Enamorado De Una Mentira (Lau...

By Ferchan25

76.5K 5.3K 3.5K

Un payaso, tiene vuelto loco al asesino de la sonrisa tallada. Pero hay algo que oculta y no puede confesar... More

Prologo
Capitulo 1: Escapando del manicomio....
Capitulo 2: "Pop! Goes The Weasel!"
Capitulo 3: Aprendiendo a convivir con un payaso
Capitulo 4: "¡Estoy bien! ¡Déjame sólo!"
Capítulo 5: "Mi corazón es una ciudad fantasma."
Capítulo 6: ¿Offenderman V.S L.J? No, Zalgo.
Capítulo 7: ¡Un Asesino Psicópata Enfermo!/ "No me atrevería a hacerle daño"
Capítulo 8: "Lo admito..." Y Sorpresas inesperadas
Capítulo 9: Operación: Sacar a mi psicópata del manicomio 1/2
Capítulo 10: Operación: Sacar a mi psicópata del manicomio 2/2
Capitulo 11: ¡Escúchame!
Capitulo 12: "Más loco de lo que estoy..."
Capitulo 13: "No me gustas"
Capitulo 14: "Trabajando" en equipo
Capitulo 15: Jeff El Asesino VS. ¿¿?? 1/2
Capítulo 16: Jeff El Asesino VS. Laughing Jill 2/2
Capítulo 17: "No me perdones"
Capitulo 18: Regreso a casa
Capítulo 19: "Ni lo trates, niño"
Cápitulo 20: La Mentira Revelada
Capítulo 21: Cenizas y Perdón
Capítulo 23: "Tenía lo que me faltaba, ahora lo perdí todo..."
Capítulo 24: "No te necesitaba"
Capítulo 25: Saliendose de las Manos
Capítulo 26: Final de la Tierra
Capítulo 27: Detrás del Muro
Capítulo 28: Enamorado De Una Mentira

Capítulo 22: Corriendo del Infierno

1.7K 100 86
By Ferchan25

*AVISO IMPORTANTE NO SE LO PASEN PARO: Este capítulo contiene SADOMASOQUISMO, o sea, en palabras simples, Sadismo (Excitarte al ver a tu pareja ser lastimada y/o humillada por ti mismo) y también Masoquismo (Sentir placer y excitación en ser lastimado, humillado y maltrado ya sea de maneras físicas o psícologicas). Si no te gustan este tipo de lemon, te recomiendo que te lo saltes para poder evitar cualquier trauma o algo parecido. Si te interesa, te invito a echarle un pequeño vistazo. Y para quienes les gusta, disfrutenlo y dejenme ver cuantos Masoquistas, Sadistas y Dominatrix hay aquí ;v. Al ver este signo (#), te haré saber cuándo comienza. Gracias por la atención, bai y disfruten*  

P.D.V de Jeff

Amarrado, obligado y tratado como un perro de la calle en el infierno. Sabría que llegaría el momento en el que terminaría aquí abajo, pero no como un esclavo de este tarado. Mis muñecas me duelen un poco, de seguro las tengo rojas y con moretones. Hacia tiempo que no sentía este tipo de dolor, se siente bien, y junto con los escalofríos de mi espalda, ni lo puedo explicar. Como si sintiera placer con solo sentir dolor. 

Se puede decir después de todo, sí soy masoquista. Reí a tal pensamiento mío. ¡Claro, mi cabeza no funciona bien! 

Anteriormente, Jack decidió confesar todo el por qué terminé en esta situación. ¿Ya dije que esperaba que en algún momento terminaría en el infierno? Ah cierto, sí lo hice. Empecé a reír. 

Durante estos 5 meses encerrado aquí en esta inecesariamente larga oficina, en la que el payaso fantasma estará encerrado por el resto de su puta vida, y me tiene cómo esclavo. Nunca pensé que terminaría de esta manera aquí. Es mejor que estar arriba y volverme a encontrar a Slenderman. 

Lo que he entendido del plan de Zalgo es, en resumen, destrozar a Slenderman y a los demás Creeps para luego encargarse del resto del mundo. No es mala idea, por mi igual quisiera deshacerme y mandarlos a todos a dormir de una vez por todas, en especial la ciudad en dónde todo pasó. Claro, bullies, padre abusivo y solo hermanos con quién poder hablar y apoyarme. El único quedandome en pie es Liu, es algo, aunque extraño más a-

- ¡Jeffy! ¡Regresé!- Escuché las puertas cerrarse con fuerza y una risa. Que me parta un rayo por lo que más quieran.- ¡Regresé querido amigo-novio!- 

Sólo respondí con una mueca de desagrado. Ni idea en qué carajos me metí. Sólo actuo escucharlo por un día y se convierte de un sadista al payaso alegre y extraño que era antes. Debo hacerlo más a menudo. Aunque no puedo negarlo, se sentía bien cada marca que me dejaba. ¿Se puede decir que soy un masoquista, no?  

- Vamos, Jeff, no seas así conmigo.- Al voltear a verlo, lo vi nuevamente en su forma normal, sus manos llenas de sangre, al igual que la gran mayoría de sus ropas y su cara salpicada de rojo. Maldito afortunado, él puede salir a asesinar personas.- ¡Mejor sonríeme con esa sonrisa que tienes! - Me tomó de las pocas mejillas que tengo y me agitó la cabeza. Si tuviera las manos libres ya lo tuviera en el suelo.

- Sueltame ahora, payaso de mierda.-  Contesté. Con lo mucho que me agitaba apenas pude decirlo con claridad. 

Soltó mis mejillas entre risas. De seguro ya está acostumbrado a que no lo llame por su nombre después de meses juntos en un mismo lugar sin ser pareja ni compañeros de cuarto, solo prisionero y carcelero. Al menos así lo veo yo. 

Desató la cadena de mi cuello y de mis muñecas, dejando ver lo lastimadas y rojas que estaban, habían unos cuantos moretones. Solo dispuse a verlas en vez de tocarlas. Pude ver mis manos temblar un poco. Giré con Laughing Jack, esperando a que terminará de hacer lo que sea que estaba haciendo y señaló sus brazos. Cierto. 

Me levanté como pude con las cadenas de mis tobillos, evitando tambalearme. Me acerqué a la mesa donde estaban las toallas y vendas, las tomé y volví con él. Empecé a quitarle las vendas para luego tirarlas al lado. Ayudé a quitarse sus ropas y calzado para luego dejar que se fuera a las regaderas del infierno. Que a decir verdad, el agua puede llegar a quemarte la piel. Cuando regresó, ni siquiera quise voltear a verlo, solo le aventé la toalla y dejé que se la pusiera en la cintura. Me puse a buscar dónde tiene su vestuario. 

Escuché unos pasos combinados con gotas de agua cayendo. Sentí dos manos humedecer mi sudadera y una respiración en mi oreja, haciendo  que toda mi espalda sintiera un escalofrío.

- ¿No quisieras probar?- Susurró. Sentí su lengua lamer un poco mi oreja, sus dientes invadieron después. Otro esclafrío pasó por mi cuello, joder, se sentía bien. Malamente, no caeré hoy. 

Pise su pie derecho, aprovechando por lo cerca que estaba. Lo escuché quejarse y alejarse de mi. Reí levemente. Giré a verlo, sin duda extrañaré esto. 

Jack río un poco antes de levantarse.

- Eres un cabronazo, ¿lo sabías?- Trató de pararse correctamente.

- Siempre.- Respondí. Me acerqué a él con una toalla y le ayudé a secarse los brazos y piernas. Coloqué la toalla por sus hombros y le pasé su ropa. Me regresó la toalla que tenía en la cintura. 

Al terminar de ponerse los tirantes, le ayudé a colocarse las vendas. Al regresarme la toalla de sus hombros, le coloqué sus pompones, me he llegado a preguntar si alguna vez se ha cansado de estás cosas, a mi me dan calor con solo verlos. En fin, es la vestimenta de un payaso, no me incumbe. 

Él seguía intentando hablar conmigo, pero solo le hacia gestos o muecas. De todas las personas de quién me pudieron haber puesto esclavo, me dan a este tarado de la nariz de zanahoria que sorpresivamente es la mano derecha del demonio del caos. 

Si alguien te dice que es la mano derecha del rey del caos, destrucción e insanidad, te imaginas a alguien con autoridad, poder y fuerza que es cercana a la de Zalgo. Luego te lo presentan y todas tus espectativas bajan más allá del infierno, por que el Limbo y le Purgatorio están arriba de esto. Joder ni idea qué hizo este tarado para llevarse ese título. Aguanta, ya sé, conseguirme a mi. De la manera más sucia pero lista que pudo haber hecho. 

- Jeffy.- Me llamó el payaso. Volteé con él.- Iré a hacer unas pequeñas tareas afuera, no tardo nada.- Me tomó de los hombros.- Pero antes.- Con fuerza, me arrastró cerca de las cadenas, me empujó para que me sentara y me colocó nuevamente las cadenas de las manos.- No podría dejar a mi esclavo suelto por aquí.- Me colocó la cadena en el collar.- Tiene que estar quietecito y esperar por mi.- Su mano pasó de mi collar hasta mi barbilla y me sostuvo con un dedo.- Que regresando- Me dio un beso en la cabeza.- jugaremos.- Se transformó en su forma total. 

Salió brincando y riendose, traspasando la puerta como un fantasma. 

Y nuevamente, me quedé sentando aquí, en el mismo sitio. 

Escuché unas puertas abrirse. Entrando, se encontraba una mujer atrás de la puerta. La mitad de su cuerpo era un esqueleto. Su cabello era corto, chamuscado, hasta los hombros, el color del mismo es parecido al mío. Su piel era pálida, menos que la mía. Su vestido era largo y algo pegado, de color verde oscuro. Y en su espalda, a lo podía entender, se veían unas alas. ¿Será mitad ave? Sus plumas eran negras, en cambio, en el otro lado era esqueleto puro. En su cintura, tenía un cinto con una flauta trasversa y una espada afilada.  Su ojo eran profundo y su labio delgado. 

Me miró y se acercó a mi sin una palabra. De pronto esto se tornó extraño e incómodo.

- ¿Qué miras?- Musité. 

- ¿Eres Jeffrey Keaton, cierto?- Su voz era calmada pero algo distorcionada. ¿Cómo carajos?

- ¿Eh?- Levanté una ceja y fruncí la otra. Ni idea de por qué sorprenderme en que sabe mi nombre, pero a esta tipa no la conozco.

- Jeff el asesino. Sé que eres esclavo y parejde Laughing Jack pero, también el asesino más temido del mundo terrestre. ¿No?- ¿Soy el nuevo rumor de por acá?

- El mismo.- Contesté. 

Volteó para ambos lados.

- Veo que L.J no se encuentra en ninguna parte.- Comentó.

- El desgraciado acaba de irse, pero no tengo ni idea a dónde.- 

- Vaya suerte que he tenido entonces.- Volteé a verla. Se colocó de cunclillas.- Te ayudaa sacarte de aquí.- Me quedé perplejo. Esto debe de ser una broma, pero esto puede ser una oportunidad.

- ¿Cómo sé que puedo confiar en ti y quién mierda eres?- 

- Mi nombre es Naamah, se puede decir que soy como un ángel desterrado al infierno. Cmiserablemente por la seducción de Lord Zalgo, de ser a un ángel guardian a ser un pecador de la lujuría y una asesina, literalmente.- ¿Un ángel al infierno, eh?- Sé que no quieres estar aq y quiero ayudarte. Estoy totalmente encontra de lo que está haciendo Lord Zalgo, pero tengo que cumplir y ayudar de alguna forma. Ahora que no me está controlando ni sabe lo que hago, es mi oportunidad. He asesinado y eso pero, aun soy pura en alguna parte, que me permite hacer esto.- Ay Dios, eso sono mucho como una tipa que ha sido pura y santa a la iglesia por varios años. Esperen, eso es.- Lord Zalgo le ha lavado el cerebro a Laughing Jack y dudo que te pueda ayudar, ya que siempre consulta con él

Reí levemente. 

- ¿Q es gracioso?- Creo que se sintió ofendida. Me imaginé.

- Nada, mis voces.- Tosí un poco, tratando de calmar mi risa.

- En fin,- Suspiró.- Mañana te saca de aquí.- Abrió sus alas y se elevó. Se ve increíble. Dejó unos papeles en el escritorio - Un gusto en conocerte, Jeffrey Keaton.- Salió del lugar. 

Sigue sin convencerme, después de aquel discurso de "aun soy niña buena", pero no me queda de otra. Quiero salir de aquí. Ni idea de lo que tiene planeado Zalgo, pero no dejaré que mate a las personas que puden ser victimas de mis manos. Y si ella dice que puede darme esa oportunidad, la tomaré. Si me miente, puedo matarla igualmente, importandome un carajo lo fuerte que es. 

#

Una risa maligna se volvió a escuchar, un aliento se sintió por mi oreja, haciendome estremecer. Sentí unas manos por mi espalda, tocandome suavemente. Hice los ojos para atrás un momento, se sentía bien.  

(Música aquí, picadle :v)


Al volver a voltear para en frente, ahí estaba parado. Con un maletín en mano. No quiero imaginarme lo que tiene, pero igualmente quiero saber.

- ¿Qué pasa Jeffy? Si solo son mis alucinaciones que te están haciendo eso.- Rió entre dientes, recuperando su forma normal. Escuché que cerró la puerta con seguro. Se acercó a mi y dejó el maletín encima de dónde estaban los papeles.- De pie, ahora.- No quiero jugar a este juego pero a la vez...- Dije- Me tomó del cabello y se agachó hasta mi estatura, se acercó a mi oído.- De pie.- Sí quiero joder. 

Me jaló hacia arriba, obligandome a pararme. Y eso hice. Me paré como pude. 

- Buen muchacho.- Me soltó el cabello, su mano se dirigió a mi cuello y sus labios a mi mejilla plantandome un beso. Tal vez esté mal de la cabeza, lo admito. Este desgraciado ha jugado conmigo. Pero lo que me está haciendo se siente increíblemente bien. Si realmente le sigo gustando y todo fue por juego de Zalgo,  veremos si esto lo prueba.

Giré con él y volteé un poco para arriba. Se acercó nuevamente a mi y me besó. Nuevamente toqué estos labios que me daban por muerto. Sus labios empezaron a jugar conmigo, su lengua se abrió paso a mi cavidad y empezó a juguetear con la mía. Eso me tomó totalmente desprevenido, está húmedo. Siento como poco a poco sentír mi cuerpo empieza a subir la temperatura y mi sangre hervir por todas parte. Y toda la sangre empezó a concentrarse en una sola parte.  

Me empezó a empujar y chocamos contra la pared, déjandome sin escapatoria y la cadena encajandosé en mi espalda. Jack, al darse cuenta de ello, me quitó la cadena y el collar. Fue reemplazado por su mano, que volvió a posarse en mi cuello y empezó a apretarme, haciendome respirar con dificultad. Giré mis ojos para atrás al sentir como me estrangulaba, joder se sentía bien. Sentí su otra mano pasar por mi hombro y bajar hasta el final de mi sudadera. Separó su mano de mi cuello, dejándome respirar tranquilo nuevamente.

- Manos arriba.- Ordenó. Obedecí, me quitó la sudadera y la camisa al mismo tiempo. Los tiró al aire, sin idea de dónde cayeron. 

Paso ambas manos por todo mi torso, como si estuviera admirandolo o algo por el estilo. Volvió a tomar la cadena que utiliza para el collar y está vez lo conectó con las cadenas de mis muñecas. Arriba de nosotros estaban unos cuernos, con el otro final de la cadena,lo colgó y amarró en los cuernos. Ni si quiera puedo mover los brazos, los tengo arriba de la cabeza. 

Abrió el maletín y sacó un látigo negro. Pasó sus dedos entre ella, volteé a verlo. Debí suponer que fue mala idea. 

- ¿Te di permiso?- Antes de que lo supiera, sentí un golpe arriba de mi cadera. Una ola en esa pequeña parte sentí, como si el calor y el frío se combinaran y se esparcieran por todo el cuerpo. Solté un gruñido junto con un gemido ahogado. Agaché la cabeza.- Te pregunté. Responde.- Otro azote sentí en el otro lado de mi vientre.- ¿Te di permiso?- Otro ola pequeña de placer se esparció.

- N-No...- Contesté. 

Su mano se acercó a mi barbilla y me sostuvo, obligandolo a verlo. Tenía una sonrisa pícara en su rostro.

- Correcto.- Bajó su mano, volviendo a poner mi vista en el suelo. Su mano pasó por mi brazo izquierdo. Sentí sus uñas encajarse en mi brazo. Joder, será imposible creerlo pero, de hecho adoro esto. Se siente increíble.- ¿Te gusta, puta?- Resaltó la última palabra. Todo el calor pasó de mi brazo hasta mi cabeza, solté un suspiro profundo.- Lo tomaré como un sí.- 

Quitó su mano de mi brazo, dejando que empezara a sangrar, era tibia y espesa. Lamió las heridas que me causó, aprovechó que estaban las vendas cerca y me cubrió el brazo. Al terminar, besó mi brazo y volvió a pasar el látigo por mi cuerpo. Al llegar donde estaba mi pantalón, quitó las esposas de mis tobillos. 

- Parece que estás desesperado en que te quite esto.- Cambió el látigo por una fusta y con ella apuntó a el botón del pantalón. Y no está mintiendo, estoy más que desesperado en que me lo quite, pero debo aguantar aún. Mi respiración se volvió rápida de repente.- Y lo más seguro es que este en lo correcto.- Afirmó.

Ni siquiera tuve la fuerza en contestar al sentir la fusta pasar por mi espalda y sentir su mirada al rodearme. Por cada golpe que me daba, era una chispa de calor que era incertada en mi frío cuerpo. Se sentía..no tengo palabras. Sentí su rostro atrás de mi cabeza, se abrío espacio entre mi brazo derecho y mi cabeza. Escalofríos pasaron por mi espina dorsal al sentir su respiración y su boca tocar mi cuello. Empezó a plantar besos en él, yo solo empecé a doblar mi cabeza hacia el lado contrario, dejando que siguiera tocando mi cuello. Pequeños suspiros y jadeos salieron de mi boca. Su mano pasó por mi torso, tocando mi pecho. Presionó uno de mis pezones. Al tratar de soltar un jadeo, sentí un golpe con la fusta.

- No hagas ruido, cabrón.- Ordenó. 

Acercó sus dedos a mi boca, sentí otro golpe. Joder. Abrí mi boca y empecé a lamer sus dedos, llenandolos poco a poco más. Volvió a golpearme.  

- Déjame de babearme, baboso.- 

Quité mi lengua de sus dedos.  Volvió a bajar los dedos y empezó a jugar con mis pezones. Mordí mi labio evitando soltar cualquier ruido. Juro que por poco tuve la tentación de morder su mano, pero no lo hice. Sólo seguí encajando mis dientes en mi labio inferior. 

Sentí su mano pasar por mi vientre, bajando poco a poco hasta dónde está mi pantalón. Desabrochó el botón. Iba a decir algo pero sentí sus dientes encajarse cerca de mi cuello. Unos escalofríos corrieron por todo mi cuerpo. Unos gruñidos y jadeos salieron de mi. Empezó a bajar mi ciper lentamente, como si estuviera tentandome. 

Quitó las esposas de mis pies, desprendiendose de mis pantalones y ropa interior y dejando mi pene erecto al aire. Sentí vergüenza inmediata pero se esfumó al sentir su mano darme una nalgada. 

- ¿Qué pasa?- Volvió a ponerse en frente de mi con la fusta en mano. Con ella, tocó la punta de mi miembro, quitando un poco del líquido preseminal de ello. Causó que me exaltara un poco. Quitó la fusta de mi, quitó con su dedo el líquido y lo lamió.- ¿Te atreves a pre-eyacular sin mi permiso?- 

¿Cómo se supone que iba a contestar eso? Si yo no puedo controlar eso. 

Rió maliciosamente. Miró el líquido que aún quedaba en la fusta y me  lo acercó a la cara.

- Lame y prueba tu propio castigo, puta.- Rió.- Sin derramar una gota.- 

Temblorosamente, acerqué mi lengua a la fusta, pero luego ni siqueira me atreví a moverla. Ni de coña que lameré mi propio semen. Jack, al ver que volví a cerrar la boca, alejó la fusta de mi cara.

- ¿Con que esas planeas, eh?- Limpió la fusta con una toalla que venía en el maletín.- ¿Sabes lo que pasa cuando me desobeces, verdad?- Escuché metales chocar, como pequeñas cadenas.- E igualmente lo haces. Me imagino que te gusta mucho ser castigado.- 

Dos pinzas frías y duras empezaron a presionarme mis pezones. Arquee mi espalda al sentirlas presionarme. Joder, sí. No me contuve y mi lengua salió de mi cavidad junto con mis ojos haciendose para atrás. Todo un golpe de electricidad y placer golpeó mi cuerpo. Ni idea de cuánto tiempo podré pasar sin correrme. 

Con la poca vista que tenía por todo el placer, vi a L.J quitarse las ropas superiores y desabrocharse sus pantalones cortos. Dejó ver su miembro erecto. Joder, ¿cómo cuantas veces ha hecho que eso este en mi boca? Se acercó a mi de golpe y tomó mis piernas, levantandome . 

De lo poco que podía respirar se fue a la mierda al sentir su pene entrar en mi recto. Solté un gemido ahogado y empecé a sentir gotas de agua caer por mi frente y cuerpo. 

- Mierda, estás apretado.- Gruñó.  

Empezó a moverme con su brazos, déjandome caer en su miembro. Duele y bastante, pero joder que bien se siente. Cada embestida es simplemente increíble. Me dejé llevar mediante gemidos y jadeos. 

Ni idea de cuantas embestidas fueron, pero llegué al punto en el que no pude aguantar más y me dejé venir. Terminé manchando su pecho con mi semen. No logré relajarme ni un poco, ya que Jack me embistió está vez más fuerte, haciendo que el dolor regresara pero el placer seguía haciendose presente.

- Al parecer¡Hmf!...Alguien no aguantó....No aguantó mucho.- Rió entre jadeos. Salió de mi y me dejó caer, mis piernas casi no respondían. Soltó la cadena que me mantenía de pie. La poca fuerza de mis piernas no me dejó estar de pie y caí de rodillas. Jaló mis manos hacia dónde estaba él . Se sentó en su silla giratoria. Volvió a colocarme el collar y volvió a conectar la cadena con ello, teniendome completamente a su merced.- Anda, chupa, maldito perro.- Ordenó. 

Solo obedecí, tomé con una mano su miembro y lo metí a mi boca, lamiendolo y succionando de él. Por las cortadas en la boca, se me hizo más fácil. Jack agarró mi cabello y empezó a mover mi cabeza a la velocidad que más le apetecía. 

Terminó viniendose en mi boca, llenandome de su semen. 

- Si derramas una gota, no serás perdonado facilmente.- Jaló mi cabello. Con las pocas fuerzas que tuve, tragué el fluido. Todo. 

Solté un suspiro, tratando de recuperar aire. Abrí mi boca, mostrandole que me lo había bebido todo. 

- Bien hecho.-   

Cuando ambos habíamos recuperado el aliento. Guardo su miembro nuevamente y cerró sus pantalones cortos. Fue por mi ropa tirada y me ayudó a colocarme los pantalones y la ropa interior, al igual que con mi camisa y sudadera. Se colocó nuevamente su camisa, pompones y tirantes. 

- Estuviste increíble, Jeffy.- Rió Jack, volviendo a ajustar la cadena a la pared. Colocó una mano en mi mejilla, obligandome a verlo. Me besó.

Laughing Jack, fue divertido.

Pero mañana mismo abandonaré este puesto de esclavo.


Al siguiente día infernal, acorde al horario mundano, era de noche. 

El payaso se estiró, escuché sus huesos tronar. Estiró su cuello y se levantó de su asiento. Me dió las buenas noches y me plantó un beso en la cabeza. Salió de la habitación y cerró la puerta con cuidado. Cerró con seguro y sus pasos se fueron alejando. 

Me recargué en la pared, creo que puedo cojer un sueño mientras está tal Naamah llega conmigo. Me puse cómodo y me dejé consumir por el sueño. 

...

(Música en multimedia)

- ¡Jeff! ¡Jeff Keaton!- Unos susurros se escucharon.- ¡Venga que sé que me puedes escuchar!- 

- Cállate ya, maldita española.- Me quejé. Levanté mi cabeza, solo para encontrarme al ángel caído, literalmente.- ¿Naamah?- Parpadee varias veces intentando aclarar mi vista.

- soy yo.- Afirmó. Quitó la cadena del collar.- Mierda, ¿qué tanto te pone L.J para que no escapes?- Comentó al quitarme el collar.

- Esto y las esposas de los pies y manos.- Señalé. Al ver mis pies descalzos, no tenía las esposas. Al parecer se le olvidó colocarlas. Me levanté del suelo.- O tal vez no.- Reí silenciosamente.

- No te muevas.- Me pidió. Me hizo extender mis manos y separarlas todo lo que las cadenas me permitían. Con su espada, consiguió romper las cadenas y me dejó libre.- Venga, vámonos de aquí.- 

Me acerqué a los cajones del escritorio de Jack y empecé a abrir uno por uno, hasta encontrar mi cuchillo. No ha perdido su filo, es perfecta, como siempre. Encontré mis tenis y mis medias, me las coloqué. Miré hacia Naamah, quien me hizo una seña, salimos del cuarto de inmediato.

El pasillo estaba en un silencio completamente muerto, con un cuchillo de mantequilla se podría cortar, como mi cuchillo traspasando la garganta de cualquiera. En silencio y sigilosamente, pasamos entre varios pasillos, evitando tocar algo. No le pedí ayuda a este esqueleto en nada, sólo la seguí. Hubieron varios monstruos pasando, como si fueran guardias, pero con un simple corte en la garganta los hice callar. 

Salimos del gran palacio del demonio. Por un momento pensé que era todo, hasta que escuchamos una voz chillona acercarse. Naamah se elevó y se colocó atrás mío, poniendo su espada en mi cuello. Sólo reí un poco. Un animal pequeño que tenía apariencia de gato o conejo se aparecio. En vez de un hocico normal, era un pico, tenía una sonirsa gigante, creo que tenía más dientes que yo. Su pelaje era café grisaseo con blanco. Alrededor de sus ojos en vez de blanco, era negro y el color de sus ojos era amarillo, lo suficientemente brillantes para hacerse notar en la noche.

- ¿Qué haces con el preso de Laughing puto Jack?- Juro que reiré en cualquier segundo por la voz chillona que tiene.

- Lo tome prestado por un rato.- Respondió. 

- ¿Soy un humano o qué carajos? Par de imbéciles.- Comenté. Aquí en vez de ser un asesino respetado y temido, soy un humano común y corriente. 

- Cierra el pico.- Qué ironía del pequeñín.- No confio en que solo lo hayas sacado a pasear.- Respondió.

- Widemouth, tú sabes que yo nunche mentido.- Esto se puso interesante.

- Has mentido para hacer el bien, como en los viejos tiempos de tu supuesta libertad con aquel Dios tuyo, mentirosa pequeñina.- La espada tembló un poco. Creo que le dieron en su punto debil. Widemouth rió al ver la reacción de Naamah.- No soy idiota como todos los demás monstruos de aquí. Y dudo que Rake igual lo sea.- No contestó nada esta vez.- Te tomaré en serio por esta vez, ángel sin pureza.- Rió el....gato o búho, ya no tengo ni la menor idea de lo que sea esa cosa. Se alejó de nosotros.- ¡Ángel sin pureza ni alas!- Rió fuertemente, su voz se fue haciendo eco mientras más se alejaba. Desapareció. 

Separó la espada de mi cuello. Vaya sobrenombre que le ha puesto. Voltee a verla, su cabello cubrió sus ojos y el hoyo del mismo. 

- Ya te sacaré de aquí.- Fue lo único que dijo para seguir avanzando. 

Al lejarnos de aquel lugar, un viento muy fuerte nos rodeo a los dos, al igual que un aura negra, me teletrasnportó al mundo de los vivos. Aire fresco y frío pegó por toda mi cara y el olor a árboles y pasto volvió a entrar por mi nariz. Respiré ondo y estiré los brazos, esto era refrescante después de tanto tiempo. Jeff está de regreso, carne fresca. Una risa se escapó de mi a todo pulmón,¿a quién le importaba?, esto es lo que quería.

- ¿Debe ser relajante pisar el mundo de los vivos nuevamente, no?- Comentó la casi esqueleto, se me olvidaba que estaba aquí.

- ¿Relajante? ¡Es emocionante, estaré cobrando vidas por doquier de nuevo! Relajante es al escuchar su último grito y aliento de cada uno y ver esta belleza encajarse en cada parte de ellos.- Reí. 

- Me imagino, ya que eres un asesino serial.- Rió levemente.- Pero te quiero pedir un favor.

Mi felicidad se fue a la puta al escuchar eso. Ni de broma le haré favores a alguien. 

- Quiero que me ayudes a detener a Lord Zalgo en todo esto.- Estoy adentro.

- Vale.-  Contesté.

- ¿Eh? ¿Ade fácil me aceptas esto?- 

- Mira, tía,- Imité su acento español, ella cruzo los brazos.- Zalgo siempre ha sido una amenaza para nosotros que queremos acabar con vidas humanas e irlos eliminando poco a poco. Él nos quitará eso. ¿Dónde estará la diversión de ver humanos inútiles e idiotas si los eliminas a todos de un simple golpe en vez de irlos eliminando uno por uno, lenta y dolorosamente?-

Por su expresión en el rostro pude ver que no le ha gustado la idea, pero es la realidad. 

- Varios nacimos para asesinar, otros para imitarnos y otros para joder a este corrupto mundo. Nosotros nos encargamos de hacer desaparecer a los últimos dos. No nos entenderán y nunca lo harán y nunca aceptarán que somos así. Y no lo lograremos con el plan de Zalgo.- Resumí.- Sólo lo haré por eso.- Jugué con mi cuchillo

- Dudo que puedas derrotarlo solo.- Rió.

- Para ello tengo a unos...conocidos en mente.- Tal vez tendré que pelearme con ellos para convencerlos, si no, mi esqueleto estará rondando por el infierno nuevamente.

Naamah sonrió.

- Gracias.- Respondió. El viento volvió a soplar fuertemente alrededor de ella.- Nos volveremos a ver, Jeffrey Keaton.- Una hoja reemplazó su lugar, tocando el pasto nuevamente.

Con que...¿Naamah, eh? Ya veré qué tan fuerte es. Por ahora, a encontrar personas que me ayudaran con el dios con cuernos. Y no, no es Satán. Subí mi manga un momento, vi nuevamente la venda en mi brazo izquierdo. 

Mi risa se volvió a escuchar. 

- Hasta luego, Laughing Jack, gracias por la diversión.- Reí y me adentré al bosque. 

Se puede decir que acabo de huir de una pesadilla.

    *~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* 

WUUUU TERMINÉ! 

Si supieran cuanto tiempo he estado trabajando en esto :'v. Día y noche en la computadora sin separarme. PERO YA'TA *Baile de la victoria*

Y qué les pareció el lemon sadomasoquista? Liked it?

Espero que les haya gustado! 

CHAU CHAU! :3

Continue Reading

You'll Also Like

5.1K 551 33
Deidara e lno eran gemelos tan similares que a menudo confundían quién ere quién. lno siempre fue la hija perfecta, mientras que Deidara siempre fu...
22.6K 1.2K 13
aziraphale va caer en los juegos lujurioso de su compañero Crowley
21K 826 11
Quien diria que un despiadado asesinó se podria enamorar
46.2K 4.9K 25
Pasen, Pasen por aquí para un divertido rato, pequeños relatos con cada uno de los Cipher y sus respectivas parejas ¡Se vale todo! Menos aburrirse