Abrí los ojos y me moví en la cama. Duermo desnuda, me gusta sentir el tacto de las sábanas de seda directamente en mi piel, ese material tan suave y frío, sentir ese peso tan delicado.
Me levanté y me puse una bata encima. Suspiré y me acerqué al balcón de mi habitación de hotel. Miré las vistas. Cerré los ojos y respiré hondo mientras dejaba que el sol me bañara con sus rayos.
Vivo en hoteles, todas las noches me acuesto en uno distinto. De esta forma es más difícil que nadie pueda encontrarme, especialmente la policía. De vez en cuando también duermo en alguno de los pisos que los Estafadores tenemos repartidos por la ciudad para nuestras operaciones.
Hoy tengo que llevar a cabo uno operación.
Me agaché y de debajo de la cama saqué un maletín. Lo abrí y saqué la ropa que iba a llevar puesta junto con una peluca y unas lentillas de color. Cada vez me tengo que caracterizar, mi cara está por todas partes, soy bastante buscada, debo intentar no ser reconocida.
Me puse la ropa que en este caso constaba en un traje gris de falda y chaqueta, unos tacones negros stiletto. Recogí mi pelo en un moño bajo y me coloqué la peluca rubia platino liso de pelo natural. Estas pelucas siempre quedan tan naturales que es muy difícil saber que no es mi propio pelo. Me puse las lentillas de color que esta vez eran de color azul.
Cogí mi pinganillo de operaciones y me lo introduje en el oído.
–Buenos días Hackie, ¿está todo listo ya?–dije hablando en alto. No estoy hablando sola. Estoy comunicándome con mi equipo.
Los estafadores para trabajar nos dividimos por equipos en las que cada persona desempeña un papel importante. Mi equipo está formado por Hackie, mote que recibe por ser la mejor hacker de la organización; Tony, es el encargado del trabajo sucio, manual, el trabajo más físico. Y luego estoy yo, que me encargo del trabajo delicado.
Somos el equipo de élite de la organización. Todos los nuevos reclutas aspiran a ser como nosotros.
–Buenos días preciosa, ¿estás ya preparada?–escuché a mi compañera por el equipo. Sonreí.
–¡Lista! Me dispongo a salir de la habitación– dije.
–Perfecto, tienes un coche esperándote a la salida que te llevará directamente hasta el sitio–escuchaba a través del pinganillo.
Recorrí el pasillo, cogí el ascensor y crucé el hall del hotel. Salí y ahí estaba el coche negro esperándome.
–¿Puedes recordarme algunos detalles de la operación?–dije una vez sentada en el coche, aproveché para mirarme el pelo rubio platino en el espejo retrovisor, no me queda nada mal.
–Por supuesto. El objetivo de hoy se llama Leonard Schwansen, CEO de Schwansen Enterprises . Hoy está esperando una reunión con un representante de Global Protect, empresa de seguridad, Scwansen quiere mejorar la seguridad de su empresa tanto a nivel físico como a nivel electrónico. Se cree que tiene en mente un nuevo proyecto multimillonario de ahí el que quiera tanta seguridad. Tienes que hacerte pasar por ese representante de Global Protect y robar el proyecto–dijo Hackie.
–Suena fácil–sonreí.
El chofer paró el coche en frente de la zona de la ciudad en la que se encuentran todos los edificios de oficinas de las empresas más importantes. Me bajé del coche y cogí el maletín de piel de color marrón y me dirigí hacia el edifico de Schwansen.
Las puertas de cristal se abrieron en frente de mí y sonreí hacia la recepcionista que estaba atareada con mucho papeleo.
–Me estoy metiendo en la agenda virtual de Leonard. Normal que quieran mejorar la seguridad... cualquiera es capaz de hackear y meterse en los documentos de esta empresa. En fin, la reunión con Global protect está fijada para dentro de dos horas. –escuchaba hablar a Hackie a través del pinganillo, también la escuchaba teclear en su teclado–Bueno, acabo de introducir en la agenda una nueva entrada, la reunión con Global protect es en dentro de 10 min.
–Buenos días–sonreí a la recepcionista–Soy Amanda Smith, representante de Global protect, vengo por la reunión que teníamos fijada con el Sr Schwansen.
La mujer me miró.
–¿Smith? ¿No se te ha ocurrido otro nombre más simple? –escuché sarcástica a mi compañera, rodé los ojos.
–Buenos días señorita Smith, déjeme un momento que lo compruebe en la agenda y avise al Sr Schwasen–me dijo la recepcionista que miraba en la pantalla de ordenador. – Perfecto, pase la está esperando. Su despacho está en la última planta.
–Gracias–sonreí y me dirigí hacia el ascensor.
Dentro había un trabajador vestido con su traje, me miró, yo lo miré y le sonreí coqueta. Cogí un mechón de el pelo rubio platino que llevaba puesto y comencé a moverlo entre mis dedos. El hombre me miraba como si fuera un espécimen de otro mundo, podía ver como sus pupilas estaban dilatadas, como me deseaba.
Siempre pienso lo débil que es la especie humana, lo fácil que es engañar a la gente y hay tantas formas de engatusarlos que es asombroso, ya sea conquistarlos mediante la seducción, o decirles lo que quieren oír... hay tantas formas... pero en definitiva las personas suelen confiar en aquellas personas que muestran un poco de interés.
Las puertas del ascensor se abrieron en una planta y el hombre se bajó. Yo me bajaba en la última.
–Buenos días Leonard–dije cuando tenía delante al CEO, bueno mejor dicho, a mi víctima–¿Puedo llamarlo Leonard? Así es más cercano, solo quiero que se sienta en buenas manos. Que se sienta a gusto y protegido, ya que ese es nuestro propósito en Global Protect–Sonreí mientras le daba la mano.
–Claro. ¿Usted era?–me preguntó Leonard Schwansen.
–Amanda, Amanda Smith.
–Me encanta cuando te haces pasar por niña buena, pareces hasta inofensiva–dijo Hackie a través del pinganillo.
–Pues pasa Amanda y siéntate tenemos mucho de lo que hablar–me dijo Leonard. Eso hice.
Me quedé mirándolo mientras él se sentaba. Estaba peinado hacia atrás con gomina tenía el pelo rubio oscuro y se le veían algunas canas. Tenía un anillo en el dedo anular indicando que estaba casado, pero no había ninguna foto de su mujer en el despacho.
Su despacho era simple algo que no iba acorde con él. Él iba vestido con una traje, llevaba además corbata, también chaleco, también gemelos, zapatos perfectamente limpios, iba muy recargado para un día en la oficina.
Esto me hace pensar que él no pasa mucho tiempo aquí, su despacho está deshumanizado, no lo toma como un hogar, este hombre apenas pisa su despacho... Debe ser por el nuevo proyecto que tiene en mente... Tiene que estar ya tan avanzado que están con las pruebas de desarrollo y eso como es razonable pensar se hacen en otro lugar, de ahí que Leonard pase tanto tiempo fuera. ¿Pero entonces por qué va tan arreglado? Normalmente en las pruebas de desarrollo hay que ir cómodo, solo hablas con los ingenieros y técnicos de cómo va el prototipo. Si va tan arreglado es por que seguro que después mí tiene reuniones con inversores y quiere causar buena impresión, quiere venderles su nueva idea.
Si él vende su idea no tiene sentido entonces que la robemos , ya no tendrá valor, ya habrá salido al mercado. Teníamos planeado robarla y vendérselo a la competencia por el triple del precio inicial.
Pero si todo está ya casi listo, si han conseguido desarrollarlo sin problemas ¿Por qué entonces iba a necesitar justo ahora reforzar la seguridad? Tiene que haber algo más, algo mucho más gordo que este proyecto...
–Bueno Amanda, aquí tienes el contrato, te dejo tiempo para que lo leas tranquilamente. Aunque creo que las dos partes estamos bastante satisfechos de trabajar juntos–me dijo, yo sonreí ampliamente.
Comencé a toser de manera intencionada.
–Leonard–dije y volví a toser–¿Puedes traerme un vaso de agua? Estoy algo acatarrada y tanto toser me tiene la garganta muy seca.
–Claro, faltaría más, ahora vuelvo– abandonó el despachó. Cuando me quedé sola me levanté y metí un pen drive en el ordenador que estaba encima de la mesa.
Este pen le permite a Hackie el acceso a cualquier dispositivo en el que esté conectado. No me preguntéis cómo, yo no soy hacker.
–Hackie ya tienes acceso al ordenador de Leonard–dije.
–Perfecto, estoy buscando el proyecto
–Mira si hay algo más, no creo que nos interese tanto el proyecto, creo que ya lo tienen a punto a sacar a la luz.–dije.
–Si va a salir a la luz, ¿por qué iban a reforzar ahora la seguridad?–me preguntó mi compañera.
–Eso mismo he pensado yo, por eso te digo que tiene que haber algo más. Hackie date prisa por favor, seguro que vuelve dentro de poco–dije observando con cuidado el resto del despacho.
–Esto en ello Carterista. ¿Bueno sabes qué? Voy a copiar toda la información de este ordenador, Ya me encargaré tranquilamente aquí de buscar lo que dices–me dijo.
–Aprovecha y accede al dinero del contrato este, 50 millones les va a dar a Global Protect–dije mirando el contrato que me había dado Leonard hace apenas unos minutos.
–¿50 millones por una seguridad que aún así un hacker medianamente bueno va a ser capaz de esquivar? Leonard no sabe negociar. –me dijo mi compañera, solté una pequeña carcajada– Todo listo–escuché.
–Perfecto
Saqué el pen drive y me volví a sentar en mi asiento. Entró Leonard Schwansen con un vaso de agua.
–Ah muchísimas gracias–dije tomando un trago–Mucho mejor. He estado viendo el contrato, todo correcto.
–Perfecto, pues entonces solo tienes que echar una firma y ya hemos acabado–me dio una pluma que se sacó de su bolsillo.
Hice un garabato, esta firma no tenía valor alguno, yo no soy una tal Amanda Smith, yo no trabajo para Global Protect.
–Te aseguro que no te vas a arrepentir de contar con nosotros, puedes sentirte muy seguro–dije despidiéndome.
–¡Qué perra eres! ¡Que le acabas de robar unos 50 millones y todos sus proyectos! Encima vas de buena y con ironía–escuché que me decía Hackie.
Entré en el ascensor.
–Carterista tenemos un problema, estoy viendo por las cámaras de seguridad que el auténtico representante de Global Protect acaba de llegar, una hora antes de su reunión oficial, no lo entiendo. Está ahora mismo hablando con la recepcionista en el hall y creo que va a llamar a seguridad y a Leonard. Sal de ahí lo más rápido posible y sin que te vean–me dijo Hackie preocupada por el pinganillo.
Las puertas del ascensor se abrieron y veía como la seguridad hablaba con el auténtico representante y cómo éste le enseñaba su acreditación, pasé rápidamente y abandoné el edificio. Miré hacia atrás y vi como la recepcionista me señalaba y los vigilantes venían hacia mi dirección.
–Mierda Hackie, no quiero llamar la atención y quiero salir ya de aquí. ¿Dónde está Tony?–dije una vez fuera y apurada porque los vigilantes se acercaban hacia mí.
–Tony te ha dejado una moto con el motor encendido justo en el sitio en el que el coche te dejó–dijo mi compañera.
–Genial, ¡moto con falda y tacones! –dije sarcástica mientras aumentaba la rapidez de mis pasos porque los vigilantes salieron del edificio y comenzaron a correr en mi dirección.
Ahí estaba la moto negra esperándome con el motor encendido, me subí y me puse el casco rápidamente y comencé a conducir temerariamente esquivando los coches y saliendo de ahí lo más rápido posible.
Aceleré y el motor rugió, grité y comencé a reír de felicidad. Me siento viva. Acababa de robar como mínimo 50 millones de dólares, estaba huyendo en una pedazo de moto, llevaba una peluca rubio platino...Todo esto es tan surrealista que ¿quién si no yo iba a conseguir algo así?
Me encanta esta vida que llevo, Mustang me dio la vida, lo tengo todo gracias a él.
Después de varios kilómetros alejándome de la ciudad llegué al Centro de Control de los Estafadores y aparqué la moto.
El centro de control es nuestra casa, todos los estafadores viven aquí, todos menos yo.
El centro de control es una nave abandonada enorme, nuestros informáticos hackearon todos los satélites y manipularon las imágenes de modo que a vista satélite la localización del centro aparece un descampado; por eso podemos permitirnos estar en un centro tan grande y de forma tan constante sin ser descubiertos.
El centro de control es una auténtica pasada... aquí me formé y aquí es donde se forman todos y cada uno de los estafadores.
Quiero llevaros un momento al pasado otra vez... cuando Mustang me trajo aquí por primera vez.
–Aún no me has dicho tu nombre pequeña carterista–me dijo.
–¿Dónde estamos?¿Qué es esto?–pregunté evadiendo la pregunta y mirando a todos lados. Estábamos en medio de la nada y en frente nuestra solo había un edificio.
–Este va a ser tu nuevo hogar. Bienvenida al Centro del Control. Vamos dentro.–dijo Mustang llevándome dentro. Se le veía emocionado y nervioso.
No os voy a mentir por aquella época no entendí exactamente a qué se dedicaba Mustang ni qué era todo el Centro de Control pero fue mi casa y conocí a gente muy importante para mí, todas esas personas a las que llamo familia.
Cuando entré por primera vez hace cinco años dentro del centro control me quedé totalmente atónita. Había tanta gente dentro, unos hablando con los otros, otros por otra parte estaban lo que parecían entrenándose físicamente...Había alta tecnología por todas partes y zonas de descanso y recreación. No faltaba de nada.
Mustang me miró fijamente y me cogió por los hombros, sus ojos verdes rasgados se clavaron en mí. Me sentí hipnotizada mirándolo fijamente.
–Pequeña carterista, ahora trabajas para mí y voy a hacer de ti una de las mejores estafadoras. –hizo una pausa, su olor a colonia y tabaco me rodeaba.–Mira a tu alrededor, todos aquí somos estafadores–dijo extendiendo el brazo para señalarme las instalaciones del centro.
Y yo qué iba a saber lo que la palabra estafador significaba, no tenía ni idea de nada de la vida, era una mocosa ladrona que solo quería poder llevarse a la boca algo que comer.
–Aquí dentro estarás segura y no te faltará de nada, tendrás comida, ropa, una cama y podrás ganar tu propio dinero–dijo Mustang sonriendo, muy pocas veces se le ve sonreír hoy en día y sus ojos ya no son los mismos, ya no brillan como lo hacían hace cinco años.
–¿Y qué tengo que hacer a cambio?–pregunté inocentemente.
–De momento solo aprender de nosotros, te pondré a los mejores preparadores y entrenadores, No sé por qué pequeña pero tienes algo especial que me llama la atención...y voy a sacar lo mejor de ti, veo en ti mucho potencial–dijo mirándome fijamente.
¿Cómo se iba a mantener esta organización tan grande? La parte fundamental es la formación de nuevas generaciones. Todas aquellas personas que quieran entrar son bienvenidas pero tienen que pasar por un proceso de entrenamiento y formación bastante duro. Muchos abandonan antes de acabarlo y si no lo acabas no entras en contacto bajo ningún concepto con otros estafadores y ni de lejos accedes a ninguna información. Es un mecanismo de seguridad para asegurarse que solo entran los mejores y los de confianza.
Mi formación fue distinta, Mustang quiso asegurarse que aprendía lo mejor y de la forma más rápida posible, muchas veces presenciaba él de manera personal todos mis entrenamientos, tantos los físicos como los de inteligencia. Era la única aspirante que pasaba rato con Mustang, venía a visitarme todos los días, comíamos juntos y me preguntaba sobre mi día. Me convertí en su niña y el cariño que tenía por él inmediatamente creció.
Me sentía segura y apreciada por él. No tenía miedo de nada si estaba con él, hablábamos de cualquier cosa aunque no fuera políticamente correcto, aunque fueran tonterías... siempre quería escucharme hablar, siempre me daba alas para crecer y mejorar, y lo más bonito de todo es que lo sigue haciendo... a su manera... porque algo lo cambió y no volvió a ser el mismo.
Volvamos otra vez al presente.
Abrí las puertas del Centro de Control y ya algunas miradas de los aspirantes cayeron sobre mí y comenzaron a cuchichear. Avancé por el pasillo central y abrí otra puerta, es la que separa la zona de entrenamiento de aspirantes con los estafadores formados.
Llegué al final de la sala y ahí estaba Hackie sentada enfrente de una pantalla de ordenador y Tony a su lado riéndose.
–Vaya Tony, hoy no te he visto–dije cuando llegué a la vera de mi equipo.
–No me necesitabas, esta operación era bastante sencilla–dijo mi compañero.
Tony tiene un par de años más que yo, además de formar parte de este equipo se encarga de formar físicamente a los aspirantes. Es alto y fuerte, está cubierto de tatuajes, tiene el pelo y los ojos castaños y una sonrisa juguetona que te hace entrar en confianza con él muy rápido.
–Era sencilla, pero mi huida no ha sido tan limpia como me hubiera gustado–miré a Hackie–¿Por qué se adelantó una hora el auténtico representante de Global Protect?
Hackie tenía el pelo negro con un flequillo recto que le tapaba la frente, la piel muy blanca y los ojos oscuros, tenía la cara cubierta de piercings. Creo que tiene mi edad y es sin duda una de mis mejores amigas.
–No lo sé... era como si hubieran recibido algún chivatazo desde Global Protect–dijo Hackie.
Inmediatamente pensé en la reunión que tuve anoche con la triada, que habían sido saboteados ¿tendría algo que ver? eso me recuerda que tengo que hablar urgentemente con Mustang.
–¿Y has encontrado algo del nuevo proyecto?–pregunté, ella asintió.
–Creo que lo mejor que hemos podido hacer es robarle este proyecto, el gilipollas del Leonard está desarrollando armas químicas de gran eficacia, tenía pensado venderlo en el mercado negro para las guerras del este... –dijo Hackie, me quedé boquiabierta.
–¿Armas químicas? ¿Pero ese hombre está loco? Lo que hace la avaricia. Filtra esta información a todos los medios de comunicación. Que esto le sirva como advertencia y no tenga en mente seguir haciendo estas cosas tan peligrosas–dije.
–Desde luego que estas noticias filtradas van a hacer que su empresa caiga en picado–comentó Hackie.
Tony comenzó a reírse.
–Me encanta este trabajo, no solo robamos y nos hacemos podridamente ricos, si no que además salvamos a la humanidad –dijo poniéndole una mano a Hackie en el hombro.
–No te equivoques Tony, aquí nosotros no somos los buenos–dije, hice una pausa–Tengo que ir a hablar con Mustang.
–Creo que está ocupado–dijo Tony.
Yo me di la vuelta y comencé a andar en dirección las intendencias de Mustang.
–Me da igual–contesté.
Me planté en la puerta del jefe y llamé dos veces.
Al otro lado pude escuchar risas.
–Estoy ocupado–dijo con su voz ronca.
Rodé los ojos y abrí la puerta.
Me encontré con Mustang desnudo en la cama con una chica.
–He dicho que estoy ocupado...–dijo en un primer momento autoritario, pero cuando vio que era yo relajó el tono de voz.
–A mí no me lo parece, tengo que hablar contigo–dije cruzándome de brazos.
La chica me miraba mientras le besaba el cuello a Mustang. Mi vista se fue hacia el tatuaje que tenía el jefe en su pectoral derecho, una cruz con alas repletas de detalles. Luego hacia el otro tatuaje que tenía en el costal izquierdo, una frase que ponía "No te fíes ni de tu sombra pues hasta ella desaparece en la oscuridad". Muy pocas veces he podido ver esos tatuajes, y siempre me han causado gran curiosidad, quiero saber qué significan pero ni me he atrevido nunca a preguntar ni Mustang me va a contestar.
Mustang se separó de la chica, cogió unos calzones y se levantó de la cama.
–Te queda muy bien ese color de pelo con ese traje, pareces una auténtica empresaria–se acercó Mustang a mí, cogió su paquete de tabaco que estaba encima de la mesa y encendió un cigarro.
–Por si no te has dado cuenta, ahora mismo sobras aquí–dije mirando a la chica que miraba a Mustang. Él miró hacia la chica y asintió en señal de que se fuera.
–Bueno pequeña carterista, tú dirás que es lo que tiene tanta urgencia–me dijo sentándose en una silla una vez que la chica se fue y cerró la puerta.
Me paseé por la habitación, me acerqué a la ventana y la abrí, el humo del tabaco me molesta. Me quité la peluca y la dejé en la mesa, me senté en una silla al lado de Mustang.
–Anoche fui a la reunión con la triada, están bastante preocupados. Hay alguien que está jodiendo a la triada y por lo tanto poniendo en peligro el pacto–mis palabras llamaron la atención de Mustang –Quieren que sepamos quién es antes de que todo se vaya a la mierda–dije.
Mustang sonrió y negó con la cabeza.
–Eres tan fina para unas cosas y tan basta para otras...–dijo mirándome, luego tomó una calada del cigarro y echó el humo en dirección contraria a la mía.
–No te veo preocupado–fruncí el ceño.
–Qué quieres que te diga nena, las mafias son así, quizás ya no quieren formar parte del pacto y están haciendo esto para arruinarlo pero sin echarse la culpa a ellos mismos–dijo.
–No lo creo, porque hoy he sufrido yo un sabotaje, un poco más y nos joden la operación. Alguien avisó antes de tiempo a la persona por la que me estaba haciendo pasar–dije.
Todavía no podía confirmar nada, pero alguien avisó a Global Protect antes de tiempo, eso a mí me suena a sabotaje.
Mustang entonces frunció el ceño y se mordió internamente el moflete, estaba pensando.
–Las mafias no se atreverían a meterse con nosotros, tenemos muchas cosas en su contra que no les conviene que saquemos a la luz... Tienen razón... alguien intenta jodernos a todos... Esto no me gusta ni un pelo... Encima que hayas sido tú quién haya sufrido el sabotaje, quien lo haya hecho tiene muchos huevos. Han querido llamar nuestra atención y lo han conseguido–dijo apagando el cigarro.
Me quedé pensando y rápidamente me estremecí.
–Mustang, yo me he enterado hoy de qué era exactamente lo que tenía que hacer, si alguien nos ha hecho el sabotaje es que ha tenido que tener acceso a nuestra información antes que yo...
El jefe comenzó a reírse.
–Tampoco te emparanoies, es imposible que nos hayan hackeado a nosotros. –dijo, lo miré seria–Aunque si te quedas más tranquila le diré a Hackie y al resto que miren si hay alguna brecha o han detectado actividad fuera de lo normal. –dijo suspirando, como siempre dándome todo lo que quiero.
–Bien–sonreí satisfecha.
–Te prometo que me voy a poner con este tema personalmente, voy a intentar averiguar quién está haciendo esto y vamos a pararle los pies antes de que vaya a más. –Me miró–Pero tienes que prometerme que te vas a quedar al margen de las operaciones durante un tiempo, no quiero que nada malo te pase. Eres la mejor, lo sé yo, lo sabes tú, y te crees invencible, pero no lo eres, hoy te han saboteado y me temo que era solo una llamada de atención; si de verdad alguien quiere jodernos, la próxima será más fuerte y no quiero verte entre rejas, así que mantente fuera de todo hasta que lo solucione–me dijo serio.
Me reí y me levanté de la silla.
–Tú nunca cumples tus promesas, ¿qué te hace pensar que voy yo a cumplir las mías?–le dije riéndome.
–Porque tú eres mejor persona que yo, yo no tengo ninguna clase de valores, mírame–me dijo.
Respiré hondo y miré hacia el suelo. Me mordí el labio y me dirigí hacia la puerta.
–Bueno vale, prometo mantenerme fuera de las operaciones más complicadas... Pero no me vas a negar las cosas sencillas ¿no?–dije mordiéndome el labio, él ladeo la cabeza para que siguiera hablando– Hoy tenía planeado ponerme guapa e ir al casino a contar cartas, engatusar algunos ricachones y pasármelo bien ¿quién me va a sabotear ahí?–sonreí.
Mustang se mordió también el labio y negó con la cabeza.
–Está bien. Arrasa el casino, nena.–me guiñó un ojo.
NOTA DE LA AUTORA:
¡PRIMER CAPÍTULO DE LA CARTERISTA! ESTOY TAN CONTENTA E ILUSIONADA POR ESTE NUEVO PROYECTO!!!
ESPERO QUE OS ESTÉ GUSTANDO TANTO LEERLO COMO A MÍ ESCRIBIRLO. INTENTARÉ PUBLICAR UN CAPÍTULO POR SEMANA YA QUE AHORA TENGO BASTANTE TIEMPO LIBRE!
NO OS OLVIDÉIS DE VOTAR PARA QUE PUEDA SEGUIR ESCRIBIENDO IGUAL DE ILUSIONADA Y NO DUDÉIS EN COMENTAR, ESTOY SIEMPRE ENCANTADA DE LEER TODOS VUESTROS COMENTARIOS Y CONTESTARLOS!
ESTOY PARA LO QUE NECESITÉIS CUALQUIER COSA NO DUDÉIS EN DEJARLA ESCRITA EN LOS COMENTARIOS, EN MI TABLÓN O TAMBIÉN PODÉIS ENVIARME UN MENSAJE PRIVADO.
SI QUERÉIS SABER MÁS SOBRE LAS FECHAS DE PUBLICACIÓN O SOBRE LAS PEQUEÑAS PISTAS QUE VOY DANDO ANTES DE PUBLICAR EL NUEVO CAPÍTULO PODÉIS SEGUIRME Y RECIBIRÉIS NOTIFICACIÓN DE TODOS LOS MENSAJES QUE ESCRIBA EN MI TABLÓN CON ESA INFORMACIÓN Y MUCHO MÁS.
Y SI LO QUE QUERÉIS ES SABER MÁS SOBRE MÍ OS DEJO AQUÍ MIS REDES SOCIALES Y ASÍ PODÉIS CONOCERME UN POCO MEJOR, (la que más uso es instagram, mi perfil es @marina_ore_ https://www.instagram.com/marina_ore_/ )
ESO ES TODO POR AHORA! ESTARÉ ENCANTADA DE SABER QUÉ OPINÁIS DEL CAPÍTULO!
NOS VEMOS DENTRO DE POCO CON UN CAPÍTULO NUEVO!!
Un besazo
@NinaLopez_ ❤️