Parte 2
Te he descubierto.
ROWAN SE DEJO manipular por el don de Jasper, en aquel momento necesitaba más calma de lo que alguna vez deseo. El rubio finalmente se sentía tranquilo al confirmar que su poder no fallaba, aún así quería preguntar el porqué no había podido manipularla y su furia contagió a todos de tal manera que les creo aquella terrible jaqueca.
— Tu silencio habla mucho más, Jasper — lo llamo la rubia haciéndolo dar un brinco.
— No quiero incomodarte — se acerco más a ella quedando a su lado.
— No lo haces — Rowan giro su cabeza para verlo a los ojos.
— ¿Por qué no pude controlarte? — pregunto casi en un susurro.
La rubia sonrió bajando la mirada, sus mejillas se habían puesto rojas por manteles demasiado tiempo la mirada, aquello contagió la sonrisa a Jasper que no podía dejar de verla fascinado.
— No lo sé — respondió con simpleza —, Ethan me ha dicho muchas veces que un descontrol de mis emociones podría generar un caos — levanto la mirada nuevamente.
— Tus emociones eran difíciles de descifrar en aquel momento, no sabía cuál controlar primero y además de ello nos creaste una gran jaqueca que nos hizo perdernos por unos segundos — explico confundido.
— Aquello nos hizo desprotegerlos, no nos dimos cuenta cuando el lobo llegó — Emmett se atrevió a meterse a la conversación, también quería tener conocimiento sobre la joven rubia.
— Lo siento — mencionó avergonzada, sentía una gran culpa crecer dentro de ella.
— No tienes porque disculparte — aseguro el pelinegro —. Nos diste un buen susto, afortunadamente estás bien.
— ¿Y ustedes lo están? — cuestionó sin apartar la mirada de Emmett, de alguna manera le recordaba a Ethan.
— Estamos un poco confundidos — miro hacia su hermano, la mirada profunda de la chica lo intimidaba un poco —, pero todo bien, no debes preocuparte — le aseguro volviendo a mirarla con una cálida sonrisa.
Emmett se apartó de ellos dejándonos nuevamente solos, se despido de la chica con un pequeño abrazo y despeinado su cabello, Rowan sonrió por aquel acto del pelinegro, comprendió que más de uno confiaba en ella en aquella casa. Converso otro rato más con Jasper para después acercarse a Jacob que la miraba a lo lejos con culpa, Harriet abrazo a su madre en cuanto la tuvo cerca, se había llevado un buen susto y todos en la familia se habían encargado de reconfortarla, Rowan agradeció eso infinitamente. La niña supo de inmediato que su madre quería charlar a solas con Jacob, ambos ayudaron a sentarla en el tronco para Dios la niña depositar un beso e irse a jugar con Renesmee que perseguía a una mariposa. Hubo un pequeño silencio que lo incomodó en lo absoluto, era como si ambos se estuvieran acostumbrando el uno al otro antes de hablar.
— Lo siento — Rowan fue la primera en hablar.
Jacob se tomó unos minutos aceptando las disculpas de la chica.
— También lo siento — dijo después —, no sabia que Leah iba a atacarte.
— Nadie la vio venir — sonrió disimulando el dolor que comenzaba a generarle aquella posición —. Explícame algo, Jacob — se atrevió a verlo a los ojos.
— Responderé todo lo que esté a mi alcance — le aseguro.
— No entiendo como sucedió, quiero comprender lo que se supone que tienes con mi hija pero no puedo — suspiro frustrada regresando su vista al suelo.
— Es difícil de explicar, alguna vez escuché que los vampiros tienen algo similar a cuando encuentras a alguien con quien quieres pasar el resto de tus días — la rubia asintió, ya muchas veces Ethan y Alistair le habían contado sobre ello —, es como eso, pero en este caso yo no veo a Harriet de manera romántica como piensas — el chico mantenía la mirada en la pequeña castaña de ojos grandes que jugaba con Nessie y aquella mariposa —, es como amor de hermanos, como tu y Bella queriéndose proteger la una a la otra.
— ¿Como me aseguras que ella estará protegida junto a ti? — volvió a mirarlo, comenzaba a comprender un poco — ¿Como puedo saber que otros lobos no querrán atacarla por ser vampiro?
— Este tema es más delicado de lo que crees, nosotros no atacamos la impronta de un aliado, menos si se trata de un alfa.
— Eres un alfa — confirmo la rubia en un murmuró, el chico asintió —. ¿Por qué no me atacaste cuando yo lo hice?
— No quería luchar, solo quería que entendieras — aseguro el moreno.
Estuvieron conversando un buen rato hasta que se hizo tarde.
Su hermana, Esme y Alice habían insistido en que se quedara ya ella sola no podía conducir de vuelta a casa, fue la pequeña vampiro de cabello corto la que finalmente accedió a que se fuera pero con la condición de que Jasper las llevará a casa. Rowan aceptó con tal de salir de aquel sitio lo antes posible, no era que no le agradaran los Cullen era solo que se sentía aun avergonzada por lo que había sucedido.
Bella se sentía culpable por lonque le había sucedido a su hermana, aún así lograba entender del todo aquellos sentimientos que habían atacado su mente desconcentrandola de todo a su alrededor.
— No podemos explicar lo que sucedió, pero debemos entenderla a ella y su reacción al enterarse — hablo Carlisle una vez que Rowan dejó el perímetro.
— Puede ser peligroso para nosotros que ella se mantenga cerca — hablo Edward después de un segundo en silencio.
Bella miro a su esposo sin entender, ya le había dejado bastante claro antes que su hermana no era de su agrado pero llamarla peligrosa cuando ni siquiera era un vampiro completamente y puede salir herida tan fácil, le molestaba demasiado.
— Es de mi hermana de quien hablas, Edward — enfrento a su esposo —, no tuvo una vida fácil y adaptarse a ser algo y a la vez no serlo debe ser difícil.
— Concuerdo con Bella — se atrevió a decir Rosalie —, no debe ser sencillo para ella enfrentarse a lo que desconoce.
Charlaron una cuantas horas más hasta que no se pudo llegar a ningún punto, Carlisle aseguró que le haría pruebas sin que ella logrará enterarse para saber que tan peligrosa podía llegar a ser o si solamente necesitaba ayuda para controlarse, a Bella no le pareció aquel plan, ella sabía por todo lo que su hermana había pasado en Rusia con aquel tal Ethan que la había tratado como a un experimento.
Jasper detuvo el coche frente a la casa de la rubia. Harriet bajo casi de inmediato en espera de que su madre abriera aquella puerta y así finalmente quitarse los zapatos, desde que su madre había salido herida lo único que quería era volver a su casa y ver televisión junto a ella, le preocupaba a pesar de que le había asegurado que estaba bien. Jasper ayudó a Rowan a salir del coche y camino detrás de ella hasta quedar en la puerta de entrada, una vez que fue abierta la niña salió disparada hacia su habitación donde dejó los zapatos en el armario y volvió a la sala de estar donde encendió el televisor y esperaba a que su madre despidiera a Jasper.
— Gracias por traernos — hablo la chica frente a él —. ¿Como volverás ahora?
— Puedo caminar — señaló el bloque detrás de él.
— Puedes llevarte mi auto y devolverlo mañana — señaló la rubia.
— Tranquila, Rowan, no me pasará nada con caminar de vuelta a casa — le aseguró con una sonrisa.
La chica solo asintió, Jasper se despidió comenzando a caminar hacia el bosque.
— ¡Oye, Jasper! — lo llamo de vuelta Rowan, el chico se giro con una sonrisa — Te he descubierto.
El chico se giro sin entender, regreso unos pasos para volver a quedar frente de la chica que no borraba su sonrisa de su rostro.
— No entiendo a que te refieres.
— Puedo verte en la noches oculto entre los árboles mirando hacia mi ventana — confirmo la chica al ver la expresión sorprendida que Japer le entrego.
El chico rascó su cabeza con nerviosismo, un extraño reflejo que aprendió de los humanos al sentir aquel sentimiento. No sabía que decir o como explicar aquello, temía que la chica lo odiara por ello.
— ¿Lo siento? — se disculpo dudoso en espera de ma respuesta de la chica.
— Es un poco acosador de tu parte, ¿no lo crees?
— En mi defensa, Edward también lo hacia cuando estaba enamorándose de Bella, incluso entraba a su habitación por su ventana.
Aquello sorprendió a la chica, vaya obsesivo que era su cuñado. Lo que la dejo con una extraña sensación en el estómago fue que Jasper de manera involuntaria había confesado sus sentimientos, la rubia bajo la cabeza con un sonrojo sin saber que hacer o que decir, comenzaba a ponerse nerviosa nuevamente.
— ¿Por qué no entras y me cuentas un poco aquella historia? — se atrevió a decir, levanto la mirada encontrándose con aquellos ojos dorados que la hacía dejar de respirar
— Me encantaría — sonrío el chico rubio.
Aquella tarde fue diferente para Rowan, una extraña sensación había comenzado a crecer en su pecho sintiéndose extrañamente feliz, aquella sabia que no era obra del chico frente a ella, era algo propio y le agradaba.
Jasper contó a la chica todo aquello que habían enfrentado para salvar a su hermana de distintos peligros, le aseguro que la castaña era más terca y testaruda pero que jamás se dio por vencida, el rubio le agradecía infinitamente por haber salvado a su hermano de aquel final trágico cuando creyó que estaba muerta.
Rowan se mantenía atenta a todo lo que decía, le parecía fascinante por todo aquello que su hermana les había hecho pasar, reconoció que Bella quizá no era tan lista como imagino pero ahora tiene una bonita familia que la chica y la protege, un esposo y una hija que la aman a pesar de todo, se llego a preguntar entonces ¿qué es lo que hacía en aquel sitio?, no le dio demasiado rodeó al asunto.
La noche llegó y con ello la partida del rubio, afortunadamente antes de que fuera ayudo a Rowan a llevar a Harriet a su habitación ya que se había quedado dormida en sofá abrazando su peluche. Se despidieron con la promesa de verse al día siguiente para dar un paseo por el bosque, antes de irse se acercó a ella para depositar un suave beso en sus sonrojadas y tibias mejillas, la chica no podía sentirse aún más extraña al no saber cómo reaccionar.
Después de unos minutos de estar en la cocina bebiendo un té, decidió irse a dormir, se encontraba cansada del día y todo aquello por lo que había pasado, se dijo a sí misma que había creado todo un drama para nada, había salido herida sin haber podido defenderse y había causado un gran malestar en la familia de su hermana. Su su cuñado ya la odiaba quizá ahora lo haga mucho más.
Antes de acostarse se acercó a la ventana, su sonrisa creció al sentirlo oculto entre aquellos árboles que cubrían la luz de la luna y las farolas.
— Acosador — murmuró a la nada.
Sintió la brisa en su cara acompañada de un susurro que le deseaba buenas noches. Rowan cerró la ventana para continuar a su destino principal, su cama, se acostó en ella con cuidado de no lastimarse, subir las escaleras había sido una tortura y no quería que volviera a doler, solo esperaba que tiempo de regeneración actué rápido ya que el estar sin movimiento la agobiaba.
Con un lío de pensamientos cayó dormida.
Jasper sonrió al sentir su débiles latidos aún más bajos, sabía que ella ya se había quedado dormida, así que decidió hacer lo que su hermano solía hacer, de un brinco quedó en el balcón de la habitación de la chica, abrió despacio para no hacer demasiado ruido, entro poco a poco hasta quedar cerca de ella.
Se sentía emocionado de verla dormir, le fascinaba ver sus gestos que le daba un aspecto adorable, acarició su mejilla donde horas atras le había dado un beso, quería hacerlos nuevo pero tenía miedo de despertarla. Se preguntaba una y otra vez que era aquel sentimiento que tenía al ver a la chica, al tenerla cerca, al escucharla, al querés estar siempre cerca de ella y protegerla.
Una cosa era segura, no se alejaría de ella ahora, quizá ella sea su destino, aquel que estuvo esperando por años.
Creo que es mucho relleno, lo siento 🥺
Gracias por tomarse el tiempo de leer.
Los quiero, adiós.
❣