Que delineado más ordinario, comentó en un susurro una vez que la chica pasó por su lado, quien llevaba ropa demasiado ajustada y toda de un mismo color. ¿Es que la gente no sabe qué hay más colores que combinan con otros, y quedan bien? Pensó una vez que el semáforo cambió a verde, dándole la señal para cruzar justo antes de llegar a la cafetería.
Había acordado juntarse con Minseok al día siguiente de haberse conocido, era un lugar tranquilo, donde más o menos a las 16:00-17:00hrs no frecuentaba ir mucha gente, por lo que a Min no se le haría tan difícil comunicarse y contarle acerca de su vida...Y quien sabe, quizás entablar una linda amistad.
Una vez que tiró de la puerta de vidrio, divisó al más alto sentado en una mesa apartada para dos, mientras le daba un sorbo a algo que parecía ser café Americano. Se acercó entusiasta y dio una pequeña palmadita en su hombro para llamar su atención; lo que sea que haya estado pensando se esfumó en segundos y se transformó en una sonrisa corta, pero muy sincera, no debe estar acostumbrado aún, recuerda que sigue siendo tímido.
-¡Hola, Min! Lamento si te hice esperar mucho. -se disculpó una vez que tomó asiento a su lado.
-Oh no, de hecho -miró su reloj de mano.- llegaste muy puntual, solo que yo...llegué muy temprano. Q-quise pedirte algo para beber, pero me temo que...no conozco tus gustos. -agachó la mirada, apenado. Es un amor de chico.
-No te preocupes por eso. -sonrío, mostrando su perfecta dentadura.- Nunca pido lo mismo, porque me gustaría probar todo el menú, es una forma también de cambiar la rutina.
-N-no lo había pensado nunca de esa manera. -hizo una pausa.- pero si, supongo que tienes razón. -sonrío, haciendo que sus ojos se hicieran más pequeños.
-Deberías intentarlo alguna vez, es entretenido. -abrió el menú y dio una mirada rápida a las bebidas.- Hoy tocará...un milk-shake de frambuesa.
Se levantó de su silla, no sin antes escuchar una risa corta de Xiumin. Pidió a la cajera su bebida y pagó. Una vez que estuvo al lado de su amigo otra vez, dio un sorbo rápido y se relamió los labios.
-Bueno, debo decir que esta cosa está muy rica. –le echó un vistazo y le dio otro sorbo más.- Pero no vinimos aquí para hablar de eso o ¿sí? –Minseok negó con la cabeza.- Bueno, tampoco quiero presionarte y que me digas todo de un sopesón, entiendo que puede ser difícil...pero quizás poco a poco.
-Me g-gusta alguien...-miró al suelo, avergonzado. Bueno, eso fue rápido.
-Oh entiendo...y ¿quién es la afortunada?
-No es una chica...es un c-chico. –hizo una pausa.- Necesito tu ayuda porque hace mucho tiempo que lo quiero y yo...realmente no sé como relacionarme con las personas, soy muy tímido. Tú eres muy popular, en especial entre chicos, y pensé en que tal vez...bueno, ya sabes.
-Tuviste mucho valor en contarme, Min. Pero el problema no es que te guste un chico, ¿o sí? –preguntó.
-No, es que yo...soy muy poca cosa y mis padres. –tapó su cara con ambas manos, las cuales empezaron a temblar.
Baek acarició su brazo a modo de tranquilizarlo, no podía asegurarlo, pero presentía la dirección que tomaría la conversación. Por favor que no sea lo que yo pienso, no otra vez.
-Mis padres me están obligando a que esté con una chica, es una vecina mía y n-no me atrevo a contarles que...
-Sientes que no te apoyarán. –terminó de decir Baek antes de cerrar los ojos y suspirar. Conocía esa historia muy de cerca, más de lo que le hubiese gustado admitir. Xiumin asintió con la cabeza.- De acuerdo, entiendo, pero vamos con lo primero...dijiste que eras muy poca cosa.
-Mírame Baek, no necesito sentir lástima de tu parte, es algo que me han manifestado y hecho sentir toda la vida. No puedo comunicarme con las personas, no tengo una figura espectacular como todos en la escuela, no tengo ni siquiera un estilo definido...siempre he sido considerado el raro de todas partes. –sus ojos se cristalizaron.- Estoy lleno de defectos...nadie me querrá así.
-Oh, Min, si tan solo notaras lo que yo veo en ti. –el menor le devolvió la mirada.- Debes entender algo y eso es que tu no debes cambiar para agradarle a los demás, tu eres así y así es como todos te querrán, solo puedes mejorar y eso debe venir de ti, no porque terceros te lo digan. Y para que eso pase, quiero que te hagas una pregunta, y lo medites bien antes de responderme... ¿cómo pretendes amar a alguien cuando no te amas a ti mismo?
El más alto se revolvió en su asiento, incomodo. He dado en el clavo.
Lamentaba que existiera otra persona en el mundo que estuviese pasando por la misma situación que él tuvo que pasar hace años atrás, y sabía que no sería sencillo hacerle ver su error, pero debía intentarlo, pues sabía que sería mucho más duro lograrlo si Min estaba solo.
-Min yo...no te dejaré solo. Créeme cuando te digo que entiendo muy de cerca tu situación, pero la primera tarea será no verlo como un problema, si no como una respuesta a quien quieres ser, debes verlo como una solución importante para tu vida.
-Tu... ¿también pasaste por lo mismo? –se atrevió a preguntar Xiumin, mientras secaba una lagrima traviesa de su mejilla.
-Sí. –le dolía admitirlo, era una herida que le había costado mucho cerrar.- Y es cierto, no será fácil pero valdrá la pena al final, me encargaré que así sea.
-Gracias BaekHyun, de verdad...-y mostró la sonrisa más larga y viva que cualquier otra que haya visto jamás. Cree en mí, y yo creo en él.