Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad, los personajes y todo lo relacionado a la historia canon que pueda aparecer, a excepción de lo creado y modificado por mi persona, pertenecen a J.K. Rowling.
Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.
El Orden Natural de Las Cosas.
Año V
Capítulo LXIII
"Al Borde de La Desesperación"
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—DIALOGO NORMAL—
—(PENSAMIENTO)—
—"PARSEL"—
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La Profesora McGonagall miró a Harry con una gran sonrisa mientras se llevaba la taza de té a los labios, sin embargo, los ojos se le desviaron por cuarta vez hacia la gran copa de plata que estaba en un costado de su escritorio. Ron Weasley habia logrado convertirse en un Guardián competente y Harry volando majestuosamente como a ella le gustaba había atrapado la Snitch y se había logra coronar nuevamente como campeones del Torneo de Quidditch.
—Espero... —dijo Minerva colocando la taza ya vacía sobre la mesita de té que había en su oficina, no muy lejos de su escritorio —, que te estés preparando adecuadamente para los TIMOS, Harry. Son extremadamente importantes para el futuro de todo mago y aunque es cierto que por tu estatus de Jefe de la Casa Potter no los necesitas en el fondo, quiero sentirme orgullosa...
—Sí, Minnie... —contestó Harry resignado —. Daphne me dice lo mismo al menos unas diez veces por día no hace falta que me lo recuerdes también...
Minerva sonrió.
Pero con la euforia por la victoria de Gryffindor sobre Ravenclaw que tenía Harry, fue rápidamente aplacada los días siguientes por Daphne con altas dosis de repaso de todos los temas de todas las materias en todo momento. Habían llegado a tal punto que desayunaban, pegados el uno con el otro como siempre, pero con un libro en las manos, mientras caminaban por los pasillos se hacían rondas de preguntas y por las tardes continuaban estudiando al igual que durante las cenas y hasta el toque de queda.
Los Profesores habían dejado de darles tareas y ahora las clases eran entera y puramente de repaso sobre los posibles temas que tenían mayor probabilidad de aparecer en los exámenes. Durante la clase de Transformaciones, recibieron los horarios de los exámenes y las normas de funcionamiento de los TIMOS.
—Como verán —explicó Minerva a la toda la clase mientras los alumnos copiaban de la pizarra las fechas y las horas de sus exámenes —, sus TIMOS están repartidos en dos semanas consecutivas. Van a hacer los exámenes teóricos por la mañana y los prácticos por la tarde. El examen práctico de Astronomía lo van a hacer por la noche, como es lógico.
Minerva suspiró un momento y los miró seriamente.
—Tengo que advertirles que aplicamos los más estrictos encantamientos antitrampa a las hojas de examen y todo artilugio que se les pueda ocurrir usar va a ser completamente inútil. Lamentó decirles que cada año hay al menos un alumno que cree que puede burlar las normas impuestas por el Tribunal de Exámenes Mágicos. Espero que este año no sea nadie de Gryffindor... —dijo Minerva mirando a todos sus alumnos para luego fijarse en los Slytherin —... y los Slytherin, les recomiendo que tampoco, el Profesor Snape no es para nada bondadoso con los tramposos cuando son capturados. Espero que lo hagan lo mejor que puedan. Tienen que pensar en su futuro.
—¿Cuándo sabremos nuestros resultados?, Profesora. —preguntó Parvati Patil.
—Se les va a enviar una lechuza en el mes de julio. —contestó la Profesor McGonagall.
—Este es el momento en donde extraño nuestra sala en el tercer piso —dijo Daphne durante la cena del día anterior a su primer examen, Teoría de Encantamientos —. Era un buen lugar para estudiar, silencioso, cómodo y perfecto.
—Si no existiera esa regla de las reuniones... —comentó Luna con cierto grado de desagrado —. No me siento tan segura en la Sala Común de Ravenclaw.
—¿Te siguen molestando? —preguntó Harry adoptando una actitud seria, Daphne también miró fijamente a su amiga.
—A veces..., pero no es tanto como antes —contestó la Ravenclaw con su usual tono soñador —. Pero no me molesta, ellos están ciegos en el fondo...
—Luna... —dijo Harry en tono de advertencia.
—Sí, sí, ya se, cuando pase te lo voy a decir. —agregó Luna divertida haciendo que Harry suspirara con resignación.
La noche fue extremadamente incómoda para todos. Todo el mundo intentaba repasar un poco más en el último momento, aunque no parecía que nadie avanzara mucho. Harry se acostó temprano, se sentía extrañamente relajado nadie podía decir que no habían estudiado, y en el fondo agradeció que los TIMOS estuvieran la mayor parte del tiempo en su cabeza, porque habían logrado distraerse de sus inquietudes regulares y actuar como un adolescente normal; sin tener que acordarse de que había un Lord Oscuro que intentaba matarlos, que había un secreto milenario sobre él y otra persona llamada la Vieja Sangre, no pensó en Dumbledore, ni en todas las cosas que tenía que hacer en el futuro, simplemente fue una adolescente normal con su novia normal estudiando para sus normales exámenes, justo como él siempre había querido.
Al día siguiente, Harry, Daphne y Luna, llegaron al Gran Comedor y notaron rápidamente como un silencio sepulcral reinaba sobre todos los que pertenecían al quinto curso. Algunos practicaban conjuros por lo bajo, otros leían a toda velocidad. Daphne se agarró a Harry como si su vida dependiera de ello y mientras repasaban no lo soltó en todo el desayuno.
Cuando terminó el desayuno, luego de recibir un —Buena suerte, lo van a hacer genial. —por parte de Luna, ambos, junto con los demás alumnos de quinto y séptimo se congregaron en el vestíbulo mientras los demás estudiantes subían a sus aulas; entonces, a las nueve y media, los llamaron clase por clase para que entraran de nuevo en el Gran Comedor, en donde todo parecía exactamente igual que en el recuerdo del Profesor Snape; había quitando las cuatro mesas de las casas y en su lugar habían puesto muchas mesas individuales, encaradas hacia la de los profesores, desde donde los miraba la Profesora McGonagall, que permanecía de pie. Cuando todo se sentaron Minerva habló.
—Ya pueden empezar. —Y dio la vuelta a un enorme reloj de arena que había sobre la mesa que tenía a su lado, en la que también había plumas, tinteros y rollos de pergamino de repuesto.
Harry, respiró hondo y se intentó tranquilizar usan lo que había aprendido en las clases de Oclumancia, dio vuelta la hoja y por un momento pensó en Daphne que estaba tres filas hacia la derecha y cuatro asientos hacia adelante, y leyó la primera pregunta...
—¡Te lo dije! —dijo Daphne mientras abrazaba a Harry cuando estaban ya en el vestíbulo —. Te dije que no estaba siendo tan exigente, pero todo lo que preguntaron lo estudiamos. —agregó ella.
—Sí, sí, tenías razón, fue bueno que organizaras todo el estudio. —contestó Harry sonriendo.
Daphne sonrió triunfante.
Luego de un rápido almuerzo llegó el examen práctico de Encantamientos. Los llamaban en reducidos grupos y por orden alfabético; los que se quedaban atrás murmuraban conjuros y practicaban movimientos de varita. Daphne suspiró y recibiendo un beso en la frente y buena suerte de Harry entro junto con Anthny Goldstein y Gregory Goyle. Los alumnos que ya habían sido examinados no regresaban a esa sala donde estaba, así que Harry no supo cómo le habia ido a su novia.
Diez minutos más tarde, el Profesor Flitwick llamó a Pansy Parkins, Padma Patil, Parvati Patil y a Harry.
—El Profesor Tofty está libre, Potter. —le indicó con su voz chillona el Profesor Flitwick que se encontraba de pie junto a la puerta. Y señaló al examinador más anciano y más calvo, que estaba sentado detrás de una mesita, en un rincón alejado, a escasa distancia de la Profesora Marchbanks, que por su parte examinaba a Draco Malfoy.
—Potter, ¿No? —preguntó el Profesor Tofty consultando sus notas y miró a Harry directamente a la cicatriz y luego a los ojos y con una sonrisa pícara continuar —. Con que usted es el famoso Harry Potter. La Profesora Minerva McGonagall se regodea mucho sobre las habilidades que supuestamente ella se encargó de pulir en su persona, es una amiga de años y no creo que sea una habladora, pero a veces creo que exagera un poco diciendo cosas como: —Mi Harry es capaz de hacer magia sin varita —, o —Harry logró dominar la animagia a los 13 años, estoy tan orgullosa de ser su tutora. Vamos a comprobar los éxitos de Minerva.
Harry se ruborizó y el Profesor Tofty comenzó con el examen. Todos los profesores y alumnos se giraron a verlo cuando logro hacer todos los hechizos con un solo chasquido de dedos. No quería parecer creído, pero cuando el honor de Minerva estaba en juego no podía contenerse con nada. Harry salió del examen con una sonrisa al ser felicitado y fuera de la sala del examen se encontró con Daphne que también sonreía. Pero la paz duro, mañana era el examen más importante de Harry.
Aquella noche Harry pasó una pésima noche, no pudo relajarse; después de cenar estuvo con Daphne hasta las 9 de la noche y cuando subió a la sala Común de Gryffindor no se despegó de los libros de Transformaciones.
Por la mañana, Harry era un verdadero caos, había dormido poco y Minerva lo miraba con una mezcla de entre orgullo y preocupación cuando le pidió el octavo pergamino de 40cm y un tercer tintero para seguir escribiendo. Antes del examen práctico Daphne lo miraba también con cierta preocupación al verlo repasar una cantidad exagerada de hechizos. Cuando llegó su turno, el Profesor Tofty lo miró con una sonrisa.
—Bueno, Potter, nos volvemos a encontrar. Porque no comenzas con un hechizo desvanecedor — dijo el Profesor Tofty señalando a una iguana que había sobre una mesa, Harry de un movimiento de varita la hizo desaparecer —. Excelente —el anciano Profesor hizo aparecer un cubo de madera, algunos examinadores se giraron a verlos —. Minerva nos contó que te gustan hacer hechizos de transformación múltiple, si queres nota extra en esta materia ¿Podrías mostrarnos?
Harry no dijo nada, miró el cubo de madera y con un movimiento par de movimientos de varita el cubo se deshizo en un montón de pétalos de rosas azules que se desparramaron por la mesa, Tofty lo miro fijamente. Harry hizo otro par de movimientos y todos los pétalos se transformaron en mariposas que comenzaron a volar por la sala.
—Impresionante, muy impresionante, Minerva no mentía —dijo el Profesor Tofty mirando las mariposas volar, para luego mirar a Harry —. No se acostumbra, pero creo que esta vez deberíamos hacer una excepción —el instructor sonrió —; a veces algunos Profesores señalan a algunos alumnos como prodigios en una determinada materia, eso es lo que dice siempre la Profesora McGonagall sobre tu persona, si queres una recomendación y una nota extra en tu TIMO en Transformaciones... bueno nos gustaría ver tu forma animago.
Con un movimiento de hacia adelante un majestuoso tigre de bengala blanco apareció enfrente del examinador que lo miró con cierto asombro. Este bajo la vista y anoto algo en lo que parecía un papel y Harry volvió a transformarse en un humano.
—Excelente Potter, excelente. Podes retirarte —dijo el Profesor Tofty a Harry —. La Profesora McGonagall está en todo su derecho de regodearse de su alumno favorito...
Sonrojado, con una gran satisfacción interna y una sonrisa en los labios Harry salió de la sala para encontrarse con Daphne que esperaba pacientemente.
El miércoles hicieron el examen de Herbología, si no tenía en cuenta el pequeño mordisco que recibió de un geranio colmilludo, Harry creyó que hasta ahora lo estaba haciendo bien, el jueves Defensa Contra Las Artes Oscuras. Ese día no tuvieron, ninguno de los dos, problema en demostrar frente a Umbridge que los miraba, sobre todo a Harry con frialdad, y el resto de los examinadores sus habilidades con la materia. A punto que alguien filtró sobre colosal Patronus de Daphne y, como habían hecho con Harry en Transformaciones, le pidieron que lo mostrara si quería puntos extras.
El viernes, Harry y Daphne, tuvieron el examen de Runas Antiguas, la parte teórica era un cuestionario a contestar sobre un texto en nórdico antiguo.
—¿Cómo les fue en el examen de Runas? —preguntó Luna durante el almuerzo.
—Bien, aunque habíamos practicado y leído la Saga de Egil Skallagrímson con la Profesora Babbling, todo puede pasar. —contestó Daphne con algo de resignación.
Luna miró a Harry.
—Bueno... —dijo Harry en tono divertido y resignado —, suponiendo que no me reprueben por haber traducido mal la palabra, systor, creo que me fue bien. Es bastante molesto tener que traducir del nórdico antiguo en runas al inglés las leyes de Escania de 1300.
—¿Te aburren las leyes? —preguntó Luna con sorpresa —. ¿No se supone que vas a tener que aprenderlas porque sos un Jefe de una Noble y Ancestral Casa?
—Sí, bueno... —contestó Harry divertido mirando de reojo a Daphne —. Para eso me caso con Daphne, a ella es la que le gustan esas cosas.
Daphne abrió la boca y miró a Harry con molestia.
—Creí... —dijo Daphne en tono de advertencia —, que querías que nos casáramos porque nos queríamos.
—Sí, sí —contestó Harry moviendo la mano —, pero como decirlo, viene todo el paquete. ¿No? —preguntó Harry con una sonrisa divertida haciendo que Luna se riera. Daphne los miró de reojo con molestia.
—¿Saben? Alguien logró meter un escarbato en la oficina de la Profesora Umbridge —dijo Luna para calmar la tensión que había entre sus amigos —. No se cómo lo consiguieron meterlo, pero el caso es que entró, y la Profesora Umbridge está furiosa. Al parecer, el escarbato intento morderle la pierna.
—¡Genial! —exclamó Daphne con una sonrisa.
—El único problema es que ella cree que el responsable fue el Profesor Hagrid... —agregó Luna para luego ver como sus amigos se tensaban.
Durante el fin de semana, Harry y Daphne repasaron para el lunes que tenían dos exámenes el mismo día, Aritmancia y Pociones. El lunes, el examen de escrito de Pociones lo habían hecho extremadamente precioso, todo la prueba consistía sobre una sola poción, que tanto Daphne y Harry habían visto muy bien su funcionamiento, la Poción Multijugos. Haber visto a Barty Crouch Jr. destranformarse en el Profesor Moody les había dado suficiente experiencia para una sola vida. El resto de la mañana fue el examen de Aritmancia que consistió en resolver complejas predicciones que en el fondo no eran más que aproximaciones polinómicas de grados elevados. Por la tarde, con soltura ambos y hasta un tranquilo Neville que no parecía influenciado por el aura de Snape, lograron realizar la poción pedida.
El martes tuvieron Cuidado de Criaturas Magicas, escrito por la mañana y el practico que tuvo lugar por la tarde en la extensión de césped que había junto a los borden del Bosque Prohibido, donde los estudiantes tuvieron que identificar correctamente al knarl encendido entre una docena de erizos; después tuvieron que demostrar que sabían manejar correctamente un bowtrckle, dar de comer y limpiar a un cangrejo de fuego sin sufrir quemaduras de consideración, y elegir, de entre una amplia variedad de alimentos, la dieta que pondrían a un unicornio enfermo.
El miércoles por la mañana Historia de La Magia hizo si presentación, Harry y Daphne tuvieron que contestar diversas preguntas de pociones y enredos políticos sobre trols, varitas y revueltas de duendes, para terminar con la creación de la Confederación Internacional de Magos. Con el jueves llegó el último día de examen para ambos; el examen teórico de Astronomía por la mañana salió bastante bien. Ambos se habían memorizado correctamente todas las lunas de Júpiter.
Ese mismo día, a las once de la noche, cuando llegaron a la torre de Astronomía para el examen práctico, comprobaron que hacía una noche tranquila y despejada, perfecta para la observación de los astros. La Plateada luz de la luna bañaba los jardines y soplaba una fresca brisa; cada alumno montó su telescopio, y cuando la Profesora Marchbanks dio la orden, empezaron a rellenar el mapa celeste en blanco que les habían repartido.
El Profesor Tofty y la Profesora Marchbanks se paseaban entre los alumnos, vigilando mientras éstos anotaban la posición exacta de las estrellas y de los planetas que observaban. Sólo se escuchaba el susurro del pergamino al cambiarlo de posición, el ocasional chirrido de un telescopio al ajustarlo sobre su trípode, y el rasqueteo de las plumas. Al cabo de dos una hora, Harry había terminado su mapa y juntó con Daphne que lo esperaba afuera, que había terminado antes, comenzaron a caminar por el pasillo. Mientras estaban por las escaleras, bajando Harry miró hacia abajo vio a unas cinco o seis personas que caminaban justo por las escaleras anteriores al vestíbulo. Ambos aumentaron el paso y bajaron con rapidez, vieron a seis hombres que caminaban a los costados de la Profesora Umbridge, tres a cada lado; Harry miró a Daphne y esta asintió y ambos los siguieron observándolos; los vieron caminar con paso ligero y luego doblar la esquina y salir hacia los terrenos exteriores. Con sigilo Daphne y Harry siguieron a la Profesora Umbridge y los hombres y también salieron del castillo.
Los ladridos del perro jabalinero de Hagrid, Fang, resonaron en la noche. Harry y Daphne vieron como Hagrid abrió la puerta de la cabaña, mientras que los hombres, junto con Umbridge apuntaban e intentaban, por los finos rayos de luz roja que proyectaban hacia él, aturdir al guardabosque. Ambos miraron horrorizados lo que estaba ocurriendo. Entonces se escucharon los gritos.
—¡Se razonable, Hagrid! —gritó uno de los hombres.
—¿Razonable? —rugió él —. ¡Maldita sea, Dawlish, no me van a llevar así!
Harry y Daphne vieron la silueta de Fang, que intentaba defender a su amo y saltaba repetidamente sobre los magos que rodeaban a Hagrid, hasta que el rayo de un hechizo aturdidor alcanzó al animal que cayó al suelo. Hagrid soltó un furioso aullido y tomó al culpable y lo lanzó por el aire; el hombre recorrió unos tres metros volando y no volvió a levantarse. Daphne soltó un gemido que tapó rápidamente con mano. Y entonces una silueta, detrás de ellos apareció, Minerva, que por lo visto pareció no verlos porque corrió directamente hacia donde estaba los hombres, Hagrid y Umbridge.
—¡¿Cómo se atreven?! —gritaba la Profesora de Transformaciones mientras corría —. ¡¿Cómo se atreven?!
—Minnie... —susurró Harry todavía escondido junto con Daphne.
—¡Déjenlo en paz! ¡Dije que lo dejaran en paz! —repetía Minerva en la oscuridad —. ¿Con qué derecho lo atacan? Él no hizo nada, nada que justifique este...
Los ojos de Harry se abrieron completamente de la sorpresa y Daphne gimió de horror mientras veía la escena, los hombres que había junto a la cabaña de Hagrid lanzaron al menos cuatro rayos aturdidores contra la Minerva justó cuando ella estaba a medio camino entre la cabaña y el castillo, los rayos chocaron contra ella; en un primer momento, la Profesora se iluminó y desprendió un brillo de un extraño color rojo; luego se despegó del suelo, cayó con fuerza sobre la espalda y no se levantó.
Algunos alumnos que todavía estaban terminando de hacer su TIMO de Astronomía gritaron de horror. Los ojos de Harry se dilataron y una ira asesina se apodero completamente de él; saliendo de donde estaba escondido, corrió hasta donde estaba Minerva y se agachó para comprobar su estado, Daphne intentó detenerlo, pero él fue más rápido, la Profesora de Transformaciones todavía respiraba; ella lo alcanzó y antes de que pudiera decir algo Harry dijo.
—Cuida a Minerva, Daphne —Harry miró fijamente a Daphne, ella no dijo nada y solo asintió. —¡GAYA! —gritó.
Umbridge que veía a Hagrid correr con Fang en brazos se desvió su mirada cuando una bola de fuego surcó lo cielos y cayendo en picada con un chillido se posaba sobre el cuerpo de Minerva.
—Gaya, lleva a Minnie y a Daphne a la enfermería. —dijo Harry serio.
—¡ES EL FENIX DE DUMBLEDORE! ¡CAPTURENLO! —gritó Umbridge al ver el ave para luego ver a Harry con odio —. ¡QUIERE IRSE CON DUMBLEDORE! ¡CAPTUREN A HARRY POTTER!
Los hombres levantaron las varitas hacia Harry, él también la levantó y los apunto. Un tornado de fuego atrás de Harry se llevó a Daphne y Minerva y entonces los rayos de color rojo comenzaron a surcar el aire; con movimientos precisos Harry bloqueo cada uno de los seis impactos, los de los 5 hombres que quedaban y los de Umbridge.
—BASTA. —gritó Harry pasado un minuto.
Una onda expansiva de magia salió del cuerpo de Harry haciendo que todo lo que estuviera alrededor saliera disparado hacia cualquier lado, uno de los hombres salió volando e impacto directamente contra una de las paredes de la cabaña dejándolo completamente noqueado; el resto, junto con la Directora, cayeron al suelo, pero rápidamente se levantaron y continuaron lanzando maldición tras maldición.
Harry bloqueó una de las maldiciones y con un movimiento rápido de varita invoco tres lobos que se lanzaron contras los hombres, en la confusión que había generado, él con un nuevo movimiento de su muñeca apreso a uno de ellos.
—Desmaius. —gritó Harry y un poderoso rayo rojo salió de la punta de su varita dejando inconsciente al maniatado hombre.
Uno de los hombres lanzó una maldición cortante sobre uno de los lobos matando al animal, pero cuando se giró para volver a combatir contra Harry, un nuevo Desmaius de parte del Gryffindor lo dejo completamente inconsciente. Harry volvió a desviar las mediciones de Umbridge, y le lanzó la suya propia, la Directora, la desvió con un movimiento forzoso de su brazo dándole a uno de los hombres y dejándolo inconsciente.
Nuevamente el duelo continuo, mientras que el último hombre y Umbridge lanzaban maldiciones, Harry las desviaba todas haciendo que el césped que había a su alrededor explotara dejando pequeños cráteres por doquier. Harry, completamente furioso, esquivó nuevamente una de las maldiciones y levantando la mano y apuntándola hacia donde estaba el acompañante de la Profesora Umbridge salió disparado hacia arriba y luego cayo hacia abajo con un fuerte impacto.
Umbridge vio completamente horrorizada y más aún cuando escucho los huesos del hombre crujir con violencia por el impacto; giró su cabeza para ver nuevamente a Harry y ver al fondo un grupo de alumnos que observaban todo atentamente; la Brigada Inquisitorial se acercaba, tratando de abrirse paso entre los agrupados estudiantes. Un poderoso y horrible chirrido, casi como si fuera un silbido muy agudo y mantenido, se escuchó de la varita de Harry, ella bajo la vista y vio como en la punta se formaba una esfera redonda, del tamaño de un balón de fútbol que se iba achicando lentamente hasta que en un momento desapareció de su visión. Un poderoso y terrorífico rayo rojo surcó el espacio que había entre ambos; Harry vio a Umbridge con odio por última vez, quería su vida, nadie tocaba a su madre e iba a vivir para contarlo. Haciendo zic zac en el aire el rayo continuó su camino, pero cuando estaba a un metro de la Profesora Umbridge todo se detuvo.
Harry vio como todo se detenía y todo se volvía blanco y negro. El tiempo se había tenido. Con sus ojos miró hacia donde podía y efectivamente todo estaba completamente estático, su rayo a mitad de camino de matar a Dolores Umbridge, sentía la Brigada Inquisitorial casi en donde ellos estaban peleando. El único problema era que él también estaba congelado.
—Harry Potter... ¿Es la hora?... ¿Es la hora, Harry Potter? —dijo una voz grave y molesta delante de Harry. Él, completamente sorprendido e inmóvil, miró hacia adelante y nuevamente se estaba viendo a sí mismo, tal y como aquella vez luego del escarmiento que le había dado Vernon —. De verdad tengo que admitir que soy un fastidio, bueno, somos. El obligarme a aparecer antes de tiempo es realmente... molesto... —agregó el otro Harry con cierto sarcasmo —. Ya sé que tal vez este no sea el mejor momento para una conversación privada, pero parece ser que es necesario antes de que mandes todo a la mierda. Parece como si hubiera sido ayer cuando vi como un niño de 9 años, luego de ser salvajemente golpeado, aceptaba su magia con toda la naturalidad del mundo, como su mente se abría a nuevas oportunidades...
El otro Harry caminó un par de pasos, miró fijamente a Harry que lo miraba con atención y continuó. Todo se tiño de negro y en la negrura un planeta tierra apareció en la lejanía, redonda, hermosa y frágil; en el fondo el Sol iluminando todo.
—Hiciste un gran trabajo en muy poco tiempo, tan bueno que tengo que admitir que superaste con creses a todos tus... antecesores y paralelos... En condiciones normales, no le prestaría atención a ninguno, ni siquiera te prestaría atención, dejaría que el flujo de las cosas continúe, pero... con los tiempos que corren bueno...
Harry vio que, en el fondo, detrás de su contraparte, la tierra se iba trasladando y otra tierra apareció, detrás de esta, otra, y otra, y otra, y otra... La imagen volvió a donde estaba antes, a Hogwarts, a su combate con la Profesora Umbridge.
—Dejame hacerte una pregunta, matando a Dolores Umbridge, destruyendo su vida, y todo lo que es. ¿Qué es exactamente lo que esperabas crear? —. preguntó el otro Harry serio —Podes mencionarme aunque sea una sola cosa... —el otro Harry suspiró —, eso pensaba. Lo que estabas apunto de hacer era destruir todo lo que alguna vez creaste, en el momento en que mataras a la Profesora Umbridge todo el progreso, y tu mente seguramente, se hubieran perdido. Quitar una vida no es algo simple para una persona con tus... capacidades y eso lo sabes, sabes lo que se siente ver morir a una persona y si te provocases esa experiencia, irremediablemente tu mente hubiera sido incapaz de soportar la presión y se hubiera quebrado, todavía no estás listo...
El otro Harry dio un par de pasos hasta quedar muy cerca de Harry.
—Lo que pasara con cualquier de los mundos no solía ser de mucha importancia para ella, al fin y al cabo, la magia, por llamarla de alguna forma, no tiene por qué tener interés en lo que hacen simples e ínfimos fragmentos de ella y lo único que conocía de estos ínfimos seres era que podían contener pequeñas cantidades de... magia, para darle una definición que entiendas. Todo tiene magia Harry, lo descubriste cuando aceptaste tu propio poder. Pero cuando ella descubrió que había dos grupos de seres, que, gracias a su poder, eran capaces de manipular su... magia, se interesó en ellos y más aún cuando vio colisionar y fusionar sus mundos, algo nunca antes visto en ninguno de los otros que hay. Dos realidades fusionadas, deberías imaginarte que las posibilidades eran... infinitas...
Harry retrocedió un paso y miró con una sonrisa al real.
—El problema de las posibilidades —dijo el otro Harry juntando los dedos índices y pulgar y gesticulando con las manos —, es que estas, puede deteriorar el equilibrio y si la magia no tiene equilibrio... bueno, no importa que realidad sea, todas están en peligro, por eso, tratando de solventar este problema nacieron dos sujetos, cada uno de una realidad distinta, los aelf, como Lara, era la Vieja Sangre y los humanos trajeron consigo al Arcanista. Dos sujetos que representaban el inicio y el final de todo en una misma realidad.
Harry se giró y dio la espalda al real.
—Bien, el destino estaba perfectamente escrito, la Vieja Sangre, como una mujer, vagaría por siempre buscando su otra mitad, mientras que el o la Arcanista, incapaz de controlar un poder completamente desconocido, renegaría de su magia e irremediablemente la perdería —dijo el otro y se volvió a dar vuelta mirando fijamente al Harry real que lo miraba atentamente —. Pero como te dije, las posibilidades tienen un problema agregado, y es que estas son infinitas... Dejame explicarlo más claro, que pasaría si la Vieja Sangre, que estaba destinada a ser siempre mujer naciera hombre; que pasaría si el Arcanista, no renegara a su magia, la aceptara y ambos tuvieran una oportunidad de encontrarse... Las consecuencias de este hecho... pueden ser extremadamente problemáticas y en este momento lo son...
El otro se volvió a acercar a Harry y limpiándole ligeramente la túnica siguió hablando.
—Supongo que vas a tener que disculpar esta imposición arbitraria, Harry. Confió en que empieces a entender todo con el transcurso de... bueno, en realidad no puedo decirlo. Por ahora lo único que tenes que realmente saber y, es mi recomendación, es que no mates a nadie. Por eso —Harry se alejó del real y con un movimiento de su mano deshizo el rayo rojo de Harry. Harry abrió grande los ojos sorprendido y el otro continuó —... Dolores Umbridge no puede morir... a diferencia de los otros... —el otro Harry sonrió —... sabía que no les ibas a dar...
Toda la imagen cambio y ambos vieron a una persona con una larga túnica negra caminar por un frío y oscuro pasillo que conducía al Departamento de Misterios, o al menos eso decía la placa dorada que había sobre una de las paredes; la persona corrió un poco, hasta llegar por fin a su destino... La puerta se abrió y vieron una sala circular con muchas puertas...
La persona cruzó andando por el suelo de piedra y entró por una segunda puerta... vio motas de luz danzarina en las paredes y en el suelo, y se escuchaba un extraño ruido mecánico, pero no tenía tiempo para investigar, aceleró el paso... todo ante la vista de los dos Harrys.
Entonces la persona corrió hasta pasar con facilidad por una tercera puerta...
Se encontró en una habitación del tamaño de una catedral llena de estanterías y esferas de cristal... La persona parecía muy excitada... iba a entrar... cuando llegó al pasillo número noventa y siete torció a la izquierda y corrió por entre dos hileras de estanterías...
Pero al final del pasillo había una figura en el suelo, una figura negra que se retorcía como un animal herido...
Una voz salía por la boca de esta persona.
—Agarrala... Vamos, bajala... Yo no puedo tocarla, pero vos si...
La figura negra que había en el suelo se movía un poco. Harry vio como una mano blanca de largos dedos cerrados alrededor de una varita se alzaba al final de la túnica... y entonces escuchó nuevamente aquella fría y aguda voz que decía.
—¡Crucio!
El hombre que estaba en el suelo gritaba de dolor, intentaba levantarse, pero caía hacia atrás y se retorcía. Harry lo vio, aquella persona levantaba la varita y la maldición se detenía y la figura en el suelo quedaba inmóvil gimiendo.
—Lord Voldemort espera...
Muy despacio, el hombre que estaba en el suelo levantaba un poco los hombros, aunque los brazos le temblaban, y miraba hacia arriba. Tenía la cara demacrada y manchada de sangre, contraída del dolor y, sin embargo, desafiante...
—Vas a tener que matarme. —susurró Sirius.
—Al final lo voy a hacer indudablemente —decía la fría voz —. Pero antes vas a agarrarla para mí, Black... ¿Crees que lo que sentiste es dolor? Pensalo bien..., no quedan muchas horas por delante y nadie te va a escuchar gritar...
—Eso... habrá que verlo. —dijo el otro Harry serio.
La voz del otro Harry resonó por todos lados y la realidad volvió, todo volvió a tomar color, y siguió su curso. La Profesora Umbridge vio como el rayo rojo que estaba a punto de asesinarla desapareció; solo escuchaba el sonido de su respiración a lo lejos había alumnos que gemían y la Brigada Inquisitoria se acercaba rápidamente. Con una ira que nacía desde lo más profundo de su pecho, desarmó, con un movimiento de varita, a un todavía sorprendido Harry.
—¡CRUCIO! —gritó la Profesora Umbridge.
Harry se retorció en el suelo y comenzó a gritar, Pansy Parkinson, Theodore Nott, Crabbe y Goyle, junto con Draco Malfoy se sorprendieron ante el accionar de su Profesora y se detuvieron en seco. Harry se retorció en el césped por un par de segundos hasta que la Profesora Umbridge jadeando y con una sonrisa sádica en los labios dijo.
—Malfoy, Nott, lleven a Potter a mi oficina... Parkinson, Crabbe, Goyle, vayan a buscar a Lovegood, a Longbottom y a... Daphne Greengrass a la enfermería... —ninguno dijo nada, estaban petrificados por lo que acababan de ver —. ¡AHORA! —gritó la Profesora Umbridge con un chillido.
El próximo capítulo esta titulado: "Carrera Contra El Tiempo"