salga?— puso su cara de ofendido luego de despegar su rostro del mío.

Le sonreí y le di un pico, para luego empujarlo hacia afuera de la habitación. Me vestí rápidamente con una mezcla de la ropa de Ginny, Hermione y Harry. Harry me había prestado unos jeans, porque los de las chicas no me entraban, ya saben, sus caderas y cinturas eran muy pequeñas para mi; Hermione me había prestado una camiseta bastante holgada, y Ginny me había dado una chaqueta que me ajustaba un poco en los brazos.

—Creo que como el mejor novio que eres, debes darme una chaqueta tuya y así no me siento tan gigante— solté cuando abrí la puerta. Pero no era Fred quien esperaba detrás.

—Molly me mandó a ver si seguían vivos. Veo que si— soltó Harry, en tono neutro. —La cena ya está lista.

—Bajamos en un segundo— sentenció Fred, saliendo del baño. Se notaba a quilómetros que estaba enojado con Harry, aunque la idea del veritaserum no había sido suya, él había sido quien sugirió la vigilancia.

Encogió los hombros y volteó hacia las escaleras. Mientras, Fred caminó hacia mi, pero no se detuvo a mi lado sino que entró a la habitación y fue directo a su ropero. Sacó una chaqueta color marrón y se volteó hacia mi;

— Creí escuchar que querías una chaqueta— alzó una ceja.

Sonreí y asentí. Caminó hacia mi, bajo el cierre de la chamarra que tenía puesta, me la quitó y la arrojó al suelo.

—Jamás me gustó esa chaqueta, demasiado ajustada, demasiado reveladora— negó con la cabeza. Volví a sonreí y él me extendió su abrigo. Me lo coloqué y bajamos a cenar.

La cena fue tranquila, bastante silenciosa, a decir verdad. En varias ocasiones, tuve que abstenerme de romper en risas cuando George hacía gestos obscenos, creo que él se había dado cuenta del porqué Fred y yo tardamos tanto.  Pero fuera de eso, Molly, Arthur, Harry y Ron fueron los únicos que intercambiaron algunas palabras.

Cuando nos fuimos a dormir, le pedí a Ginny que no dijera nada sobre que no dormiría en la "habitación de las chicas", y ella solamente asintió. Por mi parte, luego de ponerme el pijama, fui a la habitación de Fred y George, y me metí en la cama de mi novio. Las luces estaban ya apagadas pero eso no impidió que George se diera cuenta.

—¿Qué no tuviste suficiente en el baño, maldita?— susurró fuerte mientras me arrojaba una almohada.

—Cállate, maldito envidioso— reí y le arrojé de vuelta su almohada.

Estuvimos discutiendo un rato, a nuestra manera, hasta que finalmente George se quedó dormido. Abrace a Fred fuertemente y oculte mi cara en su cuello. Estábamos tan tranquilos que deseé que el tiempo se congelara, que todo fuera así de bonito para siempre. Le deposité un pequeño beso en el cuello, él apretó un poco más mi cuerpo con el suyo, y cerré los ojos.

Continue Reading

You'll Also Like

769K 2.6K 25
Es obvio lo que encontrarás aquí.
53.5K 2.1K 56
- Estamos listas para muchas cosas... Señorita Oliver - su voz ronca, delicada... Era muy usual escuchar su voz así y sólo significaba una cosa... Se...
38.8K 4.8K 78
Gala es una chica que desde pequeña tiene el sueño de convertirse en una gran futbolista, está en el camino de conseguirlo junto a su hermana cuando...
967K 37.9K 17
hasta donde llega un hombre por celos?