Obsoleto - El Orden Natural D...

By True-Doragonkingu

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Harry Potter tuvo una infancia miserable por culpa de sus tíos y ahora esta roto, pero gracias a un simple mo... More

Cuerpo Encadenado, Mente Libre
Un Mundo Lleno de Oportunidades
La Justicia de Atenea
La Chica de Los Ojos Azules
El Precio de Lo Que Decidimos Ser
El Dúo de Oro
A Quién Más Odiamos
Los Deseos de Un Corazón Roto
Juntos, Siempre Y Hasta El Final
Desde las cenizas
El Peso de Nuestra Conciencia
La Voluntad Para Hacer Lo Correcto
Las Dos Caras de Selene
El Único Deseo Es Aprender
Psicología de Masas
(No) Estas Solo
(No) Podes Avanzar
Serás lo que debas ser
Teoría del Gran Impacto
El Precio de Nuestras Decisiones
Daphne Greengrass
Tiempos de Odio - Parte I
Bases Para El Futuro
Somos Aquello que Vivimos
El Dolor de Un Pasado Todavía Presente
Una Historia Verdadera
El Poder de Amarte - Parte I
Heridas de Magia Negra
La Voz de La Razón
El Reflejo de Nuestro Corazón
Errores del Pasado
Una Dolorosa Verdad
El Poder de Amarte - Parte II
Tiempos de Odio - Parte II
El Llanto de la Serpiente
Un Nuevo Comienzo
Sueños, Pesadillas y Realidades
El Torneo de Los Tres Magos
Las Maldiciones Imperdonables
Fuerza de Voluntad
El Circulo Que Nunca Se Rompe
Vacíos Legales
Nada Es Verdad, Todo Está Permitido
El Cuarto Poder
Una Noche de Ensueño
El Preludio de La Locura
La Sombra
Bautismo de Fuego
El Ultimo Deseo - Parte I
Un Nuevo Año
El Caballo de Troya
La Santa Inquisición
Lucha de Poderes
El Ejército de Hogwarts
Una Muerte En La Familia
Unas Grises Navidades
La Sombra Que Nos Acecha
La Estrella Que Brilla En La Oscuridad
La Fuerza de Coerción
Compresión Empática
Transformaciones, Recuerdos y Secretos
Al Borde de La Desesperación
Carrera Contra El Tiempo
El Muchacho Que Odia...
El Muchacho Que Ama...
El Ultimo Deseo - Parte II
Nobles y Ancestrales Tradiciones
Las Alas de La Libertad
Las Nobles y Ancestrales Familias
La Mano Negra de La Muerte
Protegiendo Lo Que Es Nuestro
Lealtades y Pensamientos
Historias Pasadas - Parte I
Historias Pasadas - Parte II
El Valor de La Información
Historias Pasadas - Parte III
Argumentum Ad Consequentiam
Una Fría Navidad
Historias Pasadas - Parte IV
Una Segunda Resolución
Historias Pasadas - Parte V
Las Consecuencias del Pasado
El Principio del Fin
El Corazón de Luna
Preparaciones Para El Final
Cicatrices Que Continúan
Un Mundo Que Se Acaba
El Mensajero del Fin del Mundo
El Monstruo Que Gritó "Amor" En El Corazón Del Mundo
Cuando Algo Termina, Algo Comienza

Aquello Que Más Valoramos

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By True-Doragonkingu

Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad, los personajes y todo lo relacionado a la historia canon que pueda aparecer, a excepción de lo creado y modificado por mi persona, pertenecen a J.K. Rowling.

Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.

El Orden Natural de Las Cosas.

Año IV

Capítulo XLVI

"Aquello Que Más Valoramos"

~0~0~

—DIALOGO NORMAL—

—(PENSAMIENTO)—

—"PARSEL"—

~0~0~

Para el comienzo del trimestre, Harry, Daphne y Luna, tenían en claro dos cosas. Primero, la ubicación de la segunda prueba, la pista lo decía claramente, si el cantó solo se escuchaba bajo el agua, entonces la tarea tenía que ser en el único lugar con una cantidad inmensa de líquido en dentro de los terrenos del castillo, el Lago Negro, donde curiosamente vivían selikes y grindylow. Lo segundó, que a Harry le iban a robar lo que el mas valoraba.

—Los selikes —dijo Luna durante el desayuno del primer día del retorno de clases —, son la gente de agua escocesa y al igual que sus contrapartes irlandesas, los merrows, son considerados menos agradables físicamente que las sirenas de los mares. Así que no esperes ver hermosas mujeres con grades pechos nadando alrededor tuyo...

—Lastima... —contestó Harry divertido mirando a Daphne que giró los ojos con una leve molestia, luego puso una cara pensativa —. ... ¿No son molestos? —preguntó Harry mirando a Daphne de forma interrogativa.

—¿Qué cosa? —preguntó Daphne sin entender.

—Los pechos —contestó Harry tocándose para mostrar a lo que se refería, Daphne pestaño un par de veces sin saber que responder, Luna se rio —. Digo hay de distintos tamaños según la cantidad de tejido graso que tengan para proteger las glándulas... pero la lógica dice que a mayor tamaño mayor peso.

—Sí, Harry, entre más grande más pesadas y hace que de dolores de espalda a veces —contestó Daphne entrecerrando los ojos mientras tomaba un poco de té.

—Oh. —exclamó Harry.

—Bueno, dejemos de hablar de pechos y volvamos en lo que estábamos... —dijo Daphne —...Luna ¿Podrías...?

—Sí, los selkies tiene piel cetrina, cabello color verde y grandes ojos amarillos. Su canto es hermoso en el agua, pero fuera parece un chirrido. Viven en el Lago Negro en una gran ciudad de piedra en donde tienen grindylows domesticados. Así que no sería raro que te tengas que enfrentar a ellos. El Ministerio los considera bestias XXXX, así que tene cuidado.

—Al menos no va a ser tan difícil como con el dragón.

—Lo que sigue es saber que le van a quitar a Harry. La lógica dice que lo van llevar al fondo del lago y él lo va a tener que ir a buscar —comentó Luna pensativa —. La pregunta es ¿Qué es?

—¿Alguna idea? —preguntó Daphne pensando.

—Sí, varias —contestó Luna —, sentimentalmente Harry tiene un profundo apego a su escoba y a su varita, pero esta última es imposible que sea. También pensé que, si no son objetos, podrían ser personas... —dijo Luna seria mirando a Daphne —. Todos sabemos a quién Harry ama desde lo más profundo de su ser...

Daphne vio la mirada de Luna y automáticamente giró a mirar a Harry. Él estaba ahí sentado serio con la barbilla apoyada en sus manos, que tenían los dedos entrelazados... con la mirada perdida en su taza de té ya vacía.

Harry y Daphne caminaban en un silencio incómodo, cada uno en sus propios pensamientos. Harry, preocupado y pensando cómo resolver si verdaderamente iban a secuestrar a Daphne y dejarla en el fondo del Lago Negro. Mientras tanto, Daphne se sentía rara, por una parte, se sentía extremadamente bien que le dijeran que era lo más valioso para Harry y, por otro lado, preocupada por la reacción de su novio. Daphne salió de sus pensamientos y miró a Harry cuando este soltó un gran suspiro, los pies de ambos pisaron una gruesa capa de nieve cuando salieron del castillo para dirigirse a Cuidado de Criaturas Mágicas.

Deteniéndose y con una dulce sonrisa, Harry miró a Daphne. Ella sintió un como un calor invadía sus mejillas y lo miró sorprendida. Harry, agachándose acercó su rostro al de Daphne y con una mirada dulce, acaricio, con la mano, la mejilla de ella y sin perder la sonrisa dijo.

—Daphne... —dijo Harry casi en un susurró.

—¿Si, Harry? —preguntó Daphne hipnotizada por los ojos verdes de Harry.

Harry apoyó su frente sobre la de Daphne. Ambos pudieron sentir la respiración del otro.

—Sí, sos lo más valioso que tengo y te llevan al fondo del lago... y como vos me dijiste, no sos una princesa en apuros... ¿Tengo que sentarme y esperara a que salgas sola, o te tengo que ir a buscar? —preguntó Harry divertido.

Daphne parpadeo un par de veces sorprendida y con una gran sonrisa se rio. Harry era Harry, ya no era el niño que conoció en el tren... ahora era algo más.

—mmm —exclamó Daphne pensativa, pero con una cara de diversión —, creo que te corresponde rescatar a la damisela, pero si me rescato yo misma, antes, prometo avisar. —agregó divertida.

—Te tomo la palabra. —dijo Harry para después darle un suave beso a Daphne.

—Vamos, se nos va a hacer tarde. —agregó Daphne con una sonrisa

Daphne abrazando el brazo de Harry, comenzaron a caminar. Cuando llegaron a la cabaña de Hagrid encontraron delante de la puerta a una bruja anciana de pelo gris muy corto y una barbilla prominente.

—Vamos, rápido. Ya hace cinco minutos que sonó la campana. —les gritó al verlos a Harry y Daphne y otros alumnos acercarse a través de la nieve.

—¿Quién es usted? —preguntó Harry mirándola fijamente —. ¿Dónde está el Profesor Hagrid?

—Soy la Profesora Grubbly-Plank —dijo con entusiasmo, sin embargo, este desapareció cuando vio a Harry —, la sustituta temporal de su profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.

Todos se miraron extrañados. Daphne hizo una mueca al ver la mirada desconfiada de la Profesora hacia Harry. Cuando todos llegaron, la Profesora alzando la voz dijo.

—Todos, por acá, por favor.

Grubbly-Plank, con grandes pasos camino hacia el estable en donde estaban los enormes caballos de Beauxbatons que se amontonaban para protegerse del frio y luego hacia un árbol que se alzaba en el lindero del bosque. Atado a él había un unicornio grande y muy hermoso. Muchas de las chicas exclamaron un gran —ohhh —al ver al unicornio.

El unicornio era tan blanco, tan brillante que a su lado la nieve parecía gris. El hermoso animal relincho y dio varias pisadas con sus pesuñas doradas con cierto nerviosismo, mientras alzaba su cabeza con un único y largo cuerno.

—¡Lo chicos que se queden atrás! —exclamó la Profesora Grubbly-Plank, con una voz potente —. Los unicornios prefieren el toque femenino. Que las alumnas que pasen y se acerquen con cuidado. Vamos despacio...

Ella y las demás, incluida Daphne, se acercaron poco a poco al unicornio, dejando a los demás junto a la valla del establo, observando. En cuanto la Profesora se alejó lo suficiente, Draco Malfoy se acercó a Harry, que miraba atentamente a su novia, y se paró a su lado.

—Supongo que desde tu ascenso como Señor Oscuro dejaste de leer el Profeta ¿No? —preguntó Malfoy con cierta diversión.

—Y yo supongo que no venís a unirte a mis filas ¿No? —preguntó Harry sin dejar de mirar a su novia.

—No, pero si para mostrarte algo. —contestó Malfoy sacando del bolsillo de su túnica un artículo.

¿El Error de Dumbledore?

Por Rita Skeeter.

Albus Dumbledore, el excéntrico Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, nunca ha tenido miedo de contratar a gente controvertida. En septiembre de este año, nombró Profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras al antiguo auror Alastor, Ojoloco Moody, que, como todo el mundo sabe, es un paranoico y además que se siente orgulloso de serlo; una decisión que causó gran sorpresa en el Ministerio de Magia, dado el bien conocido hábito que tiene Moody de atacar a cualquiera que haga un repentino movimiento en su presencia. Sin embargo, podemos deducir que el nombramiento de Alastor Moody, puede deberse al, todavía gestándose, nuevo Señor Oscuro, Harry Potter y una forma desesperada de tener vigilado a un posible peligro para todos, tal y como hizo con Gellert Grindelwald en el pasado.

Pero lo que verdaderamente preocupa no es Harry Potter por el momento, sino la negligencia que muestra Dumbledore al contratar a un ser parcialmente humano para impartir la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas.

Rubeus Hagrid, que admite que fue expulsado de Hogwarts cuando cursaba tercer, ocupó el puesto de guardabosque del colegio desde ese entonces, un trabajo en el que Dumbledore lo coloco de forma permanente. El curso pasado, sin embargo, Hagrid utilizó su misterioso ascendiente sobre el Director para obtener el cargo adicional de Profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, por encima de muchos candidatos mejor cualificados.

Rubeus Hagrid, un amante de la creación de especies, actividad controlada por el Departamento de Regulación y Control de Las Criaturas Mágicas, no es el mago sangrepura que dijo ser. De hecho, ni siquiera es enteramente humano. Su madre, relavamos en exclusiva, no es otra que la giganta Fridwulfa, que en la actualidad se halla en paradero desconocido.

Brutales y sedientos de sangre, los gigantes llegaron a estar en peligro de extinción durante el pasado siglo por culpa de sus luchas fratricidas. Los pocos que sobrevivieron se unieron a las filas de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, y fueron responsables de algunas de las peores matanzas de muggles que tuvieron lugar durante su reinado de terror.

En tanto que muchos de los gigantes que sirvieron a El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado cayeron abatidos por aurores que luchaban contra las fuerzas oscuras, Fridwulfa no se hallaba entre ellos. Es posible que se uniera a una de las comunidades de gigantes que perviven en algunas cadenas montañosas del extranjero. Pero, a juzgar por las travesuras antinatura que comente en privado y en las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas, el hijo de Fridwulfa parece haber heredado su naturaleza brutal.

¿Es acaso negligencia de Albus Dumbledore permitir tal atrocidad o es que acaso el supuesto poder, tanto mágico como político, del todavía no naciente Señor Tenebroso haya alcanzado hasta la administración de Hogwarts?

Harry termino de leer y suspiró, su único consuelo era que no atacaba a Daphne.

—Tengo que creer que no me mostras esto solo para fastidiarme ¿No? —preguntó Harry.

—No, solo para darte un consejo —contestó Draco —, seguramente tu novia está pensándolo también. El Profeta, al igual que Rita Skeeter, mientras no tengas tu puesto en el Wizengamot y una buena cantidad de aliados que te respalden, son intocables en este momento. Mi padre lo sabe por experiencia propia, Rita Skeeter, no le interesa el dinero, la mueve otra cosa...

—¿Qué? —preguntó Harry sin dejar de mirar a Daphne.

—...El placer de destruir, esa mujer es una psicópata, siente un profundo placer por destruir lo que la gente cree que son héroes. Lo intenta todo el tiempo con Dumbledore, que les guste o no a todos, hizo grandes cosas... lo hace con vos, Potter —continuó Malfoy —. Pero hay algo más grande que el dinero, algo con lo que ni siquiera Skeeter puede competir... —Harry miró los grisáceos ojos de Draco —, la información Potter. Información importante de ella no tengo, pero te recomiendo que pienses en esto... Si no tiene permitida la entrada al castillo, ¿Cómo hace para seguir entrando sin la autorización de Dumbledore?

Draco se fue de su lado, y Harry quedó pensativo mientras veía como Daphne interactuaba con el hermoso animal. Una gran sonrisa surcó el rostro de Harry cuando vio como el caballo acariciaba la mejilla de Daphne con su cuello.

~0~0~

Una visita a Hogsmeade estaba programada para mediados de enero. Daphne se sorprendió cuando Harry preguntó sobre salir los tres juntos. Por lo general, Harry, era bastante reacio a ir a lugares con mucha gente, pero, o se estaba volviendo más tolerante, o el haber pasado dos semanas pensando y que todavía quedar otras cinco, para la segunda prueba le estaban pasando factura.

Harry, Daphne y Luna, salieron del castillo el sábado, y atravesaron el campo húmedo y frío en dirección a las carrozas que llevaban a Hogsmeade. Daphne y Luna se sentaron en un asiento hablando animadamente sobre una novela que estaban leyendo ambas, Harry, por su parte, se sentó frente a ellas y dejó su mente volar.

Cuando llegaron a la taberna, Las Tres Escobas, estaba repleta de gente como siempre, Harry, Daphne y Luna fueron hasta la barra y le pidieron a la señora Rosmerta tres cervezas de mantequilla. En el espejo de la barra, Harry pudo ver a Ludo Bagman reflejado, sentado en un rincón oscuro con unos cuantos duendes. Bagman les hablaba a los duendes en voz baja y muy despacio, y ellos lo escuchaban con los brazos cruzados y miradas amenazadoras.

Harry se concentró en el reflejo de Bagman. Parecía tenso, en aquel momento Bagman miró hacia la barra, vio a Harry y se levantó.

—¡Un momento, solo un momento! —se escuchó a Bagman que les decía a los duendes y se apresuraba a acercarse a él cruzando la taberna —. ¡Harry! ¿Cómo estás? —lo saludo; extrañamente ahora sonreía nuevamente —. ¡Tenía ganas de encontrarme con vos! ¿Va todo bien?

—Sí, gracias por preguntar. —respondió Harry.

—Me pregunto si podría decirte algo en privado, Harry —dijo Bagman —. Damas, ¿Nos disculparían un momento?

—Si... claro. —contentó Daphne mirando a Harry un momento y yendo con Luna a buscar la mesa más alejada de la señora Rosmerta.

—Bueno, sólo quería felicitarte por tu espléndida actuación ante el colacuerno húngaro, Harry —dijo Bagman —. Fue realmente una muestra soberbia de poder.

—Gracias. —contestó Harry indeciso, sabía que no era todo lo que Bagman quería decirle, porque sin duda podía haberlo felicitado delante de Luna y Daphne.

Sin embargo, Bagman, no parecía tener ningún apuro por hablar. Harry lo vio mirar por el espejo a los duendes, que a su vez los observaban a ellos en silencio.

—Una absoluta pesadilla —dijo Bagman en voz baja al notar que Harry también miraba a los duendes —. Su inglés no es muy bueno... Es como volver a entenderse con los búlgaros en los Mundiales de Quidditch... pero al menos gesticulaban para hacerse entender...

—¿Qué es lo que quieren? —preguntó Harry, notando que los duendes no despegaban su vista de Bagman.

—Eh... bueno... —dijo Bagman nervioso —. Buscan a Barty Crouch.

—¿No está en el Ministerio, en Londres? —preguntó Harry fingiendo extrañeza.

—Eh... en realidad no tengo ni idea de dónde está —reconoció Bagman en un suspiro —. Digamos que... dejo de ir al trabajo. Ya lleva ausente dos semanas. El joven Percy, su ayudante, asegura que está enfermo. Parece que ha estado enviando instrucciones por lechuza. Pero te ruego que no le digas nada de esto a nadie, porque Rita Skeeter se mete en todo, y diría que ha desaparecido como Bertha Jorkins.

Harry abrió grande los ojos... algo estaba pasando.

—¿Se sabe algo de Bertha Jorkins? —preguntó Harry disimulando su interés.

—No —contestó Bagman —. Puse gente a buscarla, y todo resulta muy extraño. Comprobamos que llegó a Albania, porque allá se vio con su primo segundo. Y luego dejó la casa de su primo para trasladarse al sur a visitar a su tía. Pero parece que desapareció por el camino sin dejar rastro. Que me parta un rayo si comprendo dónde se metió. No parece el tipo de persona que se fugaría con alguien, por ejemplo... Pero ¿Qué hacemos hablando de duendes y de Bertha Jorkins? Lo que quería preguntarte es cómo te va con el huevo de oro.

—Bien. —contestó Harry.

Bagman dudó.

—Harry —dijo en voz muy baja —, todo esto me hace sentirme culpable. Te metieron en el Torneo, vos no te presentaste, y... —su voz se hizo extremadamente sutil —, si puedo ayudarte, darte un empujoncito en la dirección correcta... Siento debilidad por vos... ¡La manera en la que derrotaste al dragón! Bueno, solo espero que me lo pidas.

—Lo que van a quitarme, lo más valioso que tengo, es una persona... ¿No es así? —preguntó Harry serio mirando a Bagman directamente a sus ojos.

—Si... Ya lo sabias, ¿no? —preguntó Bagman con una sonrisa.

—Si... desde Navidad... —contestó Harry sin perder la seriedad.

—Por eso sos mi favorito. —dijo Bagman con una sonrisa.

Harry se rio internamente... Daphne era una mala influencia. Harry se despidió de Bagman y camino serio hasta donde esta Luna y Daphne que se preocuparon cuando lo vieron en ese estado. Harry se sentó pesadamente... se sentía extrañamente molestó, preocupado, nervioso...

—Harry... —dijo Luna —, estas preocupado ¿Pasa algo?

—Daphne... —contestó Harry serio, Daphne lo miró, estaba por decir algo, pero él continuó —, ella es lo que van a llevarse al lago... —ambas abrieron los ojos grandes, a pesar de suponerlo se sentía muy diferente saberlo de primera mano —. Bagman me lo confirmo... necesitaba sacarme la duda —Harry las miró a ambas casi con una mirada desesperada —, de verdad no quería que fuera Daphne...

—Harry... —dijo Daphne agarrando la mano de Harry y dándole un beso en la mejilla — no te preocupes... todo va a salir bien. —agregó tratando de reconfortar a su novio —. Soy una muy mala influencia, si hiciste trampa solo por mí. —comentó Daphne con una sonrisa.

La mirada de Harry se oscureció. Daphne y Luna notaron esto.

—¿Harry? —preguntó Daphne preocupada.

—A partir de este momento no importa nada —dijo Harry con una mirada seria —. No importa el método, no importa la forma, no importa nada ya. Voy a sacar a Daphne de ese lago, aunque tenga que secarlo completamente para sacarla...

Daphne se mordió el labio, se sentía tonta pero el solo pensamiento de ver a Harry tan serio y preocupado por ella... a sus ojos femeninos era lindo hasta se podría decir... sexy. Daphne se acercó a Harry y dándole un dulce beso en la mejilla dijo.

—Gracias, Harry, es muy lindo de tu parte que te preocupes por mí. Estoy seguro que todo va a salir bien. No creo que Minerva permita que las cosas salgan mal.

—Pasa algo más, ¿No es así? —preguntó Luna.

—Sí, Sirius tenía razón, algo más está pasando... Bertha Jorkins sigue desaparecida y —Harry se acercó más a ellas —, creen que Barty Crouch también... hace semanas que no se presenta a trabajar según Bagman.

—Vos creerás que... —dijo Daphne.

La puerta de la taberna se abrió y Rita Skeeter, con una túnica amarillo plátano y las uñas pintadas de un rosa chillón entró junto con su fotógrafo personal. Pidió bebidas, y junto con su fotógrafo pasó por en medio de la multitud hasta una mesa cercana a la de Harry, Luna y Daphne que la miraron con odio. Hablaba rápido y parecía muy satisfecha por algo.

—... no parecía muy contento de habla con nosotros, ¿No, Boso? ¿Por qué será? ¿Y qué estará haciendo con todos esos duendes tras él? ¿Les estaría enseñando la aldea? ¡Qué absurdo! Siempre fue un mentiroso. ¿Estaría tramando algo? ¿Crees que deberíamos investigar un poco? El infortunado ex director de Deportes Mágicos, Ludo Bagman... Ése es un comienzo con mucha garra, Bozo: sólo necesitamos encontrar una historia a la altura del titular.

—¿Tratando de arruinar la vida de alguien más? —preguntó Harry en voz muy alta.

Algunos lo miraron. Al ver quien le hablaba, Rita Skeeter abrió grande los ojos y lo miró con ligera malicia.

—¡Harry! —dijo sonriendo —. ¡Qué divino! ¿Por qué no te sentas acá con...?

—No me sentaría con usted ni por todo el oro del mundo —exclamó Harry serio —. ¿Era necesario atacar al Profesor Hagrid?

Rita Skeeter levantó sus perfidísimas cejas y puso una cara de falsa inocencia.

—Nuestros lectores tiene derecho a saber la verdad, Harry. Solo cumplo con mi...

—¡Su deber es informar no inventar falsas historias...! —exclamó Harry levantando el tono de voz todavía más.

Toda la taberna se había sumido en el silencio. La señora Rosmerta miraba desde detrás de la barra, sin darse cuenta de que la jarra de hidromiel rebalsaba. La sonrisa de Rita Skeeter vaciló muy ligeramente, pero casi de inmediato tiró de los músculos de la cara para volver a fijarla en su lugar. Abrió el bolso de piel de cocodrilo, sacó la pluma mágica y dijo.

—Bien Harry, ¿Cuál es la verdad? —preguntó Rita en tono desafiante, pero no espero respuestas —¿Qué sos obstinado?, ¿Qué tenes más poder que un muchacho normal?, ¿Qué sos un peligro para todos?, ¿Crees que no conozco tus accidentes? Armaste un gran revuelo en el Ministerio durante el verano Harry. Pero se nos ordenó no informar, Albus Dumbledore y el Ministro taparon todo. El Gran Harry Potter, El-Niño-Que-Vivió, El Salvador del Mundo Mágico, no puede recibir castigo... ¿Qué es lo que queres Harry? —preguntó Rita Skeeter molesta.

—¡Quiero la verdad! —gritó Harry.

—¡No podés manejar la verdad! —exclamó Rita —. Harry, el mundo es frio y oscuro. Hay un mundo completamente diferente y que no entendes bajo nuestras narices. No me pidas algo que no existe, no seas infantil Harry, no podrías manejar la verdad, aunque la supieras. Ves ahí —dijo Rita mirando a Bagman —, yo se cosas de él que te pondrían los pelos de punta... no me hables de cosas que no entendes Harry...

Harry salió enfurecido de la taberna, Luna y Daphne lo siguieron. Malfoy tenía razón, no importaba el oro, el poder político, ni nada, si tenías información automáticamente te ponías en la cima de la cadena. Harry se juró en ese momento que iba a aplastar a Rita Skeeter en su propio juego, tal vez fuera incomprable y casi intocable, pero Draco tenía razón, con información hasta Rita Skeeter era vulnerable.

~0~0~

Los días continuaron y rápidamente, Minerva, al ver a Harry y sus amigas todos tan serios, inmediatamente dedujo que habían resuelto el enigma y se estaba preparando para todo, discretamente, les dio un permiso, para enfado de la señora Pince, para que pudieran entrar en la Sección Prohíba de la Biblioteca de Hogwarts. Harry se pasó la mayor parte de enero planificando todo, cada hechizo que podía ser útil era anotado, analizado, y si era necesario, usado en conjunto junto con lo que fuera necesario para planificar una estrategia.

Para el final de la primera semana, Harry tenia suficientes planes de contingencia como para no volverse loco y asegurarse que a Daphne no le iba a pasar nada. Harry y Daphne estaban sentados esperando a que la clase de Transformaciones terminara. Cuando el retumbar de la campana resonó en toda el aula, todos los alumnos guardaron todas sus cosas y comenzaron a salir, la Profesora McGonagall levantando la voz dijo.

—Señor Potter, podría esperar un momento, me gustaría hablar con usted

Harry asintió, Daphne le dio un beso en la mejilla y salió esperándolo afuera. Cuando toda el aula se vacío, a paso lento Harry se acercó hasta el escritorio de Minerva y la miro fijamente.

—Voy a suponer, que ya sabes que tenes que hacer en la prueba ¿No es así? —preguntó Minerva a Harry.

—Van a tomar lo que más valoro y quiero... van a llevar a Daphne al Lago Negro y voy a tener una hora para rescatarla —contestó Harry serio. Minerva asintió.

—¿Estás preparado en qué hacer? —preguntó Minerva nuevamente.

—Sí, con Daphne y Luna ideamos varias situaciones posibles y varias respuestas a imprevistos... voy secar el lago entero si es necesario... —agregó Harry serio.

—No te preocupes por Daphne, Harry, el Profesor Dumbledore va hacer hechizos de éxtasis, no va a correr ningún peligro. —dijo Minerva con una sonrisa intentando calmar a su alumno.

—La última vez que vi un hechizo del Director sucumbió ante mi magia... —comentó Harry con falsa modestia.

Minerva lo miró enojada, pero rápidamente se rio. Harry estaba muy preocupado por Daphne.

—No te preocupes Harry... todo va a salir bien. —dijo la Profesora McGonagall con una sonrisa.

Cerca del final de la segunda semana, más específicamente, el 13 de febrero llegó y algo más serios de lo normal, pero con el mismo amor de siempre Harry y Daphne le festejaron el cumpleaños a un sonriente, sonrosada y feliz Luna, que amaba esta fecha desde que había entrado en Hogwarts.

Al día siguiente, Daphne estaba sentada en uno de los bancos de piedra esperando a Harry y Luna para desayunar. No tardó mucho, lo primero que sintió fueron unos brazos que la rodeaban y la besaban en la mejilla. Con una gran sonrisa y las mejillas teñidas de rojo, Daphne, giró su cabeza hacia la dirección de donde venía el beso y los grandes y profundos ojos verdes de Harry fue lo primero que divisó.

—Feliz San Valentín. —dijo Harry dándole un beso en la mejilla.

—Gracias, Feliz San Valentín para vos también. —contestó Daphne.

Harry soltó a Daphne y se sentó a su lado dándole un gran ramo de rosas rojas. Durante la noche le había pedido a Dobby que cortara las mejores rosas del jardín y armara un gran ramo. Harry saco un paquete del bolsillo de su túnica y se lo dio a Daphne. Ella sonrió y antes de decir cualquier cosa también saco un paquete del bolsillo de su túnica y se lo paso a Harry.

Con lentitud Daphne abrió su regalo y se encontró con una caja negra barnizada, dentro, sobre una almohadilla aterciopelada había un collar de plata con un zafiro grande como una uña que parecía que brillaba con su propia luz.

—Gracias Harry, es hermoso. —dijo Daphne dándole un dulce beso y después pasándole el estuche y después correr su pelo para que le pusiera el collar.

Harry tomó con delicadeza el collar y pasándoselo por el cuello, se lo puso. Daphne se volvió a acomodar el pelo y se miró a Harry con una gran sonrisa.

—¿Cómo me veo? —preguntó Daphne sonriendo.

—Preciosa.

—Gracias. Abrí el tuyo, espero que te guste. —dijo Daphne tímidamente.

Harry lentamente abrió su regalo, dentro había una caja negra y perfectamente cuadrada. Le quitó la tapa y vio que dentro había una esfera de cristal con un pequeño destello azulado que se titilaba en su interior. Harry sintió una sensación cálida, casi familiar dentro de la pequeña esfera... era como si...

—Eso que ves ahí, es mi magia, cuando fuimos al Callejón Diagon lo hice —dijo Daphne mirando a Harry que miraba fijamente el destello dentro de la esfera —, solo tuve que poner un poco de mi magia para que funcionara. ¿Te gusta?

—Es precioso —dijo Harry casi en un susurró mirando fijamente la luz tintinear.

Harry tapó nuevamente la caja y la guardó en el bolsillo de su túnica. Lentamente se acercó hasta los labios de Daphne y la beso con dulzura. Daphne rodeó el cuello de Harry mientras que él la rodeaba por la cintura y ambos profundizaron el beso. Daphne sintió como los labios de Harry se habían vuelto más demandantes, casi desesperados, con un suave movimiento de sus dedos, acarició la nuca de su novio.

Cuando el beso se rompió por falta de aire, Harry escondió su rostro en el lacio pelo de Daphne y respiro profundamente abrazándola con desesperación. Ella sintió, en su nuca, el profundo suspiro que soltó Harry... Daphne sonrió con ternura... se sentía realmente bien ser amada tan intensamente.

Si la mente de Harry pudiera ser ejemplificada en ese momento sería lo más parecido a una antigua y derruida fortaleza, escondida bajo un gigantesco bosque, apoyada sobre la ladera de una montaña, construida con perfectos bloques de piedra blanca ya mohosos por el paso del tiempo. En la mente de Harry, grises nubes cubrían el cielo soltando una fina llovizna que, hacia tiempo, había embarrado el camino principal a la antigua fortaleza...

Mientras los días pasaban, durante todas las noches hasta la que antecedía a la mañana de la prueba Harry miraba durante un largo rato la esfera que contenía la magia de Daphne. Lentamente mientras los días habían pasado los tres se habían vuelto más callados y pensativos, a pesar de que Daphne trataba de animar a Harry, él solo sonreía y seguía con su vista clavada hacia la nada. Él solo pensamiento de saber lo que iba a pasar lo carcomía...

La mañana del día de la prueba, Harry tenia puesto un pantalón holgado y una remera fina y debajo tenía un traje de baño negro con dos líneas gruesas rojas en los laterales. Ninguno de los dos dijo nada, Harry había estado extremadamente silencioso y parecía reacio a despegarse por cualquier motivo de Daphne. Minerva McGonagall, después del desayuno se acercó a Harry, Daphne y Luna y con cierta duda dijo.

—Señorita Greengrass... podría acompañarme —los ojos de Harry se clavaron en los de Minerva —, necesito que venga conmigo.

Daphne asintió, miró a Harry y con una sonrisa reconfortante le dio un suave beso en los labios y ante la mirada del Gryffindor, desapareció al cruzar el umbral de la puerta del Gran Comedor. La segunda prueba había comenzado.

Veinte minutos antes, Harry y Luna bajaron por la explanada, ambos observaron las mismas tribunas que habían rodeado en noviembre al terreno donde habían estado los dragones, ahora estaban a lo largo de una de las orillas del lago. Las gradas, llenas a rebosar, se reflejaban en el agua. El eco de la muchedumbre emocionada multitud, se propagaba por el agua. Antes de llegar a lo que parecía ser la mesa del tribunal, Luna en silencio abrazo a Harry y con un beso en la mejilla se fue hasta las tribunas. Sentados tras una mesa cubierta por una tela dorada. Cedric, Fleur y Krum estaba junto a la mesa, y lo miraban acercarse.

Dumbledore le sonrió, pero Karkarov y Madame Maxime no parecía nada contentos de verlos... Por las caras, debían haber pensado que se iba a retirar. Harry miró serio a todo el mundo y sin decir nada espero. Ludo Bagman, faltantes solo 5 minutos para la prueba, los llevo, espaciándolos, hasta la orilla del lago con una distancia de tres metros de cada uno. Harry quedó en un extremo, al lado de Krum, que se había puesto un bañador y sostenía en la mano la varita.

—¿Todo bien, Harry? —susurró Bagman, distanciándolo un poco más de Krum —. ¿Tenes algún plan?

—Si... —contestó Harry serio.

Bagman le dio un apretón en el hombro y volvió a la mesa del tribunal. Harry mientras tanto se sacó el pantalón, la remera y el vendaje que cubría su brazo y el calzado quedando descalzo. Krum lo miró de reojo y se sorprendió al ver las cicatrices, al igual que muchos que llegaban a ver su cuerpo. Con un —¡Sonorus! —Bagman hablo hacia las tribunas.

—Bien, todos los campeones están listos para la segunda prueba, que va comenzar cuando suene el silbato. Tienen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno... dos... ¡Tres!

El silbato sonó en el aire frío y calmado. Las tribunas se convirtieron en un hervidero de gritos y aplausos. Sin mirar lo que hacían los otros campeones, Harry se sentó sobre las piedras del lago y cerró los ojos comenzando a meditar. El silencio y hasta algunas risas se apoderaron de la multitud al ver que Harry no hacía nada. Dumbledore miro atentamente a Harry sin decir nada.

Harry con una lenta respiración comenzó a sentir todo lo que había a su alrededor las personas atrás, las piedras, el agua... todo, lentamente sus sentidos se adentraron en el lago, las algas, los peces, los selikes que nadaban y los grindylows que estaban en el fondo escondidos, entre las plantas marinas. Krum estaba por la izquierda mientras que Cedric y Fleur por la derecha. Al frente, lejos de los campeones, cuatro personas sumergidas. Harry se concentró en estas, la primera era Cho, la segunda era una niña pequeña que no reconocía, en el extremo opuesto estaba la muchacha de Ravenclaw y a su lado, entre la pequeña Daphne. Harry abrió rápido cuando sintió los ojos cuando sintió de su novia. Parándose rápidamente sacó su varita, apuntó al lago y concentrando toda su magia exclamó.

—¡Glacius!

Todos en la tribuna contuvieron la respiración. Un poderos rayo blanco salió de la punta de la varita de Harry que impacto al instante con el agua congelándola. Harry concentrando su magia hizo que el hielo que se formara armase un camino recto y con paso firme y sin dejar de caminar pisó el hielo que se había formado. Sintió una pequeña molestia al sentir el frio en sus pies, pero se concentró en seguir caminando mientras el hielo se iba formando. Todos miraban asombrados como Harry había seguido mantenido el hechizo durante los 5 minutos que camino hasta que se detuvo en una zona del lago.

—¡Aqua Volatem! —gritó Harry apuntando al lago.

Un gran cilindro serpenteante se extendió al aire y con una fuerza atronadora impacto contra el lago quebrando ligeramente los bordes del camino que había hecho Harry. Como si fuera una masa viva y deforme controlada por Harry, se movió dentro del lago hasta que llegó al lugar en donde estaba Daphne, con delicadeza rodeo el cuerpo de la muchacha y cortando la cuerda que la aprisionaba, lentamente la hizo ascender.

Todos vieron como una masa circular de agua ascendía desde la superficie del lago hasta elevarse unos 40 centímetros por encima del mismo. Harry se acercó a la esfera y tocándola con la palma esta se abrió y liberó, con suavidad, el cuerpo de Daphne. Él inmediatamente la tomó en brazos. Daphne abrió los ojos y tosió un par de veces expulsando el agua que tenía en los pulmones, cuando su conciencia finalmente volvió, lo primero que pudo ver fueron los verdes ojos de Harry que la miraban con ligera preocupación.

—Me salvaste... —susurró Daphne.

—Siempre.

Sin decir nada Harry comenzó a caminar nuevamente por el camino congelado atrayendo más hacia si el cuerpo de su novia. Daphne, más consiente ahora, se acurrucó contra el pecho de Harry y con las mejillas sonrojadas y con un extraño calor que crecía dentro suyo a pesar del frio miró lentamente y con cuidado el cuerpo de su novio. Daphne algo atontada, puso su mano libre, que no estaba apretada contra el cuerpo de Harry, en el hombro de él y lentamente la fue bajando por el pecho hasta llegar al estómago.

—Daphne, ¿Que estás haciendo? —preguntó Harry mirándola al sentir el tacto.

—Eh —exclamó Daphne sorprendida —, no nada.

Harry la miró con una ceja levantada y no dijo nada. Lentamente llegaron a la orilla, y la Señora Pomfrey se acercó hasta Harry y Daphne y lanzando maldiciones hizo que Harry la bajara y la cubrió con una manta. Harry se rio, Dumbledore apareció a su lado con una sonrisa y le dio la ropa que había dejado tirada en la orilla.

—Gracias, Director. —dijo Harry.

—De nada, Señor Potter. —contestó Dumbledore volviendo con los demás jueces.

Caminando con una sonrisa fue hasta donde estaba sentada Daphne y que, sonrojada lo miraba con una sonrisa. Daphne se sentía realmente tonta, pero tener a Harry desnudo y solo cubierto con un pequeño bañador tipo bóxer delante suyo era realmente una vista que estaba disfrutando. Harry ajeno a todo esto se puso la remera y agachándose mientras le daba la espalda a Daphne se puso el pantalón. Daphne se sentía más estúpida que antes, pero relamió los labios con una sonrisa boba al ver tal... escena.

No tardo mucho tiempo y Krum, Cedric y Fleur salieron con sus respectivos rehenes entonces los miembros del tribunal se juntaron a discutir. No tuvo que pasar mucho tiempo la voz mágicamente amplificada de Ludo Bagman resonó en todos lados. En las gradas, la multitud se quedó de repente en silencio.

—Damas y caballeros, tomamos una decisión. Murcus, la jefa sirena, nos explicó lo que ocurrió exactamente en el fondo del lago, y hemos puntuado en consecuencia. El total de nuestras puntuaciones, que se dan sobre un máximo de cincuenta puntos a cada uno de los campeones, es el siguiente.

Todo contuvieron la respiración.

—La señorita Delacour 40 puntos —las tribunas aplaudieron, Bagman continuó —. El señor Diggory, que fue el segundo en rescatar a su rehén 47 puntos —se escucharon los vítores de Hufflepuff —El señor Viktor Krum 40 puntos —Karkarov aplaudió muy fuerte y de manera arrogante —. El Señor Harry Potter que no se sumergió en ningún momento en el lago, pero demostró su habilidad para los encantamientos 50 puntos.

—Excelente Harry. —exclamó Daphne abrazando a Harry por el cuello y le dándole un beso en la mejilla.

—La tercer y última prueba va a tener lugar al anochecer del día veinticuatro de junio —continuó Bagman —. A los campeones se les notificara en qué va consistir la prueba justo un mes antes. Gracias a todos por el apoyo que les dan.

Harry dio un gran suspiró y mientras caminaba con Daphne que lo abrazaba por la cintura, guiados por la Señora Pomfrey, nuevamente al castillo, sonrió con alivio. Daphne ya no estaba en peligro, ni iba a estar paranoico porque le pudiera pasar algo.

El próximo capítulo esta titulado: "El Preludio de La Locura"

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