Casada a mi corta edad © [Dan...

By MarianaMeranFamilia

4.9M 223K 40K

Libro 1 Contenido +18 HISTORIA PROPIAMENTE DE MI AUTORÍA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. More

ADVERTENCIAS
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Epílogo
Agradecimientos e información
Extra 1: Junior y las gemelas

Capítulo 34

75.5K 3.7K 434
By MarianaMeranFamilia

Melanie

Debo pasar el día en el hospital, la presión no cede, mi nivel de tristeza es imparable, el sufrimiento solo me mantiene llorando, a este paso se me secaran las lágrimas.

Nunca he sido una persona de sentir odio por nadie, no obstante, eso fue hasta que esa psicópata apareció, es la culpable de todo, en meses he llorado más que cuando perdí a mi madre.

No me dejan ver a Morgan pese a que salió de la cirugía, era inevitable, ya no puede ser gimnasta, aunque volverá a caminar con terapias, no podrá hacer saltos ni nada que ponga en peligro sus tendones.

Cada segundo en el que alguien de mis seres queridos sufre, es un motivo más para una venganza dulce y lenta contra la maniática esa.

Laura era la que siempre estaba conmigo, tampoco la dejan acercarse a mi.

El lunes llega, con el los procedimientos que se deben llevar a cabo por el embarazo, Cameron no durmió, tampoco se me despega, ha sido mi protector y está a la defensiva conmigo.

No le hemos dicho a nadie que estoy en gestación, tampoco se lo confirme a Laura, pero sí le pedí absoluta discreción, ni siquiera a Jake que le comentara nada, no me nace decir que tendré un bebe, quiero que se quede únicamente para nosotros.

Me realizo lo que debo y ambos nos emocionamos con el ultrasonido, con las ecografías, y Cameron bromea con que es un cangurito dada la posición en la que esta, tiene ya todo, está formado y me vuelvo loca haciendo preguntas de porque no lo siento moverse si tiene todas sus partes.

La doctora me contesta que solo pesa onzas y rumbo a los tres meses, si que lo voy a comenzar a sentir, en medio de todo esto, tengo felicidad.

Voy a convertirme en madre muy joven, nacerá en Febrero del año próximo y ya tendré dieciocho años, Cameron veintiocho.

Paso a ver papa, sin hacer comentarios porque le están evaluando, regreso al departamento de Cameron en la ciudad, entro por una ducha, frente al espejo, desnuda, me miro en todos los ángulos, todavía no tengo nada de estomago, pero si he ganado aunque sea una talla de sostén. Con una cámara, capturo los dos primeros meses, sin un palmo de ropa.

Siempre he querido ser mama, no me lo esperaba siendo tan joven, sin embargo, he de admitir que me hacer tanta ilusión, creare un álbum de maternidad, revelación de sexo, ropitas, decorar...estoy en la fase de que no quiero pensar en nada que no sea el bebe.

Con un bóxer y playera de Cameron, vuelvo a la sala donde me recuesto en el marco, viéndolo analizar las primeras fotos del bebe.

—¿Enamorado? —le sorprendo.

Plasma esa hermosa sonrisa, los ojos verdes le brillan llenos de ilusión, supongo que he de verme igual.

—Muchísimo —pasa un dedo en la imagen —. Me pregunto cómo es que...no sé explicarlo, pero...

Se queda sin palabras, acercándome, me rodea una vez a su lado, llevándome contra su pecho.

—Que tienes un órgano nuevo, indispensable —completo por el —. Me pasa lo mismo.

Besa mi sien, guardando la imagen en la billetera, destapa los platos en la mesa.

—Exacto, y por eso, tienes que comer. Hay que cuidar y alimentar al cangurito.

Rio a carcajadas, no puedo con su apodo.

—Si le sigues llamando, así, terminare haciéndolo también.

Hay naranjas, me encantan, es a lo primero que le atino, me las quita poniéndolas super limpias y revisa mil veces a ver si no tiene algún defecto.

—Siento que será niño —comenta, dándome de comer.

Mastico antes de inquirir:

—¿Por qué? Ten mucho cuidado con responder eso de que todo hombre necesita un hijo, porque te pateo ahí abajo —señalo.

Juntas las piernas, fingiendo espanto.

—Niña o niño, será siempre nuestro hijo o hija, no me importa el sexo —aclara —. Pero, mi abuela decía que los niños le aportan belleza a la madre y tu estas mas que preciosa, pequeña —ese aire de coquetería me acalora —, mientras que las niñas, según ella, toman la belleza de la madre.

Ruborizada, tiro de su nuca para que me bese, lo extrañe tanto.

En el fondo también siento que será un hombrecito, con los ojos de su papá, gordito. Estoy llena de amor por esa criatura.

Termino de comer, para vomitar la mitad, Cameron se desespera sin saber que hacer, pero le toca pasar todo esto también, es un proceso, dicen que a los tres meses irá cediendo.

Cepillada, más calmada y con Gatorade, me siento sobre sus piernas para que me mime, estuve muy sola, se que me pondré a llorar si no estoy así, si se va.

Lo siento distante, pese a que se le nota el amor, muy pensativo, no quiero saber de problemas, no hoy.

Deja la palma sobre mi vientre, pienso tantas cosas, todo está bien según la doctora, los calambres que me dieron y los que sentí como dolor, son solo por la presión tan alta.

Nos acurrucamos en la cama, le pregunto cosas, concentrando en el bebe, quiero que se distraiga, nos maniobro para besarnos sin estar incómoda.

Es obvio que la pasión nos termina ganando, es todo tierno, con lo hormonal que estoy, levito en sensaciones de cómo adora mi cuerpo y venera mientras me hace el amor, se esmera en hacer sentir mil sensaciones, entre que soy la mujer más hermosa, sobre todo, lo mucho que me ama.

Al culminar, dormimos, para luego despertar y quedarnos en silencio, abrazados, con él a mi espalda, sin dejar de tocar mi abdomen.

—¿Me amas? —pregunta, frunzo el ceño y me giro entre sus brazos.

—Por supuesto que te amo, aunque no lo diga mucho, lo hago —aseguro —. ¿Por qué la pregunta?

Besándome tiernamente, suspira profundo, antes de concentrarse solo en mis ojos, uniendo nuestras frentes.

—Pequeña, ¿Sabes que yo haría lo que sea por mantenerte a salvo, a los dos? —inquiere.

Confundida, dudando, con temor de lo que sea que le esté pasando por la cabeza, sin llegar a una conclusión exacta, levemente asiento.

—Si, pero espero que no estés pensando ninguna locura. —me muestro tal cuál estoy, llena de miedos, melancólica, es con la única persona que puedo tener apoyo, que tengo en realidad.

—Estaba pensando en trasladar a tu padre a casa —comenta, aligerando el ambiente —. No está seguro ahí, puede tener su propio hospital en casa.

Le beso el cerebro si pudiera, es una idea genial, soy su hija y lo autorizo, bajo nuestra supervisión no cualquiera puede ingresar a su espacio.

—¡Es estupendo! —exclamo.

Nos traen de cenar otra vez, por las noches no vomito tanto y como siempre pasa, término abrazada a él, durmiendo profundamente hasta el día siguiente, que cuando despierto temprano no está a mi lado, solo se escuchan susurros por ahí, como quien trata de ocultar algo.

Está haciendo movimientos a mis espaldas y sabe que odio eso, lo detesto.

Sin hacer ruido busco la dirección de donde provienen: Jack está aquí y refuta ante lo que dice Cameron, sin embargo asiente.

—Nadie sabe que tengo esa casa allá, hay veteranos que se formaron contigo, no me importa pagar toda mi fortuna con tal de que pueda estar tranquila —el corazón me da un vuelco.

¿Qué dice? ¿Qué va a hacer conmigo?

—Lo sé, pero me dijiste de su estado, te necesita —argumenta Jack.

Cameron tiene un nivel de estrés horrible, va a quedarse sin cabello de tanto tirar de ellos.

—¿Y crees que no querrá irse cuando le diga que probablemente tengo una hija con la mujer que dejó a su padre en cama, le disparó a su amiga en la rodilla y quiere matarla?

No lo proceso, me golpea tan fuerte que el aire se me atasca en la tráquea e inhalo desesperada.

—Te dije que probablemente no solo sea Allison, seguimos buscando a la niña para saber si es verdad.

Se da cuenta de mi presencia, no sé si es decepción, conmoción o qué, pero hago mucho ruido buscando aire.

—Melanie —susurra.

Jack voltea a verme, con rostro resignado.

—¿Estás bien? —pregunta Jack.

—¿Nos dejas solos, por favor? —pido.

Retirándose en silencio, el ambiente se pone tenso.

—Te lo iba a decir —empieza.

—¿Cuándo?

—En algún momento...

—¡Pregunté cuándo! —estallo, no lo dejo hablar —. ¿Cuándo naciera el bebé? O, ¿Cuando me sacarás de tu vida? Cómo lo estás planeando.

Viene a tomarme de los hombros y furiosa no dejo que me toque.

—¿Quieres calmarte? —se está controlando para no comenzar a gritar, me vale —. Te hace daño, además solo son fotografías, si hay base para creerlo, dadas las fechas que dijo Fischer, pero no lo siento así, Melanie.

Lo encaro, agotada de tanto.

—No me molesta el asunto de la niña tanto, sino, tu falta de pantalones para decirme las cosas de frente y cuando tienes que hablar —expreso —. ¿A dónde me vas a mandar? —le pregunto.

Entrelaza sus manos calmando un tic nervioso, con algo de no sé si vergüenza o dolor, evita verme directo.

—A Singapur.

Río con sarcasmo, aplaudiéndole.

—¿No pensaste en un lugar más lejos? —ironizo —. Quedo embarazada y tú solo piensas, ¡En mandarme a donde el diablo echó las tres voces!

Sabe bien que lo necesito, ahora más que nunca, conoce todo de mi, lo que siento, como soy, o eso creo.

—¡Es por tu bien! —dictamina.

—¡Mi bien está contigo! —artículo.

Puede ponerse como se ponga, no le tengo ningún miedo, tampoco voy a quedarme callada aceptando todo lo que dispone.

—¿Qué vamos a hacer cuando te crezca el vientre? Uhm, ¿Cómo oculto los controles cuando a dónde me mueva contigo serás el blanco? —de la impotencia se me salen las lágrimas y con ira las aparto tosca —. No sé cuándo o dónde voy a acabar con esto, se trata de más que Allison, hay alguien a quien no conozco que está junto con ella.

Soy incapaz de decir una palabra, nunca termina un problema, hace meses que no se sabe lo que es estar en paz.

—No quiero estar sola —sollozo.

Acuna mis mejillas, respirando mi aliento.

—No te estoy dejando, solo los estoy cuidando —explica —. ¿Vas a dejarme tú por si es cierto?

Ignoro los acontecimientos, me molesta la posibilidad, más no hubo ni hay un control sobre aquello.

—Qué se puede hacer —musito.

Busco distancia, es muy confuso y fuerte, enterarte que tu marido puede que tenga un ser, algo como lo es un hijo con una persona que solo quiere lastimarte.

—Prepárate para partir cuando menos te lo esperes —yergue toda su figura.

Creí que había recapacitado.

—Vete —siseo —. ¡No voy a ningún lado! ¡No dejaré a los que amo!

—Eso no está a discusión.

Busco la habitación cuando no se marcha. Durante una hora no sé qué hacer, el llanto y el vómito matutino me toman juntos.

Se da más fuerte por todo lo que pasa por mi mente. Así quiere que me vaya al quinto infierno.

Busque fortaleza, hoy los malestares son más fuertes que los que he sentido.

—Por favor, llévame más suave, ¿Si? —le hablo frotándome el estómago.

Cambiada, salgo poniendo distancia entre los dos al momento de desplazarnos al hospital, donde tramitaré el traslado a casa. Ignorando a Cameron, entro por el pasillo de internados, le están haciendo un proceso, por lo que aprovecho que es temprano y tengo ropa quirúrgica para escabullirme en la habitación de Morgan.

Está despierta, no mira a nadie, solo con la vista perdida por la claridad de la ventana.

—¿Morgan? —le llamo —. Perdón por no venirte a ver...—busco las palabras adecuadas —. ¿Cómo te sientes?

Callada, pasan unos minutos, hasta que con la cara hinchada y si ese brillo que le caracteriza en sus ojos castaños, gira el cuello para que estemos frente a frente.

Esto me lástima mucho, y los orbes se me inundan de lágrimas.

He llorado tanto, que ya ni bien me doy cuenta.

—¿Cómo voy a estar? —el tono de su voz es casi un susurro —. Se acabó ser gimnasta, se acabaron las prácticas, los primeros puestos, este año al fin me seleccionaron para los juegos olímpicos, ¿Ahora dónde estará eso? Melanie, dime.

El dolor de la rodilla la regresa a su antigua posición, el lamento es más por las ilusiones destruidas y suelos fracasos, que por la herida profunda de aquella munición.

—Morgan, yo...

—¿Qué? —me interrumpe —. Tú estás entera, tus manos están bien, vas a seguir diseñando, pero aquí acabaron mis trofeos, mi carrera, tanto preparar mi cuerpo para nada.

Todo es tristeza, todo es sufrimiento y dolor.

—Por favor, déjame sola, Melanie —levanta un brazo señalando la puerta —. Por favor.

Sin darle vueltas, hago lo que pide dándole un beso en la frente.

—Espero que algún día me perdones.

Abandono el pasillo encontrándome con Laura quien no tiene mejores noticias: le han estado siguiendo al salir del instituto.

Trasladan a mi padre a casa, entre la persecución que nos han puesto, los malestares, Cameron con la determinación de enviarme al culo del mundo, mas la nota que al tercer día de papá estar en casa encuentro, terminan de empeorar todo.

Los vamos a matar

Una corta oración escrita en rojo sangre, que le entrego a Cameron sin hablarle, no dejo ni que toque mi panza.

Todo lo quiere resolver a su manera y así no es la vida.

Mi padre comienza a reaccionar para el fin de semana mientras le hablo, sus ojos van abriéndose, es un proceso hasta que lo logra por completo, la mejor noticia que he recibido.

Nada de atosigarlo y contarle cosas, porque ya no puedo ir ni al baño sin amenazas y de nada sirve cambiar el equipo de seguridad constantemente, quién sabe si un día los meten a todos en la casa.

Los acontecimientos rayan a orillarme para que tome una decisión, difícil y necesaria

Controlo a Drogo con la cercanía de Oliver, a quien le escribí que venga a la parte trasera de la casa.

—Me mandaste a llamar —llega —. Aquí tienes lo que me pediste, ¿Qué harás con eso?

Recibo el artefacto pequeño, encendiéndolo.

—Yo nada, tu si —extiendo el antiguo celular —. Llamarás a tus conocidos falsificadores.

Oliver me observa con incredulidad y la cara llena de conducción.

—¿Qué vas a hacer, Melanie? No quiero que tu marido me muela o me mate.

Cameron siempre está implementando miedo en los hombres que me rodean.

—Muerta vamos a terminar nosotros, sino me ayudas —generalizo —. Sabes bien lo que está pasando.

Presionándolo, le recuerdo todo lo que hemos vivido las ultimas semanas, hasta que agarra el puto móvil, digitando números, antes de marcar pregunta:

—¿Para que los necesitas?

Sabe por donde voy, así que le doy al verde t hago que se lo lleve al oído, antes de decir:

—Necesito documentación falsa, debo irme de aquí por varios motivos.

Pronto me tocó entender que la única manera de que mi bebé esté a salvo y todos, es si yo desaparezco, si es Cameron que hace el movimiento, no voy a estar a salvo, porque lo tienen en la mira y se, que si yo me voy, Allison saldrá de su guarida.

Lo que ella no sabe es la sorpresa que le voy a dejar preparada.

***

Cuando ellos están discutiendo, a mi se me sale lo dominicano, bellezas.

Les mando besos.

Continue Reading

You'll Also Like

177K 6.8K 30
❛─ Male reader/rayito/lector masculino ❜ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ Actualizaciones: (×) Inicio: (20-10-2022) Fin: (08-10-2023)
42.7K 4.2K 14
Por cosas del destino Wei Wuxian y Lan Wangji encuentran un incienso muy misterioso y cuando iban a investigarlo surge algo inesperado que causa que...
3.5K 106 8
Q-Quackity L-Luzu A-Auron Creo que serán los más mencionados en toda la serie. Nada que ver el título xd, pero no tenía ideas de título. Trataré de a...
622K 26.8K 46
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...