Yuya se estremeció al escuchar la masculina voz de Yuto, no podía ver los ojos del hombre pero sabía que estaba siendo minuciosamente observado y eso lo asustaba pero también aceleraba su corazón de una manera que no comprendía.
-Con que te decidiste a volver- dijo Sora dando un paso delante de Yuya -¿quieres ser derrotado por fin?- provocó dándole una ruda mordida a la paleta de caramelo que tenía en la boca.
Yuto solo dio un inclinamiento de cabeza en señal de que lo estaba mirando antes de volver su mirada al chico de ojos carmesí y preguntar -¿cuál es tu nombre?-
Ante eso Sora gruñó y arrojó la paleta al suelo -¡No te atrevas a ignorarme!- si había algo que mencionar del adorable niño genio era su enorme orgullo, era consciente de su aspecto y la mayoría del tiempo tendían a subestimarlo por ello, a veces era divertido, otras era de verdad irritante.
Yuto suspiró, en realidad no le apetecía tener que lidiar con el chico de cabello celeste, en ese momento estaba de verdad intrigado por el chico de los ojos color carmesí, se parecía tanto a Yuri, Yugo y a él mismo sin embargo, a diferencia de ellos, el chico brillaba con la inocencia propia de haber sido criado en un lugar lleno de luz. Le intrigaba tanto la diferencia entre ambos.
-Estás en mi camino- dijo Yuto levantando su guadaña, apareció entonces un portal gigantesco en el cielo, de ahí empezaron a caer máquinas de diferentes tipos y tamaños, como un enjambre de destrucción que empezó a azotar la ciudad.
-Te vas a arrepentir de decir eso- dijo Sora sacando una esfera de color azul parecida a un caramelo, éste brilló y la luz recubrió al chico, en cuanto se dispersó se encontraba vistiendo su armadura de combate con las alas de luz en las botas -será mejor que te protejas Yuya- dijo antes de que un camino de luz apareciera, subió a él y se deslizó hasta la cima del edificio donde estaba Yuto.
-Con que su nombre es Yuya- dijo Yuto por lo bajo antes de interponer su guadaña para bloquear el ataque de los puños reforzados de Sora.
-Será mejor que solo me pongas atención a mí- dijo el chico de cabello celeste antes de retirarse y volver a atacar con los puños.
Yuto negó retirándose para tomar la pelea en el aire, sabía que el chico lo seguiría, lo que menos quería era pelear una batalla sin sentido, sin embargo sabía que era en vano, el niño llamado Sora estaba lleno de orgullo y terquedad, no sería una batalla bonita, no cuando el niño se diera cuenta de la verdadera diferencia entre ellos, tendría que quebrarlo.
Esquivó un par de ataques físicos más del chico, mientras la ciudad era atacada sin piedad por sus máquinas, sin duda el profesor quería tener una amplia visión del alcance de Reiji. Si, ahí estaban las máquinas de defensa del hombre de cabello plateado.
Desvió su mirada a Yuya y no pudo evitar hacer una mueca al verlo usando una armadura de color gris genérica, más le valía no intentar nada contra una de las máquinas del profesor, saldría gravemente lastimado.
-¡Pelea en serio maldición!- se quejó Sora llamando su atención, hasta el momento Yuto solo se había estado defendiendo y esquivando y eso lo frustraba.
-No tiene sentido que sigamos peleando- dijo Yuto -será mejor que dejes ésto, harás un mejor uso de tu energía si te dedicas a rescatar personas-
-Claro, y mientras tanto te sentarás a observar como un chico bueno- respondió Sora con sarcasmo sacando otra paleta de caramelo y empezando a morderla compulsivamente -si claro-
-Mi intención es precisamente esa- dijo Yuto impasible.
-¡No te creo!- gritó Sora arrojando el palito de paleta antes de retroceder, junto sus puños delante suyo y empezó a acumular energía.
Yuto suspiró, sabía que no iba a ser fácil, colocó su guadaña delante suyo sosteniéndola con ambas manos y esperó. La esfera de energía en los puños de Sora se separó entonces en esferas más pequeñas y éstas se convirtieron en rayos que se lanzaron contra el enemigo. Para su completa frustración Yuto solo hizo un movimiento con su arma y cortó efectivamente todos y cada uno de sus rayos. Bien, no se rendiría tan fácil, le enseñaría a ese general presumido a no subestimarlo.
Se desató entonces una pelea aérea de rayos de energía, sin embargo mientras Sora los usaba para atacar a Yuto e intentar derribarlo el hombre usaba su energía para bloquear sus ataques, aún así, en ningún momento lo atacó con el filo de su arma ¿por qué?
Cuando hubo gastado una buena parte de su energía se detuvo jadeando, Yuto a un par de metros delante suyo -No creas que has ganado- gruñó el chico de cabello celeste.
-Tu eres de Fusión- dijo Yuto sorprendiendo a Sora -sabes que tu punto fuerte no es el aire, debiste de haberte retirado en cuanto salté del edificio-
Sora gruñó, su pequeño cuerpo temblando por la ira, ese maldito de Yuto lo sabía, sabía desde un principio cuál era su debilidad y había tomado ventaja de ello, sin embargo aunque Sora reconocía sus debilidades había creído que con su energía sería suficiente para vencer al hombre de la guadaña, no había sido así.
-Ríndete, ni aún en tierra tienes probabilidades de derrotarme- contestó Yuto haciendo rabiar más a Sora, claro que esa no era su intención, quería terminar esa lucha lo más pronto posible, quería terminar su misión rápidamente, quería... quería ir a vigilar a cierto chico de ojos color carmesí.
La repentina risa que soltó el chico de cabello celeste lo desconcertó un poco.
-Esta bien, tienes razón, mi punto débil es el aire- admitió Sora sonriendo de una manera extraña -sin embargo, estás muy equivocado si crees que me iré sin darte tu merecido maldito- apenas terminó de decir eso se lanzó con fuerza contra Yuto, sabía que el hombre lo bloquearía con el asta de su arma, aprovechó entonces para taclearlo lo más fuerte que pudo.
Unos metros más y lo tuvo donde quería. Yuto lo apartó de si, pero estaban cerca de uno de los edificios de la ciudad, invocó entonces una de sus más fuertes ataques y la tierra empezó a temblar.
Yuto, por supuesto no tardó en darse cuenta, mentiría si dijera que no estaba ni un poco sorprendido por el hecho de que Sora pudiera manipular la tierra sin estar en contacto con ella sin embargo también sabía lo que el chico planeaba y... era una locura.
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Yuya se detuvo en medio del aire cuando se dio cuenta de que la tierra empezó a estremecerse ¿qué estaba pasando?
-¡Yuya!- Shun se acercó volando -¿dónde está Sora?- preguntó
-Está peleando con el chico de la otra vez, con Yuto- contestó Yuya mirando con horror cómo la gente gritaba en pánico y corría intentando ponerse a salvo pero eran continuamente detenidos por las máquinas invasoras.
-Maldición- dijo Shun mirando a Yuya -intenta poner a la gente a salvo, no luches contra las máquinas, debo ir a detener a Sora, esto es obra suya-
El hombre no esperó a la contestación del chico de ojos carmesí antes de despegar en dirección a donde podía sentir el despliegue de energía. Yuya lo miró irse e intentó hacer lo que le habían pedido, sin embargo, cuando vio un edificio empezar a derrumbarse sintió un chispazo de energía recorrerlo y sabía que tenía que ir, tenía que estar ahí.
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-¡Detente ahora!- ordenó Yuto pero era inútil, Sora estaba decidido a derrotarlo, no importaba los daños que los terremotos provocaran en la ciudad.
Escuchó el material del edificio detrás de él ceder y sabía que el plan de Sora era enterrarlo debajo de todo ese escombro, pero eso no sucedería, no si podía esquivarlo, aun así... Miró hacía atrás cuando escuchó algo, no pudo evitar hacer un gesto de disgusto. Sora estaba loco, estaba haciendo sufrir a las personas de la ciudad, las personas a las que se suponía debía proteger ¿qué sentido tenía eso? Era una lástima pero no había nada que pudiera hacer.
-¡SORA, DETÉNTE DE UNA MALDITA VEZ!- gritó Shun llegando a la escena.
-¡CÁLLATE, NO DEJARÉ QUE ME VENZA COMO A TI!- contestó Sora, una mueca extraña en su rostro -¡A MI NADIE ME VENCE!-
-NO VAS A LOGRAR NADA DERRIBANDO EL EDIFICIO, LO PUEDE ESQUIVAR- gritó Shun.
El desconcierto llegó a ambos cuando vieron a Yuto enfrentar el edificio y levantar su guadaña, energía oscura formándose en la punta de esta ¿qué estaba haciendo? ¿Iba a destruirlo? El desconcierto aumentó cuando la energía oscura recubrió el edificio pero no lo destruyó, al contrario, lo estabilizó en su lugar manteniéndolo de pie.
-¿Qué está haciendo?- preguntó Shun -estabiliza el edificio con su energía- ¿porqué? si era más fácil esquivarlo y dejarlo caer.
Yuya, quien acababa de llegar observó con fascinación como Yuto usaba su energía para mantener el edificio en pie. Shun y Sora estaban desconcertados, seguro se preguntaban porqué lo hacía, por otro lado Yuya, quien estaba más cerca de dicho edificio pudo darse cuenta de la razón que impulsaba las acciones del general enemigo. Podía escucharlo, era débil, pero dentro del edificio había un bebé llorando.
"Sálvalo" Yuya se estremeció cuando se dio cuenta de que Yuto estaba mirando en dirección suya, cierto, no podía ver sus ojos pero podía sentirlo y era como si una voz susurrara dentro suyo que se moviera para salvar al bebé mientras el joven de la guadaña sostenía el edificio en pie.
Un momento fue lo que tardó Yuya en reaccionar antes de adentrarse dentro del edificio por una de las ventanas, todo dentro del lugar se estaba desmoronando, sin embargo la energía oscura de Yuto recubría las paredes y el piso manteniendo todo dentro de la estructura en su lugar, aun así se mantuvo flotando para no poder su peso sobre la debilitada estructura.
Sin embargo él era bastante nuevo en el uso de la armadura de combate por lo que no pudo evitar poner su mano en una de las esquinas al dar la vuelta, al entrar en contacto sintió una extraña sensación recorrerlo, había algo en la energía de Yuto que lo inquietaba, no sabía porque.
"Deprisa" claro, debía de apresurarse, Yuto no resistiría por mucho tiempo, sin embargo era difícil localizar a un bebé en un edificio tan grande.
Como si estuviera contestando su pregunta una luz apareció en la pared donde la mano de Yuya estaba en contacto con la energía oscura de Yuto, la luz formó una línea que empezó a formar un camino, posiblemente a donde se encontraba el bebé. Un poco desconcertado y a la vez fascinado Yuya empezó a seguirlo, quedaba poco tiempo.
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-¡Se acabó!- dijo Sora, no le importaba lo que estaba haciendo Yuto o porque lo hacía, simplemente quería acabar con él.
Reunió energía en sus puños y, al igual que antes la dispersó en rayos que se dirigieron a Yuto, éste, sin embargo no dejó su tarea de sostener el edificio por lo que no le quedó más que recibir los golpes de energía que empezaron a destruir el traje que llevaba.
"Tienes que darte prisa Yuya" dijo Yuto concentrándose en soportar el mayor tiempo posible.
-Aquí hay algo mal- dijo Shun, en su pelea pasada no había podido acertar ni un solo golpe en el general de cabello negro por más que lo intento ¿entonces porque estaba recibiendo todos los ataques de Sora sin defenderse?
Sora reía mientras seguía atacando levantando una cortina de humo por la energía quemando la tela del traje de Yuto y ocultándolo por completo de la vista. Sin embargo pronto Sora tuvo que detenerse, los terremotos que había provocado le habían drenado bastante energía, así que no tenía mucha para seguir ese ataque continuo, necesitaba descansar solo un momento.
Un momento en el cual Yuya salió del edificio con el bebé en sus brazos, Shun lo vio y entonces lo comprendió todo, solo un instante antes de que la energía de Yuto dejara el edificio y éste empezara a caer de nuevo.
-¡Muévanse!- gritó Shun tomando a Sora de la mano para tirar de él lejos del alcance de destrucción.
Yuya vio desde una distancia segura como el edificio caía, Shun y Sora saliendo fuera del alcance por los pelos, sin embargo Yuto no se veía por ninguna parte.
-¡SI! ¡VENCÍ A ESE MALDITO!- gritó Sora triunfal -el muy estúpido se dejó sepultar por ese edificio por completo- se rió casi maniáticamente.
Shun entrecerró los ojos con enfado antes de soltarle una cachetada al chico de cabello celeste -no tienes derecho a estar feliz en absoluto-
Sora se llevó una mano a la mejilla lastimada antes de mirar a Shun con reproche -lo vencí-
-Si, lo hiciste- dijo Shun -pero aterrorizaste a miles de personas, tiraste un edificio, causaste más daños que el enemigo Sora-
-Hice lo que tenía que hacer para eliminar a esa basura de Exceed- se defendió el chico.
Shun gruñó -esa no es una excusa, tu deber es proteger, no lastimar- señaló a Yuya -de no ser por él hubieras matado a un niño inocente-
Sora miró al bebé en los brazos de Yuya y se dio cuenta de que no había manera en la que pudiera refutar ese hecho, para él el fin justificaba los medios pero estaba claro que para Shun no y Reiji... Reiji lo regañaría también por lo que había hecho.
-Deberías dejar de hablar así de los de exceed- al escuchar esas palabras los tres se paralizaron, esa voz era de Yuto.
La escucharon solo unos momentos antes de que algo saliera disparado de entre los escombros del edificio caído, era la figura de una persona quien terminó por quitarse los restos de su traje revelando una armadura en color negro con partes moradas, verdes y color acero en perfecta combinación con sus alas de metal y su letal guadaña.
-Después de todo tu compañero también es un exceed- terminó de decir Yuto impasible.
-Maldito- dijo Sora dispuesto a ir a pelear contra él de nuevo.
-Es suficiente- la voz de Reiji se escuchó antes de que una proyección del mismo saliera del comunicador que Shun llevaba en su brazo izquierdo -las máquinas del enemigo han sido controladas y no necesitamos más edificios derrumbándose por tus temerarias acciones, Sora-
El chico apartó la mirada con enfado, todo su esfuerzo había sido en vano.
-General Yuto- habló Reiji hacía el enemigo -será mejor que te vayas e informes al profesor de ésto, no nos vamos a rendir tan fácil y, por supuesto, no te entregaremos a Hiiragi Yuzu-
Yuto, quien había estado mirando alrededor en busca de las máquinas del profesor se dio cuenta de que Reiji tenía razón, bien, de todas maneras había cumplido su objetivo por el momento.
Giró su rostro en dirección a sus tres adversarios pero su vista se detuvo en Yuya, esperaba ver más de él pronto. Miró al bebé, quien se había tranquilizado en los brazos del chico de ojos carmesí, y una tenue sonrisa se dibujó en sus labios. Sin más que decir entonces abrió un portal y se marchó de esa dimensión.
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-Es inaceptable- dijo Reiji colocando las hojas del informe de la ciudad en el escritorio antes de mirar a Sora con cierto enfado en su mirada, Yuya y Shun se encontraban de pie a ambos lados del chico de cabello celeste.
Los daños en la ciudad habían sido considerables dado que las máquinas destructivas no se habían limitado a una zona, no, se habían dispersado considerablemente antes de que los equipos de protección fueran desplegados, y aquí estaba Sora, uno de sus mejores hombres empeorando el daño con sus propias habilidades en un vano intento por destruir a uno solo de ellos, al más fuerte de todos.
-Lo siento mucho, no pude detenerlo a tiempo- se disculpó Shun haciendo una leve reverencia.
Reiji negó -el único responsable de sus propias acciones es Sora- contestó -por lo tanto voy a retirarlo de sus funciones hasta nuevo aviso- sentenció.
Sora estaba por replicar pero la afilada mirada de Reiji lo detuvo, apartó su mirar y apretó los puños entonces, si tan solo hubiera acabado con Yuto.
-A estas alturas es imposible ocultar los hecho- prosiguió Reiji, sin embargo, en orden de no revelarlo todo hasta el momento apropiado procuren mantener un perfil bajo hasta que demos el aviso al público, eso es todo-
Los tres asintieron y empezaron a salir de la oficina, sin embargo Yuya fue detenido por la voz de Reiji.
-Ven conmigo- dijo el hombre levantándose de la silla detrás del escritorio y caminando hacia la puerta, Yuya lo siguió, cuando salieron de la oficina Reiji lo llevó por otra ruta que hasta ese momento no había usado, aunque, de hecho, era muy poco lo que había visto de las instalaciones de Leo corporation.
-Hiciste muy bien en salvar a ese bebé Yuya- comentó Reiji caminando delante suyo.
Yuya asintió dándose cuenta unos momentos después que el hombre no podía verlo por lo que contestó torpemente -ah, si... gracias-
-¿Cómo han ido tus entrenamientos?- preguntó Reiji dando la vuelta en otro pasillo.
-M-muy bien- contestó Yuya -son duros y luego me duele todo el cuerpo pero creo que es bueno-
-Entonces solo has hecho entrenamiento físico, me imagino entonces que nadie te ha explicado todo lo que necesitas saber- dijo Reiji deteniéndose frente a una puerta -sería algo estúpido de tu parte si sigues lo que los otros te dicen ciegamente-
Yuya se detuvo observando a Reiji teclear un código en un panel al lado de la puerta para desbloquearla -s-supongo- contestó, la verdad sea dicha eso era más o menos lo que había estado haciendo desde que Reiji lo había arrojado a esos entrenamientos, Sora no había sido muy bueno con las explicaciones y él había sido muy tonto en no presionar por respuestas.
-Entonces voy a tener que explicarte diversas cosas- dijo Reiji atravesando la puerta, Yuya se apresuró en seguirlo cerrando la puerta detrás de él, quizás por fin todas sus dudas se verían contestadas.
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Yuto entró a su habitación y se apoyó en la pared, estaba bastante cansado después de todo lo sucedido en la dimensión standar, se quitó el visor y con un movimiento su armadura se desactivó, se encontró vistiendo una simple camisa y pantalones de vestir mientras sostenía el dispositivo de activación de su armadura en su mano, era negro con toques en morado, verde y acero, en su interior tenía una cuchilla retráctil, en pocas palabras era una navaja.
-Parece que te lastimaron en serio-
Yuto rodó los ojos antes de apartarse de la pared y dirigirse a la ducha, necesitaba quitarse el polvo de escombro de encima, sobretodo de su cabello.
-Vamos, no te pongas así- la animada voz de Yugo se acercó, por supuesto el chico lo tenía que seguir hasta el baño.
Con un suspiro Yuto se desabrochó la camisa y la arrojó al cesto de ropa sucia, escuchó entonces el silbido de Yugo antes de sentir las manos de éste en su espalda, se estremeció un poco por el contacto, ni siquiera se había dado cuenta de que había zonas que le dolían un poco.
-Esos si que son unos buenos golpes- dijo Yugo, Yuto no podía verlo pero el chico observaba con atención varios moretones leves en la zona de su espalda, producto, seguramente, de ataques de energía -fue una pelea muy entusiasta ¿verdad?- comentó retirando sus manos.
Yuto asintió antes de intentar ver la magnitud del daño en el espejo, no era mucho en realidad, él podía aguantar mucho más que eso.
-¿Porqué lo permitiste?- preguntó Yugo curioso -tienes el poder para acabar con todo de un solo golpe ¿porqué no lo usaste?-
Porque lo odiaba, odiaba matar personas sin sentido, pero no contestó, no tenía caso, ni Yugo ni Yuri entenderían nunca como lo hacía sentir el hacer lo que hacían.
-Bien, no tienes que decirlo- cedió al final Yugo antes de empujarlo suavemente a la zona de la ducha -vamos a que te limpies, te tallaré la espalda- dijo de manera entusiasta.
Yuto no pudo evitar sonreír un poco, si, no le gustaban mucho las acciones que tenía que llevar a cabo sin embargo, la presencia constante de Yugo y Yuri en su vida lo habían hecho todo un poco más soportable, no sabía que había en ellos que lo hacían sentir de esa manera pero quizás, con la llegada de Yuya a su vida pronto podría descubrirlo.
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Notas de autor: Aparece un Nero salvaje con un nuevo capítulo XD
Espero que les haya gustado, nos leemos luego, recuerden que esto apenas esta comenzando 😉